 |
 |
El Jesús Auténtico Pt. XVII | |||||||
|
Vimos en la lección anterior que Jesús ministró en gran poder; su compasión, su justicia y su humildad eran tal, que operó en lo sobrenatural haciendo bien a las personas enfermas y afligidas. Leímos también, en el libro del profeta Oseas: “Oh hombre, él te ha declarado lo que es bueno, y qué pide Jehová de ti: solamente hacer justicia, y amar misericordia, y humillarte ante tu Dios”. ¡Necesitamos hacer justicia, tener misericordia por las personas que están en necesidad y ser humildes ante Dios y entonces; ¡recibiremos el poder y la autoridad de Dios! A través de mi vida, he visto este poder de Dios y cada vez que lo veo quiero más y más. ¡Yo anhelo ver milagros, tengo hambre y sed del poder de Dios para ver milagros! Yo recuerdo a un hombre en la ciudad de Villahermosa, tenía muchos años con la mano torcida por la artritis. Dios me dio la oportunidad de orar por él, y aunque empecé a orar con cierta reserva, comencé a moverle los dedos que estaban rígidos, porque no se movían. Poco a poco, empezó a abrirlos delante de mis ojos, y entonces, le dije; “Abre y cierra las manos”. Me di cuenta que tenía marcadas las uñas en la palma de sus manos, pero Dios hizo el milagro de sanidad. ¡Ahora podía abrir y cerrar sus manos! Cuando yo vi esto, dije; ¡quiero otro milagro, quiero orar por otro con artritis!, y entonces, empezaron a venir personas con esta enfermedad para que orara por ellas. ¡Eso fue cuando los milagros empezaron a suceder! Recuerdo a una mujer que no podía caminar, entonces, oramos por su sanidad. Luego le pregunté: ¿quieres caminar conmigo? y me dice; “pues sí, entonces; ¡empezó a caminar! Luego le dije; “¡corre conmigo! ¡y ahí vamos corriendo y corriendo! ¿Lo puedes creer? ¡Poder de Dios! ¡Poder de Dios! Jesús hizo todas esas cosas y, aún Él continúa haciendo milagros, sanidades y prodigios hasta el día de hoy. Jesús dijo; “he aquí yo estaré con vosotros hasta el fin del siglo, hasta el fin del mundo”. Podemos confiar en que Él siempre estará con nosotros. ¿Verdad? En una ocasión, mi esposa Sylvia y yo fuimos a Walmart de El Paso, Texas y nos encontramos a una hermana que asiste a nuestra iglesia Vino Nuevo, iba acompañada de su hija. Su hija era enfermera, pero, estaba enferma de cáncer avanzado, tan avanzado que su mamá nos dijo que: “El cáncer, se podía oler”. Los doctores no le daban ninguna esperanza. Oramos por ella y cuando regresó al doctor para ser examinada otra vez, ¡no había cáncer! Entonces el doctor dijo; “yo no sé qué ha pasado”, pero ella le dijo; ¡yo sé que ha pasado! ¡Dios me sanó! ¡Gloria a Dios! ¡Gloria a Dios! Alguien pudiera cuestionar; ¿qué de los que tienen cáncer y han orado y no han sanado? Yo no lo sé todo, pero… ¡no te des por vencido! ¡No te des por vencida! Cuando tu pastor haga un llamado para orar por sanidad; ¡ve! ¡no te quedes atrás! ¡Ve otra vez para orar! ¡No te rindas! ¡Persiste una vez y otra vez! No permitas que el menosprecio y la incredulidad te roben tu milagro. Leamos Mateo 6:1-5 1. Salió Jesús de allí y vino a su tierra, y le seguían sus discípulos. 2. Y llegado el día de reposo, comenzó a enseñar en la sinagoga; y muchos, oyéndole, se admiraban, y decían: ¿De dónde tiene éste estas cosas? ¿Y qué sabiduría es ésta que le es dada, y estos milagros que por sus manos son hechos? 3. ¿No es éste el carpintero, hijo de María, hermano de Jacobo, de José, de Judas y de Simón? ¿No están también aquí con nosotros sus hermanas? Y se escandalizaban de él. 4. Mas Jesús les decía: No hay profeta sin honra sino en su propia tierra, y entre sus parientes, y en su casa. 5. Y no pudo hacer allí ningún milagro, salvo que sanó a unos pocos enfermos, poniendo sobre ellos las manos. Investiga en los Evangelios ¿Por qué los Evangelios? Porque son las historias de la vida de Jesús; puedes ver que Jesús sanaba y liberaba a todas las personas que se acercaban a Él, creyendo. Continúa leyendo y comprendiendo hasta que creas en tu corazón que Jesús es el mismo, ayer, hoy y por los siglos. ¿por qué creo esto? Porque está escrito en el libro de Hebreos 13:8 “Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos”. Tu fe puede crecer. Sigue congregándote y permite que la Palabra penetre en tu corazón. Leamos la Escritura en Romanos 10:17 “Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios”. La puedes oír leyendo, pero también, escuchándola hasta que llegue a tu corazón. Si tienes una enfermedad que no está sanando, marca la Escritura cada vez que leas en la Biblia que Jesús sana a las personas enfermas. Él es “Hacedor de Milagros”. Él siempre ha sido un hacedor de milagros, Él siempre será un hacedor de milagros. A Él le da gusto sanar a las personas que padecen enfermedades, pero, asegúrate de no tener incredulidad porque eso puede estorbar. También el pecado oculto en nuestra vida puede estorbar nuestra sanidad, pero la Biblia dice en; Proverbios 28:13 “El que encubre sus pecados no prosperará; mas el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia”. ¡Si estás viviendo en pecado, no lo ocultes, confiésalo a Él y apártate para que el Señor pueda perdonarte y también, sanarte de la enfermedad! ¡Dios te ama tanto, pero tanto! Pero, tal vez preguntes: “¿Cómo puedes estar tan seguro hermano Víctor?”. Porque está escrito en Juan 3:16 “De tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, más tenga vida eterna”. También en la Biblia está escrito en la 2ª Pedro 3:9 9. El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento. A Dios le gusta perdonar y le gusta sanar. Cada domingo oramos por enfermos en nuestra iglesia, a veces en la reunión de oración los martes. ¿Sabías que la reunión de oración de los martes es como una lucha libre? Desde que empezamos es derribar las obras del diablo, pero, ¡Dios siempre obra! Amados; todos podemos tener todo lo que Él ha prometido, ¡todo! Si tu anhelas ver los milagros en tu vida, yo pido al Espíritu Santo venga con un don de fe sobre ti; “fe” que provoque que lo sobrenatural sea desatado en tu vida. |
|
||||||
Ver Mas | |||||||
Por: Hno. Victor Richards
El Jesús Auténtico Pt. XVII |
|
Vimos en la lección anterior que Jesús ministró en gran poder; su compasión, su justicia y su humildad eran tal, que operó en lo sobrenatural haciendo bien a las personas enfermas y afligidas. Leímos también, en el libro del profeta Oseas: “Oh hombre, él te ha declarado lo que es bueno, y qué pide Jehová de ti: solamente hacer justicia, y amar misericordia, y humillarte ante tu Dios”. ¡Necesitamos hacer justicia, tener misericordia por las personas que están en necesidad y ser humildes ante Dios y entonces; ¡recibiremos el poder y la autoridad de Dios! A través de mi vida, he visto este poder de Dios y cada vez que lo veo quiero más y más. ¡Yo anhelo ver milagros, tengo hambre y sed del poder de Dios para ver milagros! Yo recuerdo a un hombre en la ciudad de Villahermosa, tenía muchos años con la mano torcida por la artritis. Dios me dio la oportunidad de orar por él, y aunque empecé a orar con cierta reserva, comencé a moverle los dedos que estaban rígidos, porque no se movían. Poco a poco, empezó a abrirlos delante de mis ojos, y entonces, le dije; “Abre y cierra las manos”. Me di cuenta que tenía marcadas las uñas en la palma de sus manos, pero Dios hizo el milagro de sanidad. ¡Ahora podía abrir y cerrar sus manos! Cuando yo vi esto, dije; ¡quiero otro milagro, quiero orar por otro con artritis!, y entonces, empezaron a venir personas con esta enfermedad para que orara por ellas. ¡Eso fue cuando los milagros empezaron a suceder! Recuerdo a una mujer que no podía caminar, entonces, oramos por su sanidad. Luego le pregunté: ¿quieres caminar conmigo? y me dice; “pues sí, entonces; ¡empezó a caminar! Luego le dije; “¡corre conmigo! ¡y ahí vamos corriendo y corriendo! ¿Lo puedes creer? ¡Poder de Dios! ¡Poder de Dios! Jesús hizo todas esas cosas y, aún Él continúa haciendo milagros, sanidades y prodigios hasta el día de hoy. Jesús dijo; “he aquí yo estaré con vosotros hasta el fin del siglo, hasta el fin del mundo”. Podemos confiar en que Él siempre estará con nosotros. ¿Verdad? En una ocasión, mi esposa Sylvia y yo fuimos a Walmart de El Paso, Texas y nos encontramos a una hermana que asiste a nuestra iglesia Vino Nuevo, iba acompañada de su hija. Su hija era enfermera, pero, estaba enferma de cáncer avanzado, tan avanzado que su mamá nos dijo que: “El cáncer, se podía oler”. Los doctores no le daban ninguna esperanza. Oramos por ella y cuando regresó al doctor para ser examinada otra vez, ¡no había cáncer! Entonces el doctor dijo; “yo no sé qué ha pasado”, pero ella le dijo; ¡yo sé que ha pasado! ¡Dios me sanó! ¡Gloria a Dios! ¡Gloria a Dios! Alguien pudiera cuestionar; ¿qué de los que tienen cáncer y han orado y no han sanado? Yo no lo sé todo, pero… ¡no te des por vencido! ¡No te des por vencida! Cuando tu pastor haga un llamado para orar por sanidad; ¡ve! ¡no te quedes atrás! ¡Ve otra vez para orar! ¡No te rindas! ¡Persiste una vez y otra vez! No permitas que el menosprecio y la incredulidad te roben tu milagro. Leamos Mateo 6:1-5 1. Salió Jesús de allí y vino a su tierra, y le seguían sus discípulos. 2. Y llegado el día de reposo, comenzó a enseñar en la sinagoga; y muchos, oyéndole, se admiraban, y decían: ¿De dónde tiene éste estas cosas? ¿Y qué sabiduría es ésta que le es dada, y estos milagros que por sus manos son hechos? 3. ¿No es éste el carpintero, hijo de María, hermano de Jacobo, de José, de Judas y de Simón? ¿No están también aquí con nosotros sus hermanas? Y se escandalizaban de él. 4. Mas Jesús les decía: No hay profeta sin honra sino en su propia tierra, y entre sus parientes, y en su casa. 5. Y no pudo hacer allí ningún milagro, salvo que sanó a unos pocos enfermos, poniendo sobre ellos las manos. Investiga en los Evangelios ¿Por qué los Evangelios? Porque son las historias de la vida de Jesús; puedes ver que Jesús sanaba y liberaba a todas las personas que se acercaban a Él, creyendo. Continúa leyendo y comprendiendo hasta que creas en tu corazón que Jesús es el mismo, ayer, hoy y por los siglos. ¿por qué creo esto? Porque está escrito en el libro de Hebreos 13:8 “Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos”. Tu fe puede crecer. Sigue congregándote y permite que la Palabra penetre en tu corazón. Leamos la Escritura en Romanos 10:17 “Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios”. La puedes oír leyendo, pero también, escuchándola hasta que llegue a tu corazón. Si tienes una enfermedad que no está sanando, marca la Escritura cada vez que leas en la Biblia que Jesús sana a las personas enfermas. Él es “Hacedor de Milagros”. Él siempre ha sido un hacedor de milagros, Él siempre será un hacedor de milagros. A Él le da gusto sanar a las personas que padecen enfermedades, pero, asegúrate de no tener incredulidad porque eso puede estorbar. También el pecado oculto en nuestra vida puede estorbar nuestra sanidad, pero la Biblia dice en; Proverbios 28:13 “El que encubre sus pecados no prosperará; mas el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia”. ¡Si estás viviendo en pecado, no lo ocultes, confiésalo a Él y apártate para que el Señor pueda perdonarte y también, sanarte de la enfermedad! ¡Dios te ama tanto, pero tanto! Pero, tal vez preguntes: “¿Cómo puedes estar tan seguro hermano Víctor?”. Porque está escrito en Juan 3:16 “De tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, más tenga vida eterna”. También en la Biblia está escrito en la 2ª Pedro 3:9 9. El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento. A Dios le gusta perdonar y le gusta sanar. Cada domingo oramos por enfermos en nuestra iglesia, a veces en la reunión de oración los martes. ¿Sabías que la reunión de oración de los martes es como una lucha libre? Desde que empezamos es derribar las obras del diablo, pero, ¡Dios siempre obra! Amados; todos podemos tener todo lo que Él ha prometido, ¡todo! Si tu anhelas ver los milagros en tu vida, yo pido al Espíritu Santo venga con un don de fe sobre ti; “fe” que provoque que lo sobrenatural sea desatado en tu vida. |
Ver Mas |
Lecturas Recomendadas |
|||
 |
 |
 |
 |
El Jesús Auténtico Pt. XVII |
|
Vimos en la lección anterior que Jesús ministró en gran poder; su compasión, su justicia y su humildad eran tal, que operó en lo sobrenatural haciendo bien a las personas enfermas y afligidas. Leímos también, en el libro del profeta Oseas: “Oh hombre, él te ha declarado lo que es bueno, y qué pide Jehová de ti: solamente hacer justicia, y amar misericordia, y humillarte ante tu Dios”. ¡Necesitamos hacer justicia, tener misericordia por las personas que están en necesidad y ser humildes ante Dios y entonces; ¡recibiremos el poder y la autoridad de Dios! A través de mi vida, he visto este poder de Dios y cada vez que lo veo quiero más y más. ¡Yo anhelo ver milagros, tengo hambre y sed del poder de Dios para ver milagros! Yo recuerdo a un hombre en la ciudad de Villahermosa, tenía muchos años con la mano torcida por la artritis. Dios me dio la oportunidad de orar por él, y aunque empecé a orar con cierta reserva, comencé a moverle los dedos que estaban rígidos, porque no se movían. Poco a poco, empezó a abrirlos delante de mis ojos, y entonces, le dije; “Abre y cierra las manos”. Me di cuenta que tenía marcadas las uñas en la palma de sus manos, pero Dios hizo el milagro de sanidad. ¡Ahora podía abrir y cerrar sus manos! Cuando yo vi esto, dije; ¡quiero otro milagro, quiero orar por otro con artritis!, y entonces, empezaron a venir personas con esta enfermedad para que orara por ellas. ¡Eso fue cuando los milagros empezaron a suceder! Recuerdo a una mujer que no podía caminar, entonces, oramos por su sanidad. Luego le pregunté: ¿quieres caminar conmigo? y me dice; “pues sí, entonces; ¡empezó a caminar! Luego le dije; “¡corre conmigo! ¡y ahí vamos corriendo y corriendo! ¿Lo puedes creer? ¡Poder de Dios! ¡Poder de Dios! Jesús hizo todas esas cosas y, aún Él continúa haciendo milagros, sanidades y prodigios hasta el día de hoy. Jesús dijo; “he aquí yo estaré con vosotros hasta el fin del siglo, hasta el fin del mundo”. Podemos confiar en que Él siempre estará con nosotros. ¿Verdad? En una ocasión, mi esposa Sylvia y yo fuimos a Walmart de El Paso, Texas y nos encontramos a una hermana que asiste a nuestra iglesia Vino Nuevo, iba acompañada de su hija. Su hija era enfermera, pero, estaba enferma de cáncer avanzado, tan avanzado que su mamá nos dijo que: “El cáncer, se podía oler”. Los doctores no le daban ninguna esperanza. Oramos por ella y cuando regresó al doctor para ser examinada otra vez, ¡no había cáncer! Entonces el doctor dijo; “yo no sé qué ha pasado”, pero ella le dijo; ¡yo sé que ha pasado! ¡Dios me sanó! ¡Gloria a Dios! ¡Gloria a Dios! Alguien pudiera cuestionar; ¿qué de los que tienen cáncer y han orado y no han sanado? Yo no lo sé todo, pero… ¡no te des por vencido! ¡No te des por vencida! Cuando tu pastor haga un llamado para orar por sanidad; ¡ve! ¡no te quedes atrás! ¡Ve otra vez para orar! ¡No te rindas! ¡Persiste una vez y otra vez! No permitas que el menosprecio y la incredulidad te roben tu milagro. Leamos Mateo 6:1-5 1. Salió Jesús de allí y vino a su tierra, y le seguían sus discípulos. 2. Y llegado el día de reposo, comenzó a enseñar en la sinagoga; y muchos, oyéndole, se admiraban, y decían: ¿De dónde tiene éste estas cosas? ¿Y qué sabiduría es ésta que le es dada, y estos milagros que por sus manos son hechos? 3. ¿No es éste el carpintero, hijo de María, hermano de Jacobo, de José, de Judas y de Simón? ¿No están también aquí con nosotros sus hermanas? Y se escandalizaban de él. 4. Mas Jesús les decía: No hay profeta sin honra sino en su propia tierra, y entre sus parientes, y en su casa. 5. Y no pudo hacer allí ningún milagro, salvo que sanó a unos pocos enfermos, poniendo sobre ellos las manos. Investiga en los Evangelios ¿Por qué los Evangelios? Porque son las historias de la vida de Jesús; puedes ver que Jesús sanaba y liberaba a todas las personas que se acercaban a Él, creyendo. Continúa leyendo y comprendiendo hasta que creas en tu corazón que Jesús es el mismo, ayer, hoy y por los siglos. ¿por qué creo esto? Porque está escrito en el libro de Hebreos 13:8 “Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos”. Tu fe puede crecer. Sigue congregándote y permite que la Palabra penetre en tu corazón. Leamos la Escritura en Romanos 10:17 “Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios”. La puedes oír leyendo, pero también, escuchándola hasta que llegue a tu corazón. Si tienes una enfermedad que no está sanando, marca la Escritura cada vez que leas en la Biblia que Jesús sana a las personas enfermas. Él es “Hacedor de Milagros”. Él siempre ha sido un hacedor de milagros, Él siempre será un hacedor de milagros. A Él le da gusto sanar a las personas que padecen enfermedades, pero, asegúrate de no tener incredulidad porque eso puede estorbar. También el pecado oculto en nuestra vida puede estorbar nuestra sanidad, pero la Biblia dice en; Proverbios 28:13 “El que encubre sus pecados no prosperará; mas el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia”. ¡Si estás viviendo en pecado, no lo ocultes, confiésalo a Él y apártate para que el Señor pueda perdonarte y también, sanarte de la enfermedad! ¡Dios te ama tanto, pero tanto! Pero, tal vez preguntes: “¿Cómo puedes estar tan seguro hermano Víctor?”. Porque está escrito en Juan 3:16 “De tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, más tenga vida eterna”. También en la Biblia está escrito en la 2ª Pedro 3:9 9. El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento. A Dios le gusta perdonar y le gusta sanar. Cada domingo oramos por enfermos en nuestra iglesia, a veces en la reunión de oración los martes. ¿Sabías que la reunión de oración de los martes es como una lucha libre? Desde que empezamos es derribar las obras del diablo, pero, ¡Dios siempre obra! Amados; todos podemos tener todo lo que Él ha prometido, ¡todo! Si tu anhelas ver los milagros en tu vida, yo pido al Espíritu Santo venga con un don de fe sobre ti; “fe” que provoque que lo sobrenatural sea desatado en tu vida. |
Ver Mas |
Lecturas Recomendadas |
|||
|
|
||
|
|
||
|
