El Reino de los Cielos Pt.V | |||||||
PRINCIPIO DE MILAGROS LA PROVISION DE DIOS Jesús fue un maestro, predicador y hacedor de milagros, y aún lo es. ¡Sus enseñanzas son únicas! ¡Poderosas! Fundamentales para vivir en el reino de los cielos. Mateo 6:25-26 Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido? 26. Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas? Mateo 6:31-32 No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? 32. Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas. 33. Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. Buscad primeramente el reino de Dios, no lo tomes por hecho, no digas; “¡ah! Ya es nuestro”, ¡No! Buscad y buscad primero, buscad los principios y leyes que funcionan en el reino de los cielos. El Padre Nuestro, comienza diciendo: Mateo 6:9b-10a 9. Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. 10. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. Cuando vemos y entramos en este reino invisible, que es secreto y superior, su voluntad puede hacerse en nosotros como se hace en el cielo y esto es poderoso. Busquémoslo, no lo tomemos con una actitud pasiva. Nuestra ciudadanía está en los cielos, aprendamos a vivir en el reino de los cielos y tu calidad de vida va a cambiar drásticamente, para bien. Buscad primeramente el reino de Dios y su justicia y todas estas cosas os serán añadidas… Alguien pudiera decirme; “Victor, yo conozco cristianos que están careciendo de todas estas cosas”, bueno; Dios nunca dijo; “sólo cree en Jesús y todas las cosas os serán añadidas”, Él no dijo eso. Él dijo buscad primeramente el reino de Dios y su justicia y todas esas cosas os serán añadidas… buscad, buscad, enfatizó, tenemos que escuchar bien las condiciones. Alguien pudiera decir: “Momento, ¿buscad una cosa para recibir otra cosa? Me parece contrario, parece una fórmula para la derrota y fracaso, ¡si quieres alimento buscas alimento!…”. ¡No! Buscad primeramente el reino de Dios y su justicia. Cuando viví en la Sierra de Chihuahua éste texto fue mi lema, no teníamos una fuente segura de provisión y Dios proveyó y proveyó. Hubo algunos que prometieron mensualmente mandar algo y cuando ellos escucharon de nuestra vida en el Espíritu Santo, ellos cortaron la ayuda. En más de una ocasión cortaron la ayuda de $50dlls. al mes y el mes entrante otro grupo empezó a mandarnos $100 dlls. Buscad primeramente el reino de Dios y su justicia y no sólo ropa y alimento serán añadidos, pero protección y tranquilidad también. La constitución del reino de Dios está llena de paradojas, el mundo dice: “odia a tus enemigos, el reino dice: “ama a tus enemigos”. El mundo dice: “si alguien te pega, dale un buen golpe”, el reino dice: “haz bien a los que te maltratan”. El mundo dice: “cuida tu vida a cualquier costo”, el reino dice: “pierde tu vida y la encontrarás”. El mundo dice: “un cuerpo joven y bello es esencial”, el reino dice: “el grano de trigo tiene que caer en la tierra y morir para tener vida”. El mundo dice: “busca estar en la cúspide”, el reino dice: “tienes que servir si quieres guiar”. El mundo dice: “tú eres número 1”, el reino dice: “los primeros serán los últimos y los últimos serán los primeros”. El mundo dice: “hay que adquirir y guardar mucho oro y mucha plata”, el reino dice: “pon tus tesoros en el cielo y seréis verdaderamente ricos”. El mundo dice: “hay que explotar a las masas” y el reino dice: “haz bien a los pobres”. Tristemente muchas veces la iglesia ha sido ciega a los principios del reino. Necesitamos abrir nuestros ojos y saber que en el reino de Dios si quieres subir, tienes que bajar. Si vivimos por este mundo y nosotros estamos tratando de agarrar todo lo que podemos del mundo, entonces moriremos al reino. Pero si nos damos a nosotros mismos en servicio, en amor para otros, nos encontraremos en el reino, esas fueron enseñanzas de Jesús, debes de leer los evangelios, leer las enseñanzas de Jesús. Son las leyes, principios y normas del reino de los cielos y funcionan, requiere fe para que funcionen. En un sentido es como caminar sobre el agua, pero funcionan. La tentación para seguir el pensar del mundo es grande, pero tenemos que resistir, aun al costo de parecer tontos por abrazar estas leyes espirituales, que van en contra la sabiduría humana. No debe sorprendernos si algunos dicen que los cristianos estamos locos, lo que sucede es que estamos funcionando en otro reino, ellos no lo entienden, no todo cristiano lo hace, pero si tú quieres estar donde está el poder, si quieres estar donde el viento del Espíritu está soplando, si quieres vivir en otra esfera más alta, entra profundamente en el reino de Dios, aprende las leyes y principios de este reino y vívelos. Dios quiere que nosotros vivamos las virtudes de humildad, sabiduría, fe, amor, esperanza. Jesús dijo; vosotros sois la luz del mundo. En tiempos de oscuridad, es la luz, la que nos da dirección, los que pueden dirigir son los que son luz, y este mundo está poniéndose más y más oscuro. No saben qué hacer, no saben por dónde ir, no hay héroes, pero nosotros somos la luz, nosotros sabemos cómo vivir en tiempos como estos y tener la paz, no hay paz en el mundo, hay tanta intranquilidad, tanto temor, más personas están yendo al psiquiatra, no se dan cuenta que las cifras de suicidios es más alta entre profesionistas. Los que pueden dirigir en un mundo como este son los humildes, disciplinados, sabios, fieles, los que tienen amor. Es una santa paradoja, pero esa es la clase de persona que sabe dirigir. ¿Cómo vamos a entrar en eso? Por las leyes del reino. Para comprender cómo funciona el reino de los cielos y cómo reina en el mundo visible, tenemos que entender unas cosas. El reino de los cielos es invisible, excepto a los que hemos conocido a Jesús y que estamos deseosos de entrar profundamente en Su reino. Él nos revela a nosotros Sus secretos, Su voluntad, Su reino invisible; el Señor cuando estaba enseñando a sus discípulos, les dijo: “a ustedes les es dado el saber secretos del reino, a ellos no…”, ¿a quienes no? A los que no creen, ellos no pueden entender. Dijo a Nicodemo: “Tienes que nacer de nuevo”, para ver y entrar en el reino de Dios. Entonces es secreto, los incrédulos no nos entienden y no entienden cómo funcionamos, ni pueden, porque es por revelación. Cuando uno, sólo tiene religión tiene mucho temor, no puede entender, ni creer que tenga favor con el Rey de Reyes, la religión siempre está tratando de aplacar a un Dios enojado. Dios no está enojado contigo. Si tú amas a Jesús, te das cuenta que sí está enojado, pero con el pecado y la maldad, pero Él no está enojado con Sus hijos. Nosotros hemos entrado en el favor de Dios… ¿Por qué? Por gracia… Efesios 2:8 Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios. ¿Qué es don de Dios? ¿La gracia o la fe? Ambos… Jesús reveló la verdad de la abundancia en el reino de Dios en la parábola del sembrador, la semilla dio 30 por ciento, 60 por ciento y 100 por ciento. Me gustaría encontrar un banco que diera esto, daría cada centavo que pudiera encontrar. No hay escasez en el reino de Dios, el reino de Dios es una esfera de absoluta o total posibilidad y Jesús enfatizó eso cuando multiplicó los panes y los peces. El muchacho le dio su lonche y 5,000 hombres se sentaron, más sus esposas e hijos y comieron hasta saciarse. Dios nunca es superado por las circunstancias, tus circunstancias no pueden disminuir a Dios, Él no es más pequeño sólo porque tus circunstancias parecen imposibles, lo que es imposible para el hombre, es nada para Dios. Unos dicen; no hay nada imposible para Dios, esto es verdad, pero la realidad es que ni siquiera hay algo difícil para Dios. Él es Dios de absoluta provisión. Él no está limitado por su propio universo, ni leyes naturales que Él ha establecido. Las leyes naturales tienen que dar lugar a sus obras sobrenaturales cuando Él desea hacerlas. Él puede tomar material que existe y transformarlo, su mundo es un mundo total, salud total, vida total, energía total, fuerza total, provisión total, absoluta abundancia. Este es el reino en el cual tú quieres vivir, lo declaro, no sólo lo estoy diciendo, ¡lo declaro! Con estas dos verdades de abundancia y favor establecidos, nosotros ya estamos preparados para el hecho de que Dios ha entrado en sociedad con el hombre redimido, ¿has sido redimido? ¿Has sido perdonado de tus pecados? Dios ha entrado en sociedad contigo, te ha dado el potencial de cooperar con su Espíritu en la obra del reino y la conexión entre el hombre finito y los propósitos infinitos de Dios, esto es por medio de la oración. Escuche esto, esto es muy importante, tienes que subrayar esto en tu mente: “La oración en su sentido fundamental consiste en determinar la voluntad de Dios y luego hacerla, no consiste meramente en pedir lo que uno quiere”. El orar en su sentido más puro es el poner nuestras vidas en total conformidad con lo que Dios desea. Entonces, ¿qué es oración? Es decir algo así: “Señor, ¿qué estás diciendo? Señor yo quiero ver lo que Tú estás haciendo, lo que Tú estás queriendo hacer, lo que Tú estás diciendo, yo quiero decirlo Señor, por favor dame revelación”. Sabes qué, Jesús funcionó así, Él dijo: “Yo no puedo hacer nada, excepto lo que veo al Padre hacer, yo no puedo decir nada, excepto lo que oigo al Padre decir”. Yo no creo que pasó horas y noches en oración pidiendo, y pidiendo, ¡no! Él estaba allí viendo lo que el Padre estaba haciendo y diciendo. Algunos estudiosos de la Biblia creen, que antes de empezar el día Él vio el día y supo donde caminar y cómo, Él se sometió totalmente a Dios. Él dejó de insistir en el derecho de ser su propio dueño, estaba dispuesto, a hacer la voluntad de Dios. ¡Yo quiero ver y oír a Dios! Un hombre de Dios de origen indígena, fue tan sensible a Dios que en una ocasión fue a un pueblo para tener reuniones, le recogieron en la estación del tren y cuando le recogieron, él dijo: “vaya por esta calle tres cuadras”, él nunca había estado en el pueblo y dijo: “una cuadra a la izquierda, pare frente de esta casa blanca allí a la derecha”, baja del carro va a la puerta, toca a la puerta y alguien le abre y dice: “tienen alguien en cama con tuberculosis en esta casa, llévame a ellos” y ora por ellos y estas personas sanan. Sale de la casa y vuelve al carro, y dice: llévame a la iglesia. ¿Cómo lo supo? Yo creo que lo había visto antes, Dios le había mostrado. Puede que Dios nunca nos lo muestre así, pero que nosotros en oración podamos llegar a saber lo que Él está diciendo y decirlo, ver lo que está haciendo y hacerlo, ¿deseas esto tú? Esto es vivir en el reino de los cielos, pero muy profundo, yo no estoy allí todavía, pero estoy metiéndome más adentro. Estos tiempos en que vivimos, el viento del Espíritu, sanidades, muertos resucitados, personas volviendo a vida. Esto sucede cuando entramos en el reino de los cielos. Este proceso empieza cuando dejamos a un lado nuestras propias ideas preconcebidas y entramos por la gracia en Su presencia, para esperar que nos revele lo que Él quiere. Nuestro pensar debe ser: Señor, qué es lo que quieres, qué estás haciendo. Jorge Müller, este alemán que fue a Inglaterra y vio tanto huérfano y al verlo, Dios puso en su corazón la carga de hacer algo por ellos. Estaban viviendo en las calles, estaban las pobres chicas siendo violadas y viviendo en una miseria y él empezó por fe su primer orfanatorio, tuvo pocos ingresos, pero él no pidió de los hombres, él pidió de Dios y Dios empezó a proveer en maneras milagrosas, pero antes de terminar su vida por fe estaba sosteniendo 2,100 huérfanos, alimentándolos, vistiéndolos y educándolos. A parte de educar a estos huérfanos, él fundó 100 escuelas con 9,000 alumnos, también sostuvo 189 misioneros y esto es lo que él dijo de la oración: “no tengas tu propia opinión en el asunto”. Cuando vamos a orar que no tengamos nuestra propia opinión en el asunto… Debemos llegar a la oración diciendo: ¿Qué es lo que tú quieres Dios? Debemos tomar el tiempo en la presencia de Dios diariamente. Así podremos escuchar lo que Dios está diciendo y podremos ver lo que Dios está haciendo. Y cuando vengas a Dios con una petición o una situación difícil; recuerda, no des a Dios tu opinión de lo que Él debe hacer o lo que tú quisieras que Él haga para resolver el asunto. Lo que sí podemos hacer y, ¡debemos hacer! Es declarar lo que dice Su Palabra sobre el asunto. Si es enfermedad; la Biblia dice que por Sus llagas somos sanos. ¡Decláralo! Si tienes necesidad económica, la Biblia dice; que mi Dios suplirá conforme a Sus riquezas en gloria. ¡Decláralo! Si vives intranquilo por la inseguridad en la ciudad; recuerda, que el ángel del Señor acampa alrededor de los que le temen y los defiende. ¡Decláralo! |
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PRINCIPIO DE MILAGROS LA PROVISION DE DIOS Jesús fue un maestro, predicador y hacedor de milagros, y aún lo es. ¡Sus enseñanzas son únicas! ¡Poderosas! Fundamentales para vivir en el reino de los cielos. Mateo 6:25-26 Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido? 26. Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas? Mateo 6:31-32 No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? 32. Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas. 33. Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. Buscad primeramente el reino de Dios, no lo tomes por hecho, no digas; “¡ah! Ya es nuestro”, ¡No! Buscad y buscad primero, buscad los principios y leyes que funcionan en el reino de los cielos. El Padre Nuestro, comienza diciendo: Mateo 6:9b-10a 9. Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. 10. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. Cuando vemos y entramos en este reino invisible, que es secreto y superior, su voluntad puede hacerse en nosotros como se hace en el cielo y esto es poderoso. Busquémoslo, no lo tomemos con una actitud pasiva. Nuestra ciudadanía está en los cielos, aprendamos a vivir en el reino de los cielos y tu calidad de vida va a cambiar drásticamente, para bien. Buscad primeramente el reino de Dios y su justicia y todas estas cosas os serán añadidas… Alguien pudiera decirme; “Victor, yo conozco cristianos que están careciendo de todas estas cosas”, bueno; Dios nunca dijo; “sólo cree en Jesús y todas las cosas os serán añadidas”, Él no dijo eso. Él dijo buscad primeramente el reino de Dios y su justicia y todas esas cosas os serán añadidas… buscad, buscad, enfatizó, tenemos que escuchar bien las condiciones. Alguien pudiera decir: “Momento, ¿buscad una cosa para recibir otra cosa? Me parece contrario, parece una fórmula para la derrota y fracaso, ¡si quieres alimento buscas alimento!…”. ¡No! Buscad primeramente el reino de Dios y su justicia. Cuando viví en la Sierra de Chihuahua éste texto fue mi lema, no teníamos una fuente segura de provisión y Dios proveyó y proveyó. Hubo algunos que prometieron mensualmente mandar algo y cuando ellos escucharon de nuestra vida en el Espíritu Santo, ellos cortaron la ayuda. En más de una ocasión cortaron la ayuda de $50dlls. al mes y el mes entrante otro grupo empezó a mandarnos $100 dlls. Buscad primeramente el reino de Dios y su justicia y no sólo ropa y alimento serán añadidos, pero protección y tranquilidad también. La constitución del reino de Dios está llena de paradojas, el mundo dice: “odia a tus enemigos, el reino dice: “ama a tus enemigos”. El mundo dice: “si alguien te pega, dale un buen golpe”, el reino dice: “haz bien a los que te maltratan”. El mundo dice: “cuida tu vida a cualquier costo”, el reino dice: “pierde tu vida y la encontrarás”. El mundo dice: “un cuerpo joven y bello es esencial”, el reino dice: “el grano de trigo tiene que caer en la tierra y morir para tener vida”. El mundo dice: “busca estar en la cúspide”, el reino dice: “tienes que servir si quieres guiar”. El mundo dice: “tú eres número 1”, el reino dice: “los primeros serán los últimos y los últimos serán los primeros”. El mundo dice: “hay que adquirir y guardar mucho oro y mucha plata”, el reino dice: “pon tus tesoros en el cielo y seréis verdaderamente ricos”. El mundo dice: “hay que explotar a las masas” y el reino dice: “haz bien a los pobres”. Tristemente muchas veces la iglesia ha sido ciega a los principios del reino. Necesitamos abrir nuestros ojos y saber que en el reino de Dios si quieres subir, tienes que bajar. Si vivimos por este mundo y nosotros estamos tratando de agarrar todo lo que podemos del mundo, entonces moriremos al reino. Pero si nos damos a nosotros mismos en servicio, en amor para otros, nos encontraremos en el reino, esas fueron enseñanzas de Jesús, debes de leer los evangelios, leer las enseñanzas de Jesús. Son las leyes, principios y normas del reino de los cielos y funcionan, requiere fe para que funcionen. En un sentido es como caminar sobre el agua, pero funcionan. La tentación para seguir el pensar del mundo es grande, pero tenemos que resistir, aun al costo de parecer tontos por abrazar estas leyes espirituales, que van en contra la sabiduría humana. No debe sorprendernos si algunos dicen que los cristianos estamos locos, lo que sucede es que estamos funcionando en otro reino, ellos no lo entienden, no todo cristiano lo hace, pero si tú quieres estar donde está el poder, si quieres estar donde el viento del Espíritu está soplando, si quieres vivir en otra esfera más alta, entra profundamente en el reino de Dios, aprende las leyes y principios de este reino y vívelos. Dios quiere que nosotros vivamos las virtudes de humildad, sabiduría, fe, amor, esperanza. Jesús dijo; vosotros sois la luz del mundo. En tiempos de oscuridad, es la luz, la que nos da dirección, los que pueden dirigir son los que son luz, y este mundo está poniéndose más y más oscuro. No saben qué hacer, no saben por dónde ir, no hay héroes, pero nosotros somos la luz, nosotros sabemos cómo vivir en tiempos como estos y tener la paz, no hay paz en el mundo, hay tanta intranquilidad, tanto temor, más personas están yendo al psiquiatra, no se dan cuenta que las cifras de suicidios es más alta entre profesionistas. Los que pueden dirigir en un mundo como este son los humildes, disciplinados, sabios, fieles, los que tienen amor. Es una santa paradoja, pero esa es la clase de persona que sabe dirigir. ¿Cómo vamos a entrar en eso? Por las leyes del reino. Para comprender cómo funciona el reino de los cielos y cómo reina en el mundo visible, tenemos que entender unas cosas. El reino de los cielos es invisible, excepto a los que hemos conocido a Jesús y que estamos deseosos de entrar profundamente en Su reino. Él nos revela a nosotros Sus secretos, Su voluntad, Su reino invisible; el Señor cuando estaba enseñando a sus discípulos, les dijo: “a ustedes les es dado el saber secretos del reino, a ellos no…”, ¿a quienes no? A los que no creen, ellos no pueden entender. Dijo a Nicodemo: “Tienes que nacer de nuevo”, para ver y entrar en el reino de Dios. Entonces es secreto, los incrédulos no nos entienden y no entienden cómo funcionamos, ni pueden, porque es por revelación. Cuando uno, sólo tiene religión tiene mucho temor, no puede entender, ni creer que tenga favor con el Rey de Reyes, la religión siempre está tratando de aplacar a un Dios enojado. Dios no está enojado contigo. Si tú amas a Jesús, te das cuenta que sí está enojado, pero con el pecado y la maldad, pero Él no está enojado con Sus hijos. Nosotros hemos entrado en el favor de Dios… ¿Por qué? Por gracia… Efesios 2:8 Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios. ¿Qué es don de Dios? ¿La gracia o la fe? Ambos… Jesús reveló la verdad de la abundancia en el reino de Dios en la parábola del sembrador, la semilla dio 30 por ciento, 60 por ciento y 100 por ciento. Me gustaría encontrar un banco que diera esto, daría cada centavo que pudiera encontrar. No hay escasez en el reino de Dios, el reino de Dios es una esfera de absoluta o total posibilidad y Jesús enfatizó eso cuando multiplicó los panes y los peces. El muchacho le dio su lonche y 5,000 hombres se sentaron, más sus esposas e hijos y comieron hasta saciarse. Dios nunca es superado por las circunstancias, tus circunstancias no pueden disminuir a Dios, Él no es más pequeño sólo porque tus circunstancias parecen imposibles, lo que es imposible para el hombre, es nada para Dios. Unos dicen; no hay nada imposible para Dios, esto es verdad, pero la realidad es que ni siquiera hay algo difícil para Dios. Él es Dios de absoluta provisión. Él no está limitado por su propio universo, ni leyes naturales que Él ha establecido. Las leyes naturales tienen que dar lugar a sus obras sobrenaturales cuando Él desea hacerlas. Él puede tomar material que existe y transformarlo, su mundo es un mundo total, salud total, vida total, energía total, fuerza total, provisión total, absoluta abundancia. Este es el reino en el cual tú quieres vivir, lo declaro, no sólo lo estoy diciendo, ¡lo declaro! Con estas dos verdades de abundancia y favor establecidos, nosotros ya estamos preparados para el hecho de que Dios ha entrado en sociedad con el hombre redimido, ¿has sido redimido? ¿Has sido perdonado de tus pecados? Dios ha entrado en sociedad contigo, te ha dado el potencial de cooperar con su Espíritu en la obra del reino y la conexión entre el hombre finito y los propósitos infinitos de Dios, esto es por medio de la oración. Escuche esto, esto es muy importante, tienes que subrayar esto en tu mente: “La oración en su sentido fundamental consiste en determinar la voluntad de Dios y luego hacerla, no consiste meramente en pedir lo que uno quiere”. El orar en su sentido más puro es el poner nuestras vidas en total conformidad con lo que Dios desea. Entonces, ¿qué es oración? Es decir algo así: “Señor, ¿qué estás diciendo? Señor yo quiero ver lo que Tú estás haciendo, lo que Tú estás queriendo hacer, lo que Tú estás diciendo, yo quiero decirlo Señor, por favor dame revelación”. Sabes qué, Jesús funcionó así, Él dijo: “Yo no puedo hacer nada, excepto lo que veo al Padre hacer, yo no puedo decir nada, excepto lo que oigo al Padre decir”. Yo no creo que pasó horas y noches en oración pidiendo, y pidiendo, ¡no! Él estaba allí viendo lo que el Padre estaba haciendo y diciendo. Algunos estudiosos de la Biblia creen, que antes de empezar el día Él vio el día y supo donde caminar y cómo, Él se sometió totalmente a Dios. Él dejó de insistir en el derecho de ser su propio dueño, estaba dispuesto, a hacer la voluntad de Dios. ¡Yo quiero ver y oír a Dios! Un hombre de Dios de origen indígena, fue tan sensible a Dios que en una ocasión fue a un pueblo para tener reuniones, le recogieron en la estación del tren y cuando le recogieron, él dijo: “vaya por esta calle tres cuadras”, él nunca había estado en el pueblo y dijo: “una cuadra a la izquierda, pare frente de esta casa blanca allí a la derecha”, baja del carro va a la puerta, toca a la puerta y alguien le abre y dice: “tienen alguien en cama con tuberculosis en esta casa, llévame a ellos” y ora por ellos y estas personas sanan. Sale de la casa y vuelve al carro, y dice: llévame a la iglesia. ¿Cómo lo supo? Yo creo que lo había visto antes, Dios le había mostrado. Puede que Dios nunca nos lo muestre así, pero que nosotros en oración podamos llegar a saber lo que Él está diciendo y decirlo, ver lo que está haciendo y hacerlo, ¿deseas esto tú? Esto es vivir en el reino de los cielos, pero muy profundo, yo no estoy allí todavía, pero estoy metiéndome más adentro. Estos tiempos en que vivimos, el viento del Espíritu, sanidades, muertos resucitados, personas volviendo a vida. Esto sucede cuando entramos en el reino de los cielos. Este proceso empieza cuando dejamos a un lado nuestras propias ideas preconcebidas y entramos por la gracia en Su presencia, para esperar que nos revele lo que Él quiere. Nuestro pensar debe ser: Señor, qué es lo que quieres, qué estás haciendo. Jorge Müller, este alemán que fue a Inglaterra y vio tanto huérfano y al verlo, Dios puso en su corazón la carga de hacer algo por ellos. Estaban viviendo en las calles, estaban las pobres chicas siendo violadas y viviendo en una miseria y él empezó por fe su primer orfanatorio, tuvo pocos ingresos, pero él no pidió de los hombres, él pidió de Dios y Dios empezó a proveer en maneras milagrosas, pero antes de terminar su vida por fe estaba sosteniendo 2,100 huérfanos, alimentándolos, vistiéndolos y educándolos. A parte de educar a estos huérfanos, él fundó 100 escuelas con 9,000 alumnos, también sostuvo 189 misioneros y esto es lo que él dijo de la oración: “no tengas tu propia opinión en el asunto”. Cuando vamos a orar que no tengamos nuestra propia opinión en el asunto… Debemos llegar a la oración diciendo: ¿Qué es lo que tú quieres Dios? Debemos tomar el tiempo en la presencia de Dios diariamente. Así podremos escuchar lo que Dios está diciendo y podremos ver lo que Dios está haciendo. Y cuando vengas a Dios con una petición o una situación difícil; recuerda, no des a Dios tu opinión de lo que Él debe hacer o lo que tú quisieras que Él haga para resolver el asunto. Lo que sí podemos hacer y, ¡debemos hacer! Es declarar lo que dice Su Palabra sobre el asunto. Si es enfermedad; la Biblia dice que por Sus llagas somos sanos. ¡Decláralo! Si tienes necesidad económica, la Biblia dice; que mi Dios suplirá conforme a Sus riquezas en gloria. ¡Decláralo! Si vives intranquilo por la inseguridad en la ciudad; recuerda, que el ángel del Señor acampa alrededor de los que le temen y los defiende. ¡Decláralo! |
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PRINCIPIO DE MILAGROS LA PROVISION DE DIOS Jesús fue un maestro, predicador y hacedor de milagros, y aún lo es. ¡Sus enseñanzas son únicas! ¡Poderosas! Fundamentales para vivir en el reino de los cielos. Mateo 6:25-26 Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido? 26. Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas? Mateo 6:31-32 No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? 32. Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas. 33. Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. Buscad primeramente el reino de Dios, no lo tomes por hecho, no digas; “¡ah! Ya es nuestro”, ¡No! Buscad y buscad primero, buscad los principios y leyes que funcionan en el reino de los cielos. El Padre Nuestro, comienza diciendo: Mateo 6:9b-10a 9. Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. 10. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. Cuando vemos y entramos en este reino invisible, que es secreto y superior, su voluntad puede hacerse en nosotros como se hace en el cielo y esto es poderoso. Busquémoslo, no lo tomemos con una actitud pasiva. Nuestra ciudadanía está en los cielos, aprendamos a vivir en el reino de los cielos y tu calidad de vida va a cambiar drásticamente, para bien. Buscad primeramente el reino de Dios y su justicia y todas estas cosas os serán añadidas… Alguien pudiera decirme; “Victor, yo conozco cristianos que están careciendo de todas estas cosas”, bueno; Dios nunca dijo; “sólo cree en Jesús y todas las cosas os serán añadidas”, Él no dijo eso. Él dijo buscad primeramente el reino de Dios y su justicia y todas esas cosas os serán añadidas… buscad, buscad, enfatizó, tenemos que escuchar bien las condiciones. Alguien pudiera decir: “Momento, ¿buscad una cosa para recibir otra cosa? Me parece contrario, parece una fórmula para la derrota y fracaso, ¡si quieres alimento buscas alimento!…”. ¡No! Buscad primeramente el reino de Dios y su justicia. Cuando viví en la Sierra de Chihuahua éste texto fue mi lema, no teníamos una fuente segura de provisión y Dios proveyó y proveyó. Hubo algunos que prometieron mensualmente mandar algo y cuando ellos escucharon de nuestra vida en el Espíritu Santo, ellos cortaron la ayuda. En más de una ocasión cortaron la ayuda de $50dlls. al mes y el mes entrante otro grupo empezó a mandarnos $100 dlls. Buscad primeramente el reino de Dios y su justicia y no sólo ropa y alimento serán añadidos, pero protección y tranquilidad también. La constitución del reino de Dios está llena de paradojas, el mundo dice: “odia a tus enemigos, el reino dice: “ama a tus enemigos”. El mundo dice: “si alguien te pega, dale un buen golpe”, el reino dice: “haz bien a los que te maltratan”. El mundo dice: “cuida tu vida a cualquier costo”, el reino dice: “pierde tu vida y la encontrarás”. El mundo dice: “un cuerpo joven y bello es esencial”, el reino dice: “el grano de trigo tiene que caer en la tierra y morir para tener vida”. El mundo dice: “busca estar en la cúspide”, el reino dice: “tienes que servir si quieres guiar”. El mundo dice: “tú eres número 1”, el reino dice: “los primeros serán los últimos y los últimos serán los primeros”. El mundo dice: “hay que adquirir y guardar mucho oro y mucha plata”, el reino dice: “pon tus tesoros en el cielo y seréis verdaderamente ricos”. El mundo dice: “hay que explotar a las masas” y el reino dice: “haz bien a los pobres”. Tristemente muchas veces la iglesia ha sido ciega a los principios del reino. Necesitamos abrir nuestros ojos y saber que en el reino de Dios si quieres subir, tienes que bajar. Si vivimos por este mundo y nosotros estamos tratando de agarrar todo lo que podemos del mundo, entonces moriremos al reino. Pero si nos damos a nosotros mismos en servicio, en amor para otros, nos encontraremos en el reino, esas fueron enseñanzas de Jesús, debes de leer los evangelios, leer las enseñanzas de Jesús. Son las leyes, principios y normas del reino de los cielos y funcionan, requiere fe para que funcionen. En un sentido es como caminar sobre el agua, pero funcionan. La tentación para seguir el pensar del mundo es grande, pero tenemos que resistir, aun al costo de parecer tontos por abrazar estas leyes espirituales, que van en contra la sabiduría humana. No debe sorprendernos si algunos dicen que los cristianos estamos locos, lo que sucede es que estamos funcionando en otro reino, ellos no lo entienden, no todo cristiano lo hace, pero si tú quieres estar donde está el poder, si quieres estar donde el viento del Espíritu está soplando, si quieres vivir en otra esfera más alta, entra profundamente en el reino de Dios, aprende las leyes y principios de este reino y vívelos. Dios quiere que nosotros vivamos las virtudes de humildad, sabiduría, fe, amor, esperanza. Jesús dijo; vosotros sois la luz del mundo. En tiempos de oscuridad, es la luz, la que nos da dirección, los que pueden dirigir son los que son luz, y este mundo está poniéndose más y más oscuro. No saben qué hacer, no saben por dónde ir, no hay héroes, pero nosotros somos la luz, nosotros sabemos cómo vivir en tiempos como estos y tener la paz, no hay paz en el mundo, hay tanta intranquilidad, tanto temor, más personas están yendo al psiquiatra, no se dan cuenta que las cifras de suicidios es más alta entre profesionistas. Los que pueden dirigir en un mundo como este son los humildes, disciplinados, sabios, fieles, los que tienen amor. Es una santa paradoja, pero esa es la clase de persona que sabe dirigir. ¿Cómo vamos a entrar en eso? Por las leyes del reino. Para comprender cómo funciona el reino de los cielos y cómo reina en el mundo visible, tenemos que entender unas cosas. El reino de los cielos es invisible, excepto a los que hemos conocido a Jesús y que estamos deseosos de entrar profundamente en Su reino. Él nos revela a nosotros Sus secretos, Su voluntad, Su reino invisible; el Señor cuando estaba enseñando a sus discípulos, les dijo: “a ustedes les es dado el saber secretos del reino, a ellos no…”, ¿a quienes no? A los que no creen, ellos no pueden entender. Dijo a Nicodemo: “Tienes que nacer de nuevo”, para ver y entrar en el reino de Dios. Entonces es secreto, los incrédulos no nos entienden y no entienden cómo funcionamos, ni pueden, porque es por revelación. Cuando uno, sólo tiene religión tiene mucho temor, no puede entender, ni creer que tenga favor con el Rey de Reyes, la religión siempre está tratando de aplacar a un Dios enojado. Dios no está enojado contigo. Si tú amas a Jesús, te das cuenta que sí está enojado, pero con el pecado y la maldad, pero Él no está enojado con Sus hijos. Nosotros hemos entrado en el favor de Dios… ¿Por qué? Por gracia… Efesios 2:8 Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios. ¿Qué es don de Dios? ¿La gracia o la fe? Ambos… Jesús reveló la verdad de la abundancia en el reino de Dios en la parábola del sembrador, la semilla dio 30 por ciento, 60 por ciento y 100 por ciento. Me gustaría encontrar un banco que diera esto, daría cada centavo que pudiera encontrar. No hay escasez en el reino de Dios, el reino de Dios es una esfera de absoluta o total posibilidad y Jesús enfatizó eso cuando multiplicó los panes y los peces. El muchacho le dio su lonche y 5,000 hombres se sentaron, más sus esposas e hijos y comieron hasta saciarse. Dios nunca es superado por las circunstancias, tus circunstancias no pueden disminuir a Dios, Él no es más pequeño sólo porque tus circunstancias parecen imposibles, lo que es imposible para el hombre, es nada para Dios. Unos dicen; no hay nada imposible para Dios, esto es verdad, pero la realidad es que ni siquiera hay algo difícil para Dios. Él es Dios de absoluta provisión. Él no está limitado por su propio universo, ni leyes naturales que Él ha establecido. Las leyes naturales tienen que dar lugar a sus obras sobrenaturales cuando Él desea hacerlas. Él puede tomar material que existe y transformarlo, su mundo es un mundo total, salud total, vida total, energía total, fuerza total, provisión total, absoluta abundancia. Este es el reino en el cual tú quieres vivir, lo declaro, no sólo lo estoy diciendo, ¡lo declaro! Con estas dos verdades de abundancia y favor establecidos, nosotros ya estamos preparados para el hecho de que Dios ha entrado en sociedad con el hombre redimido, ¿has sido redimido? ¿Has sido perdonado de tus pecados? Dios ha entrado en sociedad contigo, te ha dado el potencial de cooperar con su Espíritu en la obra del reino y la conexión entre el hombre finito y los propósitos infinitos de Dios, esto es por medio de la oración. Escuche esto, esto es muy importante, tienes que subrayar esto en tu mente: “La oración en su sentido fundamental consiste en determinar la voluntad de Dios y luego hacerla, no consiste meramente en pedir lo que uno quiere”. El orar en su sentido más puro es el poner nuestras vidas en total conformidad con lo que Dios desea. Entonces, ¿qué es oración? Es decir algo así: “Señor, ¿qué estás diciendo? Señor yo quiero ver lo que Tú estás haciendo, lo que Tú estás queriendo hacer, lo que Tú estás diciendo, yo quiero decirlo Señor, por favor dame revelación”. Sabes qué, Jesús funcionó así, Él dijo: “Yo no puedo hacer nada, excepto lo que veo al Padre hacer, yo no puedo decir nada, excepto lo que oigo al Padre decir”. Yo no creo que pasó horas y noches en oración pidiendo, y pidiendo, ¡no! Él estaba allí viendo lo que el Padre estaba haciendo y diciendo. Algunos estudiosos de la Biblia creen, que antes de empezar el día Él vio el día y supo donde caminar y cómo, Él se sometió totalmente a Dios. Él dejó de insistir en el derecho de ser su propio dueño, estaba dispuesto, a hacer la voluntad de Dios. ¡Yo quiero ver y oír a Dios! Un hombre de Dios de origen indígena, fue tan sensible a Dios que en una ocasión fue a un pueblo para tener reuniones, le recogieron en la estación del tren y cuando le recogieron, él dijo: “vaya por esta calle tres cuadras”, él nunca había estado en el pueblo y dijo: “una cuadra a la izquierda, pare frente de esta casa blanca allí a la derecha”, baja del carro va a la puerta, toca a la puerta y alguien le abre y dice: “tienen alguien en cama con tuberculosis en esta casa, llévame a ellos” y ora por ellos y estas personas sanan. Sale de la casa y vuelve al carro, y dice: llévame a la iglesia. ¿Cómo lo supo? Yo creo que lo había visto antes, Dios le había mostrado. Puede que Dios nunca nos lo muestre así, pero que nosotros en oración podamos llegar a saber lo que Él está diciendo y decirlo, ver lo que está haciendo y hacerlo, ¿deseas esto tú? Esto es vivir en el reino de los cielos, pero muy profundo, yo no estoy allí todavía, pero estoy metiéndome más adentro. Estos tiempos en que vivimos, el viento del Espíritu, sanidades, muertos resucitados, personas volviendo a vida. Esto sucede cuando entramos en el reino de los cielos. Este proceso empieza cuando dejamos a un lado nuestras propias ideas preconcebidas y entramos por la gracia en Su presencia, para esperar que nos revele lo que Él quiere. Nuestro pensar debe ser: Señor, qué es lo que quieres, qué estás haciendo. Jorge Müller, este alemán que fue a Inglaterra y vio tanto huérfano y al verlo, Dios puso en su corazón la carga de hacer algo por ellos. Estaban viviendo en las calles, estaban las pobres chicas siendo violadas y viviendo en una miseria y él empezó por fe su primer orfanatorio, tuvo pocos ingresos, pero él no pidió de los hombres, él pidió de Dios y Dios empezó a proveer en maneras milagrosas, pero antes de terminar su vida por fe estaba sosteniendo 2,100 huérfanos, alimentándolos, vistiéndolos y educándolos. A parte de educar a estos huérfanos, él fundó 100 escuelas con 9,000 alumnos, también sostuvo 189 misioneros y esto es lo que él dijo de la oración: “no tengas tu propia opinión en el asunto”. Cuando vamos a orar que no tengamos nuestra propia opinión en el asunto… Debemos llegar a la oración diciendo: ¿Qué es lo que tú quieres Dios? Debemos tomar el tiempo en la presencia de Dios diariamente. Así podremos escuchar lo que Dios está diciendo y podremos ver lo que Dios está haciendo. Y cuando vengas a Dios con una petición o una situación difícil; recuerda, no des a Dios tu opinión de lo que Él debe hacer o lo que tú quisieras que Él haga para resolver el asunto. Lo que sí podemos hacer y, ¡debemos hacer! Es declarar lo que dice Su Palabra sobre el asunto. Si es enfermedad; la Biblia dice que por Sus llagas somos sanos. ¡Decláralo! Si tienes necesidad económica, la Biblia dice; que mi Dios suplirá conforme a Sus riquezas en gloria. ¡Decláralo! Si vives intranquilo por la inseguridad en la ciudad; recuerda, que el ángel del Señor acampa alrededor de los que le temen y los defiende. ¡Decláralo! |
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