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Por:
Victor Richards
Martes 21 de Diciembre, 2021
¡TÚ PUEDES GANAR EN LA VIDA!
La lección de los globos
El circo había llegado al pueblo y Martín, un niño negrito, observaba con interés al vendedor de globos. Los globos inflados con gas formaban un gran conjunto de múltiples colores. Cuando la venta se puso floja, Martín vio que el vendedor soltó un globo rojo que subió al cielo. Así llamó la atención de la gente, quien corrió para ver qué pasaba y empezaron a comprar globos. Hizo eso varias veces, primeramente con el globo rojo, luego uno azul, después uno verde y por fin uno amarillo. Martín se acercó al vendedor y le preguntó; “Señor, si usted soltara un globo negro, ¿subiría también al cielo?”. El vendedor vio al negrito con gran amor y le contestó; “Mi hijito, seguramente que el globo negro subiría tan alto como el rojo, azul, verde o amarillo. No es el color del globo lo que importa: es lo que hay dentro del globo”.
¡Magnífica lección! Nuestro color, raza o antecedente no importan y serán un impedimento ÚNICAMENTE si lo permitimos. Lo que llevamos dentro es lo que determina si subiremos o no en la vida.
Si tienes a Cristo dentro, eres “más que vencedor” y “todo lo puedes”. Corramos el riesgo, asumamos el mando, tomemos el control. Repite ahora mismo: SI HA DE SUCEDER, YO LO TENGO QUE HACER.
¡YO PUEDO GANAR EN LA VIDA!
3. Nunca debemos rendir el control de nuestras vidas a pensamientos pequeños que nos limitan
Estos pensamientos son como barreras que impiden nuestro desarrollo. Jesús dijo; “Todo es posible al que cree” y “Nada es imposible al que cree”.
Consideremos el concepto de AMPS. En el mundo natural es la abreviación de la palabra “amperios”, que es la medida de la corriente eléctrica. En el mundo espiritual, AMPS significa “Actitudes Mentales PositivaS”, y mide nuestra fe en la Palabra de Dios. Lo imposible se hace posible para ti con AMPS (Actitudes Mentales PositivaS) cuando éstas están basadas en verdades eternas.
Puedes limitarte a pensar: “no conozco ningún influyente y para triunfar en la vida hay que tener compadres bien colocados”. Este es uno de los pensamientos pequeños que limitan. El gran profeta Elías era desconocido por todos en su época. Sin embargo, esto no le detuvo. En 1 Reyes 17, vemos que este fuereño, de padres desconocidos corrió el riesgo, asumió el mando y tomó el control. Oró para que dejara de llover por tres años y seis meses para que Israel volviera a Dios. Él salvó a la nación, sacó a los enemigos de Dios y del pueblo; luego oró otra vez para que lloviera sobre la tierra. Elías no permitió a pensamientos pequeños impedirle lograr los propósitos de Dios. Puso su fe en lo dicho por Él y logró sus metas. Haz lo mismo y también lograrás tus metas.
No debemos depender del “¿qué dirán?” de la gente, ni de opiniones negativas, ni ser controlados por ellas. Solamente lo que Dios dice debe controlar nuestras vidas.
Una lección de “Chapito”
En una sierra lejana, había un ranchero que tenía un burrito que le había servido muchos años. Lo llamaba “Chapito” y lo trataba muy bien, pero el pobre animal sufría mucho de artritis por el frío. Su dueño decidió por lástima acabar con los sufrimientos de “Chapito” y lo llevó al monte para darle un balazo con su rifle. Al levantar el arma y tomar puntería, el burro lo miró con ojos grandes y tristes y el hombre no fue capaz de matar a su fiel cargador. ¿Qué podía hacer? En el pueblo contrató a un amigo por 50 pesos (que entonces valían ocho días de trabajo) para que él diera fin a los sufrimientos de “Chapito”.
Sin embargo, cuando el amigo levantó su rifle para matar al burrito, éste lo vio con ojos tan grandes y tristes que él tampoco pudo disparar. ¿Qué más hacer? Pues 50 pesos era mucho dinero... ajá... ¡ya sabía que hacer!
Se le ocurrió hacer un hoyo profundo y enterrar vivo al burrito. Tardó dos horas en hacer el hoyo pero al fin lo terminó y empujó al animal adentro. Otra vez “Chapito” lo vio con esos ojos grandes y tristes y el hombre no pudo echarle la tierra encima. ¿Qué queda por hacer? Lo único era darle la espalda al animal y echar la tierra sobre su hombro para no verlo. Dos horas después terminó su tarea, pero cuando volteó para ver el sepulcro, ¡”Chapito” estaba parado sobre el montón de tierra! ¿Cómo era posible? Cada vez que el amigo le echaba la tierra encima, “Chapito” se sacudía y la tierra caía al suelo; el burrito quedaba encima del sepulcro.
Cuando alguien te quiere echar la tierra encima, sacúdete cada palabra o pensamiento que te dicen: “no puedes” o “no sirves” o “no te es posible”.
Otro pensamiento que estorba es: “Soy demasiado viejo y ya pasaron los mejores años de mi vida”.
Recuerda que Moisés tenía 80 años cuando Dios lo llamó y aunque él le puso muchos pretextos, ninguno fue su edad. Miguel Ángel todavía escribía poesías y diseñaba estructuras a la edad de 89 años.
Víctor Hugo, el famoso escritor francés escribió “LOS MISERABLES” a los 62 años.
Juan Wesley el gran evangelista inglés, escribía 15 horas diarias a los 83 años y se quejaba en su diario de predicar solamente dos veces al día a los 86 años.
4. Nunca debemos rendir el control de nuestras vidas al temor del fracaso
2 Timoteo 1:7
“Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía (temor), sino de poder, de amor y de dominio propio”.
¡Dios no nos infunde temor! Si tenemos temor, no viene de Él sino de satanás o de nosotros mismos. El temor a fracasar tiene sus raíces en que nos falta respetarnos, valorarnos y tener confianza en nosotros mismos, lo cual es producto del pecado.
2 Corintios 5:17
“...Si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas”.
Los que han entrado en una relación personal con Cristo, son nuevas criaturas por medio de la fe. No son lo que eran; tampoco son lo que serán. La falta de respeto, valor y confianza en si mismo son cosas viejas ya pasadas. Créelo y llegará a ser una realidad en tu vida. |
