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Disfruta donde estas Mientras caminas a Donde vas 1 | |||||||
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IntroducciónHace varios meses empecé a leer y a estudiar sobre el tema del gozo del Señor, lo cual me desafiaba grandemente. Inmediatamente reconocí la necesidad en mi propia vida de cultivar ese espíritu de gozo, de dar gracias a Dios “en todo” y aun a ver el lado humorístico. Como yo estaba siendo tan bendecida, decidí escribir y compartir algunas de las poderosas verdades que estaba aprendiendo. Muchos hemos crecido pensando que Jesús fue una persona seria y fría. Necesitamos descubrir cómo era Él en verdad y cómo Él quiere que nosotros sus hijos seamos. No he llegado a donde quiero en este viaje, pero he sido muy bendecida por este material. Espero que tú también seas bendecido y que llegues a, ¡disfrutar cada día donde estás mientras caminas a donde vas! Lección 1¿Por qué un curso sobre el gozo y el contentamiento? Una vez un escorpión pidió a una tortuga que le cargara sobre su espalda para cruzar un río, puesto que los escorpiones no pueden nadar. "¿Estás loco?", contestó la tortuga. "Tú me picarás mientras estoy nadando y, ¡me moriré!". El escorpión se rió y respondió: "Claro que no lo haría porque si tú te ahogas, yo me hundiría juntamente contigo. Sería mi propia muerte". La tortuga pensó con lógica y luego dijo: "¡Tienes razón, súbete!". El escorpión subió a la tortuga y a la mitad del viaje, le dio un fuerte piquete. Mientras la tortuga empezaba a hundirse, con el escorpión atrás, gritó con desesperación: "Me lo prometiste, sin embargo, lo hiciste. ¿Por qué lo hiciste? Ahora los dos vamos a morir". Ahogándose, el escorpión respondió tristemente: "No lo pude evitar. ¡Mi naturaleza es picar!". Veremos en este estudio que nuestra naturaleza carnal es quejarnos, ser negativos y no estar contentos bajo cualquier circunstancia. También veremos que no es nuestra naturaleza disfrutar cada momento donde estamos, ¡mientras caminamos a donde vamos! I. Alegrarnos en Él es una orden ¿Sabías que Dios nos manda alegrarnos, estar gozosos y dar gracias en todo momento? No es un asunto opcional sino un mandamiento, por lo cual nos urge aprender cómo cultivar ese estilo de vida. ¿Te parece una meta inalcanzable? Te invito a tomar un viaje de aprendizaje juntamente conmigo porque, así como tú, estoy en busca de esta clase de vida. Primeramente, veamos lo que dice Dios sobre el tema. "Y te alegrarás delante de Jehová tu Dios, tú, tu hijo, tu hija, tu siervo, tu sierva, el levita que habitare en tus ciudades, y el extranjero, el huérfano y la viuda que estuvieren en medio de ti, en el lugar que Jehová tu Dios hubiere escogido para poner allí su nombre. Y te alegrarás en tus fiestas solemnes, tú, tu hijo, tu hija, tu siervo, tu sierva, y el levita, el extranjero, el huérfano y la viuda que viven en tus poblaciones. Siete días celebrarás fiesta solemne a Jehová tu Dios en el lugar que Jehová escogiere; porque te habrá bendecido Jehová tu Dios en todos tus frutos, y en toda la obra de tus manos, y estarás verdaderamente alegre" (Deuteronomio 16:11,14, 15). ¿Te fijaste que Dios les mandó alegrarse delante de Él? II. Primeramente, hay que entender lo que No estamos diciendo 1. El gozo bíblico no implica que no habrá lágrimas. Hay aflicciones en esta vida, hay divorcios, enfermedades, seres amados que mueren, hijos que se rebelan. Todo esto provoca tristeza y lágrimas. Jesús lloró ante la tumba de Lázaro. Pablo habla de la tristeza que siente por Israel y su incredulidad. “Que tengo gran tristeza y continuo dolor en mi corazón. Porque deseara yo mismo ser anatema, separado de Cristo, por amor a mis hermanos, los que son mis parientes según la carne” (Romanos 9:2, 3). 2. El gozo del Señor no es lo mismo que la felicidad. Muchas personas usan las dos palabras intercambiadas, pero no son lo mismo. La palabra felicidad significa un sentir de bienestar como el resultado de circunstancias agradables. Las Escrituras hablan de un gozo que no depende de las circunstancias. De modo que el verdadero gozo no tiene nada que ver con ir a Disneylandia o a Cancún de vacaciones. 3. El gozo del Señor es como la raíz. El estar contento en medio de nuestras circunstancias difíciles, es el fruto y es algo que tenemos que aprender. 4. Nuestro temperamento afectará el cómo expresamos el gozo. Algunas personas son jubilosas al extremo: Éste es su temperamento. Otras personas, por su temperamento, pueden expresar gozo tranquilo, como un deleite calmado, un profundo sentir de bienestar. En los siguientes capítulos ampliaremos cada uno de estos puntos y así entenderemos más de lo que es el gozo bíblico y cómo podemos disfrutar donde estamos, mientras caminamos hacia donde vamos. Un factor importante es desarrollar un buen sentido del humor. III. Cultiva un sentido del humor Aunque el gozo del Señor no es asunto de contar chistes, puesto que es algo mucho más profundo, las personas con buen sentido del humor disfrutan de la vida más que otros, sean cristianas o no. Es algo que podemos cultivar. Se puede aprender a ver el lado humorístico, aun en situaciones tensas. Me gusta leer los libros de la autora Bárbara Johnson porque ella tiene un sentido del humor como pocas personas, ¡a pesar de que ha tenido varios golpes tremendos en su vida, trayéndole gran sufrimiento! Siendo ahora una mujer anciana, ella hace chistes acerca de la vejez. En un libro escribió: "He llegado a la edad donde, ¡necesito mi dentadura postiza y aparato auditivo antes de que pueda preguntar dónde dejé mis lentes!". Salomón escribió: "El corazón alegre constituye buen remedio; mas el espíritu triste seca los huesos" (Proverbios 17:22). Mi esposo es un excelente ejemplo de una persona con un buen sentido del humor. ¡Cuántas veces él me hace reír en medio de una situación difícil! Cierto día, estábamos en el consultorio de un médico y él acababa de decirme que escribiera todo lo que como durante un día, para ver si cierta comida estaba provocándome problemas. Cabe mencionar que este doctor es especialista en nutrición y en muchas ocasiones me había advertido en contra del azúcar blanca, los dulces, postres, etc. Entonces cuando me dijo que escribiera todo lo que como en un día, pensé dentro de mí: No le voy a decir de los dulces. En esto, mi esposo volteó y me preguntó: "Mi amor, ¿sabes cómo escribir la palabra SNICKERS?" (mi chocolate favorito). Con esto, todos empezamos a reírnos, incluyendo el médico. Alguien dijo: "Un buen sentido del humor no es para todo el mundo. Es únicamente para los que quieren divertirse, disfrutar de la vida y sentirse vivos". Lección 2Ladrón del gozo #1: Un concepto distorsionado de Dios Cuando el pastor anunció que iba a jubilarse, un comité de la iglesia entrevistó a muchos posibles candidatos. Después de revisar los currículums de todos, escribieron: Lamentamos que no hemos podido encontrar un candidato apropiado para esta iglesia. Aquí está nuestro reporte confidencial: Adán: Un buen hombre que tiene problemas con su esposa. Se cuenta que él y su mujer caminan desnudos en el bosque. Noé: En su pastorado anterior, que duró 120 años, no tenía convertidos. Tiene la tendencia a soñar con proyectos de construcción no realistas. José: Piensa en grande, pero tiende a jactarse. Tiene antecedentes penales. Moisés: Un hombre humilde, pero no es bueno para comunicarse; a veces tartamudea. Débora: Una palabra: ¡es mujer! David: Parecía el candidato con mayores cualidades de liderazgo, hasta que descubrimos que cometió adulterio con la esposa de un vecino. Salomón: Grande predicador, pero con un problema: Las mujeres. Elías: Propenso a la depresión. Oseas: Un pastor amado, pero nuestra gente no puede aceptar la ocupación de su esposa. Jonás: Él nos dijo que un gran pez le tragó y luego le vomitó sobre la tierra. Al escuchar esta historia, colgamos el teléfono. Pablo: Poderoso líder y predicador, pero le falta diplomacia, es duro y se dice que una vez predicó toda la noche. Timoteo: Demasiado joven. Judas: Sus referencias son sólidas, conservador, tiene buenas relaciones, sabe manejar dinero. Le estamos invitando a predicar el domingo próximo. Como esta anécdota chusca nos indica, podemos estar totalmente engañados y muy equivocados. En muchos asuntos de la vida, no hay serias consecuencias si estamos equivocados, pero en otros sí. ¿Sabes cuál es uno de los asuntos de mayor trascendencia? ¡Es nuestro concepto de Dios! Piénsalo: ¡Nos comportamos como nos comportamos, debido a que creemos lo que creemos! Es decir, nuestras creencias, especialmente acerca de Dios, tienen una influencia directa en la clase de persona que somos. Con razón satanás quiere engañarnos, porque si nos puede mantener en ignorancia, creyendo una mentira en cuanto a la naturaleza de Dios, será imposible que seamos personas gozosas. ¡Es la verdad lo que nos hace libres! “Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres” (Juan 8:32). Como cualquier ladrón astuto, el enemigo tiene muchas estrategias para robarnos y en este capítulo veremos una de ellas: Un concepto distorsionado acerca de Dios. I. Conceptos equivocados de quién es Dios 1. Como un abuelito, incapaz de demandar nada de sus hijos. Este es un concepto popular por razones obvias, puesto que no requiere compromiso ni responsabilidad. Pero es un terrible engaño, que da a las personas una seguridad falsa. 2. Muchos ven a Dios como un policía celestial, un juez severo o un padre autoritario y el resultado es que viven en temor, hasta terror de Él. Jamás pueden experimentar acercamiento con Él. 3. En los días antes de la Reforma, cuando vivía Martín Lutero, la Iglesia enfatizó tanto los horrores del infierno y la ira de Dios, que el joven Martín y millones más vivían atemorizados. Había tanta ignorancia acerca de Dios que los historiadores llaman a esta época la "era del oscurantismo". Lutero, el mismo instrumento que Dios usó para traer luz sobre la doctrina básica de salvación por fe y no por obras, escribió acerca del terrible terror con el cual vivió en su juventud, que casi lo volvía loco. ¡Hasta este extremo puede llevar el resultado de un concepto equivocado de Dios! 4. Durante esta misma época, había líderes religiosos que tomaban un voto de pobreza, creyendo que era más santo vivir en abnegación. Influenciaron a millones de personas a creer que Dios no desea que prosperemos económicamente. "Entre más uno sufre en esta vida, más posibilidad existe de que vaya al cielo", era su creencia. Esos líderes religiosos amaban a Dios, pero tenían un concepto equivocado en cuanto a su voluntad y su carácter. 5. "Uno va al cielo por sus buenas obras", es otro concepto distorsionado que roba a muchos de una vida gozosa. En otro capítulo trataremos este tema. II. A Dios le gustan las fiestas Las personas religiosas que ven a Dios como un "aguafiestas" se van a sorprender que en el Antiguo Testamento, varias veces al año, el pueblo tuviera que presentarse delante del Señor para una fiesta solemne. El propósito era que recordaran de dónde Él les había sacado y allí es donde Él les mandó alegrarse, como vimos en el capítulo anterior. ¡Él es un Dios de gozo, un Dios fiestero! Miles de años después, cuando vino Jesús, Él contó la historia del hijo pródigo que nos representa a nosotros y el Padre, quien representa a Dios. Ese padre mandó hacer una fiesta cuando su hijo regresó a casa. Él dijo: "hagamos fiesta" y, ¡se oyó música y danzas en la casa del padre! Leer Lucas 15:11-24. Además, la Biblia dice que Dios se goza sobre nosotros, su pueblo. "Jehová está en medio de ti, poderoso, él salvará; se gozará sobre ti con alegría… se regocijará sobre ti con cánticos" (Sofonías 3:17). |
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IntroducciónHace varios meses empecé a leer y a estudiar sobre el tema del gozo del Señor, lo cual me desafiaba grandemente. Inmediatamente reconocí la necesidad en mi propia vida de cultivar ese espíritu de gozo, de dar gracias a Dios “en todo” y aun a ver el lado humorístico. Como yo estaba siendo tan bendecida, decidí escribir y compartir algunas de las poderosas verdades que estaba aprendiendo. Muchos hemos crecido pensando que Jesús fue una persona seria y fría. Necesitamos descubrir cómo era Él en verdad y cómo Él quiere que nosotros sus hijos seamos. No he llegado a donde quiero en este viaje, pero he sido muy bendecida por este material. Espero que tú también seas bendecido y que llegues a, ¡disfrutar cada día donde estás mientras caminas a donde vas! Lección 1¿Por qué un curso sobre el gozo y el contentamiento? Una vez un escorpión pidió a una tortuga que le cargara sobre su espalda para cruzar un río, puesto que los escorpiones no pueden nadar. "¿Estás loco?", contestó la tortuga. "Tú me picarás mientras estoy nadando y, ¡me moriré!". El escorpión se rió y respondió: "Claro que no lo haría porque si tú te ahogas, yo me hundiría juntamente contigo. Sería mi propia muerte". La tortuga pensó con lógica y luego dijo: "¡Tienes razón, súbete!". El escorpión subió a la tortuga y a la mitad del viaje, le dio un fuerte piquete. Mientras la tortuga empezaba a hundirse, con el escorpión atrás, gritó con desesperación: "Me lo prometiste, sin embargo, lo hiciste. ¿Por qué lo hiciste? Ahora los dos vamos a morir". Ahogándose, el escorpión respondió tristemente: "No lo pude evitar. ¡Mi naturaleza es picar!". Veremos en este estudio que nuestra naturaleza carnal es quejarnos, ser negativos y no estar contentos bajo cualquier circunstancia. También veremos que no es nuestra naturaleza disfrutar cada momento donde estamos, ¡mientras caminamos a donde vamos! I. Alegrarnos en Él es una orden ¿Sabías que Dios nos manda alegrarnos, estar gozosos y dar gracias en todo momento? No es un asunto opcional sino un mandamiento, por lo cual nos urge aprender cómo cultivar ese estilo de vida. ¿Te parece una meta inalcanzable? Te invito a tomar un viaje de aprendizaje juntamente conmigo porque, así como tú, estoy en busca de esta clase de vida. Primeramente, veamos lo que dice Dios sobre el tema. "Y te alegrarás delante de Jehová tu Dios, tú, tu hijo, tu hija, tu siervo, tu sierva, el levita que habitare en tus ciudades, y el extranjero, el huérfano y la viuda que estuvieren en medio de ti, en el lugar que Jehová tu Dios hubiere escogido para poner allí su nombre. Y te alegrarás en tus fiestas solemnes, tú, tu hijo, tu hija, tu siervo, tu sierva, y el levita, el extranjero, el huérfano y la viuda que viven en tus poblaciones. Siete días celebrarás fiesta solemne a Jehová tu Dios en el lugar que Jehová escogiere; porque te habrá bendecido Jehová tu Dios en todos tus frutos, y en toda la obra de tus manos, y estarás verdaderamente alegre" (Deuteronomio 16:11,14, 15). ¿Te fijaste que Dios les mandó alegrarse delante de Él? II. Primeramente, hay que entender lo que No estamos diciendo 1. El gozo bíblico no implica que no habrá lágrimas. Hay aflicciones en esta vida, hay divorcios, enfermedades, seres amados que mueren, hijos que se rebelan. Todo esto provoca tristeza y lágrimas. Jesús lloró ante la tumba de Lázaro. Pablo habla de la tristeza que siente por Israel y su incredulidad. “Que tengo gran tristeza y continuo dolor en mi corazón. Porque deseara yo mismo ser anatema, separado de Cristo, por amor a mis hermanos, los que son mis parientes según la carne” (Romanos 9:2, 3). 2. El gozo del Señor no es lo mismo que la felicidad. Muchas personas usan las dos palabras intercambiadas, pero no son lo mismo. La palabra felicidad significa un sentir de bienestar como el resultado de circunstancias agradables. Las Escrituras hablan de un gozo que no depende de las circunstancias. De modo que el verdadero gozo no tiene nada que ver con ir a Disneylandia o a Cancún de vacaciones. 3. El gozo del Señor es como la raíz. El estar contento en medio de nuestras circunstancias difíciles, es el fruto y es algo que tenemos que aprender. 4. Nuestro temperamento afectará el cómo expresamos el gozo. Algunas personas son jubilosas al extremo: Éste es su temperamento. Otras personas, por su temperamento, pueden expresar gozo tranquilo, como un deleite calmado, un profundo sentir de bienestar. En los siguientes capítulos ampliaremos cada uno de estos puntos y así entenderemos más de lo que es el gozo bíblico y cómo podemos disfrutar donde estamos, mientras caminamos hacia donde vamos. Un factor importante es desarrollar un buen sentido del humor. III. Cultiva un sentido del humor Aunque el gozo del Señor no es asunto de contar chistes, puesto que es algo mucho más profundo, las personas con buen sentido del humor disfrutan de la vida más que otros, sean cristianas o no. Es algo que podemos cultivar. Se puede aprender a ver el lado humorístico, aun en situaciones tensas. Me gusta leer los libros de la autora Bárbara Johnson porque ella tiene un sentido del humor como pocas personas, ¡a pesar de que ha tenido varios golpes tremendos en su vida, trayéndole gran sufrimiento! Siendo ahora una mujer anciana, ella hace chistes acerca de la vejez. En un libro escribió: "He llegado a la edad donde, ¡necesito mi dentadura postiza y aparato auditivo antes de que pueda preguntar dónde dejé mis lentes!". Salomón escribió: "El corazón alegre constituye buen remedio; mas el espíritu triste seca los huesos" (Proverbios 17:22). Mi esposo es un excelente ejemplo de una persona con un buen sentido del humor. ¡Cuántas veces él me hace reír en medio de una situación difícil! Cierto día, estábamos en el consultorio de un médico y él acababa de decirme que escribiera todo lo que como durante un día, para ver si cierta comida estaba provocándome problemas. Cabe mencionar que este doctor es especialista en nutrición y en muchas ocasiones me había advertido en contra del azúcar blanca, los dulces, postres, etc. Entonces cuando me dijo que escribiera todo lo que como en un día, pensé dentro de mí: No le voy a decir de los dulces. En esto, mi esposo volteó y me preguntó: "Mi amor, ¿sabes cómo escribir la palabra SNICKERS?" (mi chocolate favorito). Con esto, todos empezamos a reírnos, incluyendo el médico. Alguien dijo: "Un buen sentido del humor no es para todo el mundo. Es únicamente para los que quieren divertirse, disfrutar de la vida y sentirse vivos". Lección 2Ladrón del gozo #1: Un concepto distorsionado de Dios Cuando el pastor anunció que iba a jubilarse, un comité de la iglesia entrevistó a muchos posibles candidatos. Después de revisar los currículums de todos, escribieron: Lamentamos que no hemos podido encontrar un candidato apropiado para esta iglesia. Aquí está nuestro reporte confidencial: Adán: Un buen hombre que tiene problemas con su esposa. Se cuenta que él y su mujer caminan desnudos en el bosque. Noé: En su pastorado anterior, que duró 120 años, no tenía convertidos. Tiene la tendencia a soñar con proyectos de construcción no realistas. José: Piensa en grande, pero tiende a jactarse. Tiene antecedentes penales. Moisés: Un hombre humilde, pero no es bueno para comunicarse; a veces tartamudea. Débora: Una palabra: ¡es mujer! David: Parecía el candidato con mayores cualidades de liderazgo, hasta que descubrimos que cometió adulterio con la esposa de un vecino. Salomón: Grande predicador, pero con un problema: Las mujeres. Elías: Propenso a la depresión. Oseas: Un pastor amado, pero nuestra gente no puede aceptar la ocupación de su esposa. Jonás: Él nos dijo que un gran pez le tragó y luego le vomitó sobre la tierra. Al escuchar esta historia, colgamos el teléfono. Pablo: Poderoso líder y predicador, pero le falta diplomacia, es duro y se dice que una vez predicó toda la noche. Timoteo: Demasiado joven. Judas: Sus referencias son sólidas, conservador, tiene buenas relaciones, sabe manejar dinero. Le estamos invitando a predicar el domingo próximo. Como esta anécdota chusca nos indica, podemos estar totalmente engañados y muy equivocados. En muchos asuntos de la vida, no hay serias consecuencias si estamos equivocados, pero en otros sí. ¿Sabes cuál es uno de los asuntos de mayor trascendencia? ¡Es nuestro concepto de Dios! Piénsalo: ¡Nos comportamos como nos comportamos, debido a que creemos lo que creemos! Es decir, nuestras creencias, especialmente acerca de Dios, tienen una influencia directa en la clase de persona que somos. Con razón satanás quiere engañarnos, porque si nos puede mantener en ignorancia, creyendo una mentira en cuanto a la naturaleza de Dios, será imposible que seamos personas gozosas. ¡Es la verdad lo que nos hace libres! “Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres” (Juan 8:32). Como cualquier ladrón astuto, el enemigo tiene muchas estrategias para robarnos y en este capítulo veremos una de ellas: Un concepto distorsionado acerca de Dios. I. Conceptos equivocados de quién es Dios 1. Como un abuelito, incapaz de demandar nada de sus hijos. Este es un concepto popular por razones obvias, puesto que no requiere compromiso ni responsabilidad. Pero es un terrible engaño, que da a las personas una seguridad falsa. 2. Muchos ven a Dios como un policía celestial, un juez severo o un padre autoritario y el resultado es que viven en temor, hasta terror de Él. Jamás pueden experimentar acercamiento con Él. 3. En los días antes de la Reforma, cuando vivía Martín Lutero, la Iglesia enfatizó tanto los horrores del infierno y la ira de Dios, que el joven Martín y millones más vivían atemorizados. Había tanta ignorancia acerca de Dios que los historiadores llaman a esta época la "era del oscurantismo". Lutero, el mismo instrumento que Dios usó para traer luz sobre la doctrina básica de salvación por fe y no por obras, escribió acerca del terrible terror con el cual vivió en su juventud, que casi lo volvía loco. ¡Hasta este extremo puede llevar el resultado de un concepto equivocado de Dios! 4. Durante esta misma época, había líderes religiosos que tomaban un voto de pobreza, creyendo que era más santo vivir en abnegación. Influenciaron a millones de personas a creer que Dios no desea que prosperemos económicamente. "Entre más uno sufre en esta vida, más posibilidad existe de que vaya al cielo", era su creencia. Esos líderes religiosos amaban a Dios, pero tenían un concepto equivocado en cuanto a su voluntad y su carácter. 5. "Uno va al cielo por sus buenas obras", es otro concepto distorsionado que roba a muchos de una vida gozosa. En otro capítulo trataremos este tema. II. A Dios le gustan las fiestas Las personas religiosas que ven a Dios como un "aguafiestas" se van a sorprender que en el Antiguo Testamento, varias veces al año, el pueblo tuviera que presentarse delante del Señor para una fiesta solemne. El propósito era que recordaran de dónde Él les había sacado y allí es donde Él les mandó alegrarse, como vimos en el capítulo anterior. ¡Él es un Dios de gozo, un Dios fiestero! Miles de años después, cuando vino Jesús, Él contó la historia del hijo pródigo que nos representa a nosotros y el Padre, quien representa a Dios. Ese padre mandó hacer una fiesta cuando su hijo regresó a casa. Él dijo: "hagamos fiesta" y, ¡se oyó música y danzas en la casa del padre! Leer Lucas 15:11-24. Además, la Biblia dice que Dios se goza sobre nosotros, su pueblo. "Jehová está en medio de ti, poderoso, él salvará; se gozará sobre ti con alegría… se regocijará sobre ti con cánticos" (Sofonías 3:17). |
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IntroducciónHace varios meses empecé a leer y a estudiar sobre el tema del gozo del Señor, lo cual me desafiaba grandemente. Inmediatamente reconocí la necesidad en mi propia vida de cultivar ese espíritu de gozo, de dar gracias a Dios “en todo” y aun a ver el lado humorístico. Como yo estaba siendo tan bendecida, decidí escribir y compartir algunas de las poderosas verdades que estaba aprendiendo. Muchos hemos crecido pensando que Jesús fue una persona seria y fría. Necesitamos descubrir cómo era Él en verdad y cómo Él quiere que nosotros sus hijos seamos. No he llegado a donde quiero en este viaje, pero he sido muy bendecida por este material. Espero que tú también seas bendecido y que llegues a, ¡disfrutar cada día donde estás mientras caminas a donde vas! Lección 1¿Por qué un curso sobre el gozo y el contentamiento? Una vez un escorpión pidió a una tortuga que le cargara sobre su espalda para cruzar un río, puesto que los escorpiones no pueden nadar. "¿Estás loco?", contestó la tortuga. "Tú me picarás mientras estoy nadando y, ¡me moriré!". El escorpión se rió y respondió: "Claro que no lo haría porque si tú te ahogas, yo me hundiría juntamente contigo. Sería mi propia muerte". La tortuga pensó con lógica y luego dijo: "¡Tienes razón, súbete!". El escorpión subió a la tortuga y a la mitad del viaje, le dio un fuerte piquete. Mientras la tortuga empezaba a hundirse, con el escorpión atrás, gritó con desesperación: "Me lo prometiste, sin embargo, lo hiciste. ¿Por qué lo hiciste? Ahora los dos vamos a morir". Ahogándose, el escorpión respondió tristemente: "No lo pude evitar. ¡Mi naturaleza es picar!". Veremos en este estudio que nuestra naturaleza carnal es quejarnos, ser negativos y no estar contentos bajo cualquier circunstancia. También veremos que no es nuestra naturaleza disfrutar cada momento donde estamos, ¡mientras caminamos a donde vamos! I. Alegrarnos en Él es una orden ¿Sabías que Dios nos manda alegrarnos, estar gozosos y dar gracias en todo momento? No es un asunto opcional sino un mandamiento, por lo cual nos urge aprender cómo cultivar ese estilo de vida. ¿Te parece una meta inalcanzable? Te invito a tomar un viaje de aprendizaje juntamente conmigo porque, así como tú, estoy en busca de esta clase de vida. Primeramente, veamos lo que dice Dios sobre el tema. "Y te alegrarás delante de Jehová tu Dios, tú, tu hijo, tu hija, tu siervo, tu sierva, el levita que habitare en tus ciudades, y el extranjero, el huérfano y la viuda que estuvieren en medio de ti, en el lugar que Jehová tu Dios hubiere escogido para poner allí su nombre. Y te alegrarás en tus fiestas solemnes, tú, tu hijo, tu hija, tu siervo, tu sierva, y el levita, el extranjero, el huérfano y la viuda que viven en tus poblaciones. Siete días celebrarás fiesta solemne a Jehová tu Dios en el lugar que Jehová escogiere; porque te habrá bendecido Jehová tu Dios en todos tus frutos, y en toda la obra de tus manos, y estarás verdaderamente alegre" (Deuteronomio 16:11,14, 15). ¿Te fijaste que Dios les mandó alegrarse delante de Él? II. Primeramente, hay que entender lo que No estamos diciendo 1. El gozo bíblico no implica que no habrá lágrimas. Hay aflicciones en esta vida, hay divorcios, enfermedades, seres amados que mueren, hijos que se rebelan. Todo esto provoca tristeza y lágrimas. Jesús lloró ante la tumba de Lázaro. Pablo habla de la tristeza que siente por Israel y su incredulidad. “Que tengo gran tristeza y continuo dolor en mi corazón. Porque deseara yo mismo ser anatema, separado de Cristo, por amor a mis hermanos, los que son mis parientes según la carne” (Romanos 9:2, 3). 2. El gozo del Señor no es lo mismo que la felicidad. Muchas personas usan las dos palabras intercambiadas, pero no son lo mismo. La palabra felicidad significa un sentir de bienestar como el resultado de circunstancias agradables. Las Escrituras hablan de un gozo que no depende de las circunstancias. De modo que el verdadero gozo no tiene nada que ver con ir a Disneylandia o a Cancún de vacaciones. 3. El gozo del Señor es como la raíz. El estar contento en medio de nuestras circunstancias difíciles, es el fruto y es algo que tenemos que aprender. 4. Nuestro temperamento afectará el cómo expresamos el gozo. Algunas personas son jubilosas al extremo: Éste es su temperamento. Otras personas, por su temperamento, pueden expresar gozo tranquilo, como un deleite calmado, un profundo sentir de bienestar. En los siguientes capítulos ampliaremos cada uno de estos puntos y así entenderemos más de lo que es el gozo bíblico y cómo podemos disfrutar donde estamos, mientras caminamos hacia donde vamos. Un factor importante es desarrollar un buen sentido del humor. III. Cultiva un sentido del humor Aunque el gozo del Señor no es asunto de contar chistes, puesto que es algo mucho más profundo, las personas con buen sentido del humor disfrutan de la vida más que otros, sean cristianas o no. Es algo que podemos cultivar. Se puede aprender a ver el lado humorístico, aun en situaciones tensas. Me gusta leer los libros de la autora Bárbara Johnson porque ella tiene un sentido del humor como pocas personas, ¡a pesar de que ha tenido varios golpes tremendos en su vida, trayéndole gran sufrimiento! Siendo ahora una mujer anciana, ella hace chistes acerca de la vejez. En un libro escribió: "He llegado a la edad donde, ¡necesito mi dentadura postiza y aparato auditivo antes de que pueda preguntar dónde dejé mis lentes!". Salomón escribió: "El corazón alegre constituye buen remedio; mas el espíritu triste seca los huesos" (Proverbios 17:22). Mi esposo es un excelente ejemplo de una persona con un buen sentido del humor. ¡Cuántas veces él me hace reír en medio de una situación difícil! Cierto día, estábamos en el consultorio de un médico y él acababa de decirme que escribiera todo lo que como durante un día, para ver si cierta comida estaba provocándome problemas. Cabe mencionar que este doctor es especialista en nutrición y en muchas ocasiones me había advertido en contra del azúcar blanca, los dulces, postres, etc. Entonces cuando me dijo que escribiera todo lo que como en un día, pensé dentro de mí: No le voy a decir de los dulces. En esto, mi esposo volteó y me preguntó: "Mi amor, ¿sabes cómo escribir la palabra SNICKERS?" (mi chocolate favorito). Con esto, todos empezamos a reírnos, incluyendo el médico. Alguien dijo: "Un buen sentido del humor no es para todo el mundo. Es únicamente para los que quieren divertirse, disfrutar de la vida y sentirse vivos". Lección 2Ladrón del gozo #1: Un concepto distorsionado de Dios Cuando el pastor anunció que iba a jubilarse, un comité de la iglesia entrevistó a muchos posibles candidatos. Después de revisar los currículums de todos, escribieron: Lamentamos que no hemos podido encontrar un candidato apropiado para esta iglesia. Aquí está nuestro reporte confidencial: Adán: Un buen hombre que tiene problemas con su esposa. Se cuenta que él y su mujer caminan desnudos en el bosque. Noé: En su pastorado anterior, que duró 120 años, no tenía convertidos. Tiene la tendencia a soñar con proyectos de construcción no realistas. José: Piensa en grande, pero tiende a jactarse. Tiene antecedentes penales. Moisés: Un hombre humilde, pero no es bueno para comunicarse; a veces tartamudea. Débora: Una palabra: ¡es mujer! David: Parecía el candidato con mayores cualidades de liderazgo, hasta que descubrimos que cometió adulterio con la esposa de un vecino. Salomón: Grande predicador, pero con un problema: Las mujeres. Elías: Propenso a la depresión. Oseas: Un pastor amado, pero nuestra gente no puede aceptar la ocupación de su esposa. Jonás: Él nos dijo que un gran pez le tragó y luego le vomitó sobre la tierra. Al escuchar esta historia, colgamos el teléfono. Pablo: Poderoso líder y predicador, pero le falta diplomacia, es duro y se dice que una vez predicó toda la noche. Timoteo: Demasiado joven. Judas: Sus referencias son sólidas, conservador, tiene buenas relaciones, sabe manejar dinero. Le estamos invitando a predicar el domingo próximo. Como esta anécdota chusca nos indica, podemos estar totalmente engañados y muy equivocados. En muchos asuntos de la vida, no hay serias consecuencias si estamos equivocados, pero en otros sí. ¿Sabes cuál es uno de los asuntos de mayor trascendencia? ¡Es nuestro concepto de Dios! Piénsalo: ¡Nos comportamos como nos comportamos, debido a que creemos lo que creemos! Es decir, nuestras creencias, especialmente acerca de Dios, tienen una influencia directa en la clase de persona que somos. Con razón satanás quiere engañarnos, porque si nos puede mantener en ignorancia, creyendo una mentira en cuanto a la naturaleza de Dios, será imposible que seamos personas gozosas. ¡Es la verdad lo que nos hace libres! “Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres” (Juan 8:32). Como cualquier ladrón astuto, el enemigo tiene muchas estrategias para robarnos y en este capítulo veremos una de ellas: Un concepto distorsionado acerca de Dios. I. Conceptos equivocados de quién es Dios 1. Como un abuelito, incapaz de demandar nada de sus hijos. Este es un concepto popular por razones obvias, puesto que no requiere compromiso ni responsabilidad. Pero es un terrible engaño, que da a las personas una seguridad falsa. 2. Muchos ven a Dios como un policía celestial, un juez severo o un padre autoritario y el resultado es que viven en temor, hasta terror de Él. Jamás pueden experimentar acercamiento con Él. 3. En los días antes de la Reforma, cuando vivía Martín Lutero, la Iglesia enfatizó tanto los horrores del infierno y la ira de Dios, que el joven Martín y millones más vivían atemorizados. Había tanta ignorancia acerca de Dios que los historiadores llaman a esta época la "era del oscurantismo". Lutero, el mismo instrumento que Dios usó para traer luz sobre la doctrina básica de salvación por fe y no por obras, escribió acerca del terrible terror con el cual vivió en su juventud, que casi lo volvía loco. ¡Hasta este extremo puede llevar el resultado de un concepto equivocado de Dios! 4. Durante esta misma época, había líderes religiosos que tomaban un voto de pobreza, creyendo que era más santo vivir en abnegación. Influenciaron a millones de personas a creer que Dios no desea que prosperemos económicamente. "Entre más uno sufre en esta vida, más posibilidad existe de que vaya al cielo", era su creencia. Esos líderes religiosos amaban a Dios, pero tenían un concepto equivocado en cuanto a su voluntad y su carácter. 5. "Uno va al cielo por sus buenas obras", es otro concepto distorsionado que roba a muchos de una vida gozosa. En otro capítulo trataremos este tema. II. A Dios le gustan las fiestas Las personas religiosas que ven a Dios como un "aguafiestas" se van a sorprender que en el Antiguo Testamento, varias veces al año, el pueblo tuviera que presentarse delante del Señor para una fiesta solemne. El propósito era que recordaran de dónde Él les había sacado y allí es donde Él les mandó alegrarse, como vimos en el capítulo anterior. ¡Él es un Dios de gozo, un Dios fiestero! Miles de años después, cuando vino Jesús, Él contó la historia del hijo pródigo que nos representa a nosotros y el Padre, quien representa a Dios. Ese padre mandó hacer una fiesta cuando su hijo regresó a casa. Él dijo: "hagamos fiesta" y, ¡se oyó música y danzas en la casa del padre! Leer Lucas 15:11-24. Además, la Biblia dice que Dios se goza sobre nosotros, su pueblo. "Jehová está en medio de ti, poderoso, él salvará; se gozará sobre ti con alegría… se regocijará sobre ti con cánticos" (Sofonías 3:17). |
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