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10 Errores que Cometen los Padres de Niños | |||||||
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Desde el Huerto de Edén, las mujeres han sufrido dolor al dar a luz los hijos. Sin embargo, el dolor del parto físico no se compara con el dolor emocional que uno pueda experimentar al criar a los hijos. Y la razón es porque cada desilusión, cada herida, cada rechazo que ellos experimentan, los padres también lo comparten. Añadido a esto, está el dolor emocional que sufrimos por la rebeldía y desobediencia de los hijos. Porque ellos, igual que nosotros, tienen la naturaleza de Adán, una naturaleza pecaminosa. De modo que, habrá dolor en la crianza de los hijos. No obstante, Dios dice: Salmo 127:3 “He aquí, herencia de Jehová son los hijos; cosa de estima el fruto del vientre” . ¡Los hijos son un regalo de Dios! Es de gran valor el fruto del vientre. Así que juntamente con el dolor, ¡hay gozo y placer en ser padres! Vivimos en una cultura muy orientada hacia los logros y metas, por lo que abundan los libros y seminarios que ofrecen métodos para que nuestros hijos, al igual que nosotros, alcancemos el más alto rendimiento. El hecho de que algunos padres empiezan a “educar” a sus hijos aun antes de nacer, por ejemplo, leyéndoles y poniéndoles música, junto con todos los demás avances educativos que hay para ayudarles. Hoy en día un niño de dos y tres años, ¡sabe más de lo que un niño de seis o siete años sabía hace 40 años! Aun existen jardines de niños exclusivos que aplican exámenes de preadmisión a los chiquitines para determinar si Pedrito o Lili son lo suficientemente inteligentes para entrar a dicha escuela. Sin embargo, en demasiados casos, en vez de progresar, ha habido retroceso en cuanto al carácter y preparación global de nuestros hijos. Tendrán más conocimientos y habilidades, pero son más inseguros, menos respetuosos y responsables, más desobedientes y rebeldes que antes. ¿Por qué? En gran parte, es porque hemos dejado atrás ciertos principios básicos y eternos que son fundamentales para criar hijos sanos e íntegros. Cometemos errores que pueden trascender en el niño para toda la vida, sin importar su nivel socioeconómico, a qué jardín de niños asistió o cuál grado escolar terminó. La gran mayoría de nosotros queremos ser buenos padres, queremos corregir nuestros errores y criar hijos que lleguen a ser adultos maduros. Así que, veamos a continuación cuáles son algunos de los errores más comunes y cómo tratar de prevenirlos y aprender a corregirlos. Error #1 No aprovechar los primeros años para enseñar valores Alguien hizo la siguiente observación: pasamos los primeros dos años en la vida del niño enseñándole a caminar y hablar. Luego, pasamos los siguientes quince años diciéndole, ¡que se siente y se calle! Respeto hacia la autoridad Vivimos en días cuando los niños no están aprendiendo el respeto hacia la autoridad y las consecuencias se reflejarán por generaciones. Todos nacemos con la naturaleza de Adán, con la tendencia a rebelarse contra la autoridad y si esta tendencia no es quebrantada cuando uno es niño, llegará a ser un adulto conflictivo, provocando problemas con todos los que le rodean. Hay personas que van de un trabajo a otro, no por falta de habilidad técnica, sino porque no pueden relacionarse bien con los demás. En casos extremos de rebelión, la persona llega a ser hasta criminal, desechando toda autoridad. De los 10 mandamientos, los primeros cuatro tienen que ver con Dios y los últimos cinco tienen que ver con el prójimo. En medio se encuentra el quinto. Éxodo 20:12 “Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra...”. Para un niño, los padres representan a Dios, es decir, de ellos él aprende a respetar la autoridad y obedecer a Dios. A la vez este quinto mandamiento está relacionado con los últimos cinco, porque la familia es el cimiento de la sociedad y en ella empezamos a experimentar lo difícil de convivir con la gente. Respeto hacia la autoridad es el primer “ladrillo” sobre el cual se edifica toda ley, tanto la divina como la humana. Y el honrar a padre y a madre es la primera expresión de respeto a la autoridad en las relaciones humanas. La autoridad de un sargento depende de un capitán Nuestra autoridad como padres no depende de la aceptación por parte de los hijos. La autoridad de un sargento depende del capitán que lo respalda; la autoridad del capitán depende del regimiento y así continúa. La autoridad de los padres depende de Dios, quien los ha colocado como autoridades sobre sus hijos. Sin duda, existe abuso de autoridad de algunos padres, pero esto no cambia el principio bíblico de que los hijos deben de obedecer y respetar a los padres y es la responsabilidad de los padres enseñárselo de una manera correcta. Hoy en día, en las aulas de nuestras escuelas existe mucha falta de respeto hacia los maestros y otros adultos. ¡Tenemos que enseñarlo en el hogar! Hablar y vivir la verdad Otro valor que tenemos que enseñar a nuestros hijos es la integridad. ¡Cómo sería diferente nuestra sociedad si en la familia los niños aprendieran a no robar, no defraudar, no mentir! Por supuesto, los padres tenemos que poner el ejemplo. ¿Siempre cumples tus promesas, a menos que sea imposible por causas mayores? Por ejemplo, si prometes llevar a los niños al parque el sábado, ¿cuántas veces terminas diciendo: “estoy cansado” o “estoy demasiado ocupado”? Le estás enseñando a tus hijos que no pueden confiar en tu palabra. A la vez, provocas mucha frustración y finalmente rebelión en ellos. ¿Siempre cumples tus amenazas? Si dices a tu hijo: “Tienes que terminar tu tarea o no puedes ver este programa de televisión que tanto te gusta”, y él no termina su tarea, sin embargo, le permites ver el programa porque él insistió o lloró, estás enseñándole que no siempre dices la verdad. Y la próxima vez, él sabrá que no es necesario terminar la tarea. ¿Cómo reaccionas cuando tu hijo de tres o cuatro años dice una grosería? Algunos padres se ríen, haciéndole sentir al niño que es gracioso. No esperes que los maestros de la escuela sean los únicos que enseñen a tus niños los buenos modales y la cortesía. Los padres les debemos enseñar no sólo esto, sino también la importancia de expresar gratitud cuando alguien les dé regalitos o les haga un favor. ¡El mundo está lleno de personas malagradecidas! Otro valor que puedes enseñar a tu hijo temprano en la vida es el amor por la música. Mi amiga Carol cuenta que cuando su hijo David era un bebé, ella y su esposo siempre le ponía música clásica en la casa. Ahora David tiene un amor especial por la música. En verdad hay mucho que enseñar a los hijos, pero a la vez hay mucho que podemos aprender de ellos. Creo que su inocencia siempre es causa de alegría. Cuando una maestra de la clase bíblica de preescolares pidió a los niños que escribieran cartitas a Dios, estas fueron algunas de las respuestas: “Querido Dios, gracias por enviarme el hermanito, pero yo había pedido un perrito”. “Querido Dios, mi hermano me explicó de dónde vienen los niños, pero no me parece correcto. ¿Verdad que estaba bromeando?”. “ Querido Dios, yo escuché que Tomás Edison hizo la luz, pero en la iglesia dicen que tú lo hiciste. Probablemente, él robó tu idea”. “Querido Dios, fui a una boda y allí mismo en la iglesia se besaron. ¿Está bien esto?”. Error #2 No aceptar o amar a tu hijo incondicionalmente ¿Qué significa aceptarlo y amarlo incondicionalmente? Significa que no hay nada que tu hijo pueda hacer que te haga amarle más y no hay nada que pueda hacer que te haga amarlo menos. En otras palabras, puede que él haga algo que te desilusione, sin embargo, sigues amándolo de todos modos. De igual manera, puede ser que logre cosas que te provoquen orgullo paternal, pero amas por igual a tu hijo que está reprobando materias como al que acaba de sacar medallas de honor. ¿Sabes cuál es la segunda cosa más importante que puede hacer un padre por su hijo? ¡Edificar su autoestima! (Más adelante, te diré cuál es la más importante). Y el hecho de que tu hijo sepa que es aceptado tal como es, es el fundamento de su auto-valor. Si soñabas con tener un hijo médico destacado, pero resulta que la habilidad y pasión de tu Jorgito están destinados a una profesión distinta, acéptalo y apóyalo tal como él es. La vida no es fácil para ningún muchacho, pero los que tienen problemas de aprendizaje o niños enfermos o incapacitados, enfrentarán obstáculos aun más grandes. Si tienes un hijo así, ayúdale a saber que cada humano es de gran valor a los ojos de Dios y con la ayuda del Señor él puede vencer y ganar en la vida. Comparte con él historias verídicas de personas que vencieron impedimentos físicos. Por ejemplo: -Tomás Alba Edison quedó sordo cuando era joven, pero no permitió que esa desventaja lo detuviera. Siguió adelante para inventar la lámpara eléctrica, uno entre más de mil inventos en electricidad que hizo, que han traído luz y energía a millones en todos el mundo. Ermitaño, inventor y filósofo, el jovial Edison no permitió a su impedimento detenerle. -Beethoven era completamente sordo, incapacitado para escuchar la ejecución de su propia música. -Helen Keller era ciega, sorda y muda; a los siete años aprendió el lenguaje de los sordomudos y el método de escritura Braille. A los diez años aprendió a hablar. Más tarde en la vida estudió en la escuela Cambridge de Nueva York y luego viajó incansablemente por América, Europa, Asia y África, transmitiendo con su ejemplo a todos los inválidos del mundo un mensaje de optimismo y esperanza. -Ethel Waters, una cantante de color, nació a raíz de una violación que su madre sufrió a los doce años. Si ella hubiera sido concebida hoy, probablemente habría sido abortada y el mundo no hubiera conocido su melodiosa voz que alaba a su Creador con hermosos himnos como, “Él cuidará de mí”. No compares a tu hijo con otro ¡Cuántas vidas han sido destruidas por el rechazo!, porque el padre comparaba un hijo con su hermano más listo, más deportista o de mejor parecer físico o una niña siempre se sentía “el patito feo”, porque todo el mundo hablaba de su hermana “la bonita”. |
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Desde el Huerto de Edén, las mujeres han sufrido dolor al dar a luz los hijos. Sin embargo, el dolor del parto físico no se compara con el dolor emocional que uno pueda experimentar al criar a los hijos. Y la razón es porque cada desilusión, cada herida, cada rechazo que ellos experimentan, los padres también lo comparten. Añadido a esto, está el dolor emocional que sufrimos por la rebeldía y desobediencia de los hijos. Porque ellos, igual que nosotros, tienen la naturaleza de Adán, una naturaleza pecaminosa. De modo que, habrá dolor en la crianza de los hijos. No obstante, Dios dice: Salmo 127:3 “He aquí, herencia de Jehová son los hijos; cosa de estima el fruto del vientre” . ¡Los hijos son un regalo de Dios! Es de gran valor el fruto del vientre. Así que juntamente con el dolor, ¡hay gozo y placer en ser padres! Vivimos en una cultura muy orientada hacia los logros y metas, por lo que abundan los libros y seminarios que ofrecen métodos para que nuestros hijos, al igual que nosotros, alcancemos el más alto rendimiento. El hecho de que algunos padres empiezan a “educar” a sus hijos aun antes de nacer, por ejemplo, leyéndoles y poniéndoles música, junto con todos los demás avances educativos que hay para ayudarles. Hoy en día un niño de dos y tres años, ¡sabe más de lo que un niño de seis o siete años sabía hace 40 años! Aun existen jardines de niños exclusivos que aplican exámenes de preadmisión a los chiquitines para determinar si Pedrito o Lili son lo suficientemente inteligentes para entrar a dicha escuela. Sin embargo, en demasiados casos, en vez de progresar, ha habido retroceso en cuanto al carácter y preparación global de nuestros hijos. Tendrán más conocimientos y habilidades, pero son más inseguros, menos respetuosos y responsables, más desobedientes y rebeldes que antes. ¿Por qué? En gran parte, es porque hemos dejado atrás ciertos principios básicos y eternos que son fundamentales para criar hijos sanos e íntegros. Cometemos errores que pueden trascender en el niño para toda la vida, sin importar su nivel socioeconómico, a qué jardín de niños asistió o cuál grado escolar terminó. La gran mayoría de nosotros queremos ser buenos padres, queremos corregir nuestros errores y criar hijos que lleguen a ser adultos maduros. Así que, veamos a continuación cuáles son algunos de los errores más comunes y cómo tratar de prevenirlos y aprender a corregirlos. Error #1 No aprovechar los primeros años para enseñar valores Alguien hizo la siguiente observación: pasamos los primeros dos años en la vida del niño enseñándole a caminar y hablar. Luego, pasamos los siguientes quince años diciéndole, ¡que se siente y se calle! Respeto hacia la autoridad Vivimos en días cuando los niños no están aprendiendo el respeto hacia la autoridad y las consecuencias se reflejarán por generaciones. Todos nacemos con la naturaleza de Adán, con la tendencia a rebelarse contra la autoridad y si esta tendencia no es quebrantada cuando uno es niño, llegará a ser un adulto conflictivo, provocando problemas con todos los que le rodean. Hay personas que van de un trabajo a otro, no por falta de habilidad técnica, sino porque no pueden relacionarse bien con los demás. En casos extremos de rebelión, la persona llega a ser hasta criminal, desechando toda autoridad. De los 10 mandamientos, los primeros cuatro tienen que ver con Dios y los últimos cinco tienen que ver con el prójimo. En medio se encuentra el quinto. Éxodo 20:12 “Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra...”. Para un niño, los padres representan a Dios, es decir, de ellos él aprende a respetar la autoridad y obedecer a Dios. A la vez este quinto mandamiento está relacionado con los últimos cinco, porque la familia es el cimiento de la sociedad y en ella empezamos a experimentar lo difícil de convivir con la gente. Respeto hacia la autoridad es el primer “ladrillo” sobre el cual se edifica toda ley, tanto la divina como la humana. Y el honrar a padre y a madre es la primera expresión de respeto a la autoridad en las relaciones humanas. La autoridad de un sargento depende de un capitán Nuestra autoridad como padres no depende de la aceptación por parte de los hijos. La autoridad de un sargento depende del capitán que lo respalda; la autoridad del capitán depende del regimiento y así continúa. La autoridad de los padres depende de Dios, quien los ha colocado como autoridades sobre sus hijos. Sin duda, existe abuso de autoridad de algunos padres, pero esto no cambia el principio bíblico de que los hijos deben de obedecer y respetar a los padres y es la responsabilidad de los padres enseñárselo de una manera correcta. Hoy en día, en las aulas de nuestras escuelas existe mucha falta de respeto hacia los maestros y otros adultos. ¡Tenemos que enseñarlo en el hogar! Hablar y vivir la verdad Otro valor que tenemos que enseñar a nuestros hijos es la integridad. ¡Cómo sería diferente nuestra sociedad si en la familia los niños aprendieran a no robar, no defraudar, no mentir! Por supuesto, los padres tenemos que poner el ejemplo. ¿Siempre cumples tus promesas, a menos que sea imposible por causas mayores? Por ejemplo, si prometes llevar a los niños al parque el sábado, ¿cuántas veces terminas diciendo: “estoy cansado” o “estoy demasiado ocupado”? Le estás enseñando a tus hijos que no pueden confiar en tu palabra. A la vez, provocas mucha frustración y finalmente rebelión en ellos. ¿Siempre cumples tus amenazas? Si dices a tu hijo: “Tienes que terminar tu tarea o no puedes ver este programa de televisión que tanto te gusta”, y él no termina su tarea, sin embargo, le permites ver el programa porque él insistió o lloró, estás enseñándole que no siempre dices la verdad. Y la próxima vez, él sabrá que no es necesario terminar la tarea. ¿Cómo reaccionas cuando tu hijo de tres o cuatro años dice una grosería? Algunos padres se ríen, haciéndole sentir al niño que es gracioso. No esperes que los maestros de la escuela sean los únicos que enseñen a tus niños los buenos modales y la cortesía. Los padres les debemos enseñar no sólo esto, sino también la importancia de expresar gratitud cuando alguien les dé regalitos o les haga un favor. ¡El mundo está lleno de personas malagradecidas! Otro valor que puedes enseñar a tu hijo temprano en la vida es el amor por la música. Mi amiga Carol cuenta que cuando su hijo David era un bebé, ella y su esposo siempre le ponía música clásica en la casa. Ahora David tiene un amor especial por la música. En verdad hay mucho que enseñar a los hijos, pero a la vez hay mucho que podemos aprender de ellos. Creo que su inocencia siempre es causa de alegría. Cuando una maestra de la clase bíblica de preescolares pidió a los niños que escribieran cartitas a Dios, estas fueron algunas de las respuestas: “Querido Dios, gracias por enviarme el hermanito, pero yo había pedido un perrito”. “Querido Dios, mi hermano me explicó de dónde vienen los niños, pero no me parece correcto. ¿Verdad que estaba bromeando?”. “ Querido Dios, yo escuché que Tomás Edison hizo la luz, pero en la iglesia dicen que tú lo hiciste. Probablemente, él robó tu idea”. “Querido Dios, fui a una boda y allí mismo en la iglesia se besaron. ¿Está bien esto?”. Error #2 No aceptar o amar a tu hijo incondicionalmente ¿Qué significa aceptarlo y amarlo incondicionalmente? Significa que no hay nada que tu hijo pueda hacer que te haga amarle más y no hay nada que pueda hacer que te haga amarlo menos. En otras palabras, puede que él haga algo que te desilusione, sin embargo, sigues amándolo de todos modos. De igual manera, puede ser que logre cosas que te provoquen orgullo paternal, pero amas por igual a tu hijo que está reprobando materias como al que acaba de sacar medallas de honor. ¿Sabes cuál es la segunda cosa más importante que puede hacer un padre por su hijo? ¡Edificar su autoestima! (Más adelante, te diré cuál es la más importante). Y el hecho de que tu hijo sepa que es aceptado tal como es, es el fundamento de su auto-valor. Si soñabas con tener un hijo médico destacado, pero resulta que la habilidad y pasión de tu Jorgito están destinados a una profesión distinta, acéptalo y apóyalo tal como él es. La vida no es fácil para ningún muchacho, pero los que tienen problemas de aprendizaje o niños enfermos o incapacitados, enfrentarán obstáculos aun más grandes. Si tienes un hijo así, ayúdale a saber que cada humano es de gran valor a los ojos de Dios y con la ayuda del Señor él puede vencer y ganar en la vida. Comparte con él historias verídicas de personas que vencieron impedimentos físicos. Por ejemplo: -Tomás Alba Edison quedó sordo cuando era joven, pero no permitió que esa desventaja lo detuviera. Siguió adelante para inventar la lámpara eléctrica, uno entre más de mil inventos en electricidad que hizo, que han traído luz y energía a millones en todos el mundo. Ermitaño, inventor y filósofo, el jovial Edison no permitió a su impedimento detenerle. -Beethoven era completamente sordo, incapacitado para escuchar la ejecución de su propia música. -Helen Keller era ciega, sorda y muda; a los siete años aprendió el lenguaje de los sordomudos y el método de escritura Braille. A los diez años aprendió a hablar. Más tarde en la vida estudió en la escuela Cambridge de Nueva York y luego viajó incansablemente por América, Europa, Asia y África, transmitiendo con su ejemplo a todos los inválidos del mundo un mensaje de optimismo y esperanza. -Ethel Waters, una cantante de color, nació a raíz de una violación que su madre sufrió a los doce años. Si ella hubiera sido concebida hoy, probablemente habría sido abortada y el mundo no hubiera conocido su melodiosa voz que alaba a su Creador con hermosos himnos como, “Él cuidará de mí”. No compares a tu hijo con otro ¡Cuántas vidas han sido destruidas por el rechazo!, porque el padre comparaba un hijo con su hermano más listo, más deportista o de mejor parecer físico o una niña siempre se sentía “el patito feo”, porque todo el mundo hablaba de su hermana “la bonita”. |
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Desde el Huerto de Edén, las mujeres han sufrido dolor al dar a luz los hijos. Sin embargo, el dolor del parto físico no se compara con el dolor emocional que uno pueda experimentar al criar a los hijos. Y la razón es porque cada desilusión, cada herida, cada rechazo que ellos experimentan, los padres también lo comparten. Añadido a esto, está el dolor emocional que sufrimos por la rebeldía y desobediencia de los hijos. Porque ellos, igual que nosotros, tienen la naturaleza de Adán, una naturaleza pecaminosa. De modo que, habrá dolor en la crianza de los hijos. No obstante, Dios dice: Salmo 127:3 “He aquí, herencia de Jehová son los hijos; cosa de estima el fruto del vientre” . ¡Los hijos son un regalo de Dios! Es de gran valor el fruto del vientre. Así que juntamente con el dolor, ¡hay gozo y placer en ser padres! Vivimos en una cultura muy orientada hacia los logros y metas, por lo que abundan los libros y seminarios que ofrecen métodos para que nuestros hijos, al igual que nosotros, alcancemos el más alto rendimiento. El hecho de que algunos padres empiezan a “educar” a sus hijos aun antes de nacer, por ejemplo, leyéndoles y poniéndoles música, junto con todos los demás avances educativos que hay para ayudarles. Hoy en día un niño de dos y tres años, ¡sabe más de lo que un niño de seis o siete años sabía hace 40 años! Aun existen jardines de niños exclusivos que aplican exámenes de preadmisión a los chiquitines para determinar si Pedrito o Lili son lo suficientemente inteligentes para entrar a dicha escuela. Sin embargo, en demasiados casos, en vez de progresar, ha habido retroceso en cuanto al carácter y preparación global de nuestros hijos. Tendrán más conocimientos y habilidades, pero son más inseguros, menos respetuosos y responsables, más desobedientes y rebeldes que antes. ¿Por qué? En gran parte, es porque hemos dejado atrás ciertos principios básicos y eternos que son fundamentales para criar hijos sanos e íntegros. Cometemos errores que pueden trascender en el niño para toda la vida, sin importar su nivel socioeconómico, a qué jardín de niños asistió o cuál grado escolar terminó. La gran mayoría de nosotros queremos ser buenos padres, queremos corregir nuestros errores y criar hijos que lleguen a ser adultos maduros. Así que, veamos a continuación cuáles son algunos de los errores más comunes y cómo tratar de prevenirlos y aprender a corregirlos. Error #1 No aprovechar los primeros años para enseñar valores Alguien hizo la siguiente observación: pasamos los primeros dos años en la vida del niño enseñándole a caminar y hablar. Luego, pasamos los siguientes quince años diciéndole, ¡que se siente y se calle! Respeto hacia la autoridad Vivimos en días cuando los niños no están aprendiendo el respeto hacia la autoridad y las consecuencias se reflejarán por generaciones. Todos nacemos con la naturaleza de Adán, con la tendencia a rebelarse contra la autoridad y si esta tendencia no es quebrantada cuando uno es niño, llegará a ser un adulto conflictivo, provocando problemas con todos los que le rodean. Hay personas que van de un trabajo a otro, no por falta de habilidad técnica, sino porque no pueden relacionarse bien con los demás. En casos extremos de rebelión, la persona llega a ser hasta criminal, desechando toda autoridad. De los 10 mandamientos, los primeros cuatro tienen que ver con Dios y los últimos cinco tienen que ver con el prójimo. En medio se encuentra el quinto. Éxodo 20:12 “Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra...”. Para un niño, los padres representan a Dios, es decir, de ellos él aprende a respetar la autoridad y obedecer a Dios. A la vez este quinto mandamiento está relacionado con los últimos cinco, porque la familia es el cimiento de la sociedad y en ella empezamos a experimentar lo difícil de convivir con la gente. Respeto hacia la autoridad es el primer “ladrillo” sobre el cual se edifica toda ley, tanto la divina como la humana. Y el honrar a padre y a madre es la primera expresión de respeto a la autoridad en las relaciones humanas. La autoridad de un sargento depende de un capitán Nuestra autoridad como padres no depende de la aceptación por parte de los hijos. La autoridad de un sargento depende del capitán que lo respalda; la autoridad del capitán depende del regimiento y así continúa. La autoridad de los padres depende de Dios, quien los ha colocado como autoridades sobre sus hijos. Sin duda, existe abuso de autoridad de algunos padres, pero esto no cambia el principio bíblico de que los hijos deben de obedecer y respetar a los padres y es la responsabilidad de los padres enseñárselo de una manera correcta. Hoy en día, en las aulas de nuestras escuelas existe mucha falta de respeto hacia los maestros y otros adultos. ¡Tenemos que enseñarlo en el hogar! Hablar y vivir la verdad Otro valor que tenemos que enseñar a nuestros hijos es la integridad. ¡Cómo sería diferente nuestra sociedad si en la familia los niños aprendieran a no robar, no defraudar, no mentir! Por supuesto, los padres tenemos que poner el ejemplo. ¿Siempre cumples tus promesas, a menos que sea imposible por causas mayores? Por ejemplo, si prometes llevar a los niños al parque el sábado, ¿cuántas veces terminas diciendo: “estoy cansado” o “estoy demasiado ocupado”? Le estás enseñando a tus hijos que no pueden confiar en tu palabra. A la vez, provocas mucha frustración y finalmente rebelión en ellos. ¿Siempre cumples tus amenazas? Si dices a tu hijo: “Tienes que terminar tu tarea o no puedes ver este programa de televisión que tanto te gusta”, y él no termina su tarea, sin embargo, le permites ver el programa porque él insistió o lloró, estás enseñándole que no siempre dices la verdad. Y la próxima vez, él sabrá que no es necesario terminar la tarea. ¿Cómo reaccionas cuando tu hijo de tres o cuatro años dice una grosería? Algunos padres se ríen, haciéndole sentir al niño que es gracioso. No esperes que los maestros de la escuela sean los únicos que enseñen a tus niños los buenos modales y la cortesía. Los padres les debemos enseñar no sólo esto, sino también la importancia de expresar gratitud cuando alguien les dé regalitos o les haga un favor. ¡El mundo está lleno de personas malagradecidas! Otro valor que puedes enseñar a tu hijo temprano en la vida es el amor por la música. Mi amiga Carol cuenta que cuando su hijo David era un bebé, ella y su esposo siempre le ponía música clásica en la casa. Ahora David tiene un amor especial por la música. En verdad hay mucho que enseñar a los hijos, pero a la vez hay mucho que podemos aprender de ellos. Creo que su inocencia siempre es causa de alegría. Cuando una maestra de la clase bíblica de preescolares pidió a los niños que escribieran cartitas a Dios, estas fueron algunas de las respuestas: “Querido Dios, gracias por enviarme el hermanito, pero yo había pedido un perrito”. “Querido Dios, mi hermano me explicó de dónde vienen los niños, pero no me parece correcto. ¿Verdad que estaba bromeando?”. “ Querido Dios, yo escuché que Tomás Edison hizo la luz, pero en la iglesia dicen que tú lo hiciste. Probablemente, él robó tu idea”. “Querido Dios, fui a una boda y allí mismo en la iglesia se besaron. ¿Está bien esto?”. Error #2 No aceptar o amar a tu hijo incondicionalmente ¿Qué significa aceptarlo y amarlo incondicionalmente? Significa que no hay nada que tu hijo pueda hacer que te haga amarle más y no hay nada que pueda hacer que te haga amarlo menos. En otras palabras, puede que él haga algo que te desilusione, sin embargo, sigues amándolo de todos modos. De igual manera, puede ser que logre cosas que te provoquen orgullo paternal, pero amas por igual a tu hijo que está reprobando materias como al que acaba de sacar medallas de honor. ¿Sabes cuál es la segunda cosa más importante que puede hacer un padre por su hijo? ¡Edificar su autoestima! (Más adelante, te diré cuál es la más importante). Y el hecho de que tu hijo sepa que es aceptado tal como es, es el fundamento de su auto-valor. Si soñabas con tener un hijo médico destacado, pero resulta que la habilidad y pasión de tu Jorgito están destinados a una profesión distinta, acéptalo y apóyalo tal como él es. La vida no es fácil para ningún muchacho, pero los que tienen problemas de aprendizaje o niños enfermos o incapacitados, enfrentarán obstáculos aun más grandes. Si tienes un hijo así, ayúdale a saber que cada humano es de gran valor a los ojos de Dios y con la ayuda del Señor él puede vencer y ganar en la vida. Comparte con él historias verídicas de personas que vencieron impedimentos físicos. Por ejemplo: -Tomás Alba Edison quedó sordo cuando era joven, pero no permitió que esa desventaja lo detuviera. Siguió adelante para inventar la lámpara eléctrica, uno entre más de mil inventos en electricidad que hizo, que han traído luz y energía a millones en todos el mundo. Ermitaño, inventor y filósofo, el jovial Edison no permitió a su impedimento detenerle. -Beethoven era completamente sordo, incapacitado para escuchar la ejecución de su propia música. -Helen Keller era ciega, sorda y muda; a los siete años aprendió el lenguaje de los sordomudos y el método de escritura Braille. A los diez años aprendió a hablar. Más tarde en la vida estudió en la escuela Cambridge de Nueva York y luego viajó incansablemente por América, Europa, Asia y África, transmitiendo con su ejemplo a todos los inválidos del mundo un mensaje de optimismo y esperanza. -Ethel Waters, una cantante de color, nació a raíz de una violación que su madre sufrió a los doce años. Si ella hubiera sido concebida hoy, probablemente habría sido abortada y el mundo no hubiera conocido su melodiosa voz que alaba a su Creador con hermosos himnos como, “Él cuidará de mí”. No compares a tu hijo con otro ¡Cuántas vidas han sido destruidas por el rechazo!, porque el padre comparaba un hijo con su hermano más listo, más deportista o de mejor parecer físico o una niña siempre se sentía “el patito feo”, porque todo el mundo hablaba de su hermana “la bonita”. |
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