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 Por: Hno. Victor Richards
Publicado el:
Martes 20 de Julio, 2021
Vimos la semana pasada que, una persona llena del Espíritu Santo, obedece. Es obediente a la Palabra de Dios, pero también es obediente a lo que Dios habla a su corazón.
Como Felipe, ¿recuerdan?
Dios le habló que fuera al desierto y él obedeció. Vimos que Dios tenía preparado una cita divina con el etíope. Pero sobre todo vimos que, Jesús dijo, que los que le aman, guardan Su Palabra y la obedecen.
Juan 14:23
23. Respondió Jesús y le dijo: El que me ama, mi palabra guardará…
La persona que no guarda Su Palabra no le ama, y si cree que le ama y no guarda Su Palabra está auto engañado, se engaña a sí mismo; el que me ama, guarda mi palabra.
Él dijo; si me amáis guardad mis mandamientos.
Juan 14:23
23. Respondió Jesús y le dijo: El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él.
¿Quieres la Presencia de Dios? Obedece. Obediencia, es parte de la adoración.
Él busca adoradores que le adoren en espíritu y en verdad. Dios es Espíritu, estoy tratando de ayudarles para que puedan tener la experiencia de Su Presencia.
Mira, nosotros usamos termómetros para medir la temperatura. Cuando uno dice; “estoy enfermo, me siento tan mal, estoy caliente”, metes el termómetro a la boca, si éste dice 104 grados, esa persona está en peligro, ¡está muy enfermo!, pero si marca 105 grados, ¡empieza a poner hielo, busca ayuda, pero ya!
¿Cuál es el termómetro espiritual?
“El que me ama, mi palabra guardará”. Este versículo, es el termómetro.
Cuando estamos enamorados de Dios, queremos agradar a Dios y no nos parece pesado, queremos obedecerlo.
No andamos buscando la línea que separa lo santo, del pecado y luego tratamos de caminar lo más cerca posible del pecado sin cruzar la línea; al contrario, huimos de esa línea, nos cuidamos porque le amamos.
Dios va a venir a nosotros y morar en nosotros con su Hijo por Su Espíritu y vamos a tener preciosos tiempos en adoración y alabanza. Asistir a las reuniones cristianas va a ser un placer.
Luego continúa;
Juan 14:24-26
24. El que no me ama, no guarda mis palabras; y la palabra que habéis oído no es mía, sino del Padre que me envió.
25. Os he dicho estas cosas estando con vosotros.
26. Mas el Consolador, el Espíritu Santo (aquí lo identifica claramente), a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas.
El Espíritu Santo nos va a enseñar todas las cosas, por un lado tenemos la Palabra, pero por otro lado, tenemos al Espíritu Santo que nos está enseñando todas las cosas, porque necesitamos ser enseñados por Él.
Juan 14:26
26. Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho.
Parece que ellos tenían problema con la memoria y esto me anima porque Él tiene que recordarme cosas a mí. De repente brinca en mi mente un texto que no he pensado en mucho tiempo, esto es algo que hace el Espíritu Santo.
En el libro de Hechos encontramos la historia de Herodes, un rey malvado, este rey mató a Jacobo, hermano de Juan y puso a Pedro en la cárcel y él quería esperar; después de unos días festivos le iba a sacar y públicamente, le iba a matar.
“Pero Dios…”, me gustan estas dos palabras, “pero Dios…”. Pudiera estar yo en ruina, “pero Dios…” vino a mi rescate.
Yo recuerdo una ocasión en la Sierra, estaba en gran peligro “pero Dios…”. Unos hombres tenían una emboscada esperándome, “pero Dios…”, ¿qué hizo? Permitió que mi llanta se ponchara y cuando terminé de cambiar la llanta, cansados de esperar, pensando que no iba por ese camino, se fueron a casa y yo pasé sin peligro.
“Pero Dios…”, iba a sacar a Pedro. Tenían a Pedro en la cárcel, le tenían con dos cadenas, tenía enfrente de él dos guardias, guardias que cambiaban continuamente.
¿Qué pasó? Un ángel llega a lado de Pedro y los guardias están dormidos, sobrenaturalmente dormidos, el ángel hace caer las cadenas, le dice: pon tu ropa y luego la puerta se abre y ellos salen de allí.
Y, ¿qué del portón grande a la calle? Se abre como en las tiendas modernas, uno no tiene que tocar la puerta, se abre sola y él está libre.
Recuerden, cuando caminamos en el Espíritu Santo lo increíble, lo imposible puede suceder, esto no sólo es para tiempo del Nuevo Testamento, esto es para siempre, puertas de cárceles pueden abrirse, también hoy en día.
Leí el libro “El hombre celestial”. Sobre un hermano chino encarcelado y las puertas se abrieron después de que estuvo un tiempo en la cárcel.
Hay los que dicen: “está bien, esto sucede en la Biblia, pero yo no creo que cosas así, sucedan hoy”, te estás perdiendo de algo poderoso, puertas de cárceles pueden abrirse, personas pueden ser arrebatados, enfermedades pueden desaparecer, enemigos pueden ser comidos por gusanos, tú dices: ¿por qué dices esto?
Porque cuando Herodes se entera que Pedro ha escapado, estaba enojado y ordena matar a todos los guardias, luego él va a un lugar.
Lo invitaron a un lugar a hablar y él empieza hablar y la gente dice: “Voz de Dios y no de hombre” y en eso un ángel le hiere y está lleno de gusanos, están comiendo su estómago, sus intestinos, está en sus músculos, sale de sus orejas, sus ojos y nariz y él muere así.
Porque extendió su mano y mató al hermano de Juan e iba a matar a Pedro y Dios dijo: “hasta aquí”.
La iglesia neo testamentaria fue una iglesia que vivía en el poder del Espíritu Santo, nosotros debemos hacerlo también y en caso de que alguien te ha contaminado con la mentira de que los milagros y lo sobrenatural han cesado, yo quiero leer en Hechos.
Hechos 2:38(b)-39
38(b). recibiréis el don del Espíritu Santo.
39. Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamare.
Estos somos nosotros. Estamos lejos, pero esto no está hablando de kilómetros, está hablando de cientos y miles de años…
Luego leemos en Juan 16:7-8
7. Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya; porque si no me fuera, el Consolador no vendría a vosotros; mas si me fuere, os lo enviaré.
8. Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio.
Trae convicción al corazón de las personas, ¿quién? El Espíritu Santo.
El Espíritu Santo trae convicción de pecado al corazón de la persona lejos de Dios, convencerá al mundo de pecado, justicia y de juicio.
Luego leemos en Juan 16:13-14
13. Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir.
14. El me glorificará… (Dice Jesús)
El Espíritu Santo glorifica a Jesús, ¿por qué? Porque es Dios.
¿Quién es Dios? ¿Victor? No.
¿Jesús es Dios? Sí, ¿el Espíritu Santo es Dios? Sí, ¿Jehová es Dios? Sí…
Cuando Él venga, os guiará a toda la verdad, os hará saber las cosas que habrán de venir, glorificará a Jesús, convencerá al mundo de pecado, justicia y juicio. Mira todas las cosas que Él va hacer.
¿Qué haríamos sin el Espíritu Santo?
Estaríamos en peligro.
Lo más que tú sabes del Espíritu Santo y de las Escrituras; lo más que te podrás mover en el poder del Espíritu Santo.
Toda persona que se llama a sí mismo cristiano, necesita al Espíritu Santo.
Todo seguidor de Jesús necesita al Espíritu Santo.
¿Quieres tú glorificar a Jesús?
Necesitas al Espíritu Santo.
¿Quieres ser guiado a toda verdad?
Entonces, necesitas al Espíritu Santo.
¿Quieres que el mundo tenga convicción de pecado?
Entonces, necesitas al Espíritu Santo.
Amados, ¡necesitamos al Espíritu Santo, más de lo que nos damos cuenta!
¿Alguien quiere recibir al Espíritu Santo?
¿Quieres ser lleno del Espíritu Santo?
Empieza a clamar a Dios que te llene con Su Espíritu Santo. |
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