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ÃNGELES IV | |||||||
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HOMBRES DE BLANCO GÉNESIS 28:10-13; “Salió, pues, Jacob de Beerseba, y fue a Harán. Y llegó a un cierto lugar, y durmió allí, porque ya el sol se había puesto; y tomó de las piedras de aquel paraje y puso a su cabecera, y se acostó en aquel lugar. Y soñó: y he aquí una escalera que estaba apoyada en tierra, y su extremo tocaba en el cielo; y he aquí ángeles de Dios que subían y descendían por ella. Y he aquí, Jehová estaba en lo alto de ella”. Aquí vemos a Dios en lo alto de la escalera dando órdenes a sus ángeles, y ellos descendiendo para llevar acabo lo que Dios ha ordenado; y al cumplir ellos su tarea, suben una vez más a Dios para recibir nuevas órdenes. Ángeles continuamente llevando a cabo la voluntad de Dios. Ángeles continuamente protegiéndonos. GÉNESIS 28:16 Y 17; “Y despertó Jacob de su sueño, y dijo: Ciertamente Jehová está en este lugar, y yo no lo sabía. Y tuvo miedo, y dijo: ¡Cuán asombroso es este lugar! No es otra cosa que casa de Dios, y puerta del cielo”. Podemos vivir en la casa de Dios. Esta casa no es el edificio donde los cristianos se reúnen. La casa de Dios es donde ángeles vienen y van. Si no lo crees, pregúntale a Jacob.Rara es la vez que veremos estos ángeles, sin embargo están sirviendo a los hijos de Dios. El Salmo 91 puede ser una fuente de seguridad en nuestro mundo de continuo caos. Empieza diciendo; “El que habita al abrigo del altísimo…”. Toda persona que habita con Dios, con Jesús, con el Espíritu Santo puede apropiarse de este salmo y hacerlo suyo. Léelo vez tras vez y especialmente el versículo número 11, “pues a sus ángeles mandará cerca de ti”. SALMOS 91; “El que habita al abrigo del Altísimo morará bajo la sombra del Omnipotente. Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo mío; Mi Dios, en quien confiaré. Él te librará del lazo del cazador, de la peste destructora. Con sus plumas te cubrirá, y debajo de sus alas estarás seguro; escudo y adarga es su verdad. No temerás el terror nocturno, ni saeta que vuele de día, ni pestilencia que ande en oscuridad, ni mortandad que en medio del día destruya. Caerán a tu lado mil, y diez mil a tu diestra mas a ti no llegará. Ciertamente con tus ojos mirarás y verás la recompensa de los impíos. Porque has puesto a Jehová, que es mi esperanza, al Altísimo por tu habitación, no te sobrevendrá mal, ni plaga tocará tu morada. Pues a sus ángeles mandará cerca de ti, que te guarden en todos tus caminos. En las manos te llevarán, para que tu pie no tropiece en piedra. Sobre el león y el áspid pisarás; hollarás al cachorro del león y al dragón. Por cuanto en mí ha puesto su amor, yo también lo libraré; le pondré en alto, por cuanto ha conocido mi nombre. Me invocará, y yo le responderé; con él estaré yo en la angustia; lo libraré y le glorificaré. Lo saciaré de larga vida, y le mostraré mi salvación”. Algo interesante que encontramos en la Biblia es que Jesús en varias ocasiones tenía que reprender la actitud de sus discípulos en cuanto a los niños. Lo que dijo en una ocasión es una verdadera revelación, veamos: MATEO 18:10; “Mirad que no menospreciéis a uno de estos pequeños; porque os digo que sus ángeles en los cielos ven siempre el rostro de mi Padre que está en los cielos”. Los niños tienen “sus ángeles”, estos poderosos seres espirituales que tienen acceso al Padre. Que lo creamos por fe y recibiremos el beneficio. Quizá aún te estés preguntando ¿qué tan poderosos son? Vamos a verlo en 2ª REYES 19:35; “Y aconteció que aquella misma noche salió el ángel de Jehová, y mató en el campamento de los asirios a ciento ochenta y cinco mil; y cuando se levantaron por la mañana, he aquí que todo era cuerpos de muertos”. Un ángel mató a 185,000 soldados, sólo un ángel. ¡Esto debe animarnos! ¡Somos protegidos! El ángel lo hizo para salvar al pueblo de Dios de sus enemigos. Él lo puede hacer para salvarnos a nosotros también. Mis amados, los ángeles van y vienen, llevan y traen; ellos ejecutan ‘al pie de la letra’ la voluntad del Altísimo. Tal como lo describió Jacob en el sueño que tuvo, los ángeles suben y bajan, llevan las necesidades o las peticiones que hacemos los hijos a Dios al Padre y traen las respuestas, o protección, las bendiciones y los regalos espirituales que el Padre envía a sus hijos, aquellos quienes se han convertido en la habitación del Espíritu Santo. ¡Asombroso! ¡Increíble! ¿No te parece? |
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Por: Hno. Victor Richards
ÃNGELES IV |
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HOMBRES DE BLANCO GÉNESIS 28:10-13; “Salió, pues, Jacob de Beerseba, y fue a Harán. Y llegó a un cierto lugar, y durmió allí, porque ya el sol se había puesto; y tomó de las piedras de aquel paraje y puso a su cabecera, y se acostó en aquel lugar. Y soñó: y he aquí una escalera que estaba apoyada en tierra, y su extremo tocaba en el cielo; y he aquí ángeles de Dios que subían y descendían por ella. Y he aquí, Jehová estaba en lo alto de ella”. Aquí vemos a Dios en lo alto de la escalera dando órdenes a sus ángeles, y ellos descendiendo para llevar acabo lo que Dios ha ordenado; y al cumplir ellos su tarea, suben una vez más a Dios para recibir nuevas órdenes. Ángeles continuamente llevando a cabo la voluntad de Dios. Ángeles continuamente protegiéndonos. GÉNESIS 28:16 Y 17; “Y despertó Jacob de su sueño, y dijo: Ciertamente Jehová está en este lugar, y yo no lo sabía. Y tuvo miedo, y dijo: ¡Cuán asombroso es este lugar! No es otra cosa que casa de Dios, y puerta del cielo”. Podemos vivir en la casa de Dios. Esta casa no es el edificio donde los cristianos se reúnen. La casa de Dios es donde ángeles vienen y van. Si no lo crees, pregúntale a Jacob.Rara es la vez que veremos estos ángeles, sin embargo están sirviendo a los hijos de Dios. El Salmo 91 puede ser una fuente de seguridad en nuestro mundo de continuo caos. Empieza diciendo; “El que habita al abrigo del altísimo…”. Toda persona que habita con Dios, con Jesús, con el Espíritu Santo puede apropiarse de este salmo y hacerlo suyo. Léelo vez tras vez y especialmente el versículo número 11, “pues a sus ángeles mandará cerca de ti”. SALMOS 91; “El que habita al abrigo del Altísimo morará bajo la sombra del Omnipotente. Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo mío; Mi Dios, en quien confiaré. Él te librará del lazo del cazador, de la peste destructora. Con sus plumas te cubrirá, y debajo de sus alas estarás seguro; escudo y adarga es su verdad. No temerás el terror nocturno, ni saeta que vuele de día, ni pestilencia que ande en oscuridad, ni mortandad que en medio del día destruya. Caerán a tu lado mil, y diez mil a tu diestra mas a ti no llegará. Ciertamente con tus ojos mirarás y verás la recompensa de los impíos. Porque has puesto a Jehová, que es mi esperanza, al Altísimo por tu habitación, no te sobrevendrá mal, ni plaga tocará tu morada. Pues a sus ángeles mandará cerca de ti, que te guarden en todos tus caminos. En las manos te llevarán, para que tu pie no tropiece en piedra. Sobre el león y el áspid pisarás; hollarás al cachorro del león y al dragón. Por cuanto en mí ha puesto su amor, yo también lo libraré; le pondré en alto, por cuanto ha conocido mi nombre. Me invocará, y yo le responderé; con él estaré yo en la angustia; lo libraré y le glorificaré. Lo saciaré de larga vida, y le mostraré mi salvación”. Algo interesante que encontramos en la Biblia es que Jesús en varias ocasiones tenía que reprender la actitud de sus discípulos en cuanto a los niños. Lo que dijo en una ocasión es una verdadera revelación, veamos: MATEO 18:10; “Mirad que no menospreciéis a uno de estos pequeños; porque os digo que sus ángeles en los cielos ven siempre el rostro de mi Padre que está en los cielos”. Los niños tienen “sus ángeles”, estos poderosos seres espirituales que tienen acceso al Padre. Que lo creamos por fe y recibiremos el beneficio. Quizá aún te estés preguntando ¿qué tan poderosos son? Vamos a verlo en 2ª REYES 19:35; “Y aconteció que aquella misma noche salió el ángel de Jehová, y mató en el campamento de los asirios a ciento ochenta y cinco mil; y cuando se levantaron por la mañana, he aquí que todo era cuerpos de muertos”. Un ángel mató a 185,000 soldados, sólo un ángel. ¡Esto debe animarnos! ¡Somos protegidos! El ángel lo hizo para salvar al pueblo de Dios de sus enemigos. Él lo puede hacer para salvarnos a nosotros también. Mis amados, los ángeles van y vienen, llevan y traen; ellos ejecutan ‘al pie de la letra’ la voluntad del Altísimo. Tal como lo describió Jacob en el sueño que tuvo, los ángeles suben y bajan, llevan las necesidades o las peticiones que hacemos los hijos a Dios al Padre y traen las respuestas, o protección, las bendiciones y los regalos espirituales que el Padre envía a sus hijos, aquellos quienes se han convertido en la habitación del Espíritu Santo. ¡Asombroso! ¡Increíble! ¿No te parece? |
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HOMBRES DE BLANCO GÉNESIS 28:10-13; “Salió, pues, Jacob de Beerseba, y fue a Harán. Y llegó a un cierto lugar, y durmió allí, porque ya el sol se había puesto; y tomó de las piedras de aquel paraje y puso a su cabecera, y se acostó en aquel lugar. Y soñó: y he aquí una escalera que estaba apoyada en tierra, y su extremo tocaba en el cielo; y he aquí ángeles de Dios que subían y descendían por ella. Y he aquí, Jehová estaba en lo alto de ella”. Aquí vemos a Dios en lo alto de la escalera dando órdenes a sus ángeles, y ellos descendiendo para llevar acabo lo que Dios ha ordenado; y al cumplir ellos su tarea, suben una vez más a Dios para recibir nuevas órdenes. Ángeles continuamente llevando a cabo la voluntad de Dios. Ángeles continuamente protegiéndonos. GÉNESIS 28:16 Y 17; “Y despertó Jacob de su sueño, y dijo: Ciertamente Jehová está en este lugar, y yo no lo sabía. Y tuvo miedo, y dijo: ¡Cuán asombroso es este lugar! No es otra cosa que casa de Dios, y puerta del cielo”. Podemos vivir en la casa de Dios. Esta casa no es el edificio donde los cristianos se reúnen. La casa de Dios es donde ángeles vienen y van. Si no lo crees, pregúntale a Jacob.Rara es la vez que veremos estos ángeles, sin embargo están sirviendo a los hijos de Dios. El Salmo 91 puede ser una fuente de seguridad en nuestro mundo de continuo caos. Empieza diciendo; “El que habita al abrigo del altísimo…”. Toda persona que habita con Dios, con Jesús, con el Espíritu Santo puede apropiarse de este salmo y hacerlo suyo. Léelo vez tras vez y especialmente el versículo número 11, “pues a sus ángeles mandará cerca de ti”. SALMOS 91; “El que habita al abrigo del Altísimo morará bajo la sombra del Omnipotente. Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo mío; Mi Dios, en quien confiaré. Él te librará del lazo del cazador, de la peste destructora. Con sus plumas te cubrirá, y debajo de sus alas estarás seguro; escudo y adarga es su verdad. No temerás el terror nocturno, ni saeta que vuele de día, ni pestilencia que ande en oscuridad, ni mortandad que en medio del día destruya. Caerán a tu lado mil, y diez mil a tu diestra mas a ti no llegará. Ciertamente con tus ojos mirarás y verás la recompensa de los impíos. Porque has puesto a Jehová, que es mi esperanza, al Altísimo por tu habitación, no te sobrevendrá mal, ni plaga tocará tu morada. Pues a sus ángeles mandará cerca de ti, que te guarden en todos tus caminos. En las manos te llevarán, para que tu pie no tropiece en piedra. Sobre el león y el áspid pisarás; hollarás al cachorro del león y al dragón. Por cuanto en mí ha puesto su amor, yo también lo libraré; le pondré en alto, por cuanto ha conocido mi nombre. Me invocará, y yo le responderé; con él estaré yo en la angustia; lo libraré y le glorificaré. Lo saciaré de larga vida, y le mostraré mi salvación”. Algo interesante que encontramos en la Biblia es que Jesús en varias ocasiones tenía que reprender la actitud de sus discípulos en cuanto a los niños. Lo que dijo en una ocasión es una verdadera revelación, veamos: MATEO 18:10; “Mirad que no menospreciéis a uno de estos pequeños; porque os digo que sus ángeles en los cielos ven siempre el rostro de mi Padre que está en los cielos”. Los niños tienen “sus ángeles”, estos poderosos seres espirituales que tienen acceso al Padre. Que lo creamos por fe y recibiremos el beneficio. Quizá aún te estés preguntando ¿qué tan poderosos son? Vamos a verlo en 2ª REYES 19:35; “Y aconteció que aquella misma noche salió el ángel de Jehová, y mató en el campamento de los asirios a ciento ochenta y cinco mil; y cuando se levantaron por la mañana, he aquí que todo era cuerpos de muertos”. Un ángel mató a 185,000 soldados, sólo un ángel. ¡Esto debe animarnos! ¡Somos protegidos! El ángel lo hizo para salvar al pueblo de Dios de sus enemigos. Él lo puede hacer para salvarnos a nosotros también. Mis amados, los ángeles van y vienen, llevan y traen; ellos ejecutan ‘al pie de la letra’ la voluntad del Altísimo. Tal como lo describió Jacob en el sueño que tuvo, los ángeles suben y bajan, llevan las necesidades o las peticiones que hacemos los hijos a Dios al Padre y traen las respuestas, o protección, las bendiciones y los regalos espirituales que el Padre envía a sus hijos, aquellos quienes se han convertido en la habitación del Espíritu Santo. ¡Asombroso! ¡Increíble! ¿No te parece? |
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