Ãxito Garantizado IV | |||||||
El Enojo ¿Has visto la famosa caricatura que muestra las consecuencias y los alcances del enojo? Primero se muestra al jefe gritando al empleado; después el empleado, ya en casa, grita a la esposa, ésta a su vez, desquita su enojo con el hijo. La última secuencia de esta caricatura muestra al niño, ¡dándole una patada al pobre perro!, que a su vez, corre al gato. Todos nos enojamos pero si no aprendemos a controlar nuestras emociones, nos pueden destruir. De hecho, la ira y la hostilidad están destruyendo a individuos, familias y naciones enteras. El enojo es la forma más común por medio del cual la mayoría de los hombres expresa sus frustraciones, hasta algunos tienen la idea de que es un rasgo masculino justificable. Quiero aclarar que el enojo en sí no es pecado, de hecho, existen muchas situaciones en la vida en que el hombre debe de enojarse, por ejemplo: Por el abuso de niños, las injusticias contra los indígenas y por otras cosas: Cuando tu hijo choca tu coche nuevo, por descuido. Cuando tu suegra te insulta descaradamente. Cuando tu hija se droga. Cuando el perro de tu vecino ladra toda la noche, ¡claro que usted se enoja! Lo que la Palabra de Dios condena es el enojo o la ira fuera de control, también advierte que uno no debe ser una persona que fácilmente se enoja. Proverbios 29:11 “El necio da rienda suelta a toda su ira …”. Proverbios 14:17 “El que fácilmente se enoja, hará locuras …”. ¿Has conocido a hombres que desde que despiertan en la mañana están enojados? Algunos controlan a sus esposas e hijos por medio de la intimidación; gritan, se enojan, dan órdenes y todos obedecen... no por amor, sino por terror. Salomón, en el libro de Proverbios, tiene mucho que decir sobre el hombre iracundo y sobre el tema del enojo. La primera pregunta es; ¿por qué nos enojamos? Las Frustraciones y Desilusiones de la Vida Todos experimentamos contrariedades y desilusiones, porque las cosas no siempre salen como quisiéramos. Alberto ha sido muy responsable en su trabajo, pero cada vez que confía en tener un ascenso, se lo dan a alguien más. Él batalla mucho con la amargura, no sabe si “aventar las cosas” o seguir siendo tan responsable como siempre ha sido; como no puede desquitarse con el jefe, Alberto se desquita con la familia. Las Heridas y el Rechazo Si de niño o joven sufriste del rechazo y no has sido sanado, lo más probable es que haya rencor y hostilidad dentro de ti. Jaime se sentó delante de un consejero y contó cómo su esposa estaba a punto de dejarlo por su ira incontrolable, de hecho, había perdido varios trabajos por el mismo problema. Al investigar sobre su niñez, resultó que su propio padre había sido igual, un hombre iracundo que nunca le mostró afecto. Jaime se sentía rechazado y fracasado. El único tiempo cuando se sentía fuerte y varonil era cuando estaba enojado. Patrones Aprendidos Omar es otro caso: De niño, él recuerda el terror que sentía al ver a su padre, un hombre iracundo, maltratar a su madre, él siempre decía: “No voy a ser como mi padre”. Sin embargo, cuando Omar se casó, sólo dos meses después de la boda, él encontró que estaba actuando en la misma forma de su padre: Enojo fuera de control, pero ahora en Cristo, él pudo romper esta maldición familiar y patrón generacional. Él no tenía que repetir los mismos errores de su padre, ¡y tú tampoco! La Persona Iracunda Salomón nos da tres razones por las cuales debemos tener paciencia: La paciencia calma el enojo en otros Proverbios 15:1 “La blanda respuesta quita la ira, mas la palabra áspera hace subir el furor”. La paciencia evita disputas Proverbios 15:18 (Versión Dios Habla Hoy) “El que es impulsivo provoca peleas; el que es paciente las apacigua”. Y la paciencia muestra la prudencia y entendimiento Proverbios 14:29 “El que tarda en airarse es grande de entendimiento; mas el que es impaciente de espíritu enaltece la necedad”. La versión de la Biblia “Dios Habla Hoy” de este versículo dice: “Ser paciente es muestra de mucha inteligencia; ser impaciente es muestra de insensatez”. Proverbios no sólo nos exhorta a no ser un hombre enojón, sino que aun nos advierte de mantenernos lejos de tales personas. Proverbios 22:24, 25 “No te entremetas con el iracundo, ni te acompañes con el hombre de enojos ...”. Los resultados de Guardar el Enojo El guardar enojo y hostilidad trae consecuencias a corto y a largo plazo, y nos afectará en al menos tres áreas: 1) Físicamente Según el Dr. Redford Williams del Centro Médico de la Universidad de Duke en Estados Unidos, “Los individuos que son hostiles y enojones son cinco veces más propensos a morir de enfermedades del corazón y seis veces más propensos a morir prematuramente de otras causas”. Los científicos también creen que la ira aumenta los niveles de hormonas, y éstas a su vez causan endurecimiento de las arterias. La ira guardada o fuera de control puede causar los siguientes síntomas físicos: Descarga de azúcar en la sangre, alta presión arterial, ritmo cardiaco acelerado, úlceras gástricas, y mucho más. El libro, “Ninguna de Estas Enfermedades”, menciona 51 enfermedades que pueden tener como causa las tensiones producidas por el enojo. Algunos son presión sanguínea alta, ataques al corazón, colitis, artritis, cálculos en los riñones y problemas en la vesícula biliar. El Dr. Henry Brandt, dice: “Aproximadamente el 97% de los casos de úlceras sangrantes que he tratado, y que no tenían origen orgánico, eran provocados por el enojo”. 2) Emocionalmente Si usted se enoja fácilmente, va a afectar sus relaciones interpersonales. Proverbios 29:22 “El hombre iracundo levanta contiendas...”. El lugar donde se nota más las devastadoras consecuencias del enojo es el hogar. Incontable número de matrimonios se han arruinado y la vida de millones de niños y jóvenes se ha destruido por el enojo no controlado de sus padres. Conozco de un caso en que una esposa llegó con el pastor porque se iba a divorciar después de 30 años de matrimonio. Ella cuenta que su esposo era un hombre trabajador de mucho éxito en su negocio, pero tenía un defecto que ella ya no podía perdonar. Era un hombre iracundo que les imponía castigos físicos excesivos a sus tres hijos. Por no controlar su ira, en ocasiones castigaba al hijo mayor con golpes brutales, hasta que el muchacho se escapó de la casa. Por su enojo fuera de control, este padre había destruido la relación con su hijo y como consecuencia, ¡ahora iba a perder su matrimonio! Con toda certeza, son más los hijos que se han alejado de sus padres a causa de la ira del padre que por cualquier otro motivo y lo trágico del asunto es que, por lo general, los padres iracundos producen hijos iracundos. 3) Espiritualmente La ira no sólo es una debilidad, sino es un pecado. Proverbios 29:22 “El hombre iracundo levanta contiendas, y el furioso muchas veces peca”. Es interesante que la Biblia coloca las iras y contiendas en la misma lista juntamente con la idolatría y el adulterio. Gálatas 5:19, 20 “Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas…”. Dios sabe que si tú no aprendes a controlar o canalizar tu ira en algo constructivo, te hará mucho daño. “Yo Nunca me Enojo” Ya hemos visto cómo algunos hombres controlan a su familia a través de los gritos, enojo y temor, pero seguramente hay otros hombres leyendo esto que se autojustifican porque “nunca se enojan”. ¿Sabes qué? Tú necesitas ayuda igual que el hombre iracundo. La razón por lo cual una persona nunca se enoja, por lo general, es porque es demasiado pasiva y teme la confrontación; hará cualquier cosa para evitar una confrontación. Una esposa me dijo que su marido controla las circunstancias con su pasividad. ¿Tu esposa tiene que llevar a cabo la disciplina de los hijos porque tú no quieres confrontarlos? Cuando tu hermano llega - sin previo aviso - con sus seis hijos desordenados para pasar sus vacaciones, ¿es tu esposa la persona que tiene que confrontar la situación? Cuando el director de la escuela pide una cita con los papás de tu Juanito porque ya no lo pueden controlar, ¿es tu esposa la que siempre tiene que ir? El enojo, cuando no está fuera de control, es una emoción que nos puede motivar a resolver los problemas de la vida. El hombre débil, pasivo y temeroso de confrontar situaciones difíciles, no glorifica a Dios. Cómo Vencer el Enojo: Enfréntalo Probablemente no aventamos los muebles, ni abusamos físicamente de la esposa ni de los niños, ni insultamos a los vecinos con maldiciones, entonces; ¿cómo expresamos nuestro enojo? Lo que muchos hacen es negarlo y guardarlo adentro hasta que explotan. Mientras a la mujer le gusta hablar de sus problemas, el hombre tiende a negar que existen. Cuando nos sentimos frustrados, ¿qué hacemos? Muchos se encierran en sí mismos y no quieren hablar, otros “se escapan” de la realidad, viendo la televisión hora tras hora. Identifica la Causa de tu Ira Si tú eres una de estas personas que tiene por dentro una furia y hostilidad desde que despierta en la mañana, es necesario identificar la raíz de tu problema o jamás serás libre. ¿Experimentaste el rechazo o traición de una persona clave en tu vida? ¿Tu padre o su madre te golpearon de una forma brutal? ¿Fuiste abusado sexual o verbalmente de niño? ¿Tu ira es un comportamiento aprendido en tu padre? ¿Siempre quisiste estudiar una carrera y no tuviste la oportunidad de hacerlo? Una vez que identifiques la causa de tu enojo, estarás listo para el siguiente paso: Decide Perdonar El Padre nuestro dice: "Y perdónanos… como (en la misma manera) perdonamos ”. No pudiera ser más claro; si nosotros no perdonamos, no seremos perdonados. Si alguien dijera: “No puedo perdonar” o “No siento perdonar”, hay buenas noticias: Perdonar no es una emoción, sino una decisión. Existen muchos malos entendidos en cuanto al perdonar; algunos piensan que es señal de debilidad, cuando en realidad es lo opuesto; requiere fuerza y madurez. Si tú estás lleno de enojo con tu hijo drogadicto por todo el dolor que te ha causado, decide perdonarle - por el bien de ambos - aunque esto no cambia el hecho de que tome medidas firmes para disciplinarle por su mala conducta. El verdadero amor tiene que ser firme. Si tú eres un hombre de negocios y tu socio te robó, en el nivel personal, perdónalo; sin embargo, esto no quiere decir que tengas que continuar en sociedad con él o que no puedas luchar legalmente para recuperar tu dinero, sólo quiere decir que no puedes odiarlo, ni desearle mal. Una vez alguien me preguntó si como cristiano él pudiera demandar al individuo que le había defraudado millones de pesos y le dije que sí, pero que en medio del proceso, guardara su corazón del rencor. Dirige tu ira contra Satanás Juntamente con el arma de perdonar a las personas que te hicieron daño, la manera más efectiva de canalizar su hostilidad es a través de la guerra espiritual, enojándose contra Satanás, el autor de todo pecado. Sé un hombre de oración, empieza a atar al enemigo en la vida de tu hijo rebelde y de tu vecino latoso o de su esposa que está pidiendo el divorcio. Declara la liberación de estas personas. Expresa tu Enojo Sin Pecar Es importante notar que hay situaciones por las cuales debemos enojarnos. Efesios 4:26 ”Airaos pero no pequéis...”. Nos enseña que hay maneras correctas e incorrectas de responder al enojo. Jesús es nuestro ejemplo. Él se enojó con los cambistas en el templo y los corrió; su celo por la justicia le hizo tomar acción. Él expresó “ira santa”. Obviamente, hay ocasiones en la vida de cada padre cuando se enoja con los hijos por su rebeldía, pero esto es muy diferente a ser un padre gritón e iracundo día tras día. Mi hijo Chris todavía recuerda la ocasión en que me enojé mucho - y su madre igual - porque él se había ido de la casa para buscar ardillas sin avisarnos. En aquel tiempo vivíamos en un pueblito llamado La Junta, Chihuahua y Chris tenía únicamente unos 10 años. Por ser los primeros en predicar el evangelio en La Junta, tuvimos muchos enemigos. Después de buscar a nuestro hijo por todo el pueblo por más de dos horas sin encontrarle, estábamos bien preocupados, pero la preocupación se convirtió al enojo cuando encontramos a Chris en el campo atrapando ardillas, feliz de la vida con sus amiguitos. ¡Él todavía recuerda el castigo que recibió por salir al campo cercano sin pedir permiso! El Secreto del Abuelito El abuelo estaba celebrando sus 100 años cumplidos y todo el mundo le decía que se veía muy bien, como también su esposa de 94 años; él dijo: -Les diré el secreto de mi salud, hace 75 años tu abuelita se casó conmigo y la noche de la boda hicimos un arreglo; cuando tuviéramos un pleito o desacuerdo, la persona equivocada saldría fuera de la casa a caminar. En estos 75 años, hemos pasado mucho tiempo caminando en el bosque-. Tal vez esta historia nos parezca graciosa, pero contiene un elemento de verdad. En ocasiones es mejor salir de la casa y caminar mientras nuestras emociones se calman y podamos pensar y actuar sabiamente. Con razón Proverbios dice: Proverbios 14:29 “El que tarda en airarse es grande de entendimiento…”. ¡Qué sabio fue el abuelo de 100 años! El Enojo es Pecaminoso cuando... El enojo es pecaminoso cuando provoca un comportamiento explosivo. El enojo es pecaminoso cuando se daña física o emocionalmente a alguien. El enojo es pecaminoso cuando es habitual y produce amargura. El enojo es pecaminoso cuando afecta la comunicación familiar. El enojo es pecaminoso cuando nos hace vengativos. Notemos que Efesios 4:26 termina diciendo, “…no se ponga el sol sobre vuestro enojo”. Si no tratamos rápidamente con nuestro enojo, echará una raíz de amargura. Conclusión Es muy natural que en ocasiones nos enojemos, lo importante es asegurarnos de que el enojo no nos controle. Con Cristo, ¡tú puedes vencer el mal hábito de enojarte fácilmente y puedes aprender a expresar en formas aceptables tu enojo! Tu familia, amigos y compañeros de trabajo lo agradecerán, ¡y Dios será glorificado! |
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Ãxito Garantizado IV |
El Enojo ¿Has visto la famosa caricatura que muestra las consecuencias y los alcances del enojo? Primero se muestra al jefe gritando al empleado; después el empleado, ya en casa, grita a la esposa, ésta a su vez, desquita su enojo con el hijo. La última secuencia de esta caricatura muestra al niño, ¡dándole una patada al pobre perro!, que a su vez, corre al gato. Todos nos enojamos pero si no aprendemos a controlar nuestras emociones, nos pueden destruir. De hecho, la ira y la hostilidad están destruyendo a individuos, familias y naciones enteras. El enojo es la forma más común por medio del cual la mayoría de los hombres expresa sus frustraciones, hasta algunos tienen la idea de que es un rasgo masculino justificable. Quiero aclarar que el enojo en sí no es pecado, de hecho, existen muchas situaciones en la vida en que el hombre debe de enojarse, por ejemplo: Por el abuso de niños, las injusticias contra los indígenas y por otras cosas: Cuando tu hijo choca tu coche nuevo, por descuido. Cuando tu suegra te insulta descaradamente. Cuando tu hija se droga. Cuando el perro de tu vecino ladra toda la noche, ¡claro que usted se enoja! Lo que la Palabra de Dios condena es el enojo o la ira fuera de control, también advierte que uno no debe ser una persona que fácilmente se enoja. Proverbios 29:11 “El necio da rienda suelta a toda su ira …”. Proverbios 14:17 “El que fácilmente se enoja, hará locuras …”. ¿Has conocido a hombres que desde que despiertan en la mañana están enojados? Algunos controlan a sus esposas e hijos por medio de la intimidación; gritan, se enojan, dan órdenes y todos obedecen... no por amor, sino por terror. Salomón, en el libro de Proverbios, tiene mucho que decir sobre el hombre iracundo y sobre el tema del enojo. La primera pregunta es; ¿por qué nos enojamos? Las Frustraciones y Desilusiones de la Vida Todos experimentamos contrariedades y desilusiones, porque las cosas no siempre salen como quisiéramos. Alberto ha sido muy responsable en su trabajo, pero cada vez que confía en tener un ascenso, se lo dan a alguien más. Él batalla mucho con la amargura, no sabe si “aventar las cosas” o seguir siendo tan responsable como siempre ha sido; como no puede desquitarse con el jefe, Alberto se desquita con la familia. Las Heridas y el Rechazo Si de niño o joven sufriste del rechazo y no has sido sanado, lo más probable es que haya rencor y hostilidad dentro de ti. Jaime se sentó delante de un consejero y contó cómo su esposa estaba a punto de dejarlo por su ira incontrolable, de hecho, había perdido varios trabajos por el mismo problema. Al investigar sobre su niñez, resultó que su propio padre había sido igual, un hombre iracundo que nunca le mostró afecto. Jaime se sentía rechazado y fracasado. El único tiempo cuando se sentía fuerte y varonil era cuando estaba enojado. Patrones Aprendidos Omar es otro caso: De niño, él recuerda el terror que sentía al ver a su padre, un hombre iracundo, maltratar a su madre, él siempre decía: “No voy a ser como mi padre”. Sin embargo, cuando Omar se casó, sólo dos meses después de la boda, él encontró que estaba actuando en la misma forma de su padre: Enojo fuera de control, pero ahora en Cristo, él pudo romper esta maldición familiar y patrón generacional. Él no tenía que repetir los mismos errores de su padre, ¡y tú tampoco! La Persona Iracunda Salomón nos da tres razones por las cuales debemos tener paciencia: La paciencia calma el enojo en otros Proverbios 15:1 “La blanda respuesta quita la ira, mas la palabra áspera hace subir el furor”. La paciencia evita disputas Proverbios 15:18 (Versión Dios Habla Hoy) “El que es impulsivo provoca peleas; el que es paciente las apacigua”. Y la paciencia muestra la prudencia y entendimiento Proverbios 14:29 “El que tarda en airarse es grande de entendimiento; mas el que es impaciente de espíritu enaltece la necedad”. La versión de la Biblia “Dios Habla Hoy” de este versículo dice: “Ser paciente es muestra de mucha inteligencia; ser impaciente es muestra de insensatez”. Proverbios no sólo nos exhorta a no ser un hombre enojón, sino que aun nos advierte de mantenernos lejos de tales personas. Proverbios 22:24, 25 “No te entremetas con el iracundo, ni te acompañes con el hombre de enojos ...”. Los resultados de Guardar el Enojo El guardar enojo y hostilidad trae consecuencias a corto y a largo plazo, y nos afectará en al menos tres áreas: 1) Físicamente Según el Dr. Redford Williams del Centro Médico de la Universidad de Duke en Estados Unidos, “Los individuos que son hostiles y enojones son cinco veces más propensos a morir de enfermedades del corazón y seis veces más propensos a morir prematuramente de otras causas”. Los científicos también creen que la ira aumenta los niveles de hormonas, y éstas a su vez causan endurecimiento de las arterias. La ira guardada o fuera de control puede causar los siguientes síntomas físicos: Descarga de azúcar en la sangre, alta presión arterial, ritmo cardiaco acelerado, úlceras gástricas, y mucho más. El libro, “Ninguna de Estas Enfermedades”, menciona 51 enfermedades que pueden tener como causa las tensiones producidas por el enojo. Algunos son presión sanguínea alta, ataques al corazón, colitis, artritis, cálculos en los riñones y problemas en la vesícula biliar. El Dr. Henry Brandt, dice: “Aproximadamente el 97% de los casos de úlceras sangrantes que he tratado, y que no tenían origen orgánico, eran provocados por el enojo”. 2) Emocionalmente Si usted se enoja fácilmente, va a afectar sus relaciones interpersonales. Proverbios 29:22 “El hombre iracundo levanta contiendas...”. El lugar donde se nota más las devastadoras consecuencias del enojo es el hogar. Incontable número de matrimonios se han arruinado y la vida de millones de niños y jóvenes se ha destruido por el enojo no controlado de sus padres. Conozco de un caso en que una esposa llegó con el pastor porque se iba a divorciar después de 30 años de matrimonio. Ella cuenta que su esposo era un hombre trabajador de mucho éxito en su negocio, pero tenía un defecto que ella ya no podía perdonar. Era un hombre iracundo que les imponía castigos físicos excesivos a sus tres hijos. Por no controlar su ira, en ocasiones castigaba al hijo mayor con golpes brutales, hasta que el muchacho se escapó de la casa. Por su enojo fuera de control, este padre había destruido la relación con su hijo y como consecuencia, ¡ahora iba a perder su matrimonio! Con toda certeza, son más los hijos que se han alejado de sus padres a causa de la ira del padre que por cualquier otro motivo y lo trágico del asunto es que, por lo general, los padres iracundos producen hijos iracundos. 3) Espiritualmente La ira no sólo es una debilidad, sino es un pecado. Proverbios 29:22 “El hombre iracundo levanta contiendas, y el furioso muchas veces peca”. Es interesante que la Biblia coloca las iras y contiendas en la misma lista juntamente con la idolatría y el adulterio. Gálatas 5:19, 20 “Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas…”. Dios sabe que si tú no aprendes a controlar o canalizar tu ira en algo constructivo, te hará mucho daño. “Yo Nunca me Enojo” Ya hemos visto cómo algunos hombres controlan a su familia a través de los gritos, enojo y temor, pero seguramente hay otros hombres leyendo esto que se autojustifican porque “nunca se enojan”. ¿Sabes qué? Tú necesitas ayuda igual que el hombre iracundo. La razón por lo cual una persona nunca se enoja, por lo general, es porque es demasiado pasiva y teme la confrontación; hará cualquier cosa para evitar una confrontación. Una esposa me dijo que su marido controla las circunstancias con su pasividad. ¿Tu esposa tiene que llevar a cabo la disciplina de los hijos porque tú no quieres confrontarlos? Cuando tu hermano llega - sin previo aviso - con sus seis hijos desordenados para pasar sus vacaciones, ¿es tu esposa la persona que tiene que confrontar la situación? Cuando el director de la escuela pide una cita con los papás de tu Juanito porque ya no lo pueden controlar, ¿es tu esposa la que siempre tiene que ir? El enojo, cuando no está fuera de control, es una emoción que nos puede motivar a resolver los problemas de la vida. El hombre débil, pasivo y temeroso de confrontar situaciones difíciles, no glorifica a Dios. Cómo Vencer el Enojo: Enfréntalo Probablemente no aventamos los muebles, ni abusamos físicamente de la esposa ni de los niños, ni insultamos a los vecinos con maldiciones, entonces; ¿cómo expresamos nuestro enojo? Lo que muchos hacen es negarlo y guardarlo adentro hasta que explotan. Mientras a la mujer le gusta hablar de sus problemas, el hombre tiende a negar que existen. Cuando nos sentimos frustrados, ¿qué hacemos? Muchos se encierran en sí mismos y no quieren hablar, otros “se escapan” de la realidad, viendo la televisión hora tras hora. Identifica la Causa de tu Ira Si tú eres una de estas personas que tiene por dentro una furia y hostilidad desde que despierta en la mañana, es necesario identificar la raíz de tu problema o jamás serás libre. ¿Experimentaste el rechazo o traición de una persona clave en tu vida? ¿Tu padre o su madre te golpearon de una forma brutal? ¿Fuiste abusado sexual o verbalmente de niño? ¿Tu ira es un comportamiento aprendido en tu padre? ¿Siempre quisiste estudiar una carrera y no tuviste la oportunidad de hacerlo? Una vez que identifiques la causa de tu enojo, estarás listo para el siguiente paso: Decide Perdonar El Padre nuestro dice: "Y perdónanos… como (en la misma manera) perdonamos ”. No pudiera ser más claro; si nosotros no perdonamos, no seremos perdonados. Si alguien dijera: “No puedo perdonar” o “No siento perdonar”, hay buenas noticias: Perdonar no es una emoción, sino una decisión. Existen muchos malos entendidos en cuanto al perdonar; algunos piensan que es señal de debilidad, cuando en realidad es lo opuesto; requiere fuerza y madurez. Si tú estás lleno de enojo con tu hijo drogadicto por todo el dolor que te ha causado, decide perdonarle - por el bien de ambos - aunque esto no cambia el hecho de que tome medidas firmes para disciplinarle por su mala conducta. El verdadero amor tiene que ser firme. Si tú eres un hombre de negocios y tu socio te robó, en el nivel personal, perdónalo; sin embargo, esto no quiere decir que tengas que continuar en sociedad con él o que no puedas luchar legalmente para recuperar tu dinero, sólo quiere decir que no puedes odiarlo, ni desearle mal. Una vez alguien me preguntó si como cristiano él pudiera demandar al individuo que le había defraudado millones de pesos y le dije que sí, pero que en medio del proceso, guardara su corazón del rencor. Dirige tu ira contra Satanás Juntamente con el arma de perdonar a las personas que te hicieron daño, la manera más efectiva de canalizar su hostilidad es a través de la guerra espiritual, enojándose contra Satanás, el autor de todo pecado. Sé un hombre de oración, empieza a atar al enemigo en la vida de tu hijo rebelde y de tu vecino latoso o de su esposa que está pidiendo el divorcio. Declara la liberación de estas personas. Expresa tu Enojo Sin Pecar Es importante notar que hay situaciones por las cuales debemos enojarnos. Efesios 4:26 ”Airaos pero no pequéis...”. Nos enseña que hay maneras correctas e incorrectas de responder al enojo. Jesús es nuestro ejemplo. Él se enojó con los cambistas en el templo y los corrió; su celo por la justicia le hizo tomar acción. Él expresó “ira santa”. Obviamente, hay ocasiones en la vida de cada padre cuando se enoja con los hijos por su rebeldía, pero esto es muy diferente a ser un padre gritón e iracundo día tras día. Mi hijo Chris todavía recuerda la ocasión en que me enojé mucho - y su madre igual - porque él se había ido de la casa para buscar ardillas sin avisarnos. En aquel tiempo vivíamos en un pueblito llamado La Junta, Chihuahua y Chris tenía únicamente unos 10 años. Por ser los primeros en predicar el evangelio en La Junta, tuvimos muchos enemigos. Después de buscar a nuestro hijo por todo el pueblo por más de dos horas sin encontrarle, estábamos bien preocupados, pero la preocupación se convirtió al enojo cuando encontramos a Chris en el campo atrapando ardillas, feliz de la vida con sus amiguitos. ¡Él todavía recuerda el castigo que recibió por salir al campo cercano sin pedir permiso! El Secreto del Abuelito El abuelo estaba celebrando sus 100 años cumplidos y todo el mundo le decía que se veía muy bien, como también su esposa de 94 años; él dijo: -Les diré el secreto de mi salud, hace 75 años tu abuelita se casó conmigo y la noche de la boda hicimos un arreglo; cuando tuviéramos un pleito o desacuerdo, la persona equivocada saldría fuera de la casa a caminar. En estos 75 años, hemos pasado mucho tiempo caminando en el bosque-. Tal vez esta historia nos parezca graciosa, pero contiene un elemento de verdad. En ocasiones es mejor salir de la casa y caminar mientras nuestras emociones se calman y podamos pensar y actuar sabiamente. Con razón Proverbios dice: Proverbios 14:29 “El que tarda en airarse es grande de entendimiento…”. ¡Qué sabio fue el abuelo de 100 años! El Enojo es Pecaminoso cuando... El enojo es pecaminoso cuando provoca un comportamiento explosivo. El enojo es pecaminoso cuando se daña física o emocionalmente a alguien. El enojo es pecaminoso cuando es habitual y produce amargura. El enojo es pecaminoso cuando afecta la comunicación familiar. El enojo es pecaminoso cuando nos hace vengativos. Notemos que Efesios 4:26 termina diciendo, “…no se ponga el sol sobre vuestro enojo”. Si no tratamos rápidamente con nuestro enojo, echará una raíz de amargura. Conclusión Es muy natural que en ocasiones nos enojemos, lo importante es asegurarnos de que el enojo no nos controle. Con Cristo, ¡tú puedes vencer el mal hábito de enojarte fácilmente y puedes aprender a expresar en formas aceptables tu enojo! Tu familia, amigos y compañeros de trabajo lo agradecerán, ¡y Dios será glorificado! |
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El Enojo ¿Has visto la famosa caricatura que muestra las consecuencias y los alcances del enojo? Primero se muestra al jefe gritando al empleado; después el empleado, ya en casa, grita a la esposa, ésta a su vez, desquita su enojo con el hijo. La última secuencia de esta caricatura muestra al niño, ¡dándole una patada al pobre perro!, que a su vez, corre al gato. Todos nos enojamos pero si no aprendemos a controlar nuestras emociones, nos pueden destruir. De hecho, la ira y la hostilidad están destruyendo a individuos, familias y naciones enteras. El enojo es la forma más común por medio del cual la mayoría de los hombres expresa sus frustraciones, hasta algunos tienen la idea de que es un rasgo masculino justificable. Quiero aclarar que el enojo en sí no es pecado, de hecho, existen muchas situaciones en la vida en que el hombre debe de enojarse, por ejemplo: Por el abuso de niños, las injusticias contra los indígenas y por otras cosas: Cuando tu hijo choca tu coche nuevo, por descuido. Cuando tu suegra te insulta descaradamente. Cuando tu hija se droga. Cuando el perro de tu vecino ladra toda la noche, ¡claro que usted se enoja! Lo que la Palabra de Dios condena es el enojo o la ira fuera de control, también advierte que uno no debe ser una persona que fácilmente se enoja. Proverbios 29:11 “El necio da rienda suelta a toda su ira …”. Proverbios 14:17 “El que fácilmente se enoja, hará locuras …”. ¿Has conocido a hombres que desde que despiertan en la mañana están enojados? Algunos controlan a sus esposas e hijos por medio de la intimidación; gritan, se enojan, dan órdenes y todos obedecen... no por amor, sino por terror. Salomón, en el libro de Proverbios, tiene mucho que decir sobre el hombre iracundo y sobre el tema del enojo. La primera pregunta es; ¿por qué nos enojamos? Las Frustraciones y Desilusiones de la Vida Todos experimentamos contrariedades y desilusiones, porque las cosas no siempre salen como quisiéramos. Alberto ha sido muy responsable en su trabajo, pero cada vez que confía en tener un ascenso, se lo dan a alguien más. Él batalla mucho con la amargura, no sabe si “aventar las cosas” o seguir siendo tan responsable como siempre ha sido; como no puede desquitarse con el jefe, Alberto se desquita con la familia. Las Heridas y el Rechazo Si de niño o joven sufriste del rechazo y no has sido sanado, lo más probable es que haya rencor y hostilidad dentro de ti. Jaime se sentó delante de un consejero y contó cómo su esposa estaba a punto de dejarlo por su ira incontrolable, de hecho, había perdido varios trabajos por el mismo problema. Al investigar sobre su niñez, resultó que su propio padre había sido igual, un hombre iracundo que nunca le mostró afecto. Jaime se sentía rechazado y fracasado. El único tiempo cuando se sentía fuerte y varonil era cuando estaba enojado. Patrones Aprendidos Omar es otro caso: De niño, él recuerda el terror que sentía al ver a su padre, un hombre iracundo, maltratar a su madre, él siempre decía: “No voy a ser como mi padre”. Sin embargo, cuando Omar se casó, sólo dos meses después de la boda, él encontró que estaba actuando en la misma forma de su padre: Enojo fuera de control, pero ahora en Cristo, él pudo romper esta maldición familiar y patrón generacional. Él no tenía que repetir los mismos errores de su padre, ¡y tú tampoco! La Persona Iracunda Salomón nos da tres razones por las cuales debemos tener paciencia: La paciencia calma el enojo en otros Proverbios 15:1 “La blanda respuesta quita la ira, mas la palabra áspera hace subir el furor”. La paciencia evita disputas Proverbios 15:18 (Versión Dios Habla Hoy) “El que es impulsivo provoca peleas; el que es paciente las apacigua”. Y la paciencia muestra la prudencia y entendimiento Proverbios 14:29 “El que tarda en airarse es grande de entendimiento; mas el que es impaciente de espíritu enaltece la necedad”. La versión de la Biblia “Dios Habla Hoy” de este versículo dice: “Ser paciente es muestra de mucha inteligencia; ser impaciente es muestra de insensatez”. Proverbios no sólo nos exhorta a no ser un hombre enojón, sino que aun nos advierte de mantenernos lejos de tales personas. Proverbios 22:24, 25 “No te entremetas con el iracundo, ni te acompañes con el hombre de enojos ...”. Los resultados de Guardar el Enojo El guardar enojo y hostilidad trae consecuencias a corto y a largo plazo, y nos afectará en al menos tres áreas: 1) Físicamente Según el Dr. Redford Williams del Centro Médico de la Universidad de Duke en Estados Unidos, “Los individuos que son hostiles y enojones son cinco veces más propensos a morir de enfermedades del corazón y seis veces más propensos a morir prematuramente de otras causas”. Los científicos también creen que la ira aumenta los niveles de hormonas, y éstas a su vez causan endurecimiento de las arterias. La ira guardada o fuera de control puede causar los siguientes síntomas físicos: Descarga de azúcar en la sangre, alta presión arterial, ritmo cardiaco acelerado, úlceras gástricas, y mucho más. El libro, “Ninguna de Estas Enfermedades”, menciona 51 enfermedades que pueden tener como causa las tensiones producidas por el enojo. Algunos son presión sanguínea alta, ataques al corazón, colitis, artritis, cálculos en los riñones y problemas en la vesícula biliar. El Dr. Henry Brandt, dice: “Aproximadamente el 97% de los casos de úlceras sangrantes que he tratado, y que no tenían origen orgánico, eran provocados por el enojo”. 2) Emocionalmente Si usted se enoja fácilmente, va a afectar sus relaciones interpersonales. Proverbios 29:22 “El hombre iracundo levanta contiendas...”. El lugar donde se nota más las devastadoras consecuencias del enojo es el hogar. Incontable número de matrimonios se han arruinado y la vida de millones de niños y jóvenes se ha destruido por el enojo no controlado de sus padres. Conozco de un caso en que una esposa llegó con el pastor porque se iba a divorciar después de 30 años de matrimonio. Ella cuenta que su esposo era un hombre trabajador de mucho éxito en su negocio, pero tenía un defecto que ella ya no podía perdonar. Era un hombre iracundo que les imponía castigos físicos excesivos a sus tres hijos. Por no controlar su ira, en ocasiones castigaba al hijo mayor con golpes brutales, hasta que el muchacho se escapó de la casa. Por su enojo fuera de control, este padre había destruido la relación con su hijo y como consecuencia, ¡ahora iba a perder su matrimonio! Con toda certeza, son más los hijos que se han alejado de sus padres a causa de la ira del padre que por cualquier otro motivo y lo trágico del asunto es que, por lo general, los padres iracundos producen hijos iracundos. 3) Espiritualmente La ira no sólo es una debilidad, sino es un pecado. Proverbios 29:22 “El hombre iracundo levanta contiendas, y el furioso muchas veces peca”. Es interesante que la Biblia coloca las iras y contiendas en la misma lista juntamente con la idolatría y el adulterio. Gálatas 5:19, 20 “Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas…”. Dios sabe que si tú no aprendes a controlar o canalizar tu ira en algo constructivo, te hará mucho daño. “Yo Nunca me Enojo” Ya hemos visto cómo algunos hombres controlan a su familia a través de los gritos, enojo y temor, pero seguramente hay otros hombres leyendo esto que se autojustifican porque “nunca se enojan”. ¿Sabes qué? Tú necesitas ayuda igual que el hombre iracundo. La razón por lo cual una persona nunca se enoja, por lo general, es porque es demasiado pasiva y teme la confrontación; hará cualquier cosa para evitar una confrontación. Una esposa me dijo que su marido controla las circunstancias con su pasividad. ¿Tu esposa tiene que llevar a cabo la disciplina de los hijos porque tú no quieres confrontarlos? Cuando tu hermano llega - sin previo aviso - con sus seis hijos desordenados para pasar sus vacaciones, ¿es tu esposa la persona que tiene que confrontar la situación? Cuando el director de la escuela pide una cita con los papás de tu Juanito porque ya no lo pueden controlar, ¿es tu esposa la que siempre tiene que ir? El enojo, cuando no está fuera de control, es una emoción que nos puede motivar a resolver los problemas de la vida. El hombre débil, pasivo y temeroso de confrontar situaciones difíciles, no glorifica a Dios. Cómo Vencer el Enojo: Enfréntalo Probablemente no aventamos los muebles, ni abusamos físicamente de la esposa ni de los niños, ni insultamos a los vecinos con maldiciones, entonces; ¿cómo expresamos nuestro enojo? Lo que muchos hacen es negarlo y guardarlo adentro hasta que explotan. Mientras a la mujer le gusta hablar de sus problemas, el hombre tiende a negar que existen. Cuando nos sentimos frustrados, ¿qué hacemos? Muchos se encierran en sí mismos y no quieren hablar, otros “se escapan” de la realidad, viendo la televisión hora tras hora. Identifica la Causa de tu Ira Si tú eres una de estas personas que tiene por dentro una furia y hostilidad desde que despierta en la mañana, es necesario identificar la raíz de tu problema o jamás serás libre. ¿Experimentaste el rechazo o traición de una persona clave en tu vida? ¿Tu padre o su madre te golpearon de una forma brutal? ¿Fuiste abusado sexual o verbalmente de niño? ¿Tu ira es un comportamiento aprendido en tu padre? ¿Siempre quisiste estudiar una carrera y no tuviste la oportunidad de hacerlo? Una vez que identifiques la causa de tu enojo, estarás listo para el siguiente paso: Decide Perdonar El Padre nuestro dice: "Y perdónanos… como (en la misma manera) perdonamos ”. No pudiera ser más claro; si nosotros no perdonamos, no seremos perdonados. Si alguien dijera: “No puedo perdonar” o “No siento perdonar”, hay buenas noticias: Perdonar no es una emoción, sino una decisión. Existen muchos malos entendidos en cuanto al perdonar; algunos piensan que es señal de debilidad, cuando en realidad es lo opuesto; requiere fuerza y madurez. Si tú estás lleno de enojo con tu hijo drogadicto por todo el dolor que te ha causado, decide perdonarle - por el bien de ambos - aunque esto no cambia el hecho de que tome medidas firmes para disciplinarle por su mala conducta. El verdadero amor tiene que ser firme. Si tú eres un hombre de negocios y tu socio te robó, en el nivel personal, perdónalo; sin embargo, esto no quiere decir que tengas que continuar en sociedad con él o que no puedas luchar legalmente para recuperar tu dinero, sólo quiere decir que no puedes odiarlo, ni desearle mal. Una vez alguien me preguntó si como cristiano él pudiera demandar al individuo que le había defraudado millones de pesos y le dije que sí, pero que en medio del proceso, guardara su corazón del rencor. Dirige tu ira contra Satanás Juntamente con el arma de perdonar a las personas que te hicieron daño, la manera más efectiva de canalizar su hostilidad es a través de la guerra espiritual, enojándose contra Satanás, el autor de todo pecado. Sé un hombre de oración, empieza a atar al enemigo en la vida de tu hijo rebelde y de tu vecino latoso o de su esposa que está pidiendo el divorcio. Declara la liberación de estas personas. Expresa tu Enojo Sin Pecar Es importante notar que hay situaciones por las cuales debemos enojarnos. Efesios 4:26 ”Airaos pero no pequéis...”. Nos enseña que hay maneras correctas e incorrectas de responder al enojo. Jesús es nuestro ejemplo. Él se enojó con los cambistas en el templo y los corrió; su celo por la justicia le hizo tomar acción. Él expresó “ira santa”. Obviamente, hay ocasiones en la vida de cada padre cuando se enoja con los hijos por su rebeldía, pero esto es muy diferente a ser un padre gritón e iracundo día tras día. Mi hijo Chris todavía recuerda la ocasión en que me enojé mucho - y su madre igual - porque él se había ido de la casa para buscar ardillas sin avisarnos. En aquel tiempo vivíamos en un pueblito llamado La Junta, Chihuahua y Chris tenía únicamente unos 10 años. Por ser los primeros en predicar el evangelio en La Junta, tuvimos muchos enemigos. Después de buscar a nuestro hijo por todo el pueblo por más de dos horas sin encontrarle, estábamos bien preocupados, pero la preocupación se convirtió al enojo cuando encontramos a Chris en el campo atrapando ardillas, feliz de la vida con sus amiguitos. ¡Él todavía recuerda el castigo que recibió por salir al campo cercano sin pedir permiso! El Secreto del Abuelito El abuelo estaba celebrando sus 100 años cumplidos y todo el mundo le decía que se veía muy bien, como también su esposa de 94 años; él dijo: -Les diré el secreto de mi salud, hace 75 años tu abuelita se casó conmigo y la noche de la boda hicimos un arreglo; cuando tuviéramos un pleito o desacuerdo, la persona equivocada saldría fuera de la casa a caminar. En estos 75 años, hemos pasado mucho tiempo caminando en el bosque-. Tal vez esta historia nos parezca graciosa, pero contiene un elemento de verdad. En ocasiones es mejor salir de la casa y caminar mientras nuestras emociones se calman y podamos pensar y actuar sabiamente. Con razón Proverbios dice: Proverbios 14:29 “El que tarda en airarse es grande de entendimiento…”. ¡Qué sabio fue el abuelo de 100 años! El Enojo es Pecaminoso cuando... El enojo es pecaminoso cuando provoca un comportamiento explosivo. El enojo es pecaminoso cuando se daña física o emocionalmente a alguien. El enojo es pecaminoso cuando es habitual y produce amargura. El enojo es pecaminoso cuando afecta la comunicación familiar. El enojo es pecaminoso cuando nos hace vengativos. Notemos que Efesios 4:26 termina diciendo, “…no se ponga el sol sobre vuestro enojo”. Si no tratamos rápidamente con nuestro enojo, echará una raíz de amargura. Conclusión Es muy natural que en ocasiones nos enojemos, lo importante es asegurarnos de que el enojo no nos controle. Con Cristo, ¡tú puedes vencer el mal hábito de enojarte fácilmente y puedes aprender a expresar en formas aceptables tu enojo! Tu familia, amigos y compañeros de trabajo lo agradecerán, ¡y Dios será glorificado! |
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