EL ESPIRITU SANTO #7 | |||||||
EL ESPIRITU SANTO HACE LA DIFERENCIALa semana pasada vimos que el Espíritu Santo puede transformar una persona común que vive su vida cristiana en desánimo y derrota a una vida llena de gozo y victoria. Por ejemplo: el apóstol Pedro, quien negó a Jesús tres veces, se convirtió en el líder valiente del Pentecostés, que predico sin ningún temor y tres mil personas creyeron en Jesucristo. El Espíritu Santo es el Señor de la cosecha, ¿verdad? ¡Él es el Señor de los avivamientos! Vamos a leer en: Segunda de Corintios 3:17-18 17. Porque el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad. 18. Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor. No tengas dudas del Espíritu Santo: ¡Él es DIOS! ¡Él es el SEÑOR! Volvamos a leer en Segunda de Corintios 3:17 17. Porque el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad… Libertad, ¿de qué? Del alma y del cuerpo, para que podamos vivir en el Espíritu, en el Espíritu Santo. Ahora, vamos a leer en Segunda de Corintios 3:18 18. Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor. La misma imagen, ¿de quién? ¡De Dios! ¡De nuestro Señor Jesucristo! Alguien puede decir: “No hermano Víctor, eso es blasfemia”, ¡No! eso no es blasfemia, es lo que Pablo está diciendo, nosotros podemos ser transformados de gloria en gloria en la misma imagen de nuestro Señor Jesucristo. Voy a leerlo en otra versión: Segunda de Corintios 3:18 18. Así que, todos nosotros, confiadamente, contemplamos la gloria del Señor como en un espejo, y somos transformados a esa misma imagen de gloria, para gloria, como por el Señor, el Espíritu. ¡Que palabra! ¿Verdad? ¡El Señor, el Espíritu Santo nos transforma! ¿Quieres tener esta vida en el Espíritu? Ahora; la Biblia dice en el Salmo 16:11(b) …En tu presencia hay plenitud de gozo; delicias a tu diestra para siempre. En Su presencia hay plenitud de gozo, delicias para siempre. ¿Escuchaste? ¡En Su presencia hay plenitud de gozo y delicias a Su diestra! Cuando el espíritu del hombre está sujeto al Espíritu Santo, el alma y cuerpo serán santificados, ¡apartado de Él, es imposible! Nosotros necesitamos aprender a vivir en el Espíritu. El alma está sujeta a emociones egoístas, a pensamientos egoístas; hay personas que creen que todo debe ser como a ellas les gusta y como ellas quieren. Creen que el Pastor debe cumplir sus deseos, debe enseñar a su gusto. No quieren ser cuestionados por sus faltas o pecados, pero, si creen que pueden cuestionar todo. Ellas quieren una religión, ¡no quieren cambios! Pero tú no eres de esas personas, ¿Verdad? ¿Me escuchas? Hay personas que oyen, pero no escuchan… Hay una historia verídica, cuando el telégrafo era nuevo. La compañía de trenes usaba el telégrafo y las líneas usualmente corrían a lo largo de las vías. De pronto hubo una vacante en la compañía de telégrafos y lo anunciaron en el periódico. Varias personas que tenían el conocimiento respondieron al anuncio y estaban a las afueras de la oficina. Allí estaban charlando, bla, bla, bla… esperando que les hablaran, pero de repente, un joven como de 22 años se levantó de entre el grupo y caminó hacia la oficina de telégrafos y sin tocar, abrió la puerta y pasó adentro. Los demás pensaron: “¿Qué está haciendo?”. Este joven escuchó el mensaje de telégrafos que se estaba transmitiendo mientras todos esperaban. El mensaje decía: “La primera persona que entienda este mensaje y entre a la oficina, es la persona que va a recibir el trabajo”, y este joven fue contratado porque puso atención, pero, los demás estaban perdiendo su tiempo. ¡No escucharon! Y perdieron la oportunidad. Cuando Dios te habla; ¿le escuchas? ¿Le pones atención? No pierdas tu tiempo, es tiempo del mover del Espíritu Santo… Si tú quieres ser una persona guiada por el Espíritu de Dios, el Espíritu Santo, entonces escucha: • Ahora, empieza a orar. • Dile: Señor, quiero ser una persona que tú me enseñes por tu Espíritu, que me dirijas por donde debo caminar, • Que me enseñes lo que debo hacer. • Que me muestres lo que debo dejar. Por favor, Señor, quiero ser lleno de ti. |
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EL ESPIRITU SANTO #7 |
EL ESPIRITU SANTO HACE LA DIFERENCIALa semana pasada vimos que el Espíritu Santo puede transformar una persona común que vive su vida cristiana en desánimo y derrota a una vida llena de gozo y victoria. Por ejemplo: el apóstol Pedro, quien negó a Jesús tres veces, se convirtió en el líder valiente del Pentecostés, que predico sin ningún temor y tres mil personas creyeron en Jesucristo. El Espíritu Santo es el Señor de la cosecha, ¿verdad? ¡Él es el Señor de los avivamientos! Vamos a leer en: Segunda de Corintios 3:17-18 17. Porque el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad. 18. Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor. No tengas dudas del Espíritu Santo: ¡Él es DIOS! ¡Él es el SEÑOR! Volvamos a leer en Segunda de Corintios 3:17 17. Porque el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad… Libertad, ¿de qué? Del alma y del cuerpo, para que podamos vivir en el Espíritu, en el Espíritu Santo. Ahora, vamos a leer en Segunda de Corintios 3:18 18. Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor. La misma imagen, ¿de quién? ¡De Dios! ¡De nuestro Señor Jesucristo! Alguien puede decir: “No hermano Víctor, eso es blasfemia”, ¡No! eso no es blasfemia, es lo que Pablo está diciendo, nosotros podemos ser transformados de gloria en gloria en la misma imagen de nuestro Señor Jesucristo. Voy a leerlo en otra versión: Segunda de Corintios 3:18 18. Así que, todos nosotros, confiadamente, contemplamos la gloria del Señor como en un espejo, y somos transformados a esa misma imagen de gloria, para gloria, como por el Señor, el Espíritu. ¡Que palabra! ¿Verdad? ¡El Señor, el Espíritu Santo nos transforma! ¿Quieres tener esta vida en el Espíritu? Ahora; la Biblia dice en el Salmo 16:11(b) …En tu presencia hay plenitud de gozo; delicias a tu diestra para siempre. En Su presencia hay plenitud de gozo, delicias para siempre. ¿Escuchaste? ¡En Su presencia hay plenitud de gozo y delicias a Su diestra! Cuando el espíritu del hombre está sujeto al Espíritu Santo, el alma y cuerpo serán santificados, ¡apartado de Él, es imposible! Nosotros necesitamos aprender a vivir en el Espíritu. El alma está sujeta a emociones egoístas, a pensamientos egoístas; hay personas que creen que todo debe ser como a ellas les gusta y como ellas quieren. Creen que el Pastor debe cumplir sus deseos, debe enseñar a su gusto. No quieren ser cuestionados por sus faltas o pecados, pero, si creen que pueden cuestionar todo. Ellas quieren una religión, ¡no quieren cambios! Pero tú no eres de esas personas, ¿Verdad? ¿Me escuchas? Hay personas que oyen, pero no escuchan… Hay una historia verídica, cuando el telégrafo era nuevo. La compañía de trenes usaba el telégrafo y las líneas usualmente corrían a lo largo de las vías. De pronto hubo una vacante en la compañía de telégrafos y lo anunciaron en el periódico. Varias personas que tenían el conocimiento respondieron al anuncio y estaban a las afueras de la oficina. Allí estaban charlando, bla, bla, bla… esperando que les hablaran, pero de repente, un joven como de 22 años se levantó de entre el grupo y caminó hacia la oficina de telégrafos y sin tocar, abrió la puerta y pasó adentro. Los demás pensaron: “¿Qué está haciendo?”. Este joven escuchó el mensaje de telégrafos que se estaba transmitiendo mientras todos esperaban. El mensaje decía: “La primera persona que entienda este mensaje y entre a la oficina, es la persona que va a recibir el trabajo”, y este joven fue contratado porque puso atención, pero, los demás estaban perdiendo su tiempo. ¡No escucharon! Y perdieron la oportunidad. Cuando Dios te habla; ¿le escuchas? ¿Le pones atención? No pierdas tu tiempo, es tiempo del mover del Espíritu Santo… Si tú quieres ser una persona guiada por el Espíritu de Dios, el Espíritu Santo, entonces escucha: • Ahora, empieza a orar. • Dile: Señor, quiero ser una persona que tú me enseñes por tu Espíritu, que me dirijas por donde debo caminar, • Que me enseñes lo que debo hacer. • Que me muestres lo que debo dejar. Por favor, Señor, quiero ser lleno de ti. |
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EL ESPIRITU SANTO HACE LA DIFERENCIALa semana pasada vimos que el Espíritu Santo puede transformar una persona común que vive su vida cristiana en desánimo y derrota a una vida llena de gozo y victoria. Por ejemplo: el apóstol Pedro, quien negó a Jesús tres veces, se convirtió en el líder valiente del Pentecostés, que predico sin ningún temor y tres mil personas creyeron en Jesucristo. El Espíritu Santo es el Señor de la cosecha, ¿verdad? ¡Él es el Señor de los avivamientos! Vamos a leer en: Segunda de Corintios 3:17-18 17. Porque el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad. 18. Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor. No tengas dudas del Espíritu Santo: ¡Él es DIOS! ¡Él es el SEÑOR! Volvamos a leer en Segunda de Corintios 3:17 17. Porque el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad… Libertad, ¿de qué? Del alma y del cuerpo, para que podamos vivir en el Espíritu, en el Espíritu Santo. Ahora, vamos a leer en Segunda de Corintios 3:18 18. Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor. La misma imagen, ¿de quién? ¡De Dios! ¡De nuestro Señor Jesucristo! Alguien puede decir: “No hermano Víctor, eso es blasfemia”, ¡No! eso no es blasfemia, es lo que Pablo está diciendo, nosotros podemos ser transformados de gloria en gloria en la misma imagen de nuestro Señor Jesucristo. Voy a leerlo en otra versión: Segunda de Corintios 3:18 18. Así que, todos nosotros, confiadamente, contemplamos la gloria del Señor como en un espejo, y somos transformados a esa misma imagen de gloria, para gloria, como por el Señor, el Espíritu. ¡Que palabra! ¿Verdad? ¡El Señor, el Espíritu Santo nos transforma! ¿Quieres tener esta vida en el Espíritu? Ahora; la Biblia dice en el Salmo 16:11(b) …En tu presencia hay plenitud de gozo; delicias a tu diestra para siempre. En Su presencia hay plenitud de gozo, delicias para siempre. ¿Escuchaste? ¡En Su presencia hay plenitud de gozo y delicias a Su diestra! Cuando el espíritu del hombre está sujeto al Espíritu Santo, el alma y cuerpo serán santificados, ¡apartado de Él, es imposible! Nosotros necesitamos aprender a vivir en el Espíritu. El alma está sujeta a emociones egoístas, a pensamientos egoístas; hay personas que creen que todo debe ser como a ellas les gusta y como ellas quieren. Creen que el Pastor debe cumplir sus deseos, debe enseñar a su gusto. No quieren ser cuestionados por sus faltas o pecados, pero, si creen que pueden cuestionar todo. Ellas quieren una religión, ¡no quieren cambios! Pero tú no eres de esas personas, ¿Verdad? ¿Me escuchas? Hay personas que oyen, pero no escuchan… Hay una historia verídica, cuando el telégrafo era nuevo. La compañía de trenes usaba el telégrafo y las líneas usualmente corrían a lo largo de las vías. De pronto hubo una vacante en la compañía de telégrafos y lo anunciaron en el periódico. Varias personas que tenían el conocimiento respondieron al anuncio y estaban a las afueras de la oficina. Allí estaban charlando, bla, bla, bla… esperando que les hablaran, pero de repente, un joven como de 22 años se levantó de entre el grupo y caminó hacia la oficina de telégrafos y sin tocar, abrió la puerta y pasó adentro. Los demás pensaron: “¿Qué está haciendo?”. Este joven escuchó el mensaje de telégrafos que se estaba transmitiendo mientras todos esperaban. El mensaje decía: “La primera persona que entienda este mensaje y entre a la oficina, es la persona que va a recibir el trabajo”, y este joven fue contratado porque puso atención, pero, los demás estaban perdiendo su tiempo. ¡No escucharon! Y perdieron la oportunidad. Cuando Dios te habla; ¿le escuchas? ¿Le pones atención? No pierdas tu tiempo, es tiempo del mover del Espíritu Santo… Si tú quieres ser una persona guiada por el Espíritu de Dios, el Espíritu Santo, entonces escucha: • Ahora, empieza a orar. • Dile: Señor, quiero ser una persona que tú me enseñes por tu Espíritu, que me dirijas por donde debo caminar, • Que me enseñes lo que debo hacer. • Que me muestres lo que debo dejar. Por favor, Señor, quiero ser lleno de ti. |
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