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 Por: Hno. Victor Richards
Publicado el:
Martes 30 de Marzo, 2021
FE PARA SANIDAD
Parte III
La semana pasada vimos que necesitamos enseñanza de la Palabra para ver al Padre. Para hacer que nuestra fe crezca hasta ser una fe de vanguardia.
Hoy veremos que hay otras cosas o pistas que debemos descubrir para que nuestra fe sea como la de Jesús.
Ustedes recuerdan cuando Jesús subió al monte con tres de los discípulos, los otros se quedaron esperando abajo. Mientras esperaban, les llevaron un muchacho endemoniado para liberarlo. El demonio haría que el muchacho se lanzara al fuego o al agua para matarlo. Por eso, el padre trajo al joven a los discípulos; y seguro ellos trataron de librarle, pero no pudieron.
¿Te ha pasado a ti algo similar?
Ahora más que nunca, necesitamos crecer en la fe, no podemos ser vanguardistas sin ser radicales.
¿Qué clase de fe?
Radical.
Dios nos va a llamar a ser más radicales en la fe. Es fe radical que provoca suceder las grandes cosas que Dios quiere hacer; esta fe nos desafía, pero nos lleva a mayores victorias. Volviendo a la historia, los discípulos hicieron lo que vieron a Jesús hacer, pero no pudieron. Cuando Jesús volvió del monte, el padre trajo al muchacho a Jesús.
Jesús los reprendió a los discípulos por su falta de fe y luego, reprendió Jesús al demonio el cual salió del muchacho y este quedó sano desde aquella hora.
Ahora, vamos a leer en Mateo 17:19
19. Viniendo entonces los discípulos a Jesús, aparte, dijeron: ¿Por qué nosotros no pudimos echarlo fuera?
20. Jesús les dijo: Por vuestra poca fe; porque de cierto os digo, que si tuviereis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: Pásate de aquí allá, y se pasará; y nada os será imposible.
Tenían poca fe, necesitaban mucha fe. Si tienes poca fe cuando necesitas mucha fe, no vas a ver suceder las cosas, que quieres ver suceder. Esta es otra pista en el camino hacia una fe de vanguardia; fe como un grano de mostaza. El grano de mostaza del que habla Jesús es una semilla muy, pero muy pequeña. Aunque Jesús se refirió al grano de mostaza; Él no estaba hablando del grano solamente, Él se refería a la capacidad que tiene ese pequeño grano cuando lo pones en la tierra. Este granito, crece y crece hasta ser un árbol grande donde los pájaros ponen sus nidos.
Entonces, lo que Jesús trata de decirnos es que, si tenemos una fe que crece y sigue creciendo, diremos a este monte pásate de aquí allá y se pasará y nada os será imposible.
Esa debe ser nuestra meta, que mi fe crezca hasta que nada nos sea imposible. Hay mucha tierra que alcanzar.
Jesús dijo en el versículo 21
21. Pero este género no sale sino con oración y ayuno.
Este versículo nos da otra pista en nuestro estudio de la fe de vaguardia: La oración y el ayuno pueden hacer que nuestra fe crezca.
Alguien puede decir, “eso no dice en este versículo”. Si lo dice, sin decirlo.
Lo que trato de decir es que cuando Jesús nos dice; “si tuvieran fe como un grano de mostaza, ustedes pueden tener el poder y nada será imposible. Pero este género no sale sino con oración y ayuno”. Si los discípulos hubieran pasado mas tiempo en ayuno y oración su fe hubiera crecido y el demonio hubiera salido del muchacho.
Y, ¿sabes qué? Llegó el día que ningún demonio pudo quedarse frente a estos mismos hombres, porque la fe de ellos había crecido como el grano de mostaza. Entonces hagamos crecer nuestra fe: orando, ayunando, viendo al Padre en la Palabra, conociendo Su voluntad. Todo esto hará crecer nuestra fe. Necesitamos ser una congregación que cree y crece en la fe. No puedes estar esperando que lo hagan solamente los pastores, ellos no lo pueden hacer por ti. Tu tienes que buscar y creer, no esperes que alguien mas lo haga por ti, porque eso no va a suceder.
Otra pista en el camino hacia una fe para sanidad, es que debemos estar en situaciones que hagan estirar nuestra fe; eso fue lo que hizo Pedro, ¿recuerdan? Cuando caminó sobre el agua. Algunos piensan que él falló porque tuvo miedo y empezó a hundirse. Pero NO falló, Jesús dijo que tuvo poca fe; y esa poca fe lo llevó a caminar unos metros sobre el agua.
Pero llegó el día que caminando Pedro por las calles de Jerusalén sacaban los enfermos y los ponían en camas y lechos para que al pasar Pedro a lo menos su sombra cayese sobre alguno de ellos y aún de las ciudades vecinas muchos venían a Jerusalén, trayendo enfermos y atormentados por espíritus inmundos y todos eran sanados. Esta poca fe de Pedro había crecido y ya era grande fe y los resultados lo probaron.
Yo quiero que mi fe crezca desesperadamente, ¡quiero que mi fe crezca!
¿Tú también quieres que tu fe crezca?
Si solo queremos vivir en la comodidad de la incredulidad y la inactividad, entonces no lograremos una fe vanguardista.
Por eso, necesitamos una fe de vanguardia.
Cuando viene una situación difícil, lo que sea que tengas que enfrentar, no temas y cree la Palabra de Dios y estira tu fe. La obediencia a Dios y Su Palabra hace crecer la fe. También un compromiso serio con Dios, con Jesús, con el Espíritu Santo y con la iglesia hacen crecer la fe. Hay mucho más para alcanzar una fe de vanguardia. La obediencia, lo creativo, el compromiso, la fidelidad con nuestros bienes.
Hay mucho más que podemos hacer para que nuestra fe crezca. Estaremos viendo esto mas delante.
VAMOS A ORAR
Padre celestial, queremos ser como tu amado Hijo Jesús, queremos tener una fe para sanidad, para los milagros, para que Tu reino avance aquí en la tierra.
Ayúdanos a hacer crecer nuestra fe, así como el grano de mostaza. Queremos que crezca para hacer posible lo que parece imposible.
Queremos ser personas del Espíritu, personas que ayunan y oran para hacer crecer nuestra fe y reconocer en nuestro espíritu con qué situación estamos tratando para vencerlo.
Señor, yo quiero que mi fe sea estirada. Ayúdame a ver cómo Tú ves, para ver las situaciones en mi vida donde yo puedo estirar mi fe. En el nombre de Jesús, AMÉN.
Si tú quieres dar tu vida a Jesús, dile en oración lo siguiente:
Jesús sé que moriste en la cruz por mi, perdona todos mis pecados, entra en mi corazón y hazme una nueva persona. Quiero que seas quien gobierna y dirige mi vida.
Escribe o llama; queremos ayudarte en tu caminar con Dios. No dejes pasar el tiempo, hazlo hoy mismo.
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