Testimonio de finanzas | |||||||
Hermano Víctor, pastores y congregación en general; muy buenos días. Le doy gracias a Dios y a ustedes por ayudarnos a que nuestra fe crezca. Este es mi testimonio:
Ustedes nos han insistido en leer el libro “Viviendo Más Allá de lo Posible” del hermano Wayne Myers. Pues yo lo compré meses atrás; y lo leí, pero la verdad, no le entendí nada. Así que lo guardé y un día mi esposo me dijo que lo regalara, que para que lo queremos ahí, nomás guardado. Mi respuesta fue, “deja lo leo otra vez”; así fue que me puse a leerlo una vez más. Un capítulo en particular, me dejó muy pensativa, hasta que le un día le dije a Dios; “¿cómo voy a prometer dar lo que no tengo? Siempre he dado de lo que tengo a la mano”.
Continué con mi lucha interna por un tiempo, hasta que un día le dije a Dios; “Señor, está bien, voy a hacer lo que algunos en el libro han hecho, prometo darte lo que aun no he recibido. Hago la promesa de darte $500 pesos de ofrenda para mi iglesia. Quiero ver Señor cómo le vas a hacer Tú para que yo pueda cumplir con esta promesa”.
Para honra y gloria de mi amado Señor Jesucristo, solo pasaron tres días desde que hice mi promesa al Señor, cuando una persona que conozco se acercó a mí y me dijo; “toma, sentí darte estos $1,000 pesos”. Mis ojos se abrieron grandes, grandes, no lo podía creer. ¿Pueden imaginar mi sorpresa? Apenas tres días atrás, había yo decidido ser obediente al Señor y dar el paso de fe; y ahora, Dios estaba mostrándome Su mano de provisión. Nadie sabía el acuerdo que hice con Dios, ¡obviamente esta persona no sabía nada!
Cuando estuve a solas con el Señor no podía parar de decirle; “¡gracias mi Dios! Toda la gloria sea a Ti ¡Gracias Señor, eres fiel, extraordinario y vaya que obras rápido y de maneras sorprendentes!”.Así que Hermano Víctor, aquí está el pago de la promesa que le hice al Señor: $500 pesos. También pago el diezmo que me corresponde por lo que recibí y aun me ha quedado algo para mí.
¡Gracias a Dios! ¡A Él sea toda la honra y la gloria por siempre! |
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Testimonio de finanzas |
Hermano Víctor, pastores y congregación en general; muy buenos días. Le doy gracias a Dios y a ustedes por ayudarnos a que nuestra fe crezca. Este es mi testimonio:
Ustedes nos han insistido en leer el libro “Viviendo Más Allá de lo Posible” del hermano Wayne Myers. Pues yo lo compré meses atrás; y lo leí, pero la verdad, no le entendí nada. Así que lo guardé y un día mi esposo me dijo que lo regalara, que para que lo queremos ahí, nomás guardado. Mi respuesta fue, “deja lo leo otra vez”; así fue que me puse a leerlo una vez más. Un capítulo en particular, me dejó muy pensativa, hasta que le un día le dije a Dios; “¿cómo voy a prometer dar lo que no tengo? Siempre he dado de lo que tengo a la mano”.
Continué con mi lucha interna por un tiempo, hasta que un día le dije a Dios; “Señor, está bien, voy a hacer lo que algunos en el libro han hecho, prometo darte lo que aun no he recibido. Hago la promesa de darte $500 pesos de ofrenda para mi iglesia. Quiero ver Señor cómo le vas a hacer Tú para que yo pueda cumplir con esta promesa”.
Para honra y gloria de mi amado Señor Jesucristo, solo pasaron tres días desde que hice mi promesa al Señor, cuando una persona que conozco se acercó a mí y me dijo; “toma, sentí darte estos $1,000 pesos”. Mis ojos se abrieron grandes, grandes, no lo podía creer. ¿Pueden imaginar mi sorpresa? Apenas tres días atrás, había yo decidido ser obediente al Señor y dar el paso de fe; y ahora, Dios estaba mostrándome Su mano de provisión. Nadie sabía el acuerdo que hice con Dios, ¡obviamente esta persona no sabía nada!
Cuando estuve a solas con el Señor no podía parar de decirle; “¡gracias mi Dios! Toda la gloria sea a Ti ¡Gracias Señor, eres fiel, extraordinario y vaya que obras rápido y de maneras sorprendentes!”.Así que Hermano Víctor, aquí está el pago de la promesa que le hice al Señor: $500 pesos. También pago el diezmo que me corresponde por lo que recibí y aun me ha quedado algo para mí.
¡Gracias a Dios! ¡A Él sea toda la honra y la gloria por siempre! |
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Hermano Víctor, pastores y congregación en general; muy buenos días. Le doy gracias a Dios y a ustedes por ayudarnos a que nuestra fe crezca. Este es mi testimonio:
Ustedes nos han insistido en leer el libro “Viviendo Más Allá de lo Posible” del hermano Wayne Myers. Pues yo lo compré meses atrás; y lo leí, pero la verdad, no le entendí nada. Así que lo guardé y un día mi esposo me dijo que lo regalara, que para que lo queremos ahí, nomás guardado. Mi respuesta fue, “deja lo leo otra vez”; así fue que me puse a leerlo una vez más. Un capítulo en particular, me dejó muy pensativa, hasta que le un día le dije a Dios; “¿cómo voy a prometer dar lo que no tengo? Siempre he dado de lo que tengo a la mano”.
Continué con mi lucha interna por un tiempo, hasta que un día le dije a Dios; “Señor, está bien, voy a hacer lo que algunos en el libro han hecho, prometo darte lo que aun no he recibido. Hago la promesa de darte $500 pesos de ofrenda para mi iglesia. Quiero ver Señor cómo le vas a hacer Tú para que yo pueda cumplir con esta promesa”.
Para honra y gloria de mi amado Señor Jesucristo, solo pasaron tres días desde que hice mi promesa al Señor, cuando una persona que conozco se acercó a mí y me dijo; “toma, sentí darte estos $1,000 pesos”. Mis ojos se abrieron grandes, grandes, no lo podía creer. ¿Pueden imaginar mi sorpresa? Apenas tres días atrás, había yo decidido ser obediente al Señor y dar el paso de fe; y ahora, Dios estaba mostrándome Su mano de provisión. Nadie sabía el acuerdo que hice con Dios, ¡obviamente esta persona no sabía nada!
Cuando estuve a solas con el Señor no podía parar de decirle; “¡gracias mi Dios! Toda la gloria sea a Ti ¡Gracias Señor, eres fiel, extraordinario y vaya que obras rápido y de maneras sorprendentes!”.Así que Hermano Víctor, aquí está el pago de la promesa que le hice al Señor: $500 pesos. También pago el diezmo que me corresponde por lo que recibí y aun me ha quedado algo para mí.
¡Gracias a Dios! ¡A Él sea toda la honra y la gloria por siempre! |
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