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CUANDO LOS HIJOS SE REBELAN | |||||||
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“Mi hijo Jorge de 16 años se ha rebelado en contra de todas las enseñanzas y creencias morales de nuestra familia. Dios sabe que tratamos de guiarle por el buen camino pero ahora anda en las drogas, en fornicación y total rebeldía. Como padres, ¿qué podemos hacer? Soy una madre desesperada. Favor de enviarme un consejo”. Así decía un escrito que representa a cientos de cartas que hemos recibido a través de los años en las oficinas de Vino Nuevo y parece que no hay distinción entre nivel social o económico. Igualmente los padres están experimentando dolor y desilusión con sus hijos. Lo que empezó con tanta ilusión y alegría, el día que nació su “angelito”, ahora se ha tornado en desvelos, lágrimas, oraciones de desesperación y dolor de corazón. ¿Tiene que ser así? ¿Por qué sucede? ¿Cuáles son las soluciones? En primer lugar, queremos aclarar que no somos “expertos”, ni una “autoridad” sobre el tema de cómo criar hijos. Sólo por la gracia de Dios no estamos escribiendo desde el punto de vista de haber experimentado personalmente dolor de corazón con nuestros propios hijos. Aunque nuestros tres hijos fueron hijos normales, es decir eran a veces desobedientes, como cualquier niño y joven, nunca se rebelaron seriamente en contra de sus padres ni en contra de Dios. Por eso, no nos cansamos de darle gracias al Señor. Sin embargo, por muchos años hemos estado enseñando la Palabra de Dios mientras observamos y aconsejamos a familias. Este libro no pretende proveerte una “fórmula” que garantice el éxito de tu familia. A la vez, Dios sí tiene respuestas y Él es un Dios de esperanza. ¡No hay ningún caso imposible para Él!
I. La voluntad de Dios para tu familia Antes de que podamos hablar de soluciones, es muy importante entender el corazón y la voluntad de Dios sobre la familia. Él es un Padre y Él tuvo la idea de crear la familia. En este libro aprenderemos lecciones de la paternidad de Dios para ayudarnos en nuestra tarea como padres terrenales. Nunca ha sido fácil criar hijos para que lleguen a ser adultos maduros y sanos que amen y sirvan a Dios, pero hoy en día es aún más difícil. En la década de los ‘40, las faltas más graves cometidas por los estudiantes de las escuelas públicas eran hablar, mascar chicle, hacer ruido, correr por los corredores, salirse de la fila, llevar ropa inadecuada y tirar papel. En los ‘90, las faltas más graves habían cambiado. Se habían convertido en violación, robo, asalto, uso de drogas y alcohol, embarazo, bombas, asesinato y suicidio. Sin embargo, los padres que reconocen la grandeza de esta responsabilidad y que buscan al Señor para obtener sabiduría y dirección, recibirán lo que piden. En el último libro del Antiguo Testamento, en el último versículo hay una promesa hermosa para los días en que vivimos. El profeta Malaquías está profetizando de los últimos días y primeramente declara juicio sobre los impíos; luego dice: Malaquías 4:2, 5, 6 “Mas a vosotros los que teméis mi nombre, nacerá el sol de justicia... yo os envío el profeta Elías (una representación del Señor Jesucristo)... Él hará volver el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres...”. En estos días vemos que el Señor Jesucristo, a través de su iglesia está hablando a padres y a hijos, llamándoles a una restauración de relaciones rotas, sanando heridas y volviendo sus corazones el uno hacia el otro. ¡Echa mano de esta promesa y ten fe de que el Padre perfecto, el Padre celestial, te respaldará en tu deseo de ser un buen padre y que Él volverá el corazón de tus hijos hacia ti! |
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CUANDO LOS HIJOS SE REBELAN |
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“Mi hijo Jorge de 16 años se ha rebelado en contra de todas las enseñanzas y creencias morales de nuestra familia. Dios sabe que tratamos de guiarle por el buen camino pero ahora anda en las drogas, en fornicación y total rebeldía. Como padres, ¿qué podemos hacer? Soy una madre desesperada. Favor de enviarme un consejo”. Así decía un escrito que representa a cientos de cartas que hemos recibido a través de los años en las oficinas de Vino Nuevo y parece que no hay distinción entre nivel social o económico. Igualmente los padres están experimentando dolor y desilusión con sus hijos. Lo que empezó con tanta ilusión y alegría, el día que nació su “angelito”, ahora se ha tornado en desvelos, lágrimas, oraciones de desesperación y dolor de corazón. ¿Tiene que ser así? ¿Por qué sucede? ¿Cuáles son las soluciones? En primer lugar, queremos aclarar que no somos “expertos”, ni una “autoridad” sobre el tema de cómo criar hijos. Sólo por la gracia de Dios no estamos escribiendo desde el punto de vista de haber experimentado personalmente dolor de corazón con nuestros propios hijos. Aunque nuestros tres hijos fueron hijos normales, es decir eran a veces desobedientes, como cualquier niño y joven, nunca se rebelaron seriamente en contra de sus padres ni en contra de Dios. Por eso, no nos cansamos de darle gracias al Señor. Sin embargo, por muchos años hemos estado enseñando la Palabra de Dios mientras observamos y aconsejamos a familias. Este libro no pretende proveerte una “fórmula” que garantice el éxito de tu familia. A la vez, Dios sí tiene respuestas y Él es un Dios de esperanza. ¡No hay ningún caso imposible para Él!
I. La voluntad de Dios para tu familia Antes de que podamos hablar de soluciones, es muy importante entender el corazón y la voluntad de Dios sobre la familia. Él es un Padre y Él tuvo la idea de crear la familia. En este libro aprenderemos lecciones de la paternidad de Dios para ayudarnos en nuestra tarea como padres terrenales. Nunca ha sido fácil criar hijos para que lleguen a ser adultos maduros y sanos que amen y sirvan a Dios, pero hoy en día es aún más difícil. En la década de los ‘40, las faltas más graves cometidas por los estudiantes de las escuelas públicas eran hablar, mascar chicle, hacer ruido, correr por los corredores, salirse de la fila, llevar ropa inadecuada y tirar papel. En los ‘90, las faltas más graves habían cambiado. Se habían convertido en violación, robo, asalto, uso de drogas y alcohol, embarazo, bombas, asesinato y suicidio. Sin embargo, los padres que reconocen la grandeza de esta responsabilidad y que buscan al Señor para obtener sabiduría y dirección, recibirán lo que piden. En el último libro del Antiguo Testamento, en el último versículo hay una promesa hermosa para los días en que vivimos. El profeta Malaquías está profetizando de los últimos días y primeramente declara juicio sobre los impíos; luego dice: Malaquías 4:2, 5, 6 “Mas a vosotros los que teméis mi nombre, nacerá el sol de justicia... yo os envío el profeta Elías (una representación del Señor Jesucristo)... Él hará volver el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres...”. En estos días vemos que el Señor Jesucristo, a través de su iglesia está hablando a padres y a hijos, llamándoles a una restauración de relaciones rotas, sanando heridas y volviendo sus corazones el uno hacia el otro. ¡Echa mano de esta promesa y ten fe de que el Padre perfecto, el Padre celestial, te respaldará en tu deseo de ser un buen padre y que Él volverá el corazón de tus hijos hacia ti! |
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“Mi hijo Jorge de 16 años se ha rebelado en contra de todas las enseñanzas y creencias morales de nuestra familia. Dios sabe que tratamos de guiarle por el buen camino pero ahora anda en las drogas, en fornicación y total rebeldía. Como padres, ¿qué podemos hacer? Soy una madre desesperada. Favor de enviarme un consejo”. Así decía un escrito que representa a cientos de cartas que hemos recibido a través de los años en las oficinas de Vino Nuevo y parece que no hay distinción entre nivel social o económico. Igualmente los padres están experimentando dolor y desilusión con sus hijos. Lo que empezó con tanta ilusión y alegría, el día que nació su “angelito”, ahora se ha tornado en desvelos, lágrimas, oraciones de desesperación y dolor de corazón. ¿Tiene que ser así? ¿Por qué sucede? ¿Cuáles son las soluciones? En primer lugar, queremos aclarar que no somos “expertos”, ni una “autoridad” sobre el tema de cómo criar hijos. Sólo por la gracia de Dios no estamos escribiendo desde el punto de vista de haber experimentado personalmente dolor de corazón con nuestros propios hijos. Aunque nuestros tres hijos fueron hijos normales, es decir eran a veces desobedientes, como cualquier niño y joven, nunca se rebelaron seriamente en contra de sus padres ni en contra de Dios. Por eso, no nos cansamos de darle gracias al Señor. Sin embargo, por muchos años hemos estado enseñando la Palabra de Dios mientras observamos y aconsejamos a familias. Este libro no pretende proveerte una “fórmula” que garantice el éxito de tu familia. A la vez, Dios sí tiene respuestas y Él es un Dios de esperanza. ¡No hay ningún caso imposible para Él!
I. La voluntad de Dios para tu familia Antes de que podamos hablar de soluciones, es muy importante entender el corazón y la voluntad de Dios sobre la familia. Él es un Padre y Él tuvo la idea de crear la familia. En este libro aprenderemos lecciones de la paternidad de Dios para ayudarnos en nuestra tarea como padres terrenales. Nunca ha sido fácil criar hijos para que lleguen a ser adultos maduros y sanos que amen y sirvan a Dios, pero hoy en día es aún más difícil. En la década de los ‘40, las faltas más graves cometidas por los estudiantes de las escuelas públicas eran hablar, mascar chicle, hacer ruido, correr por los corredores, salirse de la fila, llevar ropa inadecuada y tirar papel. En los ‘90, las faltas más graves habían cambiado. Se habían convertido en violación, robo, asalto, uso de drogas y alcohol, embarazo, bombas, asesinato y suicidio. Sin embargo, los padres que reconocen la grandeza de esta responsabilidad y que buscan al Señor para obtener sabiduría y dirección, recibirán lo que piden. En el último libro del Antiguo Testamento, en el último versículo hay una promesa hermosa para los días en que vivimos. El profeta Malaquías está profetizando de los últimos días y primeramente declara juicio sobre los impíos; luego dice: Malaquías 4:2, 5, 6 “Mas a vosotros los que teméis mi nombre, nacerá el sol de justicia... yo os envío el profeta Elías (una representación del Señor Jesucristo)... Él hará volver el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres...”. En estos días vemos que el Señor Jesucristo, a través de su iglesia está hablando a padres y a hijos, llamándoles a una restauración de relaciones rotas, sanando heridas y volviendo sus corazones el uno hacia el otro. ¡Echa mano de esta promesa y ten fe de que el Padre perfecto, el Padre celestial, te respaldará en tu deseo de ser un buen padre y que Él volverá el corazón de tus hijos hacia ti! |
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