Jesús Nuestro Pronto Auxilio | |||||||
Quiero empezar en Mateo 14:1-10 1. En aquel tiempo Herodes el tetrarca oyó la fama de Jesús, 2. y dijo a sus criados: Éste es Juan el Bautista; ha resucitado de los muertos, y por eso actúan en él estos poderes. 3. Porque Herodes había prendido a Juan, y le había encadenado y metido en la cárcel, por causa de Herodías, mujer de Felipe su hermano; 4. porque Juan le decía: No te es lícito tenerla. 5. Y Herodes quería matarle, pero temía al pueblo; porque tenían a Juan por profeta. El rey Herodes había robado la esposa de su hermano Felipe vivía con ella en adulterio y Juan el Bautista que era profeta, lo confrontó con su pecado. Por eso, el rey Herodes quería matarlo, pero, tenía miedo del pueblo. Continuemos con la historia: 6. Pero cuando se celebraba el cumpleaños de Herodes, la hija de Herodías danzó en medio, y agradó a Herodes, 7. por lo cual éste le prometió con juramento darle todo lo que pidiese. 8. Ella, instruida primero por su madre, dijo: Dame aquí en un plato la cabeza de Juan el Bautista. 9. Entonces el rey se entristeció; pero a causa del juramento, y de los que estaban con él a la mesa, mandó que se la diesen, 10. y ordenó decapitar a Juan en la cárcel. Tal vez pudiéramos pensar que Juan el Bautista estaba extrañado con Jesús, porque Él hizo muchos milagros, pero no hizo el milagro de librarle de la cárcel, donde estaba en cadenas y sentenciado a muerte. Tal vez Juan pensaba: “Yo le he servido, preparé el camino para su llegada, hasta le bauticé en el Jordán, y… ¿yo aquí? ¿Acaso no sabe que estoy aquí? ¿Por qué Señor, no me liberas?”. Vamos a leer en Lucas 7:18-23 Recuerden; está en la cárcel, está en cadenas… 18. …Y llamó Juan a dos de sus discípulos, 19. y los envió a Jesús, para preguntarle: ¿Eres tú el que había de venir, o esperaremos a otro? 20. Cuando, pues, los hombres vinieron a él, dijeron: Juan el Bautista nos ha enviado a ti, para preguntarte: ¿Eres tú el que había de venir, o esperaremos a otro? 21. En esa misma hora sanó a muchos de enfermedades y plagas, y de espíritus malos, y a muchos ciegos les dio la vista. 22. Y respondiendo Jesús, les dijo: Id, haced saber a Juan lo que habéis visto y oído: los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos son limpiados, los sordos oyen, los muertos son resucitados, y a los pobres es anunciado el evangelio; 23. y bienaventurado es aquel que no halle tropiezo en mí. ¿Esto último lo decía por Juan o por otra persona? ¿Qué quiere decir Jesús con esta palabra? Lucas 7:23 23. bienaventurado es aquel que no halle tropiezo en mí. ¿Has estado ofendido o resentido con Dios, con Jesús o con el Espíritu Santo? Echas en cara a Dios y le dices; ¿por qué le das el Espíritu Santo a esta mujer, que era tan mala? o ¿por qué esta mujer que era muy, pero muy pecadora, ahora le das el don de lenguas y a mí no me lo das? ¿Le has echado en cara a Dios alguna queja así? Cuántas veces has dicho tú; ¿por qué Señor? Pero quejándote; ¿por qué tuvo que morir mi papá? ¿Por qué Dios? Estás hallando tropiezo en Él. En Mateo 19:16-22 leemos una historia de un joven rico que dice: Maestro bueno, yo quiero servirte, quiero seguirte; pero, Jesús sabe todo. Este joven era riquísimo; entonces, Jesús le dijo: Vende todo lo que tienes y dalo a los pobres y ven sígueme… Jesús no dijo eso a todo el mundo, lo dijo a uno; a uno que Él sabía que amaba el dinero, pero Jesús quería salvarlo. Jesús sabía que en pocos años Jerusalén iba a caer y ser destruido. Sabía que este joven rico iba a perder todo, pero, si él obedecía y vendía todo y ayudara a los pobres y siguiera a Jesús, quizá hubiera sido un apóstol, pero la Biblia dice, que se fue triste; él halló tropiezo en Jesús. Jesús es franco, pues no quiere que sigamos en nuestro pecado, pero Él no está con un garrote, esperando que salgamos un poco del camino, para darnos un golpe. Él enseñaba que los 10 mandamientos fueron dados por amor a nosotros, para nuestro bien, pero los fariseos los enseñaban para esclavizar a la gente, por eso los llamó víboras, porque ellos representaban mal a Dios; como si Dios fuera sin compasión, sin amor por los pecadores. Hay personas que quizá están ofendidos con Jesús por las personas que escoge para guiar a su pueblo o para ministrar en una manera u otra, pero, a ti no te escoge y entonces viene la envidia y te quejas hallando tropiezo en Él. Quizá un ser amado tuyo no ha sido sanado o quizás ha muerto, y piensas; murió antes de tiempo, te parece que no es justo, ¡ten cuidado en decir a Dios que Él no es justo!, porque Él es justo, en Él no hay injusticia. Mejor guarda silencio; ¡lo que te sucede puede ser muy duro! Pero, no permitas que te destruya, no somos Dios. Hay otros que quieren ser sanados y no, no sanan. No es que Él no les ama. Fue el apóstol Pablo el que dijo que tenía un aguijón en la carne, él rogo tres veces a Dios que le sanara y Dios dijo: “bástate mi gracia”, tres veces Dios dijo: “mi gracia te es suficiente”. 2ª Corintios 12:9-10 9. Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo. 10. Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte. Estas pocas palabras; “bienaventurado es aquel que no halle tropiezo en mí”, son poderosas. Que no encontremos tropiezo en Jesús, caminemos en Él. Oremos al Señor: Te rogamos Señor, si es posible, que quites de nosotros nuestras enfermedades y que podamos ser fuertes en medio de nuestras angustias, de nuestras debilidades, de aquellos que nos persiguen. Que tu gracia nos baste para seguir adelante, por amor a Cristo. |
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Quiero empezar en Mateo 14:1-10 1. En aquel tiempo Herodes el tetrarca oyó la fama de Jesús, 2. y dijo a sus criados: Éste es Juan el Bautista; ha resucitado de los muertos, y por eso actúan en él estos poderes. 3. Porque Herodes había prendido a Juan, y le había encadenado y metido en la cárcel, por causa de Herodías, mujer de Felipe su hermano; 4. porque Juan le decía: No te es lícito tenerla. 5. Y Herodes quería matarle, pero temía al pueblo; porque tenían a Juan por profeta. El rey Herodes había robado la esposa de su hermano Felipe vivía con ella en adulterio y Juan el Bautista que era profeta, lo confrontó con su pecado. Por eso, el rey Herodes quería matarlo, pero, tenía miedo del pueblo. Continuemos con la historia: 6. Pero cuando se celebraba el cumpleaños de Herodes, la hija de Herodías danzó en medio, y agradó a Herodes, 7. por lo cual éste le prometió con juramento darle todo lo que pidiese. 8. Ella, instruida primero por su madre, dijo: Dame aquí en un plato la cabeza de Juan el Bautista. 9. Entonces el rey se entristeció; pero a causa del juramento, y de los que estaban con él a la mesa, mandó que se la diesen, 10. y ordenó decapitar a Juan en la cárcel. Tal vez pudiéramos pensar que Juan el Bautista estaba extrañado con Jesús, porque Él hizo muchos milagros, pero no hizo el milagro de librarle de la cárcel, donde estaba en cadenas y sentenciado a muerte. Tal vez Juan pensaba: “Yo le he servido, preparé el camino para su llegada, hasta le bauticé en el Jordán, y… ¿yo aquí? ¿Acaso no sabe que estoy aquí? ¿Por qué Señor, no me liberas?”. Vamos a leer en Lucas 7:18-23 Recuerden; está en la cárcel, está en cadenas… 18. …Y llamó Juan a dos de sus discípulos, 19. y los envió a Jesús, para preguntarle: ¿Eres tú el que había de venir, o esperaremos a otro? 20. Cuando, pues, los hombres vinieron a él, dijeron: Juan el Bautista nos ha enviado a ti, para preguntarte: ¿Eres tú el que había de venir, o esperaremos a otro? 21. En esa misma hora sanó a muchos de enfermedades y plagas, y de espíritus malos, y a muchos ciegos les dio la vista. 22. Y respondiendo Jesús, les dijo: Id, haced saber a Juan lo que habéis visto y oído: los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos son limpiados, los sordos oyen, los muertos son resucitados, y a los pobres es anunciado el evangelio; 23. y bienaventurado es aquel que no halle tropiezo en mí. ¿Esto último lo decía por Juan o por otra persona? ¿Qué quiere decir Jesús con esta palabra? Lucas 7:23 23. bienaventurado es aquel que no halle tropiezo en mí. ¿Has estado ofendido o resentido con Dios, con Jesús o con el Espíritu Santo? Echas en cara a Dios y le dices; ¿por qué le das el Espíritu Santo a esta mujer, que era tan mala? o ¿por qué esta mujer que era muy, pero muy pecadora, ahora le das el don de lenguas y a mí no me lo das? ¿Le has echado en cara a Dios alguna queja así? Cuántas veces has dicho tú; ¿por qué Señor? Pero quejándote; ¿por qué tuvo que morir mi papá? ¿Por qué Dios? Estás hallando tropiezo en Él. En Mateo 19:16-22 leemos una historia de un joven rico que dice: Maestro bueno, yo quiero servirte, quiero seguirte; pero, Jesús sabe todo. Este joven era riquísimo; entonces, Jesús le dijo: Vende todo lo que tienes y dalo a los pobres y ven sígueme… Jesús no dijo eso a todo el mundo, lo dijo a uno; a uno que Él sabía que amaba el dinero, pero Jesús quería salvarlo. Jesús sabía que en pocos años Jerusalén iba a caer y ser destruido. Sabía que este joven rico iba a perder todo, pero, si él obedecía y vendía todo y ayudara a los pobres y siguiera a Jesús, quizá hubiera sido un apóstol, pero la Biblia dice, que se fue triste; él halló tropiezo en Jesús. Jesús es franco, pues no quiere que sigamos en nuestro pecado, pero Él no está con un garrote, esperando que salgamos un poco del camino, para darnos un golpe. Él enseñaba que los 10 mandamientos fueron dados por amor a nosotros, para nuestro bien, pero los fariseos los enseñaban para esclavizar a la gente, por eso los llamó víboras, porque ellos representaban mal a Dios; como si Dios fuera sin compasión, sin amor por los pecadores. Hay personas que quizá están ofendidos con Jesús por las personas que escoge para guiar a su pueblo o para ministrar en una manera u otra, pero, a ti no te escoge y entonces viene la envidia y te quejas hallando tropiezo en Él. Quizá un ser amado tuyo no ha sido sanado o quizás ha muerto, y piensas; murió antes de tiempo, te parece que no es justo, ¡ten cuidado en decir a Dios que Él no es justo!, porque Él es justo, en Él no hay injusticia. Mejor guarda silencio; ¡lo que te sucede puede ser muy duro! Pero, no permitas que te destruya, no somos Dios. Hay otros que quieren ser sanados y no, no sanan. No es que Él no les ama. Fue el apóstol Pablo el que dijo que tenía un aguijón en la carne, él rogo tres veces a Dios que le sanara y Dios dijo: “bástate mi gracia”, tres veces Dios dijo: “mi gracia te es suficiente”. 2ª Corintios 12:9-10 9. Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo. 10. Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte. Estas pocas palabras; “bienaventurado es aquel que no halle tropiezo en mí”, son poderosas. Que no encontremos tropiezo en Jesús, caminemos en Él. Oremos al Señor: Te rogamos Señor, si es posible, que quites de nosotros nuestras enfermedades y que podamos ser fuertes en medio de nuestras angustias, de nuestras debilidades, de aquellos que nos persiguen. Que tu gracia nos baste para seguir adelante, por amor a Cristo. |
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Quiero empezar en Mateo 14:1-10 1. En aquel tiempo Herodes el tetrarca oyó la fama de Jesús, 2. y dijo a sus criados: Éste es Juan el Bautista; ha resucitado de los muertos, y por eso actúan en él estos poderes. 3. Porque Herodes había prendido a Juan, y le había encadenado y metido en la cárcel, por causa de Herodías, mujer de Felipe su hermano; 4. porque Juan le decía: No te es lícito tenerla. 5. Y Herodes quería matarle, pero temía al pueblo; porque tenían a Juan por profeta. El rey Herodes había robado la esposa de su hermano Felipe vivía con ella en adulterio y Juan el Bautista que era profeta, lo confrontó con su pecado. Por eso, el rey Herodes quería matarlo, pero, tenía miedo del pueblo. Continuemos con la historia: 6. Pero cuando se celebraba el cumpleaños de Herodes, la hija de Herodías danzó en medio, y agradó a Herodes, 7. por lo cual éste le prometió con juramento darle todo lo que pidiese. 8. Ella, instruida primero por su madre, dijo: Dame aquí en un plato la cabeza de Juan el Bautista. 9. Entonces el rey se entristeció; pero a causa del juramento, y de los que estaban con él a la mesa, mandó que se la diesen, 10. y ordenó decapitar a Juan en la cárcel. Tal vez pudiéramos pensar que Juan el Bautista estaba extrañado con Jesús, porque Él hizo muchos milagros, pero no hizo el milagro de librarle de la cárcel, donde estaba en cadenas y sentenciado a muerte. Tal vez Juan pensaba: “Yo le he servido, preparé el camino para su llegada, hasta le bauticé en el Jordán, y… ¿yo aquí? ¿Acaso no sabe que estoy aquí? ¿Por qué Señor, no me liberas?”. Vamos a leer en Lucas 7:18-23 Recuerden; está en la cárcel, está en cadenas… 18. …Y llamó Juan a dos de sus discípulos, 19. y los envió a Jesús, para preguntarle: ¿Eres tú el que había de venir, o esperaremos a otro? 20. Cuando, pues, los hombres vinieron a él, dijeron: Juan el Bautista nos ha enviado a ti, para preguntarte: ¿Eres tú el que había de venir, o esperaremos a otro? 21. En esa misma hora sanó a muchos de enfermedades y plagas, y de espíritus malos, y a muchos ciegos les dio la vista. 22. Y respondiendo Jesús, les dijo: Id, haced saber a Juan lo que habéis visto y oído: los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos son limpiados, los sordos oyen, los muertos son resucitados, y a los pobres es anunciado el evangelio; 23. y bienaventurado es aquel que no halle tropiezo en mí. ¿Esto último lo decía por Juan o por otra persona? ¿Qué quiere decir Jesús con esta palabra? Lucas 7:23 23. bienaventurado es aquel que no halle tropiezo en mí. ¿Has estado ofendido o resentido con Dios, con Jesús o con el Espíritu Santo? Echas en cara a Dios y le dices; ¿por qué le das el Espíritu Santo a esta mujer, que era tan mala? o ¿por qué esta mujer que era muy, pero muy pecadora, ahora le das el don de lenguas y a mí no me lo das? ¿Le has echado en cara a Dios alguna queja así? Cuántas veces has dicho tú; ¿por qué Señor? Pero quejándote; ¿por qué tuvo que morir mi papá? ¿Por qué Dios? Estás hallando tropiezo en Él. En Mateo 19:16-22 leemos una historia de un joven rico que dice: Maestro bueno, yo quiero servirte, quiero seguirte; pero, Jesús sabe todo. Este joven era riquísimo; entonces, Jesús le dijo: Vende todo lo que tienes y dalo a los pobres y ven sígueme… Jesús no dijo eso a todo el mundo, lo dijo a uno; a uno que Él sabía que amaba el dinero, pero Jesús quería salvarlo. Jesús sabía que en pocos años Jerusalén iba a caer y ser destruido. Sabía que este joven rico iba a perder todo, pero, si él obedecía y vendía todo y ayudara a los pobres y siguiera a Jesús, quizá hubiera sido un apóstol, pero la Biblia dice, que se fue triste; él halló tropiezo en Jesús. Jesús es franco, pues no quiere que sigamos en nuestro pecado, pero Él no está con un garrote, esperando que salgamos un poco del camino, para darnos un golpe. Él enseñaba que los 10 mandamientos fueron dados por amor a nosotros, para nuestro bien, pero los fariseos los enseñaban para esclavizar a la gente, por eso los llamó víboras, porque ellos representaban mal a Dios; como si Dios fuera sin compasión, sin amor por los pecadores. Hay personas que quizá están ofendidos con Jesús por las personas que escoge para guiar a su pueblo o para ministrar en una manera u otra, pero, a ti no te escoge y entonces viene la envidia y te quejas hallando tropiezo en Él. Quizá un ser amado tuyo no ha sido sanado o quizás ha muerto, y piensas; murió antes de tiempo, te parece que no es justo, ¡ten cuidado en decir a Dios que Él no es justo!, porque Él es justo, en Él no hay injusticia. Mejor guarda silencio; ¡lo que te sucede puede ser muy duro! Pero, no permitas que te destruya, no somos Dios. Hay otros que quieren ser sanados y no, no sanan. No es que Él no les ama. Fue el apóstol Pablo el que dijo que tenía un aguijón en la carne, él rogo tres veces a Dios que le sanara y Dios dijo: “bástate mi gracia”, tres veces Dios dijo: “mi gracia te es suficiente”. 2ª Corintios 12:9-10 9. Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo. 10. Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte. Estas pocas palabras; “bienaventurado es aquel que no halle tropiezo en mí”, son poderosas. Que no encontremos tropiezo en Jesús, caminemos en Él. Oremos al Señor: Te rogamos Señor, si es posible, que quites de nosotros nuestras enfermedades y que podamos ser fuertes en medio de nuestras angustias, de nuestras debilidades, de aquellos que nos persiguen. Que tu gracia nos baste para seguir adelante, por amor a Cristo. |
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