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 Por: Hno. Victor Richards
Publicado el:
Martes 22 de Febrero, 2022
LA RESTAURACIÓN DE LA IGLESIA
Amados; estamos viendo la restauración de la iglesia a través de nuestro Señor Jesucristo.
Un fraile joven llamado Martín Lutero creía que sólo podía acercarse a Dios por medio de sacrificios, pero un día, escucho la voz del Señor que le dijo:
“MARTIN: EL JUSTO POR LA FE VIVIRÁ”.
Entonces, se levantó de sus rodillas para nunca hacer sacrificios, reconociendo que, “el justo por la fe vivirá”.
A partir de ese momento, comenzó un cambio para la iglesia y el mundo entero y, aunque fue perseguido para matarlo, Martin Lutero sabía que el mundo tenía que saber que: “El justo por la fe vivirá”.
Vamos a leer en el libro de Romanos.
Romanos 1 del 19 al 21:
19. porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se lo manifestó.
20. Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa.
21. Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido.
¡Esa es la condición del hombre sin Dios!, ¿verdad?
Amados; los que no creen en el Señor están resistiendo toda la evidencia.
La grandeza de Dios es revelada en Su creación y en el cielo.
Sigamos en el verso 28:
28. Y como ellos no aprobaron tener en cuenta a Dios, Dios los entregó a una mente reprobada, para hacer cosas que no convienen
Esto es para nuestros días, ¿verdad?
La gente sabe hacer lo bueno, pero, no lo hace.
Algunos dicen: “No hay Dios”, y otros creen en Dios, pero con sus hechos lo niegan.
No tienen tiempo para Dios, hacen burla de los que creen en Dios, hacen difícil la vida, impiden el avance de la justicia con sus injusticias.
Hace tiempo, fui al hospital para ayudar a un hombre que iba a morir a reconciliarse con Dios. Este hombre, se justificaba por lo bueno que era y porque había hecho muchas cosas buenas.
Él necesitaba la Fe de Dios para ser justificado y ser salvo, ¿verdad?
Ahora, vamos al capítulo 3 de Romanos.
Versos del 10 al 12:
10. Como está escrito: No hay justo, ni aun uno;
11. No hay quien entienda, no hay quien busque a Dios.
12. Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles; no hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno.
Amados; cuando uno trata de justificarse así mismo por sus obras, está perdido. No entiende su condición y no entiende que la justificación es por la fe; la fe de Jesús.
Este fui yo antes de tener a Cristo en mi corazón.
Sigamos adelante en Romanos 3.
Versos del 20 al 24:
20. ya que por las obras de la ley ningún ser humano será justificado delante de él; porque por medio de la ley es el conocimiento del pecado.
21. Pero ahora, aparte de la ley, se ha manifestado la justicia de Dios, testificada por la ley y por los profetas;
22. la justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo, para todos los que creen en él. Porque no hay diferencia,
23. por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios,
24. siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús
Amados; somos justificados por la sangre de Jesús.
¡Gloria a Dios!
¡Gloria a Dios!
VAMOS A ORAR:
Amado Padre nuestros que estas en los cielos.
¿Quién podrá permanecer delante de Ti con sus pecados?
Si no fuera por Tu Hijo Jesucristo, nadie puede estar delante de Tu Presencia, sino por medio de la sangre de Jesucristo en la cual Tú nos has lavado y justificado.
Ahora, que nos has justificado pues por la fe, tenemos paz para contigo oh Dios, por medio de nuestro Señor Jesucristo.
Por el cual también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios, Tu gloria.
AMÉN. |
