Por: Hno. Victor Richards
Publicado el: Martes 30 de Noviembre, 2021
DIOS ES BUENO: MI FIEL AMIGO
La semana pasada vimos que Jesús es nuestro fiel amigo y que Él quiere que nuestro amor sea sin condición.
Ahora, vamos al libro de Juan.
Juan 15 del 12 al 14:
12. Este es mi mandamiento: Que os améis unos a otros, como yo os he amado.
Él quiere que nos amemos unos a los otros con amor sin condición, como Él nos amó a nosotros.
Continuemos en el verso 13
13. Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos.
Jesús puso Su vida no solo por sus amigos, sino también por todos sus enemigos y por todos nosotros.
Verso 14
14. Vosotros sois mis amigos, si hacen lo que yo les mando.
Somos sus amigos si hacemos lo que Él manda.
¿Soy claro?
Jesús quiere que nosotros vivamos como Sus amigos.
También nos dice que nunca nos dejará, que nunca nos abandonará.
Los amigos no abandonan a sus amigos, ¿verdad?
Jesús mi fiel amigo.
Te pregunto:
¿Jesús es tu fiel amigo?
¿Tú eres fiel amigo de Jesús?
Él es nuestro amigo y quiere que le conozcas más y más y más.
Otra vez vamos a leer en el libro de Juan.
Juan 15:13 y 14
13. Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos.
14. Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando.
Bendito sea el nombre del Señor.
Yo creo que es buen tiempo de cerrar los ojos y empezar a decirle:
“Señor quiero ser tu amigo”.
Dile en tus propias palabras:
“Quiero ser tu amigo”.
El caminar con Jesús va a requerir:
Buscar Su presencia de corazón.
Jesús quiere que te acerques a Él de verdad.
Jesús quiere darte a conocer las cosas secretas y Su voluntad, porque son amigos y amigos no tienen secretos.
Jesús quiere vivir así contigo.
Dios es bueno y Él te ama tanto que dio a su Hijo Jesucristo y en la cruz murió por ti para perdonar tus pecados.
La Sangre de Jesús te limpia de todo pecado.
Si tú nunca has entregado tu vida a Jesús como tu Salvador y Señor, entonces, necesitas recibirlo en tu corazón.
Si tú vas a entregar tu vida a Jesús, vamos a orar.
Dile:
Señor Jesús; te recibo en mi corazón, me doy cuenta que no hay otro nombre bajo el cielo dado a los hombres en que podamos ser salvos, solo en Tu nombre Jesús.
Lávame de mis pecados con Tu Sangre preciosa.
Haz de mí, una nueva persona.
Ahora que te recibo en mi corazón, te pido que me guardes, ayúdame a aprender a conocer Tu voz, a caminar en Ti y a obedecer lo que Tu mandas.
Te lo pido en Tu nombre Jesús.
AMÉN.
|