ÃNGELES V | |||||||
HOMBRES DE BLANCO
La siguiente escritura que vamos a considerar es una de las más extrañas en la Biblia. Leamos NÚMEROS 22:1-38; “Partieron los hijos de Israel, y acamparon en los campos de Moab junto al Jordán, frente a Jericó. Y vio Balac hijo de Zipor todo lo que Israel había hecho al amorreo. Y Moab tuvo gran temor a causa del pueblo, porque era mucho; y se angustió Moab a causa de los hijos de Israel. Y dijo Moab a los ancianos de Madián: Ahora lamerá esta gente todos nuestros contornos, como lame el buey la grama del campo. Y Balac hijo de Zipor era entonces rey de Moab. Por tanto, envió mensajeros a Balaam hijo de Beor, en Petor, que está junto al río en la tierra de los hijos de su pueblo, para que lo llamasen, diciendo: Un pueblo ha salido de Egipto, y he aquí cubre la faz de la tierra, y habita delante de mí. Ven pues, ahora, te ruego, maldíceme este pueblo, porque es más fuerte que yo; quizá yo pueda herirlo y echarlo de la tierra; pues yo sé que el que tú bendigas será bendito, y el que tú maldigas será maldito. Fueron los ancianos de Moab y los ancianos de Madián con las dádivas de adivinación en su mano, y llegaron a Balaam y le dijeron las palabras de Balac. El les dijo: Reposad aquí esta noche, y yo os daré respuesta según Jehová me hablare. Así los príncipes de Moab se quedaron con Balaam”. Nota: es extraño que este adivino Balaam, de una reputación de poder bendecir o maldecir, pudiera tener contacto con Jehová. Parece que su avaricia lo hacía querer tener dos velas prendidas. “Y vino Dios a Balaam, y le dijo: ¿Qué varones son estos que están contigo? Y Balaam respondió a Dios: Balac hijo de Zipor, rey de Moab, ha enviado a decirme: He aquí, este pueblo que ha salido de Egipto cubre la faz de la tierra; ven pues, ahora, y maldícemelo; quizá podré pelear contra él y echarlo. Entonces dijo Dios a Balaam: No vayas con ellos, ni maldigas al pueblo, porque bendito es. Así Balaam se levantó por la mañana y dijo a los príncipes de Balac: Volveos a vuestra tierra, porque Jehová no me quiere dejar ir con vosotros. Y los príncipes de Moab se levantaron, y vinieron a Balac y dijeron: Balaam no quiso venir con nosotros. Volvió Balac a enviar otra vez más príncipes, y más honorables que los otros; los cuales vinieron a Balaam, y le dijeron: Así dice Balac, hijo de Zipor: Te ruego que no dejes de venir a mí; porque sin duda te honraré mucho, y haré todo lo que me digas; ven, pues, ahora, maldíceme a este pueblo. Y Balaam respondió y dijo a los siervos de Balac: Aunque Balac me diese su casa llena de plata y oro, no puedo traspasar la palabra de Jehová mi Dios para hacer cosa chica ni grande (Balaam va a tratar de negociar con Dios). Os ruego, por tanto, ahora, que reposéis aquí esta noche, para que yo sepa qué me vuelve a decir Jehová”. Nota: no había nada que negociar, Dios dijo no vayas y no maldigas y punto. Balaam quería torcer el brazo de Jehová, quería cambiar la opinión de Dios porque había mucho dinero de por medio. Me suena como la muchacha a la cual Dios le ha dicho que no tenga nada que ver con cierto muchacho; y ella le vuelve a pedir a Dios que cambie su opinión con respecto a él. Tal cosa no va a suceder. Cuando Dios dice no, ¡es no! “Pero él es guapo, pero él es bueno, pero, pero… ¡NO! Pero ella no hace caso y se casa con él y vive un infierno por el resto de su vida. Así Balaam está tratando de convencer a Dios. “Y vino Dios a Balaam de noche, y le dijo: Si vinieron para llamarte estos hombres, levántate y vete con ellos; pero harás lo que yo te diga”. Nota: no era que Dios quería que él fuera con ellos. Era que Dios iba a enseñar a este avaro que cuando Él dice no, ¡es no! “Así Balaam se levantó por la mañana, y enalbardó su asna y fue con los príncipes de Moab. Y la ira de Dios se encendió porque él iba; y el ángel de Jehová se puso en el camino por adversario suyo. Iba, pues, él montado sobre su asna, y con él dos criados suyos. Y el asna vio al ángel de Jehová, que estaba en el camino con su espada desnuda en su mano; y se apartó el asna del camino, e iba por el campo. Entonces azotó Balaam al asna para hacerla volver al camino. Pero el ángel de Jehová se puso en una senda de viñas que tenía pared a un lado y pared al otro. Y viendo el asna al ángel de Jehová, se pegó a la pared, y apretó contra la pared el pie de Balaam; y él volvió a azotarla. Y el ángel de Jehová pasó más allá, y se puso en una angostura donde no había camino para apartarse ni a derecha ni a izquierda. Y viendo el asna al ángel de Jehová, se echó debajo de Balaam; y Balaam se enojó y azotó al asna con un palo. Entonces Jehová abrió la boca al asna, la cual dijo a Balaam: ¿Qué te he hecho, que me has azotado estas tres veces? Y Balaam respondió al asna: Porque te has burlado de mí. ¡Ojalá tuviera espada en mi mano, que ahora te mataría! Y el asna dijo a Balaam: ¿No soy yo tu asna? Sobre mí has cabalgado desde que tú me tienes hasta este día; ¿he acostumbrado hacerlo así contigo? Y él respondió: No”. Nota: creo que Balaam estaba tan enojado con el asna que ni siquiera se dio cuenta de que estaba hablando con un animal. “Entonces Jehová abrió los ojos de Balaam, y vio al ángel de Jehová que estaba en el camino, y tenía su espada desnuda en su mano. Y Balaam hizo reverencia, y se inclinó sobre su rostro. Y el ángel de Jehová le dijo: ¿Por qué has azotado tu asna estas tres veces? He aquí yo he salido para resistirte, porque tu camino es perverso delante de mí. El asna me ha visto, y se ha apartado luego de delante de mí estas tres veces; y si de mí no se hubiera apartado, yo también ahora te mataría a ti, y a ella dejaría viva. Entonces Balaam dijo al ángel de Jehová: He pecado, porque no sabía que tú te ponías delante de mí en el camino; mas ahora, si te parece mal, yo me volvere”. Nota: ¿“si te parece mal”? ¿Le quedaba duda de que estaba mal? Debiera estar volviendo a su tierra a toda velocidad. Había maldad en su corazón, pues había mucho dinero de por medio. “Y el ángel de Jehová dijo a Balaam: Ve con esos hombres; pero la palabra que yo te diga, esa hablarás. Así Balaam fue con los príncipes de Balac. Oyendo Balac que Balaam venía, salió a recibirlo a la ciudad de Moab, que está junto al límite de Arnón, que está al extremo de su territorio. Y Balac dijo a Balaam: ¿No envié yo a llamarte? ¿Por qué no has venido a mí? ¿No puedo yo honrarte?”. Nota: Balaam amaba el honor de los hombres, especialmente el del rey, y especialmente amaba el dinero. “Balaam respondió a Balac: He aquí yo he venido a ti; mas ¿podré ahora hablar alguna cosa? La palabra que Dios pusiere en mi boca, esa hablaré”. Pero él aún buscaba una manera de separar a Israel de Jehová. Leamos en APOCALIPSIS 2:14;“...tienes ahí a los que retienen la doctrina de Balaam, que enseñaba a Balac a poner tropiezo ante los hijos de Israel, a comer de cosas sacrificadas a los ídolos, y a cometer fornicación”. Él no pudo hablar una maldición sobre ellos, por lo cual buscó la manera de hacerlos caer en idolatría y el pecado sexual. Él tendrá la eternidad para lamentar su error.
En estos blogs he hablado de: • Hombres de blanco… • Ángeles de distintos rangos… • Millones de millones de ángeles… • Ángeles adoradores… • Ángeles protectores… • Vigilantes… • Arcángeles… • Un universo de seres benignos…
También hemos considerado visiones, apariciones de ángeles, mensajes dados por ángeles y cómo la venganza de Dios es llevada a cabo por medio de ángeles. Hemos leído de la protección del pueblo de Dios por ángeles y Su promesa de protegernos a nosotros con Sus ángeles vigilantes, protectores y guerreros. Hay tanto más que aprender de estos espíritus ministradores a favor de Dios y a favor de nosotros que somos herederos de la salvación. Apenas empezamos a entrar en la revelación de la grandeza de Dios. Nos espera una gran aventura. Vamos hacia allá. Tu compañero en el viaje,
Hermano Víctor.
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HOMBRES DE BLANCO
La siguiente escritura que vamos a considerar es una de las más extrañas en la Biblia. Leamos NÚMEROS 22:1-38; “Partieron los hijos de Israel, y acamparon en los campos de Moab junto al Jordán, frente a Jericó. Y vio Balac hijo de Zipor todo lo que Israel había hecho al amorreo. Y Moab tuvo gran temor a causa del pueblo, porque era mucho; y se angustió Moab a causa de los hijos de Israel. Y dijo Moab a los ancianos de Madián: Ahora lamerá esta gente todos nuestros contornos, como lame el buey la grama del campo. Y Balac hijo de Zipor era entonces rey de Moab. Por tanto, envió mensajeros a Balaam hijo de Beor, en Petor, que está junto al río en la tierra de los hijos de su pueblo, para que lo llamasen, diciendo: Un pueblo ha salido de Egipto, y he aquí cubre la faz de la tierra, y habita delante de mí. Ven pues, ahora, te ruego, maldíceme este pueblo, porque es más fuerte que yo; quizá yo pueda herirlo y echarlo de la tierra; pues yo sé que el que tú bendigas será bendito, y el que tú maldigas será maldito. Fueron los ancianos de Moab y los ancianos de Madián con las dádivas de adivinación en su mano, y llegaron a Balaam y le dijeron las palabras de Balac. El les dijo: Reposad aquí esta noche, y yo os daré respuesta según Jehová me hablare. Así los príncipes de Moab se quedaron con Balaam”. Nota: es extraño que este adivino Balaam, de una reputación de poder bendecir o maldecir, pudiera tener contacto con Jehová. Parece que su avaricia lo hacía querer tener dos velas prendidas. “Y vino Dios a Balaam, y le dijo: ¿Qué varones son estos que están contigo? Y Balaam respondió a Dios: Balac hijo de Zipor, rey de Moab, ha enviado a decirme: He aquí, este pueblo que ha salido de Egipto cubre la faz de la tierra; ven pues, ahora, y maldícemelo; quizá podré pelear contra él y echarlo. Entonces dijo Dios a Balaam: No vayas con ellos, ni maldigas al pueblo, porque bendito es. Así Balaam se levantó por la mañana y dijo a los príncipes de Balac: Volveos a vuestra tierra, porque Jehová no me quiere dejar ir con vosotros. Y los príncipes de Moab se levantaron, y vinieron a Balac y dijeron: Balaam no quiso venir con nosotros. Volvió Balac a enviar otra vez más príncipes, y más honorables que los otros; los cuales vinieron a Balaam, y le dijeron: Así dice Balac, hijo de Zipor: Te ruego que no dejes de venir a mí; porque sin duda te honraré mucho, y haré todo lo que me digas; ven, pues, ahora, maldíceme a este pueblo. Y Balaam respondió y dijo a los siervos de Balac: Aunque Balac me diese su casa llena de plata y oro, no puedo traspasar la palabra de Jehová mi Dios para hacer cosa chica ni grande (Balaam va a tratar de negociar con Dios). Os ruego, por tanto, ahora, que reposéis aquí esta noche, para que yo sepa qué me vuelve a decir Jehová”. Nota: no había nada que negociar, Dios dijo no vayas y no maldigas y punto. Balaam quería torcer el brazo de Jehová, quería cambiar la opinión de Dios porque había mucho dinero de por medio. Me suena como la muchacha a la cual Dios le ha dicho que no tenga nada que ver con cierto muchacho; y ella le vuelve a pedir a Dios que cambie su opinión con respecto a él. Tal cosa no va a suceder. Cuando Dios dice no, ¡es no! “Pero él es guapo, pero él es bueno, pero, pero… ¡NO! Pero ella no hace caso y se casa con él y vive un infierno por el resto de su vida. Así Balaam está tratando de convencer a Dios. “Y vino Dios a Balaam de noche, y le dijo: Si vinieron para llamarte estos hombres, levántate y vete con ellos; pero harás lo que yo te diga”. Nota: no era que Dios quería que él fuera con ellos. Era que Dios iba a enseñar a este avaro que cuando Él dice no, ¡es no! “Así Balaam se levantó por la mañana, y enalbardó su asna y fue con los príncipes de Moab. Y la ira de Dios se encendió porque él iba; y el ángel de Jehová se puso en el camino por adversario suyo. Iba, pues, él montado sobre su asna, y con él dos criados suyos. Y el asna vio al ángel de Jehová, que estaba en el camino con su espada desnuda en su mano; y se apartó el asna del camino, e iba por el campo. Entonces azotó Balaam al asna para hacerla volver al camino. Pero el ángel de Jehová se puso en una senda de viñas que tenía pared a un lado y pared al otro. Y viendo el asna al ángel de Jehová, se pegó a la pared, y apretó contra la pared el pie de Balaam; y él volvió a azotarla. Y el ángel de Jehová pasó más allá, y se puso en una angostura donde no había camino para apartarse ni a derecha ni a izquierda. Y viendo el asna al ángel de Jehová, se echó debajo de Balaam; y Balaam se enojó y azotó al asna con un palo. Entonces Jehová abrió la boca al asna, la cual dijo a Balaam: ¿Qué te he hecho, que me has azotado estas tres veces? Y Balaam respondió al asna: Porque te has burlado de mí. ¡Ojalá tuviera espada en mi mano, que ahora te mataría! Y el asna dijo a Balaam: ¿No soy yo tu asna? Sobre mí has cabalgado desde que tú me tienes hasta este día; ¿he acostumbrado hacerlo así contigo? Y él respondió: No”. Nota: creo que Balaam estaba tan enojado con el asna que ni siquiera se dio cuenta de que estaba hablando con un animal. “Entonces Jehová abrió los ojos de Balaam, y vio al ángel de Jehová que estaba en el camino, y tenía su espada desnuda en su mano. Y Balaam hizo reverencia, y se inclinó sobre su rostro. Y el ángel de Jehová le dijo: ¿Por qué has azotado tu asna estas tres veces? He aquí yo he salido para resistirte, porque tu camino es perverso delante de mí. El asna me ha visto, y se ha apartado luego de delante de mí estas tres veces; y si de mí no se hubiera apartado, yo también ahora te mataría a ti, y a ella dejaría viva. Entonces Balaam dijo al ángel de Jehová: He pecado, porque no sabía que tú te ponías delante de mí en el camino; mas ahora, si te parece mal, yo me volvere”. Nota: ¿“si te parece mal”? ¿Le quedaba duda de que estaba mal? Debiera estar volviendo a su tierra a toda velocidad. Había maldad en su corazón, pues había mucho dinero de por medio. “Y el ángel de Jehová dijo a Balaam: Ve con esos hombres; pero la palabra que yo te diga, esa hablarás. Así Balaam fue con los príncipes de Balac. Oyendo Balac que Balaam venía, salió a recibirlo a la ciudad de Moab, que está junto al límite de Arnón, que está al extremo de su territorio. Y Balac dijo a Balaam: ¿No envié yo a llamarte? ¿Por qué no has venido a mí? ¿No puedo yo honrarte?”. Nota: Balaam amaba el honor de los hombres, especialmente el del rey, y especialmente amaba el dinero. “Balaam respondió a Balac: He aquí yo he venido a ti; mas ¿podré ahora hablar alguna cosa? La palabra que Dios pusiere en mi boca, esa hablaré”. Pero él aún buscaba una manera de separar a Israel de Jehová. Leamos en APOCALIPSIS 2:14;“...tienes ahí a los que retienen la doctrina de Balaam, que enseñaba a Balac a poner tropiezo ante los hijos de Israel, a comer de cosas sacrificadas a los ídolos, y a cometer fornicación”. Él no pudo hablar una maldición sobre ellos, por lo cual buscó la manera de hacerlos caer en idolatría y el pecado sexual. Él tendrá la eternidad para lamentar su error.
En estos blogs he hablado de: • Hombres de blanco… • Ángeles de distintos rangos… • Millones de millones de ángeles… • Ángeles adoradores… • Ángeles protectores… • Vigilantes… • Arcángeles… • Un universo de seres benignos…
También hemos considerado visiones, apariciones de ángeles, mensajes dados por ángeles y cómo la venganza de Dios es llevada a cabo por medio de ángeles. Hemos leído de la protección del pueblo de Dios por ángeles y Su promesa de protegernos a nosotros con Sus ángeles vigilantes, protectores y guerreros. Hay tanto más que aprender de estos espíritus ministradores a favor de Dios y a favor de nosotros que somos herederos de la salvación. Apenas empezamos a entrar en la revelación de la grandeza de Dios. Nos espera una gran aventura. Vamos hacia allá. Tu compañero en el viaje,
Hermano Víctor.
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La siguiente escritura que vamos a considerar es una de las más extrañas en la Biblia. Leamos NÚMEROS 22:1-38; “Partieron los hijos de Israel, y acamparon en los campos de Moab junto al Jordán, frente a Jericó. Y vio Balac hijo de Zipor todo lo que Israel había hecho al amorreo. Y Moab tuvo gran temor a causa del pueblo, porque era mucho; y se angustió Moab a causa de los hijos de Israel. Y dijo Moab a los ancianos de Madián: Ahora lamerá esta gente todos nuestros contornos, como lame el buey la grama del campo. Y Balac hijo de Zipor era entonces rey de Moab. Por tanto, envió mensajeros a Balaam hijo de Beor, en Petor, que está junto al río en la tierra de los hijos de su pueblo, para que lo llamasen, diciendo: Un pueblo ha salido de Egipto, y he aquí cubre la faz de la tierra, y habita delante de mí. Ven pues, ahora, te ruego, maldíceme este pueblo, porque es más fuerte que yo; quizá yo pueda herirlo y echarlo de la tierra; pues yo sé que el que tú bendigas será bendito, y el que tú maldigas será maldito. Fueron los ancianos de Moab y los ancianos de Madián con las dádivas de adivinación en su mano, y llegaron a Balaam y le dijeron las palabras de Balac. El les dijo: Reposad aquí esta noche, y yo os daré respuesta según Jehová me hablare. Así los príncipes de Moab se quedaron con Balaam”. Nota: es extraño que este adivino Balaam, de una reputación de poder bendecir o maldecir, pudiera tener contacto con Jehová. Parece que su avaricia lo hacía querer tener dos velas prendidas. “Y vino Dios a Balaam, y le dijo: ¿Qué varones son estos que están contigo? Y Balaam respondió a Dios: Balac hijo de Zipor, rey de Moab, ha enviado a decirme: He aquí, este pueblo que ha salido de Egipto cubre la faz de la tierra; ven pues, ahora, y maldícemelo; quizá podré pelear contra él y echarlo. Entonces dijo Dios a Balaam: No vayas con ellos, ni maldigas al pueblo, porque bendito es. Así Balaam se levantó por la mañana y dijo a los príncipes de Balac: Volveos a vuestra tierra, porque Jehová no me quiere dejar ir con vosotros. Y los príncipes de Moab se levantaron, y vinieron a Balac y dijeron: Balaam no quiso venir con nosotros. Volvió Balac a enviar otra vez más príncipes, y más honorables que los otros; los cuales vinieron a Balaam, y le dijeron: Así dice Balac, hijo de Zipor: Te ruego que no dejes de venir a mí; porque sin duda te honraré mucho, y haré todo lo que me digas; ven, pues, ahora, maldíceme a este pueblo. Y Balaam respondió y dijo a los siervos de Balac: Aunque Balac me diese su casa llena de plata y oro, no puedo traspasar la palabra de Jehová mi Dios para hacer cosa chica ni grande (Balaam va a tratar de negociar con Dios). Os ruego, por tanto, ahora, que reposéis aquí esta noche, para que yo sepa qué me vuelve a decir Jehová”. Nota: no había nada que negociar, Dios dijo no vayas y no maldigas y punto. Balaam quería torcer el brazo de Jehová, quería cambiar la opinión de Dios porque había mucho dinero de por medio. Me suena como la muchacha a la cual Dios le ha dicho que no tenga nada que ver con cierto muchacho; y ella le vuelve a pedir a Dios que cambie su opinión con respecto a él. Tal cosa no va a suceder. Cuando Dios dice no, ¡es no! “Pero él es guapo, pero él es bueno, pero, pero… ¡NO! Pero ella no hace caso y se casa con él y vive un infierno por el resto de su vida. Así Balaam está tratando de convencer a Dios. “Y vino Dios a Balaam de noche, y le dijo: Si vinieron para llamarte estos hombres, levántate y vete con ellos; pero harás lo que yo te diga”. Nota: no era que Dios quería que él fuera con ellos. Era que Dios iba a enseñar a este avaro que cuando Él dice no, ¡es no! “Así Balaam se levantó por la mañana, y enalbardó su asna y fue con los príncipes de Moab. Y la ira de Dios se encendió porque él iba; y el ángel de Jehová se puso en el camino por adversario suyo. Iba, pues, él montado sobre su asna, y con él dos criados suyos. Y el asna vio al ángel de Jehová, que estaba en el camino con su espada desnuda en su mano; y se apartó el asna del camino, e iba por el campo. Entonces azotó Balaam al asna para hacerla volver al camino. Pero el ángel de Jehová se puso en una senda de viñas que tenía pared a un lado y pared al otro. Y viendo el asna al ángel de Jehová, se pegó a la pared, y apretó contra la pared el pie de Balaam; y él volvió a azotarla. Y el ángel de Jehová pasó más allá, y se puso en una angostura donde no había camino para apartarse ni a derecha ni a izquierda. Y viendo el asna al ángel de Jehová, se echó debajo de Balaam; y Balaam se enojó y azotó al asna con un palo. Entonces Jehová abrió la boca al asna, la cual dijo a Balaam: ¿Qué te he hecho, que me has azotado estas tres veces? Y Balaam respondió al asna: Porque te has burlado de mí. ¡Ojalá tuviera espada en mi mano, que ahora te mataría! Y el asna dijo a Balaam: ¿No soy yo tu asna? Sobre mí has cabalgado desde que tú me tienes hasta este día; ¿he acostumbrado hacerlo así contigo? Y él respondió: No”. Nota: creo que Balaam estaba tan enojado con el asna que ni siquiera se dio cuenta de que estaba hablando con un animal. “Entonces Jehová abrió los ojos de Balaam, y vio al ángel de Jehová que estaba en el camino, y tenía su espada desnuda en su mano. Y Balaam hizo reverencia, y se inclinó sobre su rostro. Y el ángel de Jehová le dijo: ¿Por qué has azotado tu asna estas tres veces? He aquí yo he salido para resistirte, porque tu camino es perverso delante de mí. El asna me ha visto, y se ha apartado luego de delante de mí estas tres veces; y si de mí no se hubiera apartado, yo también ahora te mataría a ti, y a ella dejaría viva. Entonces Balaam dijo al ángel de Jehová: He pecado, porque no sabía que tú te ponías delante de mí en el camino; mas ahora, si te parece mal, yo me volvere”. Nota: ¿“si te parece mal”? ¿Le quedaba duda de que estaba mal? Debiera estar volviendo a su tierra a toda velocidad. Había maldad en su corazón, pues había mucho dinero de por medio. “Y el ángel de Jehová dijo a Balaam: Ve con esos hombres; pero la palabra que yo te diga, esa hablarás. Así Balaam fue con los príncipes de Balac. Oyendo Balac que Balaam venía, salió a recibirlo a la ciudad de Moab, que está junto al límite de Arnón, que está al extremo de su territorio. Y Balac dijo a Balaam: ¿No envié yo a llamarte? ¿Por qué no has venido a mí? ¿No puedo yo honrarte?”. Nota: Balaam amaba el honor de los hombres, especialmente el del rey, y especialmente amaba el dinero. “Balaam respondió a Balac: He aquí yo he venido a ti; mas ¿podré ahora hablar alguna cosa? La palabra que Dios pusiere en mi boca, esa hablaré”. Pero él aún buscaba una manera de separar a Israel de Jehová. Leamos en APOCALIPSIS 2:14;“...tienes ahí a los que retienen la doctrina de Balaam, que enseñaba a Balac a poner tropiezo ante los hijos de Israel, a comer de cosas sacrificadas a los ídolos, y a cometer fornicación”. Él no pudo hablar una maldición sobre ellos, por lo cual buscó la manera de hacerlos caer en idolatría y el pecado sexual. Él tendrá la eternidad para lamentar su error.
En estos blogs he hablado de: • Hombres de blanco… • Ángeles de distintos rangos… • Millones de millones de ángeles… • Ángeles adoradores… • Ángeles protectores… • Vigilantes… • Arcángeles… • Un universo de seres benignos…
También hemos considerado visiones, apariciones de ángeles, mensajes dados por ángeles y cómo la venganza de Dios es llevada a cabo por medio de ángeles. Hemos leído de la protección del pueblo de Dios por ángeles y Su promesa de protegernos a nosotros con Sus ángeles vigilantes, protectores y guerreros. Hay tanto más que aprender de estos espíritus ministradores a favor de Dios y a favor de nosotros que somos herederos de la salvación. Apenas empezamos a entrar en la revelación de la grandeza de Dios. Nos espera una gran aventura. Vamos hacia allá. Tu compañero en el viaje,
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