La Sangre Redentora | |||||||
Abran sus Biblias en Génesis 4:8 8. Y dijo Caín a su hermano Abel: Salgamos al campo. Y aconteció que estando ellos en el campo, Caín se levantó contra su hermano Abel, y lo mató. Cuando Caín mató a su hermano Abel, su sangre fue derramada, ésta Escritura nos muestra, cómo Jesús un día, iba a morir y derramar Su sangre por causa de nuestro pecado. Por eso, en el libro de Hebreos 12:24 dice: …a Jesús el Mediador del nuevo pacto, y a la sangre rociada que habla mejor que la de Abel. En esta Escritura, vemos una relación entre la sangre de Abel y la sangre rociada de Jesús. Estamos hablando de la Sangre de Jesús. El libro de Efesios nos enseña que Dios nos amó desde antes de nacer y nos escogió para ser sus hijos. Efesios 1:5-7 5 …nos predestinó para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad, 6. para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado, 7. en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia. Voy a explicar esta Escritura:
¡Cuán grande es su amor! ¿Verdad? Vamos a ver otra Escritura; el apóstol Pablo escribió en 1ª Corintios 6:20 20. Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios. ¿A quién compró Dios? A ti y a mí; nuestro cuerpo y nuestro espíritu. ¿Cuál fue el precio? La sangre de nuestro Señor Jesucristo. Él, escogió morir en nuestro lugar, derramando Su preciosa sangre a nuestro favor para perdonar nuestros pecados. Ahora leamos en Romanos 6:1-3 1. ¿Qué, pues, diremos? ¿Perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde? 2. En ninguna manera. Porque los que hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos aún en él? 3. ¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte? Ahora, vamos al verso 11: 11. Así también vosotros consideraos muertos al pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús, Señor nuestro. ¿Lo leíste? Dice; ¡muertos al pecado! ¿Un muerto se emborracha? ¡No! ¿Un muerto puede fornicar? ¡No! ¿Un muerto puede mentir? ¿Puede robar? ¡Claro que no! ¿Qué pasa con ese muerto? Puedes, agarra un alfiler y, le picas… ¿Sabes que va a pasar? ¡Nada! No pasa nada porque está muerto. Entonces, “muertos al pecado” quiere decir que el pecado no tiene poder sobre nosotros. ¡Esa es la manera de vivir en Cristo! Sigamos leyendo en el versículo 12: 12. No reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo mortal, de modo que lo obedezcan en sus malos deseos; 13. ni tampoco presenten sus miembros al pecado como instrumentos de iniquidad, sino presenten a ustedes mismos a Dios como vivos de entre los muertos, y sus miembros a Dios como instrumentos de justicia. 14. Porque el pecado no se enseñoreará de ustedes; pues no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia. ¡Qué Escritura! ¡Qué verdad! Cada día podemos regocijarnos, hemos sido comprados para Dios. Hemos sido libertados de la esclavitud de Satanás, hemos sido redimidos del pecado. Si tú, tienes pecado en tu corazón y sabes que este pecado te ha alejado del corazón del Señor, ¡éste es el momento de pedirle perdón y que Su sangre limpie ese pecado! ¡No permitas que te siga atando! ¡Sé libre! Ora… ¡El Señor está esperándote! Si tú nunca le has entregado tu vida a Cristo, entonces, recíbelo en tu corazón y que Él perdone tus pecados con Su sangre preciosa. ¡Hoy es el día! Recibe Su perdón y acéptalo como el Señor de tu vida. |
|
||||||
Ver Mas |
La Sangre Redentora |
Abran sus Biblias en Génesis 4:8 8. Y dijo Caín a su hermano Abel: Salgamos al campo. Y aconteció que estando ellos en el campo, Caín se levantó contra su hermano Abel, y lo mató. Cuando Caín mató a su hermano Abel, su sangre fue derramada, ésta Escritura nos muestra, cómo Jesús un día, iba a morir y derramar Su sangre por causa de nuestro pecado. Por eso, en el libro de Hebreos 12:24 dice: …a Jesús el Mediador del nuevo pacto, y a la sangre rociada que habla mejor que la de Abel. En esta Escritura, vemos una relación entre la sangre de Abel y la sangre rociada de Jesús. Estamos hablando de la Sangre de Jesús. El libro de Efesios nos enseña que Dios nos amó desde antes de nacer y nos escogió para ser sus hijos. Efesios 1:5-7 5 …nos predestinó para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad, 6. para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado, 7. en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia. Voy a explicar esta Escritura:
¡Cuán grande es su amor! ¿Verdad? Vamos a ver otra Escritura; el apóstol Pablo escribió en 1ª Corintios 6:20 20. Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios. ¿A quién compró Dios? A ti y a mí; nuestro cuerpo y nuestro espíritu. ¿Cuál fue el precio? La sangre de nuestro Señor Jesucristo. Él, escogió morir en nuestro lugar, derramando Su preciosa sangre a nuestro favor para perdonar nuestros pecados. Ahora leamos en Romanos 6:1-3 1. ¿Qué, pues, diremos? ¿Perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde? 2. En ninguna manera. Porque los que hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos aún en él? 3. ¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte? Ahora, vamos al verso 11: 11. Así también vosotros consideraos muertos al pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús, Señor nuestro. ¿Lo leíste? Dice; ¡muertos al pecado! ¿Un muerto se emborracha? ¡No! ¿Un muerto puede fornicar? ¡No! ¿Un muerto puede mentir? ¿Puede robar? ¡Claro que no! ¿Qué pasa con ese muerto? Puedes, agarra un alfiler y, le picas… ¿Sabes que va a pasar? ¡Nada! No pasa nada porque está muerto. Entonces, “muertos al pecado” quiere decir que el pecado no tiene poder sobre nosotros. ¡Esa es la manera de vivir en Cristo! Sigamos leyendo en el versículo 12: 12. No reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo mortal, de modo que lo obedezcan en sus malos deseos; 13. ni tampoco presenten sus miembros al pecado como instrumentos de iniquidad, sino presenten a ustedes mismos a Dios como vivos de entre los muertos, y sus miembros a Dios como instrumentos de justicia. 14. Porque el pecado no se enseñoreará de ustedes; pues no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia. ¡Qué Escritura! ¡Qué verdad! Cada día podemos regocijarnos, hemos sido comprados para Dios. Hemos sido libertados de la esclavitud de Satanás, hemos sido redimidos del pecado. Si tú, tienes pecado en tu corazón y sabes que este pecado te ha alejado del corazón del Señor, ¡éste es el momento de pedirle perdón y que Su sangre limpie ese pecado! ¡No permitas que te siga atando! ¡Sé libre! Ora… ¡El Señor está esperándote! Si tú nunca le has entregado tu vida a Cristo, entonces, recíbelo en tu corazón y que Él perdone tus pecados con Su sangre preciosa. ¡Hoy es el día! Recibe Su perdón y acéptalo como el Señor de tu vida. |
Ver Mas |
La Sangre Redentora |
Abran sus Biblias en Génesis 4:8 8. Y dijo Caín a su hermano Abel: Salgamos al campo. Y aconteció que estando ellos en el campo, Caín se levantó contra su hermano Abel, y lo mató. Cuando Caín mató a su hermano Abel, su sangre fue derramada, ésta Escritura nos muestra, cómo Jesús un día, iba a morir y derramar Su sangre por causa de nuestro pecado. Por eso, en el libro de Hebreos 12:24 dice: …a Jesús el Mediador del nuevo pacto, y a la sangre rociada que habla mejor que la de Abel. En esta Escritura, vemos una relación entre la sangre de Abel y la sangre rociada de Jesús. Estamos hablando de la Sangre de Jesús. El libro de Efesios nos enseña que Dios nos amó desde antes de nacer y nos escogió para ser sus hijos. Efesios 1:5-7 5 …nos predestinó para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad, 6. para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado, 7. en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia. Voy a explicar esta Escritura:
¡Cuán grande es su amor! ¿Verdad? Vamos a ver otra Escritura; el apóstol Pablo escribió en 1ª Corintios 6:20 20. Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios. ¿A quién compró Dios? A ti y a mí; nuestro cuerpo y nuestro espíritu. ¿Cuál fue el precio? La sangre de nuestro Señor Jesucristo. Él, escogió morir en nuestro lugar, derramando Su preciosa sangre a nuestro favor para perdonar nuestros pecados. Ahora leamos en Romanos 6:1-3 1. ¿Qué, pues, diremos? ¿Perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde? 2. En ninguna manera. Porque los que hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos aún en él? 3. ¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte? Ahora, vamos al verso 11: 11. Así también vosotros consideraos muertos al pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús, Señor nuestro. ¿Lo leíste? Dice; ¡muertos al pecado! ¿Un muerto se emborracha? ¡No! ¿Un muerto puede fornicar? ¡No! ¿Un muerto puede mentir? ¿Puede robar? ¡Claro que no! ¿Qué pasa con ese muerto? Puedes, agarra un alfiler y, le picas… ¿Sabes que va a pasar? ¡Nada! No pasa nada porque está muerto. Entonces, “muertos al pecado” quiere decir que el pecado no tiene poder sobre nosotros. ¡Esa es la manera de vivir en Cristo! Sigamos leyendo en el versículo 12: 12. No reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo mortal, de modo que lo obedezcan en sus malos deseos; 13. ni tampoco presenten sus miembros al pecado como instrumentos de iniquidad, sino presenten a ustedes mismos a Dios como vivos de entre los muertos, y sus miembros a Dios como instrumentos de justicia. 14. Porque el pecado no se enseñoreará de ustedes; pues no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia. ¡Qué Escritura! ¡Qué verdad! Cada día podemos regocijarnos, hemos sido comprados para Dios. Hemos sido libertados de la esclavitud de Satanás, hemos sido redimidos del pecado. Si tú, tienes pecado en tu corazón y sabes que este pecado te ha alejado del corazón del Señor, ¡éste es el momento de pedirle perdón y que Su sangre limpie ese pecado! ¡No permitas que te siga atando! ¡Sé libre! Ora… ¡El Señor está esperándote! Si tú nunca le has entregado tu vida a Cristo, entonces, recíbelo en tu corazón y que Él perdone tus pecados con Su sangre preciosa. ¡Hoy es el día! Recibe Su perdón y acéptalo como el Señor de tu vida. |
Ver Mas |