Por: Hno. Victor Richards
Publicado el: Martes 6 de Octubre, 2020
En estas semanas hemos visto lo maravilloso de la Sangre de Jesús.
Ahora sabemos que podemos entrar en Su presencia por la sangre de Jesús, ¿verdad?
Vamos al libro de Hebreos.
Hebreos 10:19:
Así que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el Lugar Santísimo por la sangre de Jesucristo.
En las siguientes semanas vamos a ver por qué es de suma importancia entrar en Su presencia y adorarle para tener victoria en nuestra vida y la de nuestra familia.
¿Sabías que nuestro Dios se goza cuando le buscamos en oración?
Leamos en Proverbios 15:8:
…Mas la oración de los rectos es su gozo.
¡Wow! ¡Nuestra oración es Su gozo!
¡Necesitamos entrar a Su presencia con oración!
Ahora vamos al libro de Isaías.
Isaías 46:9
Acordaos de las cosas pasadas desde los tiempos antiguos; porque yo soy Dios, y no hay otro Dios, y nada hay semejante a mí.
¿Por qué? ¿Para qué?
Nosotros necesitamos recordar para refrescar nuestra memoria de las cosas que Dios ha hecho en el pasado, cuando Él ha mandado avivamiento a diferentes naciones en el mundo.
Vamos al libro de los Hechos.
Hechos 3:19
19. Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio…
Quiero parar un momento… La Escritura dice:
Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados…
Arrepentimiento y conversión, eso es lo que empieza a suceder con muchas, muchas personas en un avivamiento.
La palabra: “avivar” en hebreo es “hayah” y significa: “volver a la vida”.
¿Cuántos de ustedes quieren tiempos de refrigerio de la presencia del Señor?
Volvamos a Hechos 3:19-21:
19. Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio,
20. y él envíe a Jesucristo, que os fue antes anunciado;
21. a quien de cierto es necesario que el cielo reciba hasta los tiempos de la restauración de todas las cosas, de que habló Dios por boca de sus santos profetas que han sido desde tiempo antiguo.
Ahora, vamos al verso 25 y 26:
25. Vosotros sois los hijos de los profetas, y del pacto que Dios hizo con nuestros padres, diciendo a Abraham: En tu simiente serán benditas todas las familias de la tierra.
26. A vosotros primeramente, Dios, habiendo levantado a su Hijo, lo envió para que os bendijese, a fin de que cada uno se convierta de su maldad.
Primero, necesitamos, ¡arrepentirnos de nuestros pecados!
Usted puede decir:
“Hno. Víctor, usted parece como un disco rayado que dice la misma cosa, la misma cosa, la misma cosa…”.
¿Sabes por qué repito y repito la misma cosa?
Porque quiero que penetre en tu corazón.
Ahora vamos a leer en el libro de Mateo.
Mateo 24:6-8:
6. Y oiréis de guerras y rumores de guerras; mirad que no os turbéis, porque es necesario que todo esto acontezca; pero aún no es el fin.
7. Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares.
8. Y todo esto será principio de dolores.
Voy a repetir otra vez; “pero aún no es el fin”.
Estas señales hablan de que el fin se acerca, pero quiero que leamos esto otro, aquí en Mateo.
Mateo 13:36-39
36. …y acercándose a él sus discípulos, le dijeron: Explícanos la parábola de la cizaña del campo.
37. Respondiendo él, les dijo: El que siembra la buena semilla es el Hijo del Hombre.
38. El campo es el mundo; la buena semilla son los hijos del reino, y la cizaña son los hijos del malo.
39. El enemigo que la sembró es el diablo; la siega es el fin del siglo; y los segadores son los ángeles.
Jesús dijo; la siega es el fin del siglo…
¡Allí está! Tiempo de siega, tiempo de cosecha; cuando muchas almas, muchas personas se volverán a Jesús.
¡Va a ser una cosecha tan grande! Una cosecha para salvación, de tus seres amados que no han recibido al Señor.
¡Es importante que sigamos orando por ellos!
¡No te canses de orar por ellos!
Para terminar, vamos a orar:
Padre Bendito: Nos acercamos a Tu presencia, confiados en la sangre de Tu Hijo Jesucristo.
Te rogamos por nuestras familias,
Que des tiempo para que se arrepientan de sus pecados y traigas salvación a sus vidas.
Que sean abiertos sus ojos y miren a Ti para recibir perdón de sus pecados y vida eterna.
Te lo pedimos por Jesucristo Tu Hijo amado.
¡Amen! |
|