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El verdadero varón II | |||||||
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Un verdadero varón: Reconoce que ha sido escogido para ser líder “Gracias, Hermano Víctor, por esos congresos para hombres y por su enseñanza, porque cuando cambia el hombre, el hogar entero cambia”. Así me dijo una señora llamada Alicia en una ciudad al sur de la República Mexicana. Alicia continuó diciendo, “por años yo me ví obligada a dar dirección y a tomar decisiones que no me correspondían porque Jaime era un esposo demasiado pasivo. Como no había tenido un buen ejemplo en su propio hogar, él no sabía cuál era el papel del marido cristiano y cada vez que escuchábamos un mensaje bíblico sobre el orden en el hogar, yo sufría porque sabía que nuestra familia andaba mal. Pero a raíz de esa enseñanza sobre el liderazgo varonil, ¡nuestro hogar es otro!”. La Biblia establece el liderazgo del hombre desde el principio: El hombre fue creado primero. Esto no es ninguna coincidencia. Después fue formada la mujer. Y como si Dios quisiera subrayar esta verdad, se repite en el Nuevo Testamento: 1ª Timoteo 2:13; “Porque Adán fue formado primero, después Eva”. El hombre fue quien le puso nombre a la mujer. El hecho que Adán le dio nombre a Eva... un privilegio reservado para las personas con autoridad en el Antiguo Testamento... indica su autoridad sobre ella. 1ª Corintios 11:9; “Y tampoco el varón fue creado por causa de la mujer, sino la mujer por causa del varón”. El hombre fue a quién Dios primero confrontó después ¿Significa esto que el hombre de alguna manera tiene mayor valor que la mujer? ¡De ninguna manera! Necesitamos distinguir entre valor y función. La Escritura es muy clara en que nuestro valor como seres humanos, hombres y mujeres, se deriva del hecho de que fuimos creados a la imagen de Dios. ¡Ambos! El varón y la mujer son absolutamente iguales en cuanto a valor delante de Dios. Pero igualdad no significa que seamos idénticos. Tenemos diferentes funciones tal como Dios, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo tienen diferentes funciones, sin embargo, los tres son Dios. En el plan perfecto de Dios, el hombre fue creado para ser líder y la mujer su apoyo. Sin embargo, desde que entró el pecado en el mundo, ni el hombre ni la mujer han entendido este plan perfecto, causando que el hombre abuse del liderazgo o renuncie a él y que la mujer por rebelión o por necesidad, “se ponga los pantalones”. Veamos ahora las funciones del hombre como líder.
El verdadero varón: Guía, guarda y gobierna. En su libro, “El varón y su temperamento”, el destacado Dr. LaHaye dice lo siguiente: “Todos los hombres poseen tendencias al liderazgo, algunos en mayor medida que otros, pero todo hombre tiene tanto la capacidad como el deseo de ser líder. Personalmente estoy convencido de que se trata de una necesidad en todo hombre que, si no logra realizarse como líder, cuando menos en el hogar, lo deja con un sentido de frustración”. El liderazgo del hombre se puede describir con tres palabras: guiar, guardar y gobernar. Necesitamos tener una brújula para saber qué es lo que Dios, nuestras esposas e hijos y la sociedad esperan de nosotros. Esta brújula es guiar, guardar y gobernar. Tres palabras que nos hablan de liderazgo.
El verdadero hombre guía Él tendrá visión; visión por algo más grande de lo que ha alcanzado, algo en el futuro, algo a lo cual entregarse, un sentido de destino para sí mismo y para los cuales él es responsable. El hombre guiará a los que ama hacia ese destino. Lo hará en los asuntos de relaciones personales, la formación de carácter, lo espiritual, la integridad, justicia, humildad y valores eternos, sin dar demasiado énfasis en cosas materiales que sí son importantes, pero no lo más importante.
El verdadero hombre guarda A su esposa, a sus hijos y a otros por los cuales él es responsable. Él confrontará a los Goliats que vienen en su contra y lo hará aun, si eso, no le hace “popular”. Su gozo se encuentra en proteger a los que necesitan de su autoridad y fuerza. Él guardará de maldad a los que debe proteger. Los guardará de los ataques espirituales, emocionales, físicos, económicos, sociales, etc. Lo hará porque es un varón digno de ser llamado hombre.
El verdadero hombre gobierna Sí, tenemos la responsabilidad de gobernar si somos hombres. Nuestras familias necesitan de nuestro involucramiento en sus vidas y sus problemas. El esposo y padre debe ayudar a su familia a vivir en paz y contentamiento, trayendo justas decisiones a sus desacuerdos. Él será la amorosa autoridad que no permite desintegración en sus relaciones. Él gobierna con amor y equidad. No muestra favoritismo, ni tiene un hijo mimado. De esta manera él enseña a sus hijos y a otros bajo su autoridad el valor de la justicia y también el gozo de convivir en paz y consideración para con los demás. |
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Por: Hno. Victor Richards
El verdadero varón II |
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Un verdadero varón: Reconoce que ha sido escogido para ser líder “Gracias, Hermano Víctor, por esos congresos para hombres y por su enseñanza, porque cuando cambia el hombre, el hogar entero cambia”. Así me dijo una señora llamada Alicia en una ciudad al sur de la República Mexicana. Alicia continuó diciendo, “por años yo me ví obligada a dar dirección y a tomar decisiones que no me correspondían porque Jaime era un esposo demasiado pasivo. Como no había tenido un buen ejemplo en su propio hogar, él no sabía cuál era el papel del marido cristiano y cada vez que escuchábamos un mensaje bíblico sobre el orden en el hogar, yo sufría porque sabía que nuestra familia andaba mal. Pero a raíz de esa enseñanza sobre el liderazgo varonil, ¡nuestro hogar es otro!”. La Biblia establece el liderazgo del hombre desde el principio: El hombre fue creado primero. Esto no es ninguna coincidencia. Después fue formada la mujer. Y como si Dios quisiera subrayar esta verdad, se repite en el Nuevo Testamento: 1ª Timoteo 2:13; “Porque Adán fue formado primero, después Eva”. El hombre fue quien le puso nombre a la mujer. El hecho que Adán le dio nombre a Eva... un privilegio reservado para las personas con autoridad en el Antiguo Testamento... indica su autoridad sobre ella. 1ª Corintios 11:9; “Y tampoco el varón fue creado por causa de la mujer, sino la mujer por causa del varón”. El hombre fue a quién Dios primero confrontó después ¿Significa esto que el hombre de alguna manera tiene mayor valor que la mujer? ¡De ninguna manera! Necesitamos distinguir entre valor y función. La Escritura es muy clara en que nuestro valor como seres humanos, hombres y mujeres, se deriva del hecho de que fuimos creados a la imagen de Dios. ¡Ambos! El varón y la mujer son absolutamente iguales en cuanto a valor delante de Dios. Pero igualdad no significa que seamos idénticos. Tenemos diferentes funciones tal como Dios, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo tienen diferentes funciones, sin embargo, los tres son Dios. En el plan perfecto de Dios, el hombre fue creado para ser líder y la mujer su apoyo. Sin embargo, desde que entró el pecado en el mundo, ni el hombre ni la mujer han entendido este plan perfecto, causando que el hombre abuse del liderazgo o renuncie a él y que la mujer por rebelión o por necesidad, “se ponga los pantalones”. Veamos ahora las funciones del hombre como líder.
El verdadero varón: Guía, guarda y gobierna. En su libro, “El varón y su temperamento”, el destacado Dr. LaHaye dice lo siguiente: “Todos los hombres poseen tendencias al liderazgo, algunos en mayor medida que otros, pero todo hombre tiene tanto la capacidad como el deseo de ser líder. Personalmente estoy convencido de que se trata de una necesidad en todo hombre que, si no logra realizarse como líder, cuando menos en el hogar, lo deja con un sentido de frustración”. El liderazgo del hombre se puede describir con tres palabras: guiar, guardar y gobernar. Necesitamos tener una brújula para saber qué es lo que Dios, nuestras esposas e hijos y la sociedad esperan de nosotros. Esta brújula es guiar, guardar y gobernar. Tres palabras que nos hablan de liderazgo.
El verdadero hombre guía Él tendrá visión; visión por algo más grande de lo que ha alcanzado, algo en el futuro, algo a lo cual entregarse, un sentido de destino para sí mismo y para los cuales él es responsable. El hombre guiará a los que ama hacia ese destino. Lo hará en los asuntos de relaciones personales, la formación de carácter, lo espiritual, la integridad, justicia, humildad y valores eternos, sin dar demasiado énfasis en cosas materiales que sí son importantes, pero no lo más importante.
El verdadero hombre guarda A su esposa, a sus hijos y a otros por los cuales él es responsable. Él confrontará a los Goliats que vienen en su contra y lo hará aun, si eso, no le hace “popular”. Su gozo se encuentra en proteger a los que necesitan de su autoridad y fuerza. Él guardará de maldad a los que debe proteger. Los guardará de los ataques espirituales, emocionales, físicos, económicos, sociales, etc. Lo hará porque es un varón digno de ser llamado hombre.
El verdadero hombre gobierna Sí, tenemos la responsabilidad de gobernar si somos hombres. Nuestras familias necesitan de nuestro involucramiento en sus vidas y sus problemas. El esposo y padre debe ayudar a su familia a vivir en paz y contentamiento, trayendo justas decisiones a sus desacuerdos. Él será la amorosa autoridad que no permite desintegración en sus relaciones. Él gobierna con amor y equidad. No muestra favoritismo, ni tiene un hijo mimado. De esta manera él enseña a sus hijos y a otros bajo su autoridad el valor de la justicia y también el gozo de convivir en paz y consideración para con los demás. |
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Un verdadero varón: Reconoce que ha sido escogido para ser líder “Gracias, Hermano Víctor, por esos congresos para hombres y por su enseñanza, porque cuando cambia el hombre, el hogar entero cambia”. Así me dijo una señora llamada Alicia en una ciudad al sur de la República Mexicana. Alicia continuó diciendo, “por años yo me ví obligada a dar dirección y a tomar decisiones que no me correspondían porque Jaime era un esposo demasiado pasivo. Como no había tenido un buen ejemplo en su propio hogar, él no sabía cuál era el papel del marido cristiano y cada vez que escuchábamos un mensaje bíblico sobre el orden en el hogar, yo sufría porque sabía que nuestra familia andaba mal. Pero a raíz de esa enseñanza sobre el liderazgo varonil, ¡nuestro hogar es otro!”. La Biblia establece el liderazgo del hombre desde el principio: El hombre fue creado primero. Esto no es ninguna coincidencia. Después fue formada la mujer. Y como si Dios quisiera subrayar esta verdad, se repite en el Nuevo Testamento: 1ª Timoteo 2:13; “Porque Adán fue formado primero, después Eva”. El hombre fue quien le puso nombre a la mujer. El hecho que Adán le dio nombre a Eva... un privilegio reservado para las personas con autoridad en el Antiguo Testamento... indica su autoridad sobre ella. 1ª Corintios 11:9; “Y tampoco el varón fue creado por causa de la mujer, sino la mujer por causa del varón”. El hombre fue a quién Dios primero confrontó después ¿Significa esto que el hombre de alguna manera tiene mayor valor que la mujer? ¡De ninguna manera! Necesitamos distinguir entre valor y función. La Escritura es muy clara en que nuestro valor como seres humanos, hombres y mujeres, se deriva del hecho de que fuimos creados a la imagen de Dios. ¡Ambos! El varón y la mujer son absolutamente iguales en cuanto a valor delante de Dios. Pero igualdad no significa que seamos idénticos. Tenemos diferentes funciones tal como Dios, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo tienen diferentes funciones, sin embargo, los tres son Dios. En el plan perfecto de Dios, el hombre fue creado para ser líder y la mujer su apoyo. Sin embargo, desde que entró el pecado en el mundo, ni el hombre ni la mujer han entendido este plan perfecto, causando que el hombre abuse del liderazgo o renuncie a él y que la mujer por rebelión o por necesidad, “se ponga los pantalones”. Veamos ahora las funciones del hombre como líder.
El verdadero varón: Guía, guarda y gobierna. En su libro, “El varón y su temperamento”, el destacado Dr. LaHaye dice lo siguiente: “Todos los hombres poseen tendencias al liderazgo, algunos en mayor medida que otros, pero todo hombre tiene tanto la capacidad como el deseo de ser líder. Personalmente estoy convencido de que se trata de una necesidad en todo hombre que, si no logra realizarse como líder, cuando menos en el hogar, lo deja con un sentido de frustración”. El liderazgo del hombre se puede describir con tres palabras: guiar, guardar y gobernar. Necesitamos tener una brújula para saber qué es lo que Dios, nuestras esposas e hijos y la sociedad esperan de nosotros. Esta brújula es guiar, guardar y gobernar. Tres palabras que nos hablan de liderazgo.
El verdadero hombre guía Él tendrá visión; visión por algo más grande de lo que ha alcanzado, algo en el futuro, algo a lo cual entregarse, un sentido de destino para sí mismo y para los cuales él es responsable. El hombre guiará a los que ama hacia ese destino. Lo hará en los asuntos de relaciones personales, la formación de carácter, lo espiritual, la integridad, justicia, humildad y valores eternos, sin dar demasiado énfasis en cosas materiales que sí son importantes, pero no lo más importante.
El verdadero hombre guarda A su esposa, a sus hijos y a otros por los cuales él es responsable. Él confrontará a los Goliats que vienen en su contra y lo hará aun, si eso, no le hace “popular”. Su gozo se encuentra en proteger a los que necesitan de su autoridad y fuerza. Él guardará de maldad a los que debe proteger. Los guardará de los ataques espirituales, emocionales, físicos, económicos, sociales, etc. Lo hará porque es un varón digno de ser llamado hombre.
El verdadero hombre gobierna Sí, tenemos la responsabilidad de gobernar si somos hombres. Nuestras familias necesitan de nuestro involucramiento en sus vidas y sus problemas. El esposo y padre debe ayudar a su familia a vivir en paz y contentamiento, trayendo justas decisiones a sus desacuerdos. Él será la amorosa autoridad que no permite desintegración en sus relaciones. Él gobierna con amor y equidad. No muestra favoritismo, ni tiene un hijo mimado. De esta manera él enseña a sus hijos y a otros bajo su autoridad el valor de la justicia y también el gozo de convivir en paz y consideración para con los demás. |
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