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CUATRO ANCLAS EN TIEMPOS DE TEMPESTAD | |||||||
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ANCLA 1 Parte 3 La semana pasada vimos la importancia de ser humildes ante Dios, porque Él habita con el quebrantado y humilde de espíritu. Tal vez tú preguntes: Hermano Víctor, ¿para qué sirve ser humilde? Porque la Biblia dice que Él habita con los humildes, Él vivifica el corazón de los humildes. ¡El avivamiento tiene que ver con la humildad! ¿Es claro? Se puede entender; el que no es humilde no puede habitar con Dios, porque Él es Santo, y Él resiste el orgullo porque es pecado. Vamos al libro de Proverbios. Proverbios 21 verso 4: Altivez de ojos, y orgullo de corazón, Y pensamiento de impíos, son pecado. Ahora vamos al libro de Lucas. Lucas 17 del 7 al 10 7. ¿Quién de vosotros, teniendo un siervo que ara o apacienta ganado, al volver él del campo, luego le dice: Pasa, siéntate a la mesa? 8. ¿No le dice más bien: Prepárame la cena, cíñete, y sírveme hasta que haya comido y bebido; y después de esto, come y bebe tú? 9. ¿Acaso da gracias al siervo porque hizo lo que se le había mandado? Pienso que no. 10. Así también vosotros, cuando hayáis hecho todo lo que os ha sido ordenado, decid: Siervos inútiles somos, pues lo que debíamos hacer, hicimos. Este es Jesús hablando. ¿Te parece dura esta palabra? Sí, si es dura, pero, si servimos por los aplausos, o para ser reconocidos por los demás, ¡olvídalo! ¡Solo aparentamos! Cuando nuestro espíritu se endurece por el orgullo, no podemos estar en Su Presencia. Él habita con los humildes de espíritu y quebrantados de corazón. ¡Yo quiero estar en Su presencia! ¿Qué de ti? ¿Quieres estar en Su Presencia? Volvamos al Salmo 91 Vamos a leer del verso 9 al 12: 9. Porque has puesto a Jehová, que es mi esperanza, al Altísimo por tu habitación, 10. No te sobrevendrá mal, ni plaga tocará tu morada. 11. Pues a sus ángeles mandará acerca de ti, que te guarden en todos tus caminos. 12. En las manos te llevarán, para que tu pie no tropiece en piedra. Esta palabra dice que cuando nosotros hemos puesto al Señor por nuestra habitación, no nos va a sobrevenir mal. Él nos protege, porque estamos bajo la sombra del omnipotente, ¿verdad? Algunas personas creen que no están haciendo su trabajo si no se preocupan por algo; todo el tiempo están preocupados. Pero, hermano Víctor: ¿Podemos vivir sin preocupación? ¿Cómo lo hace usted? Pues, tú puedes hacerlo también; habitar en la Presencia del Señor, la sombra del Altísimo te cubrirá, y la plaga no tocará tu morada. No quiere decir que no haya plaga, sí hay plaga en tu derredor, pero no va a tocar tu morada. Luego leemos en el verso 11; 11. Pues a sus ángeles mandará acerca de ti, que te guarden en todos tus caminos. 12. En las manos te llevarán, para que tu pie no tropiece en piedra. Dios manda a sus santos ángeles acerca de nosotros, ¡verdad!, que nos guarden en todos nuestros caminos, y nos guardan para que nuestro pie no tropiece. El Salmo 91 está hablando de los que habitan con el Señor, ¿verdad? Necesitamos cultivar en nuestra vida el estar en Su Presencia, cueste lo que cueste. Vamos a orar: Señor; ¡qué hermoso es estar en Tu Presencia! Reconocemos que fuera de Ti, no hay quien nos salve. ¡Tú eres Santo! Al estar en Tu Presencia, ocurren cosas maravillosas en todo nuestro ser. Cuando estamos tristes, Tú nos consuelas. Cuando estamos cansados, Tú nos alientas. Cuando estamos débiles, Tú nos fortaleces. Cuando estamos enfermos, Tú nos sanas. Y si hay temores, Tú nos liberas. Y si hemos caído, Tu gracia nos levanta. Y si nos hemos alejado de Ti, Tu amor nos atrae a Ti otra vez. Por todo ello, te damos gracias. Porque por medio de nuestro Señor Jesucristo, podemos entrar en Tu Presencia. AMÉN. |
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Por: Hno. Victor Richards
CUATRO ANCLAS EN TIEMPOS DE TEMPESTAD |
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ANCLA 1 Parte 3 La semana pasada vimos la importancia de ser humildes ante Dios, porque Él habita con el quebrantado y humilde de espíritu. Tal vez tú preguntes: Hermano Víctor, ¿para qué sirve ser humilde? Porque la Biblia dice que Él habita con los humildes, Él vivifica el corazón de los humildes. ¡El avivamiento tiene que ver con la humildad! ¿Es claro? Se puede entender; el que no es humilde no puede habitar con Dios, porque Él es Santo, y Él resiste el orgullo porque es pecado. Vamos al libro de Proverbios. Proverbios 21 verso 4: Altivez de ojos, y orgullo de corazón, Y pensamiento de impíos, son pecado. Ahora vamos al libro de Lucas. Lucas 17 del 7 al 10 7. ¿Quién de vosotros, teniendo un siervo que ara o apacienta ganado, al volver él del campo, luego le dice: Pasa, siéntate a la mesa? 8. ¿No le dice más bien: Prepárame la cena, cíñete, y sírveme hasta que haya comido y bebido; y después de esto, come y bebe tú? 9. ¿Acaso da gracias al siervo porque hizo lo que se le había mandado? Pienso que no. 10. Así también vosotros, cuando hayáis hecho todo lo que os ha sido ordenado, decid: Siervos inútiles somos, pues lo que debíamos hacer, hicimos. Este es Jesús hablando. ¿Te parece dura esta palabra? Sí, si es dura, pero, si servimos por los aplausos, o para ser reconocidos por los demás, ¡olvídalo! ¡Solo aparentamos! Cuando nuestro espíritu se endurece por el orgullo, no podemos estar en Su Presencia. Él habita con los humildes de espíritu y quebrantados de corazón. ¡Yo quiero estar en Su presencia! ¿Qué de ti? ¿Quieres estar en Su Presencia? Volvamos al Salmo 91 Vamos a leer del verso 9 al 12: 9. Porque has puesto a Jehová, que es mi esperanza, al Altísimo por tu habitación, 10. No te sobrevendrá mal, ni plaga tocará tu morada. 11. Pues a sus ángeles mandará acerca de ti, que te guarden en todos tus caminos. 12. En las manos te llevarán, para que tu pie no tropiece en piedra. Esta palabra dice que cuando nosotros hemos puesto al Señor por nuestra habitación, no nos va a sobrevenir mal. Él nos protege, porque estamos bajo la sombra del omnipotente, ¿verdad? Algunas personas creen que no están haciendo su trabajo si no se preocupan por algo; todo el tiempo están preocupados. Pero, hermano Víctor: ¿Podemos vivir sin preocupación? ¿Cómo lo hace usted? Pues, tú puedes hacerlo también; habitar en la Presencia del Señor, la sombra del Altísimo te cubrirá, y la plaga no tocará tu morada. No quiere decir que no haya plaga, sí hay plaga en tu derredor, pero no va a tocar tu morada. Luego leemos en el verso 11; 11. Pues a sus ángeles mandará acerca de ti, que te guarden en todos tus caminos. 12. En las manos te llevarán, para que tu pie no tropiece en piedra. Dios manda a sus santos ángeles acerca de nosotros, ¡verdad!, que nos guarden en todos nuestros caminos, y nos guardan para que nuestro pie no tropiece. El Salmo 91 está hablando de los que habitan con el Señor, ¿verdad? Necesitamos cultivar en nuestra vida el estar en Su Presencia, cueste lo que cueste. Vamos a orar: Señor; ¡qué hermoso es estar en Tu Presencia! Reconocemos que fuera de Ti, no hay quien nos salve. ¡Tú eres Santo! Al estar en Tu Presencia, ocurren cosas maravillosas en todo nuestro ser. Cuando estamos tristes, Tú nos consuelas. Cuando estamos cansados, Tú nos alientas. Cuando estamos débiles, Tú nos fortaleces. Cuando estamos enfermos, Tú nos sanas. Y si hay temores, Tú nos liberas. Y si hemos caído, Tu gracia nos levanta. Y si nos hemos alejado de Ti, Tu amor nos atrae a Ti otra vez. Por todo ello, te damos gracias. Porque por medio de nuestro Señor Jesucristo, podemos entrar en Tu Presencia. AMÉN. |
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CUATRO ANCLAS EN TIEMPOS DE TEMPESTAD |
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ANCLA 1 Parte 3 La semana pasada vimos la importancia de ser humildes ante Dios, porque Él habita con el quebrantado y humilde de espíritu. Tal vez tú preguntes: Hermano Víctor, ¿para qué sirve ser humilde? Porque la Biblia dice que Él habita con los humildes, Él vivifica el corazón de los humildes. ¡El avivamiento tiene que ver con la humildad! ¿Es claro? Se puede entender; el que no es humilde no puede habitar con Dios, porque Él es Santo, y Él resiste el orgullo porque es pecado. Vamos al libro de Proverbios. Proverbios 21 verso 4: Altivez de ojos, y orgullo de corazón, Y pensamiento de impíos, son pecado. Ahora vamos al libro de Lucas. Lucas 17 del 7 al 10 7. ¿Quién de vosotros, teniendo un siervo que ara o apacienta ganado, al volver él del campo, luego le dice: Pasa, siéntate a la mesa? 8. ¿No le dice más bien: Prepárame la cena, cíñete, y sírveme hasta que haya comido y bebido; y después de esto, come y bebe tú? 9. ¿Acaso da gracias al siervo porque hizo lo que se le había mandado? Pienso que no. 10. Así también vosotros, cuando hayáis hecho todo lo que os ha sido ordenado, decid: Siervos inútiles somos, pues lo que debíamos hacer, hicimos. Este es Jesús hablando. ¿Te parece dura esta palabra? Sí, si es dura, pero, si servimos por los aplausos, o para ser reconocidos por los demás, ¡olvídalo! ¡Solo aparentamos! Cuando nuestro espíritu se endurece por el orgullo, no podemos estar en Su Presencia. Él habita con los humildes de espíritu y quebrantados de corazón. ¡Yo quiero estar en Su presencia! ¿Qué de ti? ¿Quieres estar en Su Presencia? Volvamos al Salmo 91 Vamos a leer del verso 9 al 12: 9. Porque has puesto a Jehová, que es mi esperanza, al Altísimo por tu habitación, 10. No te sobrevendrá mal, ni plaga tocará tu morada. 11. Pues a sus ángeles mandará acerca de ti, que te guarden en todos tus caminos. 12. En las manos te llevarán, para que tu pie no tropiece en piedra. Esta palabra dice que cuando nosotros hemos puesto al Señor por nuestra habitación, no nos va a sobrevenir mal. Él nos protege, porque estamos bajo la sombra del omnipotente, ¿verdad? Algunas personas creen que no están haciendo su trabajo si no se preocupan por algo; todo el tiempo están preocupados. Pero, hermano Víctor: ¿Podemos vivir sin preocupación? ¿Cómo lo hace usted? Pues, tú puedes hacerlo también; habitar en la Presencia del Señor, la sombra del Altísimo te cubrirá, y la plaga no tocará tu morada. No quiere decir que no haya plaga, sí hay plaga en tu derredor, pero no va a tocar tu morada. Luego leemos en el verso 11; 11. Pues a sus ángeles mandará acerca de ti, que te guarden en todos tus caminos. 12. En las manos te llevarán, para que tu pie no tropiece en piedra. Dios manda a sus santos ángeles acerca de nosotros, ¡verdad!, que nos guarden en todos nuestros caminos, y nos guardan para que nuestro pie no tropiece. El Salmo 91 está hablando de los que habitan con el Señor, ¿verdad? Necesitamos cultivar en nuestra vida el estar en Su Presencia, cueste lo que cueste. Vamos a orar: Señor; ¡qué hermoso es estar en Tu Presencia! Reconocemos que fuera de Ti, no hay quien nos salve. ¡Tú eres Santo! Al estar en Tu Presencia, ocurren cosas maravillosas en todo nuestro ser. Cuando estamos tristes, Tú nos consuelas. Cuando estamos cansados, Tú nos alientas. Cuando estamos débiles, Tú nos fortaleces. Cuando estamos enfermos, Tú nos sanas. Y si hay temores, Tú nos liberas. Y si hemos caído, Tu gracia nos levanta. Y si nos hemos alejado de Ti, Tu amor nos atrae a Ti otra vez. Por todo ello, te damos gracias. Porque por medio de nuestro Señor Jesucristo, podemos entrar en Tu Presencia. AMÉN. |
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