Comprados con Su Sangre | |||||||
La semana pasada hablamos de la sangre redentora. Vimos que la sangre de Jesús habla mejor que la de Abel. También Vimos en Efesios capítulo 1 que: Dios nos amó primero. Nos escogió antes de nacer. Nos escogió para ser Sus hijos. Nos aceptó en Jesús. Nos compró por la sangre de Cristo y, Nos perdonó por la sangre de Jesús. ¡Qué importante, valiosa y poderosa es la sangre de Jesús! Vamos a continuar… Cuando usted ha sido redimido o comprado por la sangre de Jesucristo, usted puede decir lo que está en Gálatas 2:20 20. Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí. ¡El cual me amó y se entregó a sí mismo por mí! ¡Qué tremenda salvación! Podemos entender que nuestra salvación, costó Su sangre… preciosa sangre de nuestro Señor Jesucristo. Quiero leer en Colosenses 1:15-16 15. Él es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación. 16. Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él. ¿Es claro? No estamos tratando con un carpintero, estamos tratando con el que hizo los CIELOS Y LA TIERRA; JESUCRISTO NUESTRO DIOS. Que Dios nos revele la grandeza de Su amor y quién es Él. Sigamos en el versículo 17: 17. Y él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten. Estamos hablando de Jesús, mis amados. Continuemos, versículo 18 18. y él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia, él que es el principio, el primogénito de entre los muertos, para que en todo tenga la preeminencia; 19. por cuanto agradó al Padre que en él habitase toda plenitud, 20. y por medio de él reconciliar consigo todas las cosas, así las que están en la tierra como las que están en los cielos, haciendo la paz mediante la sangre de su cruz. 21. Y a vosotros también, que eran en otro tiempo extraños y enemigos en vuestra mente, haciendo malas obras, ahora los ha reconciliado 22. en su cuerpo de carne, por medio de la muerte, para presentarlos santos y sin mancha e irreprensibles delante de él ¡Qué grande es nuestro Dios! ¡Cuán grande es su salvación para nosotros! ¿Verdad? En el Antiguo Pacto o Primer Pacto, que fue por medio de Moisés, Dios instruyó a su pueblo a ofrecer sacrificios de corderos y entonces; leemos en Hebreos 9:6 y 7 6. Y así dispuestas estas cosas, en la primera parte del tabernáculo entran los sacerdotes continuamente para cumplir los oficios del culto; 7. pero en la segunda parte, sólo el sumo sacerdote una vez al año, no sin sangre, la cual ofrece por sí mismo y por los pecados de ignorancia del pueblo Pero esta sangre de corderos y de toros, no podía quitar los pecados ni limpiar la conciencia de nadie, pero, con esto en mente. Leemos en el verso 8a: 8. dando el Espíritu Santo a entender con esto que aún no se había manifestado el camino al Lugar Santísimo… En otras palabras; el Espíritu Santo daba a entender que Jesucristo sería nuestro Sumo Sacerdote, mediador del Nuevo Pacto. ¿Cómo sabemos esto? Porque Dios lo confirmó con juramentos; Leamos en Hebreos 7:21b y 22 …Juró el Señor, y no se arrepentirá: Tú eres sacerdote para siempre, según el orden de Melquisedec. 22. Por tanto, Jesús es hecho fiador de un mejor pacto. El Antiguo Pacto era temporal, el Nuevo Pacto es para siempre. Cristo murió una sola vez y para siempre. ¡Una vez para siempre! Leamos en Hebreos 7:24 y 25 voy a leerlo en otra versión. 24. Pero Éste, por cuanto permanece eternamente, su sacerdocio no deja de ser, 25. y puede salvar para siempre a los que se acercan a Dios por medio de Él, pues Él vive eternamente e intercede por ellos; Para terminar, leamos en Hebreos 8:1 Ahora bien, el punto principal de lo que venimos diciendo es que tenemos tal sumo sacerdote, el cual se sentó a la diestra del trono de la Majestad en los cielos. ¡Qué poderosa palabra! Con esta palabra que hemos leído, vemos por qué: Jesucristo puede salvar para siempre a los que se acercan a Dios por medio de Él. DIOS PADRE lo hizo SUMO SACERDOTE para SIEMPRE. Él es nuestro SACERDOTE ETERNO. Ahora, si estás agradecido con DIOS PADRE por esta SALVACIÓN ETERNA, te invito a darle gracias, a alabarle y adorarle. Oremos: Señor, yo pido bendición, sobre bendición, la comprensión de la grandeza de la salvación que Tú nos has dado y la realidad de que estaremos contigo por la eternidad. Señor gracias por la revelación de la eternidad contigo, por la revelación del poder de Tu sangre. Ayúdanos a ir más profundo en el conocimiento de Tu sangre para nosotros. Yo pido que cada persona que dice: “aquí está mi corazón”, tú la recibas para siempre. |
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La semana pasada hablamos de la sangre redentora. Vimos que la sangre de Jesús habla mejor que la de Abel. También Vimos en Efesios capítulo 1 que: Dios nos amó primero. Nos escogió antes de nacer. Nos escogió para ser Sus hijos. Nos aceptó en Jesús. Nos compró por la sangre de Cristo y, Nos perdonó por la sangre de Jesús. ¡Qué importante, valiosa y poderosa es la sangre de Jesús! Vamos a continuar… Cuando usted ha sido redimido o comprado por la sangre de Jesucristo, usted puede decir lo que está en Gálatas 2:20 20. Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí. ¡El cual me amó y se entregó a sí mismo por mí! ¡Qué tremenda salvación! Podemos entender que nuestra salvación, costó Su sangre… preciosa sangre de nuestro Señor Jesucristo. Quiero leer en Colosenses 1:15-16 15. Él es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación. 16. Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él. ¿Es claro? No estamos tratando con un carpintero, estamos tratando con el que hizo los CIELOS Y LA TIERRA; JESUCRISTO NUESTRO DIOS. Que Dios nos revele la grandeza de Su amor y quién es Él. Sigamos en el versículo 17: 17. Y él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten. Estamos hablando de Jesús, mis amados. Continuemos, versículo 18 18. y él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia, él que es el principio, el primogénito de entre los muertos, para que en todo tenga la preeminencia; 19. por cuanto agradó al Padre que en él habitase toda plenitud, 20. y por medio de él reconciliar consigo todas las cosas, así las que están en la tierra como las que están en los cielos, haciendo la paz mediante la sangre de su cruz. 21. Y a vosotros también, que eran en otro tiempo extraños y enemigos en vuestra mente, haciendo malas obras, ahora los ha reconciliado 22. en su cuerpo de carne, por medio de la muerte, para presentarlos santos y sin mancha e irreprensibles delante de él ¡Qué grande es nuestro Dios! ¡Cuán grande es su salvación para nosotros! ¿Verdad? En el Antiguo Pacto o Primer Pacto, que fue por medio de Moisés, Dios instruyó a su pueblo a ofrecer sacrificios de corderos y entonces; leemos en Hebreos 9:6 y 7 6. Y así dispuestas estas cosas, en la primera parte del tabernáculo entran los sacerdotes continuamente para cumplir los oficios del culto; 7. pero en la segunda parte, sólo el sumo sacerdote una vez al año, no sin sangre, la cual ofrece por sí mismo y por los pecados de ignorancia del pueblo Pero esta sangre de corderos y de toros, no podía quitar los pecados ni limpiar la conciencia de nadie, pero, con esto en mente. Leemos en el verso 8a: 8. dando el Espíritu Santo a entender con esto que aún no se había manifestado el camino al Lugar Santísimo… En otras palabras; el Espíritu Santo daba a entender que Jesucristo sería nuestro Sumo Sacerdote, mediador del Nuevo Pacto. ¿Cómo sabemos esto? Porque Dios lo confirmó con juramentos; Leamos en Hebreos 7:21b y 22 …Juró el Señor, y no se arrepentirá: Tú eres sacerdote para siempre, según el orden de Melquisedec. 22. Por tanto, Jesús es hecho fiador de un mejor pacto. El Antiguo Pacto era temporal, el Nuevo Pacto es para siempre. Cristo murió una sola vez y para siempre. ¡Una vez para siempre! Leamos en Hebreos 7:24 y 25 voy a leerlo en otra versión. 24. Pero Éste, por cuanto permanece eternamente, su sacerdocio no deja de ser, 25. y puede salvar para siempre a los que se acercan a Dios por medio de Él, pues Él vive eternamente e intercede por ellos; Para terminar, leamos en Hebreos 8:1 Ahora bien, el punto principal de lo que venimos diciendo es que tenemos tal sumo sacerdote, el cual se sentó a la diestra del trono de la Majestad en los cielos. ¡Qué poderosa palabra! Con esta palabra que hemos leído, vemos por qué: Jesucristo puede salvar para siempre a los que se acercan a Dios por medio de Él. DIOS PADRE lo hizo SUMO SACERDOTE para SIEMPRE. Él es nuestro SACERDOTE ETERNO. Ahora, si estás agradecido con DIOS PADRE por esta SALVACIÓN ETERNA, te invito a darle gracias, a alabarle y adorarle. Oremos: Señor, yo pido bendición, sobre bendición, la comprensión de la grandeza de la salvación que Tú nos has dado y la realidad de que estaremos contigo por la eternidad. Señor gracias por la revelación de la eternidad contigo, por la revelación del poder de Tu sangre. Ayúdanos a ir más profundo en el conocimiento de Tu sangre para nosotros. Yo pido que cada persona que dice: “aquí está mi corazón”, tú la recibas para siempre. |
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La semana pasada hablamos de la sangre redentora. Vimos que la sangre de Jesús habla mejor que la de Abel. También Vimos en Efesios capítulo 1 que: Dios nos amó primero. Nos escogió antes de nacer. Nos escogió para ser Sus hijos. Nos aceptó en Jesús. Nos compró por la sangre de Cristo y, Nos perdonó por la sangre de Jesús. ¡Qué importante, valiosa y poderosa es la sangre de Jesús! Vamos a continuar… Cuando usted ha sido redimido o comprado por la sangre de Jesucristo, usted puede decir lo que está en Gálatas 2:20 20. Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí. ¡El cual me amó y se entregó a sí mismo por mí! ¡Qué tremenda salvación! Podemos entender que nuestra salvación, costó Su sangre… preciosa sangre de nuestro Señor Jesucristo. Quiero leer en Colosenses 1:15-16 15. Él es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación. 16. Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él. ¿Es claro? No estamos tratando con un carpintero, estamos tratando con el que hizo los CIELOS Y LA TIERRA; JESUCRISTO NUESTRO DIOS. Que Dios nos revele la grandeza de Su amor y quién es Él. Sigamos en el versículo 17: 17. Y él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten. Estamos hablando de Jesús, mis amados. Continuemos, versículo 18 18. y él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia, él que es el principio, el primogénito de entre los muertos, para que en todo tenga la preeminencia; 19. por cuanto agradó al Padre que en él habitase toda plenitud, 20. y por medio de él reconciliar consigo todas las cosas, así las que están en la tierra como las que están en los cielos, haciendo la paz mediante la sangre de su cruz. 21. Y a vosotros también, que eran en otro tiempo extraños y enemigos en vuestra mente, haciendo malas obras, ahora los ha reconciliado 22. en su cuerpo de carne, por medio de la muerte, para presentarlos santos y sin mancha e irreprensibles delante de él ¡Qué grande es nuestro Dios! ¡Cuán grande es su salvación para nosotros! ¿Verdad? En el Antiguo Pacto o Primer Pacto, que fue por medio de Moisés, Dios instruyó a su pueblo a ofrecer sacrificios de corderos y entonces; leemos en Hebreos 9:6 y 7 6. Y así dispuestas estas cosas, en la primera parte del tabernáculo entran los sacerdotes continuamente para cumplir los oficios del culto; 7. pero en la segunda parte, sólo el sumo sacerdote una vez al año, no sin sangre, la cual ofrece por sí mismo y por los pecados de ignorancia del pueblo Pero esta sangre de corderos y de toros, no podía quitar los pecados ni limpiar la conciencia de nadie, pero, con esto en mente. Leemos en el verso 8a: 8. dando el Espíritu Santo a entender con esto que aún no se había manifestado el camino al Lugar Santísimo… En otras palabras; el Espíritu Santo daba a entender que Jesucristo sería nuestro Sumo Sacerdote, mediador del Nuevo Pacto. ¿Cómo sabemos esto? Porque Dios lo confirmó con juramentos; Leamos en Hebreos 7:21b y 22 …Juró el Señor, y no se arrepentirá: Tú eres sacerdote para siempre, según el orden de Melquisedec. 22. Por tanto, Jesús es hecho fiador de un mejor pacto. El Antiguo Pacto era temporal, el Nuevo Pacto es para siempre. Cristo murió una sola vez y para siempre. ¡Una vez para siempre! Leamos en Hebreos 7:24 y 25 voy a leerlo en otra versión. 24. Pero Éste, por cuanto permanece eternamente, su sacerdocio no deja de ser, 25. y puede salvar para siempre a los que se acercan a Dios por medio de Él, pues Él vive eternamente e intercede por ellos; Para terminar, leamos en Hebreos 8:1 Ahora bien, el punto principal de lo que venimos diciendo es que tenemos tal sumo sacerdote, el cual se sentó a la diestra del trono de la Majestad en los cielos. ¡Qué poderosa palabra! Con esta palabra que hemos leído, vemos por qué: Jesucristo puede salvar para siempre a los que se acercan a Dios por medio de Él. DIOS PADRE lo hizo SUMO SACERDOTE para SIEMPRE. Él es nuestro SACERDOTE ETERNO. Ahora, si estás agradecido con DIOS PADRE por esta SALVACIÓN ETERNA, te invito a darle gracias, a alabarle y adorarle. Oremos: Señor, yo pido bendición, sobre bendición, la comprensión de la grandeza de la salvación que Tú nos has dado y la realidad de que estaremos contigo por la eternidad. Señor gracias por la revelación de la eternidad contigo, por la revelación del poder de Tu sangre. Ayúdanos a ir más profundo en el conocimiento de Tu sangre para nosotros. Yo pido que cada persona que dice: “aquí está mi corazón”, tú la recibas para siempre. |
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