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 Por: Hno. Victor Richards
Publicado el:
Martes 13 de Julio, 2021
Vamos a iniciar un estudio sobre el Espíritu Santo.
Si queremos avivamiento…
Si queremos ver almas venir a Jesús…
Si queremos cambio en nuestras vidas…
Entonces, necesitamos al Espíritu Santo. Solo el Espíritu Santo puede traer avivamiento, puede traer almas a Jesús y traer cambio en nosotros.
Vamos a aprender un poco de Felipe.
Felipe tuvo que huir de la persecución en Jerusalén, porque empezaron a matar cristianos y muchos huyeron. Este no es Felipe el apóstol, es Felipe quien había sido escogido entre el número de los primeros servidores en la iglesia en Jerusalén.
Él fue fiel en servir, servir a los creyentes, servir a las viudas. Ellos tenían un programa de dar alimento a viudas y él era fiel en esto. Dios lo bendijo, lo levantó y lo ungió con poder.
Cuando vino la persecución, él fue a Samaria y predicaba en el poder del Espíritu Santo, la Biblia lo dice así. Muchos que tenían espíritus inmundos, salían éstos dando grandes voces; y muchos paralíticos y cojos eran sanados; así que había gran gozo en aquella ciudad.
Él había ido a Samaria; fíjense lo que está sucediendo, qué ministerio de milagros, liberación y gran gozo en la ciudad.
Luego leemos en Hechos 8:26
26. Un ángel del Señor habló a Felipe, diciendo: Levántate y ve hacia el sur, por el camino que desciende de Jerusalén a Gaza, el cual es desierto.
Él deja su ministerio en Samaria y va al desierto porque un ángel le habló.
Hechos 8:27
27. Entonces él se levantó y fue. Y sucedió que un etíope, eunuco, funcionario de Candace reina de los etíopes, el cual estaba sobre todos sus tesoros, y había venido a Jerusalén para adorar
Era un pagano, vino a Jerusalén a adorar, el hombre estaba en busca de Dios, y sabemos que el que busca, haya y sigue diciendo en:
Hechos 8:28-31
28. volvía sentado en su carro, y leyendo al profeta Isaías.
29. Y el Espíritu dijo a Felipe: Acércate y júntate a ese carro.
30. Acudiendo Felipe, le oyó que leía al profeta Isaías, y dijo: Pero ¿entiendes lo que lees?
31. Él dijo: ¿Y cómo podré, si alguno no me enseñare? Y rogó a Felipe que subiese y se sentara con él.
Luego bajamos un poco a versículo 35
Hechos 8:35-36
35. Entonces Felipe, abriendo su boca, y comenzando desde esta escritura, le anunció el evangelio de Jesús.
36. Y yendo por el camino, llegaron a cierta agua, y dijo el eunuco: Aquí hay agua; ¿qué impide que yo sea bautizado?
Era camino de desierto, se supone que no hay agua, pero había agua, Dios puede preparar todo, Dios tenía planes para este hombre importante en el gobierno de su país, uno que fue a Jerusalén a adorar, uno buscando al Dios verdadero y Dios hace una cita con él.
Hechos 8:37-38
37. Felipe dijo: Si crees de todo corazón, bien puedes. Y respondiendo, dijo: Creo que Jesucristo es el Hijo de Dios.
38. Y mandó parar el carro; y descendieron ambos al agua, Felipe y el eunuco, y le bautizó.
A propósito, “bautizo”, significa sumergir. Entonces, le bautizó por inmersión, bastante agua.
Yo recuerdo una vez bautizando en un arroyo en la Sierra de Chihuahua, tuvimos que escarbar un hoyo para que hubiera suficiente agua para sumergir a una viejita que había creído y quería ser bautizada en ese momento.
Hechos 8:39
39. Cuando subieron del agua, el Espíritu del Señor arrebató a Felipe; y el eunuco no le vio más…
Desapareció, primero está allí, le ha bautizado, no sé si estaban a punto de decir; “bueno yo voy por…” y Felipe ya no está ahí.
Hechos 8:39-40
39. …y siguió gozoso su camino.
40. Pero Felipe se encontró en Azoto…
El Espíritu Santo tomó a Felipe en Samaria y le llevó al desierto en manera normal y luego sobrenaturalmente lo llevó del desierto a Azoto. El Espíritu Santo es Dios, le sacó de un ministerio fructífero y le llevó a Azoto y esto no es algo lógico conforme a nosotros, estamos hablando del Espíritu Santo. Vamos a estudiar del Espíritu Santo mis hermanos, tenemos que conocer al Espíritu Santo. El Espíritu Santo se menciona en el Antiguo Testamento 65 veces y se menciona 220 veces en el Nuevo Testamento.
Está conocido por nombres como el Espíritu de Dios, el Espíritu de Jehová, el Espíritu, Santo Espíritu, su mismo Espíritu. En el Nuevo Testamento como Espíritu Santo, Espíritu de Dios, el Espíritu, Espíritu de verdad, Espíritu del Señor, Espíritu de Santidad, el Espíritu que proviene de Dios, el Espíritu de su Hijo, el Espíritu de Jesucristo, Espíritu de gracia, Espíritu eterno.
La Biblia está llena del Espíritu Santo y si nosotros estamos entrando en una nueva ola de avivamiento, necesitamos conocer al Espíritu Santo. Nuestro espíritu se abrirá a recibir lo increíble y aun lo imposible, porque con Dios nada es imposible.
Hechos 8:39-40
39. …el Espíritu del Señor arrebató a Felipe; y el eunuco no le vio más, y siguió gozoso su camino.
40. Pero Felipe se encontró en Azoto…
El Espíritu Santo es Dios, Él manda, pero en este caso solamente le mandó al desierto, de allí le llevó a otro lugar, en un abrir y cerrar de ojos.
Esto, ¿te sorprende, te parece imposible, te parece un cuento de hadas?
Estamos tratando con Dios, estamos tratando con Aquel que sólo sopló y sólo habló y las galaxias empezaron a aparecer y siguen apareciendo; el hombre no puede encontrar el fondo del espacio.
Cuando el Espíritu Santo viene y vive en uno, esto es un milagro, muy, muy grande.
En el libro de Juan leemos esto:
Juan 4:23-24
23. Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren.
24. Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren.
Dios no viene físicamente, Él viene en Espíritu, pero un Espíritu es mayor que un cuerpo físico, Dios está aquí, su Espíritu Santo está aquí.
Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren.
Alguien puede preguntar. ¿Cómo adoramos en espíritu y en verdad?
Juan 14:15
15. Si me amáis, guardad mis mandamientos.
Sabes qué, obediencia es una parte de la adoración. Adoración no sólo es cantar ciertos cantos con las manos en alto; esto si es adoración. Pero uno que ha caminado un poco con el Señor y anhela Su presencia puede tener experiencias en Su presencia y nosotros debemos aprender a entrar en Su presencia en adoración. La obediencia es parte de la adoración.
Parte de la adoración es amarle a Él, amar a Dios, ¡amarle, amarle! Y si le amamos vamos a tener comunicación con Él, adorándole, hablando con Él, orando.
Hay matrimonios que fracasan porque no hay comunicación, en algún punto dejan de hablar, van a la ruina. Si tú no has estado hablando con Dios, empieza, ¡empieza hoy!
Si me amáis, guardad mis mandamientos, sé obediente a Dios.
Juan 14:16
16. Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre
¿Escuchaste? ¡Para siempre, para siempre, para siempre!
Juan 14:17-18
17. el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros.
18. No os dejaré huérfanos; vendré a vosotros.
El Espíritu de verdad, aquí está hablando del Espíritu Santo…
Necesitamos reconocer nuestra necesidad de Él, nuestra necesidad por el Espíritu Santo. Y si nosotros vamos a ser adoradores en espíritu y en verdad, entonces debemos ser obedientes.
Obediencia es parte de la adoración. Para que el Padre y el Hijo habiten en ti y en mí, debemos ser obedientes a Su Palabra. Cuando somos obedientes el Espíritu Santo viene a nosotros.
Si tu reconoces que no has sido obediente a los mandamientos, si no has guardado Su Palabra, ¡arrepiéntete hoy mismo! Estoy hablando a cristianos que han bajado la guardia, cristianos que han permitido desobediencia entrar a sus corazones, toma la decisión hoy mismo de obedecer. |
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