 |
 |
El Corazón tú Posesión más Valiosa Pt.III | |||||||
|
El corazón de Dios Dios puede tratar con las necesidades de todos los habitantes del mundo, ¡miles de millones! Y si no puedes entender tan grande amor, es que no comprendes con quién estás tratando y no entiendes el tamaño, ni el contenido de Su corazón. Él no quiere “que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento y al conocimiento de Jesús” (2 Pedro 3:9). Él quiere que todos estén en el cielo, pero también permite que cada uno en la tierra decida a quién quiere seguir; y la persona o cosa a la que sigas aquí en la tierra es la que vas a seguir por la eternidad. ¿A quién escogerás? El Salmo 103:8-14 dice: “Misericordioso y clemente es Jehová; lento para la ira, y grande en misericordia. No contenderá para siempre, ni para siempre guardará el enojo. No ha hecho con nosotros conforme a nuestras iniquidades, ni nos ha pagado conforme a nuestros pecados. Porque como la altura de los cielos sobre la tierra, engrandeció su misericordia sobre los que le temen. Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones. Como el padre se compadece de los hijos, se compadece Jehová de los que le temen. Porque Él conoce nuestra condición; se acuerda de que somos polvo”. Aquí vemos varias características del corazón de Dios: Misericordioso, compasivo, paciente para con nosotros, queriendo perdonar, queriendo transformar, queriendo abrazarnos, esperando que respondamos; y cuando lo hacemos, nos lava en la sangre de Jesús, nos perdona, nos salva, nos pone en El libro de la vida. Dios es Dios de compasión, Salmo 25:6 “Acuérdate, oh Jehová, de tus piedades y de tus misericordias, que son perpetuas”. ¿Por qué son perpetuas? Porque son parte de Su corazón. Dios todavía nos trata con tiernas misericordias, amorosa bondad. Salmo 40:11 “Jehová, no retengas de mí tus misericordias; Tu misericordia y tu verdad me guarden siempre”. Ese es el corazón de Dios, no está enojado contigo, le duele el castigo. Cuando mi papá me corregía, estaba enojado conmigo, y me castigaba. A Dios le duele el castigo, cuando Él tiene que castigar a alguien, le duele. Tenemos una idea de que Dios es un ogro con garrote, esperando que te salgas un poco del camino, para darte un garrotazo. Él quiere que tú regreses al camino, porque sabe que vas a destruir tu corazón, y si tu corazón es destruido, tú serás destruido. Dios no es un enojón, es paciente con nosotros, no contenderá para siempre, ni para siempre guardará su enojo, no ha hecho conforme a nuestras iniquidades, ni nos ha pagado conforme a nuestros pecados. Cuando Dios castiga, es por amor. ¿Por qué le pega un padre a su hijo cuando corre en la calle, después de haberle dicho que no se baje de la banqueta?, ¿por qué le pega? Porque un auto lo puede atropellar, o peor aun, puede dejarlo lisiado para toda la vida de tal manera que no podrá caminar correctamente. Así es el corazón de Dios. Tiernas misericordias, amorosas bondades, compasión. La Biblia dice en varias ocasiones, “Jesús, movido por la compasión...” obraba este milagro y esta obra. Y uno puede decir, “Hno. Víctor, ¿por qué a veces un milagro tarda tanto?”, no lo sé, pero yo no voy a dejar de creer. Él es el que rescata del hoyo tu vida, Él te va a rescatar, ¡clama a Él! Él te corona de amorosas bondades, de tiernas misericordias, eso es mejor que oro y joyas. Su corazón quiere eso para ti. Yo quiero que Dios me revele más de Su corazón y Él está dispuesto a hacerlo. Él se va a revelar a tu corazón y hablará a través de tu corazón; entonces hay una pregunta importante que hacer: ¿Tu corazón ha sido tan herido que ya no habla?, ¿lo has ignorado cuando te habla? Él está dispuesto a sanar tu corazón. Él está aquí y si estás dispuesto a amarle con todo tu corazón, Él quiere poner Su mano sobre tu corazón. Si quieres amarle de todo tu corazón, con todas tus fuerzas y con toda tu alma, empieza a hablarle, pídele que sane tu corazón, y dile de todo aquello en lo que te has extraviado. Él está diciéndote: Hijo mío, dame tu corazón, dame tu corazón. Permíteme hacer cirugía divina en tu corazón para que puedas tener otra vez gozo y alegría; para que puedas vivir en amor; que puedas vivir sin tanto peso, sin tanta preocupación y puedas empezar a vivir de tu corazón en vez de vivir sólo de tu mente. Proverbios 23:26 “Dame, hijo mío, tu corazón, y miren tus ojos por mis caminos”. Ahora, Dios te está diciendo dame tu corazón, hijo mío, hija mía, dame tu corazón, ¿cómo vas a responder a esta invitación?, ¿le vas a pedir que te dé Su corazón también? Dios, dame Tu corazón para que pueda ser como tú. Yo quiero que sepas algo, si entregaste tu corazón a Él y recibiste un nuevo corazón de Él, «tu corazón es bueno», «tu corazón es bueno», «tu corazón es bueno», ¿me oyes? «Tu corazón es bueno», «¡tu corazón es bueno!» No dejes que satanás te engañe. Dios está esperándote con los brazos abiertos, ven a Jesús, recibe un corazón nuevo y permítele quitar ese corazón de piedra y darte un corazón nuevo, Él lo hará. Es tan glorioso que es difícil comprender cómo sucede, pero sucede. Ven a Jesús no te detengas, ¡no te detengas! Deja que tu posesión más valiosa, tu corazón, sea lleno de Dios. |
|
||||||
Ver Mas | |||||||
El Corazón tú Posesión más Valiosa Pt.III |
|
El corazón de Dios Dios puede tratar con las necesidades de todos los habitantes del mundo, ¡miles de millones! Y si no puedes entender tan grande amor, es que no comprendes con quién estás tratando y no entiendes el tamaño, ni el contenido de Su corazón. Él no quiere “que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento y al conocimiento de Jesús” (2 Pedro 3:9). Él quiere que todos estén en el cielo, pero también permite que cada uno en la tierra decida a quién quiere seguir; y la persona o cosa a la que sigas aquí en la tierra es la que vas a seguir por la eternidad. ¿A quién escogerás? El Salmo 103:8-14 dice: “Misericordioso y clemente es Jehová; lento para la ira, y grande en misericordia. No contenderá para siempre, ni para siempre guardará el enojo. No ha hecho con nosotros conforme a nuestras iniquidades, ni nos ha pagado conforme a nuestros pecados. Porque como la altura de los cielos sobre la tierra, engrandeció su misericordia sobre los que le temen. Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones. Como el padre se compadece de los hijos, se compadece Jehová de los que le temen. Porque Él conoce nuestra condición; se acuerda de que somos polvo”. Aquí vemos varias características del corazón de Dios: Misericordioso, compasivo, paciente para con nosotros, queriendo perdonar, queriendo transformar, queriendo abrazarnos, esperando que respondamos; y cuando lo hacemos, nos lava en la sangre de Jesús, nos perdona, nos salva, nos pone en El libro de la vida. Dios es Dios de compasión, Salmo 25:6 “Acuérdate, oh Jehová, de tus piedades y de tus misericordias, que son perpetuas”. ¿Por qué son perpetuas? Porque son parte de Su corazón. Dios todavía nos trata con tiernas misericordias, amorosa bondad. Salmo 40:11 “Jehová, no retengas de mí tus misericordias; Tu misericordia y tu verdad me guarden siempre”. Ese es el corazón de Dios, no está enojado contigo, le duele el castigo. Cuando mi papá me corregía, estaba enojado conmigo, y me castigaba. A Dios le duele el castigo, cuando Él tiene que castigar a alguien, le duele. Tenemos una idea de que Dios es un ogro con garrote, esperando que te salgas un poco del camino, para darte un garrotazo. Él quiere que tú regreses al camino, porque sabe que vas a destruir tu corazón, y si tu corazón es destruido, tú serás destruido. Dios no es un enojón, es paciente con nosotros, no contenderá para siempre, ni para siempre guardará su enojo, no ha hecho conforme a nuestras iniquidades, ni nos ha pagado conforme a nuestros pecados. Cuando Dios castiga, es por amor. ¿Por qué le pega un padre a su hijo cuando corre en la calle, después de haberle dicho que no se baje de la banqueta?, ¿por qué le pega? Porque un auto lo puede atropellar, o peor aun, puede dejarlo lisiado para toda la vida de tal manera que no podrá caminar correctamente. Así es el corazón de Dios. Tiernas misericordias, amorosas bondades, compasión. La Biblia dice en varias ocasiones, “Jesús, movido por la compasión...” obraba este milagro y esta obra. Y uno puede decir, “Hno. Víctor, ¿por qué a veces un milagro tarda tanto?”, no lo sé, pero yo no voy a dejar de creer. Él es el que rescata del hoyo tu vida, Él te va a rescatar, ¡clama a Él! Él te corona de amorosas bondades, de tiernas misericordias, eso es mejor que oro y joyas. Su corazón quiere eso para ti. Yo quiero que Dios me revele más de Su corazón y Él está dispuesto a hacerlo. Él se va a revelar a tu corazón y hablará a través de tu corazón; entonces hay una pregunta importante que hacer: ¿Tu corazón ha sido tan herido que ya no habla?, ¿lo has ignorado cuando te habla? Él está dispuesto a sanar tu corazón. Él está aquí y si estás dispuesto a amarle con todo tu corazón, Él quiere poner Su mano sobre tu corazón. Si quieres amarle de todo tu corazón, con todas tus fuerzas y con toda tu alma, empieza a hablarle, pídele que sane tu corazón, y dile de todo aquello en lo que te has extraviado. Él está diciéndote: Hijo mío, dame tu corazón, dame tu corazón. Permíteme hacer cirugía divina en tu corazón para que puedas tener otra vez gozo y alegría; para que puedas vivir en amor; que puedas vivir sin tanto peso, sin tanta preocupación y puedas empezar a vivir de tu corazón en vez de vivir sólo de tu mente. Proverbios 23:26 “Dame, hijo mío, tu corazón, y miren tus ojos por mis caminos”. Ahora, Dios te está diciendo dame tu corazón, hijo mío, hija mía, dame tu corazón, ¿cómo vas a responder a esta invitación?, ¿le vas a pedir que te dé Su corazón también? Dios, dame Tu corazón para que pueda ser como tú. Yo quiero que sepas algo, si entregaste tu corazón a Él y recibiste un nuevo corazón de Él, «tu corazón es bueno», «tu corazón es bueno», «tu corazón es bueno», ¿me oyes? «Tu corazón es bueno», «¡tu corazón es bueno!» No dejes que satanás te engañe. Dios está esperándote con los brazos abiertos, ven a Jesús, recibe un corazón nuevo y permítele quitar ese corazón de piedra y darte un corazón nuevo, Él lo hará. Es tan glorioso que es difícil comprender cómo sucede, pero sucede. Ven a Jesús no te detengas, ¡no te detengas! Deja que tu posesión más valiosa, tu corazón, sea lleno de Dios. |
Ver Mas |
Lecturas Recomendadas |
|||
 |
 |
 |
 |
El Corazón tú Posesión más Valiosa Pt.III |
|
El corazón de Dios Dios puede tratar con las necesidades de todos los habitantes del mundo, ¡miles de millones! Y si no puedes entender tan grande amor, es que no comprendes con quién estás tratando y no entiendes el tamaño, ni el contenido de Su corazón. Él no quiere “que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento y al conocimiento de Jesús” (2 Pedro 3:9). Él quiere que todos estén en el cielo, pero también permite que cada uno en la tierra decida a quién quiere seguir; y la persona o cosa a la que sigas aquí en la tierra es la que vas a seguir por la eternidad. ¿A quién escogerás? El Salmo 103:8-14 dice: “Misericordioso y clemente es Jehová; lento para la ira, y grande en misericordia. No contenderá para siempre, ni para siempre guardará el enojo. No ha hecho con nosotros conforme a nuestras iniquidades, ni nos ha pagado conforme a nuestros pecados. Porque como la altura de los cielos sobre la tierra, engrandeció su misericordia sobre los que le temen. Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones. Como el padre se compadece de los hijos, se compadece Jehová de los que le temen. Porque Él conoce nuestra condición; se acuerda de que somos polvo”. Aquí vemos varias características del corazón de Dios: Misericordioso, compasivo, paciente para con nosotros, queriendo perdonar, queriendo transformar, queriendo abrazarnos, esperando que respondamos; y cuando lo hacemos, nos lava en la sangre de Jesús, nos perdona, nos salva, nos pone en El libro de la vida. Dios es Dios de compasión, Salmo 25:6 “Acuérdate, oh Jehová, de tus piedades y de tus misericordias, que son perpetuas”. ¿Por qué son perpetuas? Porque son parte de Su corazón. Dios todavía nos trata con tiernas misericordias, amorosa bondad. Salmo 40:11 “Jehová, no retengas de mí tus misericordias; Tu misericordia y tu verdad me guarden siempre”. Ese es el corazón de Dios, no está enojado contigo, le duele el castigo. Cuando mi papá me corregía, estaba enojado conmigo, y me castigaba. A Dios le duele el castigo, cuando Él tiene que castigar a alguien, le duele. Tenemos una idea de que Dios es un ogro con garrote, esperando que te salgas un poco del camino, para darte un garrotazo. Él quiere que tú regreses al camino, porque sabe que vas a destruir tu corazón, y si tu corazón es destruido, tú serás destruido. Dios no es un enojón, es paciente con nosotros, no contenderá para siempre, ni para siempre guardará su enojo, no ha hecho conforme a nuestras iniquidades, ni nos ha pagado conforme a nuestros pecados. Cuando Dios castiga, es por amor. ¿Por qué le pega un padre a su hijo cuando corre en la calle, después de haberle dicho que no se baje de la banqueta?, ¿por qué le pega? Porque un auto lo puede atropellar, o peor aun, puede dejarlo lisiado para toda la vida de tal manera que no podrá caminar correctamente. Así es el corazón de Dios. Tiernas misericordias, amorosas bondades, compasión. La Biblia dice en varias ocasiones, “Jesús, movido por la compasión...” obraba este milagro y esta obra. Y uno puede decir, “Hno. Víctor, ¿por qué a veces un milagro tarda tanto?”, no lo sé, pero yo no voy a dejar de creer. Él es el que rescata del hoyo tu vida, Él te va a rescatar, ¡clama a Él! Él te corona de amorosas bondades, de tiernas misericordias, eso es mejor que oro y joyas. Su corazón quiere eso para ti. Yo quiero que Dios me revele más de Su corazón y Él está dispuesto a hacerlo. Él se va a revelar a tu corazón y hablará a través de tu corazón; entonces hay una pregunta importante que hacer: ¿Tu corazón ha sido tan herido que ya no habla?, ¿lo has ignorado cuando te habla? Él está dispuesto a sanar tu corazón. Él está aquí y si estás dispuesto a amarle con todo tu corazón, Él quiere poner Su mano sobre tu corazón. Si quieres amarle de todo tu corazón, con todas tus fuerzas y con toda tu alma, empieza a hablarle, pídele que sane tu corazón, y dile de todo aquello en lo que te has extraviado. Él está diciéndote: Hijo mío, dame tu corazón, dame tu corazón. Permíteme hacer cirugía divina en tu corazón para que puedas tener otra vez gozo y alegría; para que puedas vivir en amor; que puedas vivir sin tanto peso, sin tanta preocupación y puedas empezar a vivir de tu corazón en vez de vivir sólo de tu mente. Proverbios 23:26 “Dame, hijo mío, tu corazón, y miren tus ojos por mis caminos”. Ahora, Dios te está diciendo dame tu corazón, hijo mío, hija mía, dame tu corazón, ¿cómo vas a responder a esta invitación?, ¿le vas a pedir que te dé Su corazón también? Dios, dame Tu corazón para que pueda ser como tú. Yo quiero que sepas algo, si entregaste tu corazón a Él y recibiste un nuevo corazón de Él, «tu corazón es bueno», «tu corazón es bueno», «tu corazón es bueno», ¿me oyes? «Tu corazón es bueno», «¡tu corazón es bueno!» No dejes que satanás te engañe. Dios está esperándote con los brazos abiertos, ven a Jesús, recibe un corazón nuevo y permítele quitar ese corazón de piedra y darte un corazón nuevo, Él lo hará. Es tan glorioso que es difícil comprender cómo sucede, pero sucede. Ven a Jesús no te detengas, ¡no te detengas! Deja que tu posesión más valiosa, tu corazón, sea lleno de Dios. |
Ver Mas |
Lecturas Recomendadas |
|||
|
|
||
|
|
||
|
