Cuando los hijos se rebelan | |||||||
V. Lo que los jóvenes desean de los padresQue estén dispuestos a reconocer sus propios erroresLos hijos no demandan perfección de los padres, pero sí quieren que sean honestos en admitir sus propias fallas. El padre que está dispuesto a decir al hijo: “perdóname, me equivoqué en esto”, es un padre que, a la larga, tendrá el respeto de su hijo. Que sean consistentes en la disciplinaSer consistente quiere decir no ser volubles; permitir cierta conducta un día, pero otro día castigar duramente por lo mismo. Que lo traten con respeto, que lo tomen en cuentaRecuerda que tu hijo es una persona y merece el mismo respeto que tú le muestras a cualquier otra persona. Escucha sus ideas, sus opiniones y sus comentarios. Que no comparen al hijo con nadie másNunca compares un hijo con uno de sus hermanos. Alaba sus cualidades y ayúdale a vencer sus debilidades. Que no traten de imponer sus propias creenciasUn padre puede decirle a su hijo que se siente y coma, pero no puede ordenarle que se deleite con la comida. Puede decirle que se siente tranquilamente a su lado en la congregación pero no puede decirle: “¡Tiene que gustarte!”. A un niño chico se le dice qué pensar y qué creer; él está sujeto a las creencias y valores de sus padres y así debe ser. Sin embargo, cuando el hijo llega a ser un adolescente o un joven, él tiene que tener sus propias convicciones. El padre puede demandar conducta respetuosa, pero en cuanto a sus creencias, lo único que le queda es dar testimonio con su vida y orar por él. Padres que han encontrado a Cristo cuando sus hijos ya son jóvenes necesitan la sabiduría de Dios para entender la diferencia entre enseñarles e imponerles sus propias creencias. VI. Padres libres de la rebeldíaExisten miles de personas decentes que procuran ser buenos padres. Sin embargo, si uno no ha nacido de nuevo, es decir, si no ha tenido un encuentro personal con Dios, entonces no tiene acceso a la sabiduría y guianza del Espíritu Santo. Por lo tanto, su habilidad como padre estará basada sobre sabiduría humana, la cual no es confiable. Personas buenas con una naturaleza pecaminosaEs una realidad que todos nacemos con la misma naturaleza de Adán y Eva quienes se rebelaron contra Dios (Génesis 3:6-13). Cada área de la vida humana fue afectada negativamente por esta caída. Nuestros primeros padres ya no vivían en perfecta armonía uno con el otro, sino que estaban dominados por el egoísmo. Poco después del primer ejemplo de rivalidad y lucha entre hermanos y el primer asesinato. El efecto del pecado de Adán ha sido transmitido a cada miembro de la raza humana. Romanos 5:12 Estas son las malas noticias, pero hay buenas noticias: Romanos 5:8 Ahora el único pecado que nos separa de Dios es no creer en Jesucristo y recibirlo como Señor y Salvador. Juan 3:18 Tienes que considerar tu eterna salvación y nacer de nuevo. Debes convertirte en un seguidor de Jesús, arrepentirte de todo pecado; confesándolo, odiándolo y abandonándolo. Jesús dijo a Nicodemo, un líder espiritual en Jerusalén, tienes que nacer de nuevo si quieres ver el reino de Dios y quieres entrar en el reino de Dios. Debes experimentar una verdadera conversión a Jesucristo por el Espíritu Santo. Solo repitiendo una oración que alguien dirija no va a darte salvación, tienes que nacer del Espíritu Santo. Los seguidores de Jesús le aman, le siguen, le obedecen. |
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V. Lo que los jóvenes desean de los padresQue estén dispuestos a reconocer sus propios erroresLos hijos no demandan perfección de los padres, pero sí quieren que sean honestos en admitir sus propias fallas. El padre que está dispuesto a decir al hijo: “perdóname, me equivoqué en esto”, es un padre que, a la larga, tendrá el respeto de su hijo. Que sean consistentes en la disciplinaSer consistente quiere decir no ser volubles; permitir cierta conducta un día, pero otro día castigar duramente por lo mismo. Que lo traten con respeto, que lo tomen en cuentaRecuerda que tu hijo es una persona y merece el mismo respeto que tú le muestras a cualquier otra persona. Escucha sus ideas, sus opiniones y sus comentarios. Que no comparen al hijo con nadie másNunca compares un hijo con uno de sus hermanos. Alaba sus cualidades y ayúdale a vencer sus debilidades. Que no traten de imponer sus propias creenciasUn padre puede decirle a su hijo que se siente y coma, pero no puede ordenarle que se deleite con la comida. Puede decirle que se siente tranquilamente a su lado en la congregación pero no puede decirle: “¡Tiene que gustarte!”. A un niño chico se le dice qué pensar y qué creer; él está sujeto a las creencias y valores de sus padres y así debe ser. Sin embargo, cuando el hijo llega a ser un adolescente o un joven, él tiene que tener sus propias convicciones. El padre puede demandar conducta respetuosa, pero en cuanto a sus creencias, lo único que le queda es dar testimonio con su vida y orar por él. Padres que han encontrado a Cristo cuando sus hijos ya son jóvenes necesitan la sabiduría de Dios para entender la diferencia entre enseñarles e imponerles sus propias creencias. VI. Padres libres de la rebeldíaExisten miles de personas decentes que procuran ser buenos padres. Sin embargo, si uno no ha nacido de nuevo, es decir, si no ha tenido un encuentro personal con Dios, entonces no tiene acceso a la sabiduría y guianza del Espíritu Santo. Por lo tanto, su habilidad como padre estará basada sobre sabiduría humana, la cual no es confiable. Personas buenas con una naturaleza pecaminosaEs una realidad que todos nacemos con la misma naturaleza de Adán y Eva quienes se rebelaron contra Dios (Génesis 3:6-13). Cada área de la vida humana fue afectada negativamente por esta caída. Nuestros primeros padres ya no vivían en perfecta armonía uno con el otro, sino que estaban dominados por el egoísmo. Poco después del primer ejemplo de rivalidad y lucha entre hermanos y el primer asesinato. El efecto del pecado de Adán ha sido transmitido a cada miembro de la raza humana. Romanos 5:12 Estas son las malas noticias, pero hay buenas noticias: Romanos 5:8 Ahora el único pecado que nos separa de Dios es no creer en Jesucristo y recibirlo como Señor y Salvador. Juan 3:18 Tienes que considerar tu eterna salvación y nacer de nuevo. Debes convertirte en un seguidor de Jesús, arrepentirte de todo pecado; confesándolo, odiándolo y abandonándolo. Jesús dijo a Nicodemo, un líder espiritual en Jerusalén, tienes que nacer de nuevo si quieres ver el reino de Dios y quieres entrar en el reino de Dios. Debes experimentar una verdadera conversión a Jesucristo por el Espíritu Santo. Solo repitiendo una oración que alguien dirija no va a darte salvación, tienes que nacer del Espíritu Santo. Los seguidores de Jesús le aman, le siguen, le obedecen. |
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V. Lo que los jóvenes desean de los padresQue estén dispuestos a reconocer sus propios erroresLos hijos no demandan perfección de los padres, pero sí quieren que sean honestos en admitir sus propias fallas. El padre que está dispuesto a decir al hijo: “perdóname, me equivoqué en esto”, es un padre que, a la larga, tendrá el respeto de su hijo. Que sean consistentes en la disciplinaSer consistente quiere decir no ser volubles; permitir cierta conducta un día, pero otro día castigar duramente por lo mismo. Que lo traten con respeto, que lo tomen en cuentaRecuerda que tu hijo es una persona y merece el mismo respeto que tú le muestras a cualquier otra persona. Escucha sus ideas, sus opiniones y sus comentarios. Que no comparen al hijo con nadie másNunca compares un hijo con uno de sus hermanos. Alaba sus cualidades y ayúdale a vencer sus debilidades. Que no traten de imponer sus propias creenciasUn padre puede decirle a su hijo que se siente y coma, pero no puede ordenarle que se deleite con la comida. Puede decirle que se siente tranquilamente a su lado en la congregación pero no puede decirle: “¡Tiene que gustarte!”. A un niño chico se le dice qué pensar y qué creer; él está sujeto a las creencias y valores de sus padres y así debe ser. Sin embargo, cuando el hijo llega a ser un adolescente o un joven, él tiene que tener sus propias convicciones. El padre puede demandar conducta respetuosa, pero en cuanto a sus creencias, lo único que le queda es dar testimonio con su vida y orar por él. Padres que han encontrado a Cristo cuando sus hijos ya son jóvenes necesitan la sabiduría de Dios para entender la diferencia entre enseñarles e imponerles sus propias creencias. VI. Padres libres de la rebeldíaExisten miles de personas decentes que procuran ser buenos padres. Sin embargo, si uno no ha nacido de nuevo, es decir, si no ha tenido un encuentro personal con Dios, entonces no tiene acceso a la sabiduría y guianza del Espíritu Santo. Por lo tanto, su habilidad como padre estará basada sobre sabiduría humana, la cual no es confiable. Personas buenas con una naturaleza pecaminosaEs una realidad que todos nacemos con la misma naturaleza de Adán y Eva quienes se rebelaron contra Dios (Génesis 3:6-13). Cada área de la vida humana fue afectada negativamente por esta caída. Nuestros primeros padres ya no vivían en perfecta armonía uno con el otro, sino que estaban dominados por el egoísmo. Poco después del primer ejemplo de rivalidad y lucha entre hermanos y el primer asesinato. El efecto del pecado de Adán ha sido transmitido a cada miembro de la raza humana. Romanos 5:12 Estas son las malas noticias, pero hay buenas noticias: Romanos 5:8 Ahora el único pecado que nos separa de Dios es no creer en Jesucristo y recibirlo como Señor y Salvador. Juan 3:18 Tienes que considerar tu eterna salvación y nacer de nuevo. Debes convertirte en un seguidor de Jesús, arrepentirte de todo pecado; confesándolo, odiándolo y abandonándolo. Jesús dijo a Nicodemo, un líder espiritual en Jerusalén, tienes que nacer de nuevo si quieres ver el reino de Dios y quieres entrar en el reino de Dios. Debes experimentar una verdadera conversión a Jesucristo por el Espíritu Santo. Solo repitiendo una oración que alguien dirija no va a darte salvación, tienes que nacer del Espíritu Santo. Los seguidores de Jesús le aman, le siguen, le obedecen. |
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