Para ti mujer | |||||||
Podemos Aprender a Estar en Cualquier Situación ¿Cómo podemos aprender a estar contentas en cualquier circunstancia? Existe una relación entre nuestras acciones y nuestros sentimientos. Es decir, frecuentemente sigue a la acción, por lo tanto, hay que buscar motivos o acciones que produzcan contentamiento. Por ejemplo, en ocasiones me siento molesta o de mal humor con mi esposo, pero he aprendido que si le expreso mi amor y tal vez hasta le doy un abrazo –por pura disciplina, no porque siento hacerlo– encuentro que muchas veces ya cambiaron mis sentimientos. Ya no me siento molesta ni de mal humor. Mis acciones afectaron mis emociones. Existen otras acciones que tienen el potencial para producir contentamiento:
Una actitud positiva te traerá éxito y te permitirá disfrutar más de la vida. La ciencia médica indica que el estrés crónico, el enojo y la tristeza son causas principales de muchas enfermedades, aun la muerte.
Un artículo dice, “Los científicos sospechan que actitudes como el optimismo, no solo hacen que la vida valga la pena vivirla, sino hasta hacen que la vida dure más. El reírse es bueno para el cuerpo y ayuda a contrarrestar el estrés. El buen ánimo hace que el cuerpo produzca una sustancia química que lucha contra las enfermedades. Se ha comprobado que las personas negativas y deprimidas tienen mucha más tendencia de morir de cáncer que las personas luchadoras y alegres. La gente gozosa viven más años que la gente triste y amargada”.
“El corazón alegre constituye el buen remedio, mas el espíritu triste seca los huesos”; Proverbios 17:22.
Uno de los ejemplos modernos que más me ha inspirado y desafiado es la historia de Martín y Gracia Burnham. Ellos fueron misioneros con la “Misión de Nuevas Tribus”. Pero de repente, una madrugada de diciembre en 2002, esta pareja fue secuestrada por un grupo terrorista, quien pedía un rescate de varios millones de dólares. Como la política de la Misión Nuevas Tribus es no pagar rescate, Martín y Gracia se quedaron en cautiverio por más de un año. Finalmente, en un tiroteo entre el ejército filipino y el grupo terrorista, Martín murió y Gracia logró escapar. Posteriormente, ella escribió un libro, compartiendo sus muchas experiencias durante ese año en cautiverio, caminando día tras día en la húmeda y calurosa selva y amarrados por una cadena a un árbol en las noches, para que no escaparan.
Lo que más me impacta es que, en sus últimos días, sus pensamientos se enfocaron en una Escritura: “Servid a Jehová con alegría; venid ante su presencia con regocijo”; Salmo 100:2.
Martín dijo a su esposa: “Posiblemente no salgamos de esta selva vivos, pero por lo menos podemos salir de esta vida con alegría. Podemos servirle aquí donde estamos y, ¡hacerlo con alegría!”.
Y así vivieron sus últimos días en cautiverio: privados de todo lo que consideramos necesario para estar contentos, pero se regocijaron en el Señor. ¡Esta es la vida sobrenatural! ¡Vivamos tú y yo este estilo de vida y Dios será glorificado en nosotras!
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Podemos Aprender a Estar en Cualquier Situación ¿Cómo podemos aprender a estar contentas en cualquier circunstancia? Existe una relación entre nuestras acciones y nuestros sentimientos. Es decir, frecuentemente sigue a la acción, por lo tanto, hay que buscar motivos o acciones que produzcan contentamiento. Por ejemplo, en ocasiones me siento molesta o de mal humor con mi esposo, pero he aprendido que si le expreso mi amor y tal vez hasta le doy un abrazo –por pura disciplina, no porque siento hacerlo– encuentro que muchas veces ya cambiaron mis sentimientos. Ya no me siento molesta ni de mal humor. Mis acciones afectaron mis emociones. Existen otras acciones que tienen el potencial para producir contentamiento:
Una actitud positiva te traerá éxito y te permitirá disfrutar más de la vida. La ciencia médica indica que el estrés crónico, el enojo y la tristeza son causas principales de muchas enfermedades, aun la muerte.
Un artículo dice, “Los científicos sospechan que actitudes como el optimismo, no solo hacen que la vida valga la pena vivirla, sino hasta hacen que la vida dure más. El reírse es bueno para el cuerpo y ayuda a contrarrestar el estrés. El buen ánimo hace que el cuerpo produzca una sustancia química que lucha contra las enfermedades. Se ha comprobado que las personas negativas y deprimidas tienen mucha más tendencia de morir de cáncer que las personas luchadoras y alegres. La gente gozosa viven más años que la gente triste y amargada”.
“El corazón alegre constituye el buen remedio, mas el espíritu triste seca los huesos”; Proverbios 17:22.
Uno de los ejemplos modernos que más me ha inspirado y desafiado es la historia de Martín y Gracia Burnham. Ellos fueron misioneros con la “Misión de Nuevas Tribus”. Pero de repente, una madrugada de diciembre en 2002, esta pareja fue secuestrada por un grupo terrorista, quien pedía un rescate de varios millones de dólares. Como la política de la Misión Nuevas Tribus es no pagar rescate, Martín y Gracia se quedaron en cautiverio por más de un año. Finalmente, en un tiroteo entre el ejército filipino y el grupo terrorista, Martín murió y Gracia logró escapar. Posteriormente, ella escribió un libro, compartiendo sus muchas experiencias durante ese año en cautiverio, caminando día tras día en la húmeda y calurosa selva y amarrados por una cadena a un árbol en las noches, para que no escaparan.
Lo que más me impacta es que, en sus últimos días, sus pensamientos se enfocaron en una Escritura: “Servid a Jehová con alegría; venid ante su presencia con regocijo”; Salmo 100:2.
Martín dijo a su esposa: “Posiblemente no salgamos de esta selva vivos, pero por lo menos podemos salir de esta vida con alegría. Podemos servirle aquí donde estamos y, ¡hacerlo con alegría!”.
Y así vivieron sus últimos días en cautiverio: privados de todo lo que consideramos necesario para estar contentos, pero se regocijaron en el Señor. ¡Esta es la vida sobrenatural! ¡Vivamos tú y yo este estilo de vida y Dios será glorificado en nosotras!
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Podemos Aprender a Estar en Cualquier Situación ¿Cómo podemos aprender a estar contentas en cualquier circunstancia? Existe una relación entre nuestras acciones y nuestros sentimientos. Es decir, frecuentemente sigue a la acción, por lo tanto, hay que buscar motivos o acciones que produzcan contentamiento. Por ejemplo, en ocasiones me siento molesta o de mal humor con mi esposo, pero he aprendido que si le expreso mi amor y tal vez hasta le doy un abrazo –por pura disciplina, no porque siento hacerlo– encuentro que muchas veces ya cambiaron mis sentimientos. Ya no me siento molesta ni de mal humor. Mis acciones afectaron mis emociones. Existen otras acciones que tienen el potencial para producir contentamiento:
Una actitud positiva te traerá éxito y te permitirá disfrutar más de la vida. La ciencia médica indica que el estrés crónico, el enojo y la tristeza son causas principales de muchas enfermedades, aun la muerte.
Un artículo dice, “Los científicos sospechan que actitudes como el optimismo, no solo hacen que la vida valga la pena vivirla, sino hasta hacen que la vida dure más. El reírse es bueno para el cuerpo y ayuda a contrarrestar el estrés. El buen ánimo hace que el cuerpo produzca una sustancia química que lucha contra las enfermedades. Se ha comprobado que las personas negativas y deprimidas tienen mucha más tendencia de morir de cáncer que las personas luchadoras y alegres. La gente gozosa viven más años que la gente triste y amargada”.
“El corazón alegre constituye el buen remedio, mas el espíritu triste seca los huesos”; Proverbios 17:22.
Uno de los ejemplos modernos que más me ha inspirado y desafiado es la historia de Martín y Gracia Burnham. Ellos fueron misioneros con la “Misión de Nuevas Tribus”. Pero de repente, una madrugada de diciembre en 2002, esta pareja fue secuestrada por un grupo terrorista, quien pedía un rescate de varios millones de dólares. Como la política de la Misión Nuevas Tribus es no pagar rescate, Martín y Gracia se quedaron en cautiverio por más de un año. Finalmente, en un tiroteo entre el ejército filipino y el grupo terrorista, Martín murió y Gracia logró escapar. Posteriormente, ella escribió un libro, compartiendo sus muchas experiencias durante ese año en cautiverio, caminando día tras día en la húmeda y calurosa selva y amarrados por una cadena a un árbol en las noches, para que no escaparan.
Lo que más me impacta es que, en sus últimos días, sus pensamientos se enfocaron en una Escritura: “Servid a Jehová con alegría; venid ante su presencia con regocijo”; Salmo 100:2.
Martín dijo a su esposa: “Posiblemente no salgamos de esta selva vivos, pero por lo menos podemos salir de esta vida con alegría. Podemos servirle aquí donde estamos y, ¡hacerlo con alegría!”.
Y así vivieron sus últimos días en cautiverio: privados de todo lo que consideramos necesario para estar contentos, pero se regocijaron en el Señor. ¡Esta es la vida sobrenatural! ¡Vivamos tú y yo este estilo de vida y Dios será glorificado en nosotras!
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