LA RESTAURACION DE TODAS LAS COSAS #7 | |||||||
La semana pasada vimos que nuestra vida necesita estar conectada con Jesucristo nuestro Señor, pues de Él mana la vida, del Espíritu del Señor fluye la vida y el Poder. También de Su Espíritu recibimos todos los dones y frutos que tenemos. Es por Su Espíritu Santo. Todo lo que tenemos, viene de la mano de Dios, ¿verdad? Recordemos; del árbol de uvas nosotros somos las ramas y Jesús es la Raíz. Leamos en el libro de Apocalipsis. Apocalipsis 22 verso 16: …Yo soy la raíz y el linaje de David… Amados: El pueblo de Dios ha perdido el Poder y los frutos del Espíritu Santo. Los dones que nos ha dado ya no dan la luz que daban a la iglesia y al mundo perdido. La pregunta es: ¿Qué nos ha pasado? Vamos a leer en el libro de Juan. Juan 15 del 5 al 7: 5. Yo soy la vid, ustedes los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada pueden hacer. 6. El que en mí no permanece, será echado fuera como pámpano, y se secará; y los recogen, y los echan en el fuego, y arden. 7. Si permanecen en mí, y mis palabras permanecen en ustedes, pidan todo lo que quieran, y les será hecho. Necesitamos estar en Su Presencia y que Sus Palabras permanezcan en nosotros. Amados: Lo dijo nuestro Señor Jesucristo. ¿Verdad? Nuestro primer amor es Jesús. No perdamos nuestro amor por Él. Algunas personas dicen; yo me convertí al cristianismo, ¡no! Yo me convertí a Jesucristo. ¿Sabes una cosa? Necesitamos estar unidos a Jesús, amarle, estar en comunión con Él, en Su Palabra, en Su Presencia. ¡Que hermoso es estar en Su Presencia! ¿Verdad? Pero, hermano Víctor: “¿Si no podemos estar en Su presencia?”. La falta de amor por Jesús, la indiferencia, la ira, la falta de perdón, la dureza de corazón; nuestros pecados nos apartan de Su Presencia. ¿Qué podemos decir después de todo el mal que hemos hecho? Hermanos; buscarle otra vez, pero de veras buscarle y no cansarnos de buscarle. Búscale arrepentido y confiesa tus pecados, no los encubras y podrás estar en Su Presencia otra vez. Amados: No nos cansemos de hacer el bien; si toma una semana o un año o toda una vida, busca estar en comunión con Él. Ahora; yo te pregunto: ¿Quieres esto? ¿Quieres estar en Su Presencia? Entonces, vamos a orar arrepentidos por nuestros pecados. VAMOS A ORAR: Padre Nuestro que estas en los cielos. Sentimos vergüenza y confusión que no sabemos cómo dirigirnos ante Ti. Nuestras faltas han sobrepasado el límite, y nuestras culpas llegan hasta el cielo. Desde hace mucho tiempo y hasta ahora, hemos vivido en grave pecado. Por causa de nuestras maldades, tanto nosotros, como nuestros gobernantes y sacerdotes; hemos sido entregados al poder de los gobiernos de otros países. Hemos sido heridos por la peste destructora que ha venido a este mundo, hemos sido saqueados y despreciados, y en esa misma situación estamos ahora. Pero también ahora, Señor y Dios nuestro, tu bondad ha hecho posible que una parte de nosotros quede en libertad y que se nos conceda establecer nuestro hogar en esta tierra. Tú has dado nueva luz a nuestros ojos, nos has dado un pequeño respiro en medio de este tiempo. No nos has abandonado en este tiempo de peste y de maldad; nos has concedido vida para reconstruir tu templo de entre sus ruinas, y, ¡nos has dado protección en nuestra ciudad por amor de Tu Nombre! Pero ahora, Dios nuestro, ¿qué podemos decir después de todo lo que hemos hecho? No hemos cumplido los mandamientos que ordenaste por medio de los profetas, Tus servidores. Después de todo lo que nos ha ocurrido por causa de nuestras maldades y grave culpa, y aunque no nos has castigado como merecíamos por nuestros pecados, sino que nos has dado esta libertad. Señor, Dios de nosotros, Tú has sido justo con nosotros; Tú has permitido que estemos aquí. Perdona nuestra maldad y grave pecado y límpianos con Tu sangre preciosa para poder estar otra vez en Tu Presencia.Te lo pedimos por Tu Hijo amado Jesucristo, Señor nuestro. |
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LA RESTAURACION DE TODAS LAS COSAS #7 |
La semana pasada vimos que nuestra vida necesita estar conectada con Jesucristo nuestro Señor, pues de Él mana la vida, del Espíritu del Señor fluye la vida y el Poder. También de Su Espíritu recibimos todos los dones y frutos que tenemos. Es por Su Espíritu Santo. Todo lo que tenemos, viene de la mano de Dios, ¿verdad? Recordemos; del árbol de uvas nosotros somos las ramas y Jesús es la Raíz. Leamos en el libro de Apocalipsis. Apocalipsis 22 verso 16: …Yo soy la raíz y el linaje de David… Amados: El pueblo de Dios ha perdido el Poder y los frutos del Espíritu Santo. Los dones que nos ha dado ya no dan la luz que daban a la iglesia y al mundo perdido. La pregunta es: ¿Qué nos ha pasado? Vamos a leer en el libro de Juan. Juan 15 del 5 al 7: 5. Yo soy la vid, ustedes los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada pueden hacer. 6. El que en mí no permanece, será echado fuera como pámpano, y se secará; y los recogen, y los echan en el fuego, y arden. 7. Si permanecen en mí, y mis palabras permanecen en ustedes, pidan todo lo que quieran, y les será hecho. Necesitamos estar en Su Presencia y que Sus Palabras permanezcan en nosotros. Amados: Lo dijo nuestro Señor Jesucristo. ¿Verdad? Nuestro primer amor es Jesús. No perdamos nuestro amor por Él. Algunas personas dicen; yo me convertí al cristianismo, ¡no! Yo me convertí a Jesucristo. ¿Sabes una cosa? Necesitamos estar unidos a Jesús, amarle, estar en comunión con Él, en Su Palabra, en Su Presencia. ¡Que hermoso es estar en Su Presencia! ¿Verdad? Pero, hermano Víctor: “¿Si no podemos estar en Su presencia?”. La falta de amor por Jesús, la indiferencia, la ira, la falta de perdón, la dureza de corazón; nuestros pecados nos apartan de Su Presencia. ¿Qué podemos decir después de todo el mal que hemos hecho? Hermanos; buscarle otra vez, pero de veras buscarle y no cansarnos de buscarle. Búscale arrepentido y confiesa tus pecados, no los encubras y podrás estar en Su Presencia otra vez. Amados: No nos cansemos de hacer el bien; si toma una semana o un año o toda una vida, busca estar en comunión con Él. Ahora; yo te pregunto: ¿Quieres esto? ¿Quieres estar en Su Presencia? Entonces, vamos a orar arrepentidos por nuestros pecados. VAMOS A ORAR: Padre Nuestro que estas en los cielos. Sentimos vergüenza y confusión que no sabemos cómo dirigirnos ante Ti. Nuestras faltas han sobrepasado el límite, y nuestras culpas llegan hasta el cielo. Desde hace mucho tiempo y hasta ahora, hemos vivido en grave pecado. Por causa de nuestras maldades, tanto nosotros, como nuestros gobernantes y sacerdotes; hemos sido entregados al poder de los gobiernos de otros países. Hemos sido heridos por la peste destructora que ha venido a este mundo, hemos sido saqueados y despreciados, y en esa misma situación estamos ahora. Pero también ahora, Señor y Dios nuestro, tu bondad ha hecho posible que una parte de nosotros quede en libertad y que se nos conceda establecer nuestro hogar en esta tierra. Tú has dado nueva luz a nuestros ojos, nos has dado un pequeño respiro en medio de este tiempo. No nos has abandonado en este tiempo de peste y de maldad; nos has concedido vida para reconstruir tu templo de entre sus ruinas, y, ¡nos has dado protección en nuestra ciudad por amor de Tu Nombre! Pero ahora, Dios nuestro, ¿qué podemos decir después de todo lo que hemos hecho? No hemos cumplido los mandamientos que ordenaste por medio de los profetas, Tus servidores. Después de todo lo que nos ha ocurrido por causa de nuestras maldades y grave culpa, y aunque no nos has castigado como merecíamos por nuestros pecados, sino que nos has dado esta libertad. Señor, Dios de nosotros, Tú has sido justo con nosotros; Tú has permitido que estemos aquí. Perdona nuestra maldad y grave pecado y límpianos con Tu sangre preciosa para poder estar otra vez en Tu Presencia.Te lo pedimos por Tu Hijo amado Jesucristo, Señor nuestro. |
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LA RESTAURACION DE TODAS LAS COSAS #7 |
La semana pasada vimos que nuestra vida necesita estar conectada con Jesucristo nuestro Señor, pues de Él mana la vida, del Espíritu del Señor fluye la vida y el Poder. También de Su Espíritu recibimos todos los dones y frutos que tenemos. Es por Su Espíritu Santo. Todo lo que tenemos, viene de la mano de Dios, ¿verdad? Recordemos; del árbol de uvas nosotros somos las ramas y Jesús es la Raíz. Leamos en el libro de Apocalipsis. Apocalipsis 22 verso 16: …Yo soy la raíz y el linaje de David… Amados: El pueblo de Dios ha perdido el Poder y los frutos del Espíritu Santo. Los dones que nos ha dado ya no dan la luz que daban a la iglesia y al mundo perdido. La pregunta es: ¿Qué nos ha pasado? Vamos a leer en el libro de Juan. Juan 15 del 5 al 7: 5. Yo soy la vid, ustedes los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada pueden hacer. 6. El que en mí no permanece, será echado fuera como pámpano, y se secará; y los recogen, y los echan en el fuego, y arden. 7. Si permanecen en mí, y mis palabras permanecen en ustedes, pidan todo lo que quieran, y les será hecho. Necesitamos estar en Su Presencia y que Sus Palabras permanezcan en nosotros. Amados: Lo dijo nuestro Señor Jesucristo. ¿Verdad? Nuestro primer amor es Jesús. No perdamos nuestro amor por Él. Algunas personas dicen; yo me convertí al cristianismo, ¡no! Yo me convertí a Jesucristo. ¿Sabes una cosa? Necesitamos estar unidos a Jesús, amarle, estar en comunión con Él, en Su Palabra, en Su Presencia. ¡Que hermoso es estar en Su Presencia! ¿Verdad? Pero, hermano Víctor: “¿Si no podemos estar en Su presencia?”. La falta de amor por Jesús, la indiferencia, la ira, la falta de perdón, la dureza de corazón; nuestros pecados nos apartan de Su Presencia. ¿Qué podemos decir después de todo el mal que hemos hecho? Hermanos; buscarle otra vez, pero de veras buscarle y no cansarnos de buscarle. Búscale arrepentido y confiesa tus pecados, no los encubras y podrás estar en Su Presencia otra vez. Amados: No nos cansemos de hacer el bien; si toma una semana o un año o toda una vida, busca estar en comunión con Él. Ahora; yo te pregunto: ¿Quieres esto? ¿Quieres estar en Su Presencia? Entonces, vamos a orar arrepentidos por nuestros pecados. VAMOS A ORAR: Padre Nuestro que estas en los cielos. Sentimos vergüenza y confusión que no sabemos cómo dirigirnos ante Ti. Nuestras faltas han sobrepasado el límite, y nuestras culpas llegan hasta el cielo. Desde hace mucho tiempo y hasta ahora, hemos vivido en grave pecado. Por causa de nuestras maldades, tanto nosotros, como nuestros gobernantes y sacerdotes; hemos sido entregados al poder de los gobiernos de otros países. Hemos sido heridos por la peste destructora que ha venido a este mundo, hemos sido saqueados y despreciados, y en esa misma situación estamos ahora. Pero también ahora, Señor y Dios nuestro, tu bondad ha hecho posible que una parte de nosotros quede en libertad y que se nos conceda establecer nuestro hogar en esta tierra. Tú has dado nueva luz a nuestros ojos, nos has dado un pequeño respiro en medio de este tiempo. No nos has abandonado en este tiempo de peste y de maldad; nos has concedido vida para reconstruir tu templo de entre sus ruinas, y, ¡nos has dado protección en nuestra ciudad por amor de Tu Nombre! Pero ahora, Dios nuestro, ¿qué podemos decir después de todo lo que hemos hecho? No hemos cumplido los mandamientos que ordenaste por medio de los profetas, Tus servidores. Después de todo lo que nos ha ocurrido por causa de nuestras maldades y grave culpa, y aunque no nos has castigado como merecíamos por nuestros pecados, sino que nos has dado esta libertad. Señor, Dios de nosotros, Tú has sido justo con nosotros; Tú has permitido que estemos aquí. Perdona nuestra maldad y grave pecado y límpianos con Tu sangre preciosa para poder estar otra vez en Tu Presencia.Te lo pedimos por Tu Hijo amado Jesucristo, Señor nuestro. |
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