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¿QUà ESPERAS DEL AYUNO? II | |||||||
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TENGO UNAS PREGUNTAS PARA TI: ¿Qué ESPERAS DEL AYUNO Y LA ORACIÓN QUE ESTÁS HACIENDO? ¿LO HAS PENSADO? ¿Dios puede parar su juicio porque nosotros estamos en oración y ayuno pidiendo misericordia? ¡Creemos que sí! Vimos la semana pasada lo siguiente en: 1ª Timoteo 2:1-4 1. Exhorto ante todo, a que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias, por todos los hombres; 2. por los reyes y por todos los que están en eminencia, para que vivamos quieta y reposadamente en toda piedad y honestidad. 3. Porque esto es bueno y agradable delante de Dios nuestro Salvador, 4. el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad. ¿Se fijan? ¡Hay un propósito en nuestras oraciones, ayunos y ruegos a Dios! ¿Cuál propósito? Que Dios nuestro Salvador, quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad. ¡PIÉNSALO! Si todos los hombres y mujeres en México fueran salvos ¡Sería un gran avivamiento! ¿No lo crees? ¡Esto es lo que queremos! ¿Verdad? Por eso; ¡nuestra oración y ayuno! Avivamiento es más que unos pocos momentos de gozo. ¡Queremos ver a la iglesia avivada, empezando con nosotros! ¿Lo quieres tú también? ¿Has pensado que vivimos como si fuéramos amigos del mundo, más que de Dios? ¿Por qué lo digo? Leamos en el libro de Santiago: Santiago 4:3-4 3. Piden, y no reciben, porque piden mal, para gastar en vuestros deleites. 4. ¡Oh almas adúlteras! ¿No saben que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios. Ahora, vamos a leer 1ª Juan 2:15-17 15. No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. 16. Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo. 17. Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre. ¡Necesitamos ser quebrantados! ¿Verdad? Vamos a leer en el libro de Isaías Isaías 57:15 15. Porque así dice el Alto y Sublime, el que habita la eternidad, y cuyo nombre es el Santo: Yo habito en la altura y la santidad, y con el quebrantado y humilde de espíritu, para hacer vivir el espíritu de los humildes, y para vivificar el corazón de los quebrantados. Si queremos Su PRESENCIA, entonces, seamos humildes de espíritu. No tenemos de que estar orgullosos, excepto en esto; En Jesucristo y Él crucificado. México necesita una iglesia que esté avivada en el fuego de Dios, una iglesia que sea santa. ¡Sí! ¡México la necesita! Por años hemos esperado que nuestros presidentes traigan cambio a nuestra Patria amada, pero; ¡ellos no lo pueden hacer! ¡Seamos nosotros quienes traemos el cambio a nuestra nación! ¿VAS A AYUDARME A ORAR POR LAS FAMILIAS DE MÉXICO? ENTONCES, OREMOS POR LA SALVACIÓN DE NUESTRAS FAMILIAS; NUESTROS HIJOS E HIJAS, NUESTROS NIETOS Y NIETAS. ¡JÓVENES! ¡ORA POR TU PADRE Y POR TU MADRE QUE NECESITA SALVACIÓN! ¡VAMOS A ORAR POR LAS FAMILIAS DE NUESTRO MÉXICO! JEHOVÁ MIRA AL QUE ES POBRE Y HUMILDE DE ESPÍRITU. ORACIÓN: ¡Señor, Dios grande, digno de ser temido, que guardas el pacto y la misericordia con los que te aman y guardan tus mandamientos; hemos pecado, hemos cometido iniquidad, hemos hecho maldad, hemos sido rebeldes a tus mandamientos! ¡Hemos pecado contra ti Señor, pero de ti es el tener misericordia y el perdonar nuestra maldad! ¡Perdona a tu pueblo en México porque hemos ido tras otros dioses, por lo cual, ha caído sobre nosotros la maldición de la violencia y la corrupción de los que nos gobiernan! Todo este mal vino sobre nosotros y no hemos rogado tu favor, ¡Oh Jehová!, para convertirnos de nuestras maldades y entender tu verdad. Por tanto, Señor Dios nuestro, que nos rescataste por la sangre preciosa de Jesucristo, apártese ahora tu ira y tu furor de sobre nuestra ciudad y sobre nuestro México. ¡Mira la ciudad sobre la cual es invocado tu NOMBRE; porque no elevamos nuestros ruegos ante ti, confiados en nuestra justicia, sino en tus muchas misericordias! ¡AMEN! |
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Por: Hno. Victor Richards
¿QUà ESPERAS DEL AYUNO? II |
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TENGO UNAS PREGUNTAS PARA TI: ¿Qué ESPERAS DEL AYUNO Y LA ORACIÓN QUE ESTÁS HACIENDO? ¿LO HAS PENSADO? ¿Dios puede parar su juicio porque nosotros estamos en oración y ayuno pidiendo misericordia? ¡Creemos que sí! Vimos la semana pasada lo siguiente en: 1ª Timoteo 2:1-4 1. Exhorto ante todo, a que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias, por todos los hombres; 2. por los reyes y por todos los que están en eminencia, para que vivamos quieta y reposadamente en toda piedad y honestidad. 3. Porque esto es bueno y agradable delante de Dios nuestro Salvador, 4. el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad. ¿Se fijan? ¡Hay un propósito en nuestras oraciones, ayunos y ruegos a Dios! ¿Cuál propósito? Que Dios nuestro Salvador, quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad. ¡PIÉNSALO! Si todos los hombres y mujeres en México fueran salvos ¡Sería un gran avivamiento! ¿No lo crees? ¡Esto es lo que queremos! ¿Verdad? Por eso; ¡nuestra oración y ayuno! Avivamiento es más que unos pocos momentos de gozo. ¡Queremos ver a la iglesia avivada, empezando con nosotros! ¿Lo quieres tú también? ¿Has pensado que vivimos como si fuéramos amigos del mundo, más que de Dios? ¿Por qué lo digo? Leamos en el libro de Santiago: Santiago 4:3-4 3. Piden, y no reciben, porque piden mal, para gastar en vuestros deleites. 4. ¡Oh almas adúlteras! ¿No saben que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios. Ahora, vamos a leer 1ª Juan 2:15-17 15. No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. 16. Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo. 17. Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre. ¡Necesitamos ser quebrantados! ¿Verdad? Vamos a leer en el libro de Isaías Isaías 57:15 15. Porque así dice el Alto y Sublime, el que habita la eternidad, y cuyo nombre es el Santo: Yo habito en la altura y la santidad, y con el quebrantado y humilde de espíritu, para hacer vivir el espíritu de los humildes, y para vivificar el corazón de los quebrantados. Si queremos Su PRESENCIA, entonces, seamos humildes de espíritu. No tenemos de que estar orgullosos, excepto en esto; En Jesucristo y Él crucificado. México necesita una iglesia que esté avivada en el fuego de Dios, una iglesia que sea santa. ¡Sí! ¡México la necesita! Por años hemos esperado que nuestros presidentes traigan cambio a nuestra Patria amada, pero; ¡ellos no lo pueden hacer! ¡Seamos nosotros quienes traemos el cambio a nuestra nación! ¿VAS A AYUDARME A ORAR POR LAS FAMILIAS DE MÉXICO? ENTONCES, OREMOS POR LA SALVACIÓN DE NUESTRAS FAMILIAS; NUESTROS HIJOS E HIJAS, NUESTROS NIETOS Y NIETAS. ¡JÓVENES! ¡ORA POR TU PADRE Y POR TU MADRE QUE NECESITA SALVACIÓN! ¡VAMOS A ORAR POR LAS FAMILIAS DE NUESTRO MÉXICO! JEHOVÁ MIRA AL QUE ES POBRE Y HUMILDE DE ESPÍRITU. ORACIÓN: ¡Señor, Dios grande, digno de ser temido, que guardas el pacto y la misericordia con los que te aman y guardan tus mandamientos; hemos pecado, hemos cometido iniquidad, hemos hecho maldad, hemos sido rebeldes a tus mandamientos! ¡Hemos pecado contra ti Señor, pero de ti es el tener misericordia y el perdonar nuestra maldad! ¡Perdona a tu pueblo en México porque hemos ido tras otros dioses, por lo cual, ha caído sobre nosotros la maldición de la violencia y la corrupción de los que nos gobiernan! Todo este mal vino sobre nosotros y no hemos rogado tu favor, ¡Oh Jehová!, para convertirnos de nuestras maldades y entender tu verdad. Por tanto, Señor Dios nuestro, que nos rescataste por la sangre preciosa de Jesucristo, apártese ahora tu ira y tu furor de sobre nuestra ciudad y sobre nuestro México. ¡Mira la ciudad sobre la cual es invocado tu NOMBRE; porque no elevamos nuestros ruegos ante ti, confiados en nuestra justicia, sino en tus muchas misericordias! ¡AMEN! |
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¿QUà ESPERAS DEL AYUNO? II |
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TENGO UNAS PREGUNTAS PARA TI: ¿Qué ESPERAS DEL AYUNO Y LA ORACIÓN QUE ESTÁS HACIENDO? ¿LO HAS PENSADO? ¿Dios puede parar su juicio porque nosotros estamos en oración y ayuno pidiendo misericordia? ¡Creemos que sí! Vimos la semana pasada lo siguiente en: 1ª Timoteo 2:1-4 1. Exhorto ante todo, a que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias, por todos los hombres; 2. por los reyes y por todos los que están en eminencia, para que vivamos quieta y reposadamente en toda piedad y honestidad. 3. Porque esto es bueno y agradable delante de Dios nuestro Salvador, 4. el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad. ¿Se fijan? ¡Hay un propósito en nuestras oraciones, ayunos y ruegos a Dios! ¿Cuál propósito? Que Dios nuestro Salvador, quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad. ¡PIÉNSALO! Si todos los hombres y mujeres en México fueran salvos ¡Sería un gran avivamiento! ¿No lo crees? ¡Esto es lo que queremos! ¿Verdad? Por eso; ¡nuestra oración y ayuno! Avivamiento es más que unos pocos momentos de gozo. ¡Queremos ver a la iglesia avivada, empezando con nosotros! ¿Lo quieres tú también? ¿Has pensado que vivimos como si fuéramos amigos del mundo, más que de Dios? ¿Por qué lo digo? Leamos en el libro de Santiago: Santiago 4:3-4 3. Piden, y no reciben, porque piden mal, para gastar en vuestros deleites. 4. ¡Oh almas adúlteras! ¿No saben que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios. Ahora, vamos a leer 1ª Juan 2:15-17 15. No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. 16. Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo. 17. Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre. ¡Necesitamos ser quebrantados! ¿Verdad? Vamos a leer en el libro de Isaías Isaías 57:15 15. Porque así dice el Alto y Sublime, el que habita la eternidad, y cuyo nombre es el Santo: Yo habito en la altura y la santidad, y con el quebrantado y humilde de espíritu, para hacer vivir el espíritu de los humildes, y para vivificar el corazón de los quebrantados. Si queremos Su PRESENCIA, entonces, seamos humildes de espíritu. No tenemos de que estar orgullosos, excepto en esto; En Jesucristo y Él crucificado. México necesita una iglesia que esté avivada en el fuego de Dios, una iglesia que sea santa. ¡Sí! ¡México la necesita! Por años hemos esperado que nuestros presidentes traigan cambio a nuestra Patria amada, pero; ¡ellos no lo pueden hacer! ¡Seamos nosotros quienes traemos el cambio a nuestra nación! ¿VAS A AYUDARME A ORAR POR LAS FAMILIAS DE MÉXICO? ENTONCES, OREMOS POR LA SALVACIÓN DE NUESTRAS FAMILIAS; NUESTROS HIJOS E HIJAS, NUESTROS NIETOS Y NIETAS. ¡JÓVENES! ¡ORA POR TU PADRE Y POR TU MADRE QUE NECESITA SALVACIÓN! ¡VAMOS A ORAR POR LAS FAMILIAS DE NUESTRO MÉXICO! JEHOVÁ MIRA AL QUE ES POBRE Y HUMILDE DE ESPÍRITU. ORACIÓN: ¡Señor, Dios grande, digno de ser temido, que guardas el pacto y la misericordia con los que te aman y guardan tus mandamientos; hemos pecado, hemos cometido iniquidad, hemos hecho maldad, hemos sido rebeldes a tus mandamientos! ¡Hemos pecado contra ti Señor, pero de ti es el tener misericordia y el perdonar nuestra maldad! ¡Perdona a tu pueblo en México porque hemos ido tras otros dioses, por lo cual, ha caído sobre nosotros la maldición de la violencia y la corrupción de los que nos gobiernan! Todo este mal vino sobre nosotros y no hemos rogado tu favor, ¡Oh Jehová!, para convertirnos de nuestras maldades y entender tu verdad. Por tanto, Señor Dios nuestro, que nos rescataste por la sangre preciosa de Jesucristo, apártese ahora tu ira y tu furor de sobre nuestra ciudad y sobre nuestro México. ¡Mira la ciudad sobre la cual es invocado tu NOMBRE; porque no elevamos nuestros ruegos ante ti, confiados en nuestra justicia, sino en tus muchas misericordias! ¡AMEN! |
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