TESTIMONIO DE SANIDAD | |||||||
Pastores Richards y congregación; quiero dar testimonio de la bondad y favor de Dios para conmigo. Quiero dar un agradecimiento muy grande a usted Hermano Víctor y los demás pastores de Vino Nuevo que estuvieron orando por mis rodillas. Deje les cuento que el doctor me había dicho que necesitaba operación en mis rodillas; eso me desanimó bastante, ya que soy una mujer sola y tengo que trabajar para pagar la renta y los recibos de la casa y realmente no sabía que pensar o hacer. Como toda cristiana, me puse a hablar muy en serio con Dios y le pedí que tuviera misericordia de mí. Le dije; “Señor, Tú sabes que no quiero operarme, ¡no puedo operarme! ¿Quién va a cuidar de mí? No sé cómo me vas a ayudar en esta ocasión, pero necesito demasiado tu ayuda esta vez”. Cada mañana esta era mi oración, además le pedí al Señor me concediera no tener que operarme. En el mes de diciembre me tocó ir a mi cita médica con el doctor que me había dicho que tenía que operarme las rodillas. Tuve mi revisión de rutina y después el doctor me dice; “ahora sí señora, vamos a hablar acerca de lo que sigue para usted”. Yo me quedé muy seria y no dije nada, no supe que decir. El doctor continuó hablando y de pronto dice; “tengo una muy buena noticia para usted el día de hoy. Usted me ha dicho varias veces que no quiere operarse las rodillas, pues existe un nuevo tratamiento que no requiere operación”. De principio yo entendí que, ya no necesitaba operación, pero el médico me explicó con calma y suficiente detalle a lo que él se refería, básicamente se trataba de una serie de inyecciones. Al fin entendí que yo tenía otra opción aparte de la operación, así que cuando el doctor me preguntó, ¿qué me parecía? ¿qué si yo quería tomar ese tratamiento? Yo respondí rápidamente que sí, pues nunca imaginé que el doctor fuera a decirme algo así. Mi oración fue contestada a través del mismo médico. Pastor, para hacer mi historia más corta, le cuento que por tres semanas estuve recibiendo dos inyecciones en cada rodilla y me ha funcionado muy bien, porque ya no tengo dolor y mi movilidad ha aumentado, me siento más segura al caminar y hacer mi quehacer diario. Gracias a Dios por usted, los demás pastores y sus esposas, porque en cada oportunidad que tuve me acerqué a ustedes a pedir oración por mis rodillas y cada vez fueron ustedes muy gentiles de orar por mí. Dios respondió de una manera que jamás imaginé. Con lágrimas en mis ojos les escribo porque puedo ver cuán grande es el amor y poder de mi Señor Jesús cuando le pedimos con fe de todo corazón. Él responde las oraciones más simples cuando son hechas con fe, aun las oraciones de una mujer sola que no tiene a alguien que cuide de ella, ¡Tu mi Señor, Tú cuidas de mí! Gracias otra vez. A Dios sea toda la gloria y la honra.
Los amo: Lupita Castillo |
|
||||||
Ver Mas |
TESTIMONIO DE SANIDAD |
Pastores Richards y congregación; quiero dar testimonio de la bondad y favor de Dios para conmigo. Quiero dar un agradecimiento muy grande a usted Hermano Víctor y los demás pastores de Vino Nuevo que estuvieron orando por mis rodillas. Deje les cuento que el doctor me había dicho que necesitaba operación en mis rodillas; eso me desanimó bastante, ya que soy una mujer sola y tengo que trabajar para pagar la renta y los recibos de la casa y realmente no sabía que pensar o hacer. Como toda cristiana, me puse a hablar muy en serio con Dios y le pedí que tuviera misericordia de mí. Le dije; “Señor, Tú sabes que no quiero operarme, ¡no puedo operarme! ¿Quién va a cuidar de mí? No sé cómo me vas a ayudar en esta ocasión, pero necesito demasiado tu ayuda esta vez”. Cada mañana esta era mi oración, además le pedí al Señor me concediera no tener que operarme. En el mes de diciembre me tocó ir a mi cita médica con el doctor que me había dicho que tenía que operarme las rodillas. Tuve mi revisión de rutina y después el doctor me dice; “ahora sí señora, vamos a hablar acerca de lo que sigue para usted”. Yo me quedé muy seria y no dije nada, no supe que decir. El doctor continuó hablando y de pronto dice; “tengo una muy buena noticia para usted el día de hoy. Usted me ha dicho varias veces que no quiere operarse las rodillas, pues existe un nuevo tratamiento que no requiere operación”. De principio yo entendí que, ya no necesitaba operación, pero el médico me explicó con calma y suficiente detalle a lo que él se refería, básicamente se trataba de una serie de inyecciones. Al fin entendí que yo tenía otra opción aparte de la operación, así que cuando el doctor me preguntó, ¿qué me parecía? ¿qué si yo quería tomar ese tratamiento? Yo respondí rápidamente que sí, pues nunca imaginé que el doctor fuera a decirme algo así. Mi oración fue contestada a través del mismo médico. Pastor, para hacer mi historia más corta, le cuento que por tres semanas estuve recibiendo dos inyecciones en cada rodilla y me ha funcionado muy bien, porque ya no tengo dolor y mi movilidad ha aumentado, me siento más segura al caminar y hacer mi quehacer diario. Gracias a Dios por usted, los demás pastores y sus esposas, porque en cada oportunidad que tuve me acerqué a ustedes a pedir oración por mis rodillas y cada vez fueron ustedes muy gentiles de orar por mí. Dios respondió de una manera que jamás imaginé. Con lágrimas en mis ojos les escribo porque puedo ver cuán grande es el amor y poder de mi Señor Jesús cuando le pedimos con fe de todo corazón. Él responde las oraciones más simples cuando son hechas con fe, aun las oraciones de una mujer sola que no tiene a alguien que cuide de ella, ¡Tu mi Señor, Tú cuidas de mí! Gracias otra vez. A Dios sea toda la gloria y la honra.
Los amo: Lupita Castillo |
Ver Mas |
TESTIMONIO DE SANIDAD |
Pastores Richards y congregación; quiero dar testimonio de la bondad y favor de Dios para conmigo. Quiero dar un agradecimiento muy grande a usted Hermano Víctor y los demás pastores de Vino Nuevo que estuvieron orando por mis rodillas. Deje les cuento que el doctor me había dicho que necesitaba operación en mis rodillas; eso me desanimó bastante, ya que soy una mujer sola y tengo que trabajar para pagar la renta y los recibos de la casa y realmente no sabía que pensar o hacer. Como toda cristiana, me puse a hablar muy en serio con Dios y le pedí que tuviera misericordia de mí. Le dije; “Señor, Tú sabes que no quiero operarme, ¡no puedo operarme! ¿Quién va a cuidar de mí? No sé cómo me vas a ayudar en esta ocasión, pero necesito demasiado tu ayuda esta vez”. Cada mañana esta era mi oración, además le pedí al Señor me concediera no tener que operarme. En el mes de diciembre me tocó ir a mi cita médica con el doctor que me había dicho que tenía que operarme las rodillas. Tuve mi revisión de rutina y después el doctor me dice; “ahora sí señora, vamos a hablar acerca de lo que sigue para usted”. Yo me quedé muy seria y no dije nada, no supe que decir. El doctor continuó hablando y de pronto dice; “tengo una muy buena noticia para usted el día de hoy. Usted me ha dicho varias veces que no quiere operarse las rodillas, pues existe un nuevo tratamiento que no requiere operación”. De principio yo entendí que, ya no necesitaba operación, pero el médico me explicó con calma y suficiente detalle a lo que él se refería, básicamente se trataba de una serie de inyecciones. Al fin entendí que yo tenía otra opción aparte de la operación, así que cuando el doctor me preguntó, ¿qué me parecía? ¿qué si yo quería tomar ese tratamiento? Yo respondí rápidamente que sí, pues nunca imaginé que el doctor fuera a decirme algo así. Mi oración fue contestada a través del mismo médico. Pastor, para hacer mi historia más corta, le cuento que por tres semanas estuve recibiendo dos inyecciones en cada rodilla y me ha funcionado muy bien, porque ya no tengo dolor y mi movilidad ha aumentado, me siento más segura al caminar y hacer mi quehacer diario. Gracias a Dios por usted, los demás pastores y sus esposas, porque en cada oportunidad que tuve me acerqué a ustedes a pedir oración por mis rodillas y cada vez fueron ustedes muy gentiles de orar por mí. Dios respondió de una manera que jamás imaginé. Con lágrimas en mis ojos les escribo porque puedo ver cuán grande es el amor y poder de mi Señor Jesús cuando le pedimos con fe de todo corazón. Él responde las oraciones más simples cuando son hechas con fe, aun las oraciones de una mujer sola que no tiene a alguien que cuide de ella, ¡Tu mi Señor, Tú cuidas de mí! Gracias otra vez. A Dios sea toda la gloria y la honra.
Los amo: Lupita Castillo |
Ver Mas |