Jesús: El MesÃas, El Yo Soy II | |||||||
La semana pasada vimos que Jesús se dio a conocer a una mujer samaritana como el Mesías. Mientras, sus discípulos habían ido a la ciudad para comprar algo de comer, ¿recuerdan? Vamos a repasar un poco lo que sucedió… Él estaba sentado junto al pozo y Jesús le dice a ella; “dame de beber”. Yo no sé si antes dijeron buenos días, buenas tardes, pero veamos lo que dice la Escritura en Juan 4:9-14 9. La mujer samaritana le dijo: ¿Cómo tú, siendo judío, me pides a mí de beber, que soy mujer samaritana? Porque judíos y samaritanos no se tratan entre sí. La razón es que había contienda entre ellos y ella estaba lista para pelear; tal vez la mujer se preguntaba: ¿Quién es este judío que me pide de beber? 10. Respondió Jesús y le dijo: Si conocieras el don de Dios, y quién es el que te dice: Dame de beber; tú le pedirías, y él te daría agua viva. 11. La mujer le dijo: Señor, no tienes con qué sacarla, y el pozo es hondo. ¿De dónde, pues, tienes el agua viva? Brinquemos al versículo 14 14. más el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna. La semana pasada no entramos profundo en este tema, pero vamos a hacerlo ahora. Vamos a leer en Juan 7:37-39 37. En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. 38. El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva. 39. Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en él… Jesús está hablando esta verdad a la samaritana, pero ella estaba pensando en el agua natural. Yo tengo una pregunta: ¿Hay ríos de agua viva corriendo en tu vida? Si habita el Espíritu Santo en nosotros puede estar sucediendo; esto es lo que Dios quiere. En Apocalipsis 21:6 Jesús dijo: …Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin. Al que tuviere sed, yo le daré gratuitamente de la fuente del agua de la vida. Es lo que Jesús dijo a la samaritana; el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna. Ahora, ¿te das cuenta lo que Él está preparando para nosotros, su pueblo, en los últimos días? Ahora vamos a leer en Juan 4:23-24 23. Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren. 24. Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren. No importa cómo se llama el templo al que vas, no importa si eres judío, gentil o samaritano, o tal vez mexicano. No importa si eres cubano o americano, ¡no, eso no importa!, o si eres católico o bautista, ¡qué importa!… Lo que importa es que le adores en espíritu y en verdad al Señor, lo importante es que seas un seguidor de Jesús. ¿Me explico? Sigamos leyendo en Juan 4:25 y 26 25. Le dijo la mujer: Sé que ha de venir el Mesías, llamado el Cristo; cuando él venga nos declarará todas las cosas. 26. Jesús le dijo: Yo soy, el que habla contigo. Brinquemos al versículo 28 28. Entonces la mujer dejó su cántaro, y fue a la ciudad, y dijo a los hombres: 29. Venid, ved a un hombre que me ha dicho todo cuanto he hecho. ¿No será éste el Cristo? Ella dijo: “Me ha dicho todo cuanto he hecho”. Él conocía la vida de la mujer samaritana, y yo te tengo noticias: Él conoce tu vida también, no hay nada oculto en tu vida que Dios no ve. Recuerda, tú no puedes esconderte de Él… Él sabe todo, ¡todo de tu vida! Algunos piensan; “yo he pecado demasiado y… no creo que Él me pueda perdonar”. Pero, está escrito: La sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado. En Isaías 61:1 1. El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí, porque me ungió Jehová; me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos… Jesús vino para darnos una vida nueva. |
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Jesús: El MesÃas, El Yo Soy II |
La semana pasada vimos que Jesús se dio a conocer a una mujer samaritana como el Mesías. Mientras, sus discípulos habían ido a la ciudad para comprar algo de comer, ¿recuerdan? Vamos a repasar un poco lo que sucedió… Él estaba sentado junto al pozo y Jesús le dice a ella; “dame de beber”. Yo no sé si antes dijeron buenos días, buenas tardes, pero veamos lo que dice la Escritura en Juan 4:9-14 9. La mujer samaritana le dijo: ¿Cómo tú, siendo judío, me pides a mí de beber, que soy mujer samaritana? Porque judíos y samaritanos no se tratan entre sí. La razón es que había contienda entre ellos y ella estaba lista para pelear; tal vez la mujer se preguntaba: ¿Quién es este judío que me pide de beber? 10. Respondió Jesús y le dijo: Si conocieras el don de Dios, y quién es el que te dice: Dame de beber; tú le pedirías, y él te daría agua viva. 11. La mujer le dijo: Señor, no tienes con qué sacarla, y el pozo es hondo. ¿De dónde, pues, tienes el agua viva? Brinquemos al versículo 14 14. más el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna. La semana pasada no entramos profundo en este tema, pero vamos a hacerlo ahora. Vamos a leer en Juan 7:37-39 37. En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. 38. El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva. 39. Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en él… Jesús está hablando esta verdad a la samaritana, pero ella estaba pensando en el agua natural. Yo tengo una pregunta: ¿Hay ríos de agua viva corriendo en tu vida? Si habita el Espíritu Santo en nosotros puede estar sucediendo; esto es lo que Dios quiere. En Apocalipsis 21:6 Jesús dijo: …Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin. Al que tuviere sed, yo le daré gratuitamente de la fuente del agua de la vida. Es lo que Jesús dijo a la samaritana; el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna. Ahora, ¿te das cuenta lo que Él está preparando para nosotros, su pueblo, en los últimos días? Ahora vamos a leer en Juan 4:23-24 23. Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren. 24. Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren. No importa cómo se llama el templo al que vas, no importa si eres judío, gentil o samaritano, o tal vez mexicano. No importa si eres cubano o americano, ¡no, eso no importa!, o si eres católico o bautista, ¡qué importa!… Lo que importa es que le adores en espíritu y en verdad al Señor, lo importante es que seas un seguidor de Jesús. ¿Me explico? Sigamos leyendo en Juan 4:25 y 26 25. Le dijo la mujer: Sé que ha de venir el Mesías, llamado el Cristo; cuando él venga nos declarará todas las cosas. 26. Jesús le dijo: Yo soy, el que habla contigo. Brinquemos al versículo 28 28. Entonces la mujer dejó su cántaro, y fue a la ciudad, y dijo a los hombres: 29. Venid, ved a un hombre que me ha dicho todo cuanto he hecho. ¿No será éste el Cristo? Ella dijo: “Me ha dicho todo cuanto he hecho”. Él conocía la vida de la mujer samaritana, y yo te tengo noticias: Él conoce tu vida también, no hay nada oculto en tu vida que Dios no ve. Recuerda, tú no puedes esconderte de Él… Él sabe todo, ¡todo de tu vida! Algunos piensan; “yo he pecado demasiado y… no creo que Él me pueda perdonar”. Pero, está escrito: La sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado. En Isaías 61:1 1. El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí, porque me ungió Jehová; me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos… Jesús vino para darnos una vida nueva. |
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La semana pasada vimos que Jesús se dio a conocer a una mujer samaritana como el Mesías. Mientras, sus discípulos habían ido a la ciudad para comprar algo de comer, ¿recuerdan? Vamos a repasar un poco lo que sucedió… Él estaba sentado junto al pozo y Jesús le dice a ella; “dame de beber”. Yo no sé si antes dijeron buenos días, buenas tardes, pero veamos lo que dice la Escritura en Juan 4:9-14 9. La mujer samaritana le dijo: ¿Cómo tú, siendo judío, me pides a mí de beber, que soy mujer samaritana? Porque judíos y samaritanos no se tratan entre sí. La razón es que había contienda entre ellos y ella estaba lista para pelear; tal vez la mujer se preguntaba: ¿Quién es este judío que me pide de beber? 10. Respondió Jesús y le dijo: Si conocieras el don de Dios, y quién es el que te dice: Dame de beber; tú le pedirías, y él te daría agua viva. 11. La mujer le dijo: Señor, no tienes con qué sacarla, y el pozo es hondo. ¿De dónde, pues, tienes el agua viva? Brinquemos al versículo 14 14. más el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna. La semana pasada no entramos profundo en este tema, pero vamos a hacerlo ahora. Vamos a leer en Juan 7:37-39 37. En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. 38. El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva. 39. Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en él… Jesús está hablando esta verdad a la samaritana, pero ella estaba pensando en el agua natural. Yo tengo una pregunta: ¿Hay ríos de agua viva corriendo en tu vida? Si habita el Espíritu Santo en nosotros puede estar sucediendo; esto es lo que Dios quiere. En Apocalipsis 21:6 Jesús dijo: …Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin. Al que tuviere sed, yo le daré gratuitamente de la fuente del agua de la vida. Es lo que Jesús dijo a la samaritana; el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna. Ahora, ¿te das cuenta lo que Él está preparando para nosotros, su pueblo, en los últimos días? Ahora vamos a leer en Juan 4:23-24 23. Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren. 24. Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren. No importa cómo se llama el templo al que vas, no importa si eres judío, gentil o samaritano, o tal vez mexicano. No importa si eres cubano o americano, ¡no, eso no importa!, o si eres católico o bautista, ¡qué importa!… Lo que importa es que le adores en espíritu y en verdad al Señor, lo importante es que seas un seguidor de Jesús. ¿Me explico? Sigamos leyendo en Juan 4:25 y 26 25. Le dijo la mujer: Sé que ha de venir el Mesías, llamado el Cristo; cuando él venga nos declarará todas las cosas. 26. Jesús le dijo: Yo soy, el que habla contigo. Brinquemos al versículo 28 28. Entonces la mujer dejó su cántaro, y fue a la ciudad, y dijo a los hombres: 29. Venid, ved a un hombre que me ha dicho todo cuanto he hecho. ¿No será éste el Cristo? Ella dijo: “Me ha dicho todo cuanto he hecho”. Él conocía la vida de la mujer samaritana, y yo te tengo noticias: Él conoce tu vida también, no hay nada oculto en tu vida que Dios no ve. Recuerda, tú no puedes esconderte de Él… Él sabe todo, ¡todo de tu vida! Algunos piensan; “yo he pecado demasiado y… no creo que Él me pueda perdonar”. Pero, está escrito: La sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado. En Isaías 61:1 1. El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí, porque me ungió Jehová; me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos… Jesús vino para darnos una vida nueva. |
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