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El Reino de los Cielos Pt. XV | |||||||
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La Ley del Uso Que gozo y que privilegio tenemos al saber que nuestra ciudadanía está en el cielo. Filipenses 3:20-21(a) “Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo; 21 (a) el cual transformará el cuerpo de la humillación nuestra, para que sea semejante al cuerpo de la gloria suya…”. Algún día vamos a tener un cuerpo igual como el cuerpo que Jesús tiene ahora… eso es lo que dice esta Escritura. Nuestra ciudadanía está en los cielos, estamos aquí por un breve tiempo. Que privilegio pertenecer al reino de Dios, el reino eterno de luz, justicia, gozo, paz y amor. 1 Corintios 2:9 “Antes bien, como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido en corazón de hombre, son las que Dios ha preparado para los que le aman”. Está diciendo; que cosas que ni siquiera podemos imaginar. Imagina lo más grande que puedas y esto ni se acerca a lo que nos espera en la gloria. Las cosas que Dios ha preparado para los que le aman. ¿Amas a Dios? Apocalipsis 22:3-5 “Y no habrá más maldición; y el trono de Dios y del Cordero estará en ella, y sus siervos le servirán, 4. y verán su rostro, y su nombre estará en sus frentes. 5. No habrá allí más noche; y no tienen necesidad de luz de lámpara, ni de luz del sol, porque Dios el Señor los iluminará; y reinarán por los siglos de los siglos”. Estos textos hablan del reino en su eterna existencia, no está hablando del reino visitándonos aquí, mas bien, como es en realidad en el cielo. Ahora gozamos del reino entre nosotros y cuando venga el reino eterno; que glorioso. Lamentablemente existe un reino de oscuridad, un reino vil y perverso, una presencia de maldad como una neblina nefasta que llena todo el mundo, está con nosotros. Si uno no cree en la existencia de la maldad, va a sufrir en la vida, no va a saber protegerse, no va a saber proceder en la vida; es un reino dañino, inmoral, cruel, depravado, maligno, malvado, diabólico, es infernal, inhumano, brutal, violento, sadista, incompasivo y cualquier otro adjetivo malo que podamos pensar. Este reino de oscuridad está en el mundo, como neblina nefasta que va por nuestras calles y en las casas, cruza fronteras silenciosamente, existe y yo sé que lo sabes. Si tú crees que el reino de Satanás es un campo de juegos o una fiesta alegre, despierta, ¡no lo es! 1 Juan 5:19 “Sabemos que somos de Dios, y el mundo entero está bajo el maligno”. Yo busqué esta palabra en el griego, porque yo también leo inglés y en inglés no dice “bajo”, allí usa una palabra que nos hace entender que algo está como acostado encima de. Esto es lo que encontré, en el griego “keimai”, tirado abajo, Satanás está encima. ¿Por qué tanta matanza en nuestra ciudad y en tantas ciudades en el mundo?, ¿por qué tanta corrupción?, ¿por qué tanta maldad?, ¿por qué? Porque hay un reino vil, maligno y oscuro. ¿Entonces qué? Sabemos que somos de Dios y que el mundo entero está tirado bajo el maligno. Es esta fuerza maligna, este reino maligno el que produce terrorismo que mata a indefensos. Terroristas que creen que por dar sus vidas matando inocentes irán a un cielo y tendrán 21 vírgenes por compañeras, ¡qué carnal, qué bárbaro!, yo no sé qué palabra usar. Es esa fuerza de maldad la que provoca odio, amenaza de destrucción masiva y produce odio en el hogar, maltrato de esposas e hijos, inestabilidad en naciones. Pero, hay porque gloriarnos; en medio de esta oscuridad ha venido luz, vida, bondad, misericordia, amor, ternura, paz, tranquilidad, compasión, benignidad, benevolencia, amabilidad, dulzura, tolerancia, caridad, virtud, piedad, santidad, humanidad, clemencia, afecto, cariño, amistad. En esta oscuridad ha venido el Reino de los Cielos, el Reino de Dios; el Reino de los Cielos está entre nosotros. 2 Corintios 5:17 “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas”. Una lista de cosas que acabo de leer buenas que son nuestras. Algunas personas entran a nuestro auditorio, llegan y se paran, sienten paz y se preguntan; ¿qué es esto? Es el Reino de los Cielos. Cada uno de nosotros podemos ser portadores de este reino, de esta presencia benigna, llena de amor y gozo. Un día le estaba comentando a uno de nuestros pastores, algo sobre mí; estaba adolorido físicamente por un procedimiento que había tenido que sufrir en las últimas semanas y estaba riéndome, él me dijo: “A pesar de todo, siempre tienes gozo”. Yo no pienso en ser gozoso, simplemente está allí. Hasta en la ambulancia cuando me estaban llevando al hospital cuando tuve el infarto, estaba doliendo como no puedes creer, nunca en mi vida he sufrido tanto dolor en el corazón. Me habían dado algo para el dolor, pero no me hizo nada, les dije: “¿Me pueden dar algo más fuerte para este dolor?”, y el paramédico dijo: “Tengo que hablar con el doctor”. Ellos llamaron al hospital y el doctor dijo que sí me dieran algo más, y me preguntan: “¿Usted ha tomado viagra en las últimas dos horas?”. Me encontré riendo en la ambulancia, en medio de un infarto, que locura, le contesté: “No señor, no he tomado”. Me dieron algo más y tampoco ayudó. Gozo en medio del dolor. El reino viene y cuando viene, cuando Jesús entra entre nosotros, empezamos a ser personas de luz, vida, bondad, misericordia, ternura, paz, tranquilidad, compasión, benignidad, benevolencia, amabilidad, dulzura, tolerancia, caridad, virtud, piedad, santidad, humanidad, afecto, cariño, amistad y 300 otras cosas más; ¡verdad! El Reino de Dios está entre nosotros, Cristo está entre nosotros, el Espíritu Santo está soplando sobre nosotros y debemos de ser tan gozosos que pertenecemos al Reino de los Cielos y amados, debemos ser ansiosos de aprender las leyes y principios de este, nuestro reino. Lucas 12:32 “No temáis, manada pequeña, porque a vuestro Padre le ha placido daros el reino”. Bueno, esta manada pequeña no es tan pequeña como algunos creen, ¡vamos a ser muchísimos! Pero nos llama manada pequeña porque lamentablemente el camino hacia el cielo es angosto y ancho el camino que va a la perdición. Pero, “no temáis, manada pequeña porque a vuestro Padre le ha placido daros el reino”. Es nuestro reino, debemos anhelar aprender cómo vivir en el Reino de Dios y cómo funcionar en el Reino de Dios, ¡hay mucho que aprender! Recuerdo cuando empecé a estudiar la electrónica, primeramente en Dallas, Texas en una escuela donde yo aprendí a reparar radios, televisiones, etc. y luego en el ejército, aprendiendo el mantenimiento de radares y una computadora grandísima de bulbos; no habían inventado ni siquiera un transistor, menos lo que tienen ahora. Recuerdo los primeros días, yo me sentí totalmente tonto, pero fui aprendiendo, términos, procedimientos, funciones electrónicas, pude ver uno de esos diagramas grandes y entender lo que estaba pasando. Nosotros en el reino también necesitamos aprender poco a poco y más y más sobre sus leyes y principios. ¿Sabes qué?, algunas personas sólo quieren ser perdonados, quieren vida eterna en los cielos, pero quieren vivir como a ellos les parece bien, ellos tienen su propia filosofía de Dios, del cristianismo, pero eso no es conforme al Reino de Dios. Su actitud es, que Dios me salve y luego que me deje en paz. Dicen: “¿por qué tanta reunión?”, “¿por qué tanto congreso, tanta oración, tanto hablar de Dios?”. Yo tengo una pregunta: ¿Desprecias tú, el precio pagado por tu redención? ¿Ignoras tú, la gravedad de tu maldad y lo lejos que estabas de Dios antes de conocerle? ¿Crees tú, que puedes relegar a Dios a la posición de un mozo que te tiene que servir, proveer, proteger y alegrar? El precio de tu redención y mi redención revela la gravedad de nuestra desviación, la gravedad de nuestro pecado. No podemos tomarlo a la ligera, necesitamos estar bien relacionados con el Señor. Jamás olvidando el precio horrible que Él pagó por nuestro pecado. No hay lugar para esta actitud que dice: “Sálvame y déjame en paz”. Si esta ha sido tu actitud, yo espero que hoy todo esto cambie; porque el Señor se dio en rescate por todos nosotros pagando el horrible precio de la cruz. Ya lavados, ya redimidos, ya teniendo un lugar en el Reino de los Cielos, nos es menester aprender las leyes y los principios que funcionan en este Reino. Por eso, la Ley del Uso es muy importante, porque cuando uno tiene la revelación de parte del Espíritu Santo, de lo que costó nuestra salvación y cuando entendemos lo vil y desviados que estábamos en nuestra maldad, entonces uno pone en práctica lo que se le ha dado. Ya sean dones, talentos, oportunidades, dinero, etc. Para hacer frente al reino de oscuridad hay que poner en práctica la Ley del Uso, porque el Reino de los Cielos se ha acercado a nosotros. Debemos entregarnos a los propósitos de Dios y ser portadores de la presencia del Espíritu Santo en un mundo perdido y lejos de Dios. ¿Estás tú lejos de Dios? Si tu respuesta es sí; entonces necesitas acercarte a Él, entregando tu vida a Jesús en una total rendición a Él.
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Por: Hno. Victor Richards
El Reino de los Cielos Pt. XV |
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La Ley del Uso Que gozo y que privilegio tenemos al saber que nuestra ciudadanía está en el cielo. Filipenses 3:20-21(a) “Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo; 21 (a) el cual transformará el cuerpo de la humillación nuestra, para que sea semejante al cuerpo de la gloria suya…”. Algún día vamos a tener un cuerpo igual como el cuerpo que Jesús tiene ahora… eso es lo que dice esta Escritura. Nuestra ciudadanía está en los cielos, estamos aquí por un breve tiempo. Que privilegio pertenecer al reino de Dios, el reino eterno de luz, justicia, gozo, paz y amor. 1 Corintios 2:9 “Antes bien, como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido en corazón de hombre, son las que Dios ha preparado para los que le aman”. Está diciendo; que cosas que ni siquiera podemos imaginar. Imagina lo más grande que puedas y esto ni se acerca a lo que nos espera en la gloria. Las cosas que Dios ha preparado para los que le aman. ¿Amas a Dios? Apocalipsis 22:3-5 “Y no habrá más maldición; y el trono de Dios y del Cordero estará en ella, y sus siervos le servirán, 4. y verán su rostro, y su nombre estará en sus frentes. 5. No habrá allí más noche; y no tienen necesidad de luz de lámpara, ni de luz del sol, porque Dios el Señor los iluminará; y reinarán por los siglos de los siglos”. Estos textos hablan del reino en su eterna existencia, no está hablando del reino visitándonos aquí, mas bien, como es en realidad en el cielo. Ahora gozamos del reino entre nosotros y cuando venga el reino eterno; que glorioso. Lamentablemente existe un reino de oscuridad, un reino vil y perverso, una presencia de maldad como una neblina nefasta que llena todo el mundo, está con nosotros. Si uno no cree en la existencia de la maldad, va a sufrir en la vida, no va a saber protegerse, no va a saber proceder en la vida; es un reino dañino, inmoral, cruel, depravado, maligno, malvado, diabólico, es infernal, inhumano, brutal, violento, sadista, incompasivo y cualquier otro adjetivo malo que podamos pensar. Este reino de oscuridad está en el mundo, como neblina nefasta que va por nuestras calles y en las casas, cruza fronteras silenciosamente, existe y yo sé que lo sabes. Si tú crees que el reino de Satanás es un campo de juegos o una fiesta alegre, despierta, ¡no lo es! 1 Juan 5:19 “Sabemos que somos de Dios, y el mundo entero está bajo el maligno”. Yo busqué esta palabra en el griego, porque yo también leo inglés y en inglés no dice “bajo”, allí usa una palabra que nos hace entender que algo está como acostado encima de. Esto es lo que encontré, en el griego “keimai”, tirado abajo, Satanás está encima. ¿Por qué tanta matanza en nuestra ciudad y en tantas ciudades en el mundo?, ¿por qué tanta corrupción?, ¿por qué tanta maldad?, ¿por qué? Porque hay un reino vil, maligno y oscuro. ¿Entonces qué? Sabemos que somos de Dios y que el mundo entero está tirado bajo el maligno. Es esta fuerza maligna, este reino maligno el que produce terrorismo que mata a indefensos. Terroristas que creen que por dar sus vidas matando inocentes irán a un cielo y tendrán 21 vírgenes por compañeras, ¡qué carnal, qué bárbaro!, yo no sé qué palabra usar. Es esa fuerza de maldad la que provoca odio, amenaza de destrucción masiva y produce odio en el hogar, maltrato de esposas e hijos, inestabilidad en naciones. Pero, hay porque gloriarnos; en medio de esta oscuridad ha venido luz, vida, bondad, misericordia, amor, ternura, paz, tranquilidad, compasión, benignidad, benevolencia, amabilidad, dulzura, tolerancia, caridad, virtud, piedad, santidad, humanidad, clemencia, afecto, cariño, amistad. En esta oscuridad ha venido el Reino de los Cielos, el Reino de Dios; el Reino de los Cielos está entre nosotros. 2 Corintios 5:17 “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas”. Una lista de cosas que acabo de leer buenas que son nuestras. Algunas personas entran a nuestro auditorio, llegan y se paran, sienten paz y se preguntan; ¿qué es esto? Es el Reino de los Cielos. Cada uno de nosotros podemos ser portadores de este reino, de esta presencia benigna, llena de amor y gozo. Un día le estaba comentando a uno de nuestros pastores, algo sobre mí; estaba adolorido físicamente por un procedimiento que había tenido que sufrir en las últimas semanas y estaba riéndome, él me dijo: “A pesar de todo, siempre tienes gozo”. Yo no pienso en ser gozoso, simplemente está allí. Hasta en la ambulancia cuando me estaban llevando al hospital cuando tuve el infarto, estaba doliendo como no puedes creer, nunca en mi vida he sufrido tanto dolor en el corazón. Me habían dado algo para el dolor, pero no me hizo nada, les dije: “¿Me pueden dar algo más fuerte para este dolor?”, y el paramédico dijo: “Tengo que hablar con el doctor”. Ellos llamaron al hospital y el doctor dijo que sí me dieran algo más, y me preguntan: “¿Usted ha tomado viagra en las últimas dos horas?”. Me encontré riendo en la ambulancia, en medio de un infarto, que locura, le contesté: “No señor, no he tomado”. Me dieron algo más y tampoco ayudó. Gozo en medio del dolor. El reino viene y cuando viene, cuando Jesús entra entre nosotros, empezamos a ser personas de luz, vida, bondad, misericordia, ternura, paz, tranquilidad, compasión, benignidad, benevolencia, amabilidad, dulzura, tolerancia, caridad, virtud, piedad, santidad, humanidad, afecto, cariño, amistad y 300 otras cosas más; ¡verdad! El Reino de Dios está entre nosotros, Cristo está entre nosotros, el Espíritu Santo está soplando sobre nosotros y debemos de ser tan gozosos que pertenecemos al Reino de los Cielos y amados, debemos ser ansiosos de aprender las leyes y principios de este, nuestro reino. Lucas 12:32 “No temáis, manada pequeña, porque a vuestro Padre le ha placido daros el reino”. Bueno, esta manada pequeña no es tan pequeña como algunos creen, ¡vamos a ser muchísimos! Pero nos llama manada pequeña porque lamentablemente el camino hacia el cielo es angosto y ancho el camino que va a la perdición. Pero, “no temáis, manada pequeña porque a vuestro Padre le ha placido daros el reino”. Es nuestro reino, debemos anhelar aprender cómo vivir en el Reino de Dios y cómo funcionar en el Reino de Dios, ¡hay mucho que aprender! Recuerdo cuando empecé a estudiar la electrónica, primeramente en Dallas, Texas en una escuela donde yo aprendí a reparar radios, televisiones, etc. y luego en el ejército, aprendiendo el mantenimiento de radares y una computadora grandísima de bulbos; no habían inventado ni siquiera un transistor, menos lo que tienen ahora. Recuerdo los primeros días, yo me sentí totalmente tonto, pero fui aprendiendo, términos, procedimientos, funciones electrónicas, pude ver uno de esos diagramas grandes y entender lo que estaba pasando. Nosotros en el reino también necesitamos aprender poco a poco y más y más sobre sus leyes y principios. ¿Sabes qué?, algunas personas sólo quieren ser perdonados, quieren vida eterna en los cielos, pero quieren vivir como a ellos les parece bien, ellos tienen su propia filosofía de Dios, del cristianismo, pero eso no es conforme al Reino de Dios. Su actitud es, que Dios me salve y luego que me deje en paz. Dicen: “¿por qué tanta reunión?”, “¿por qué tanto congreso, tanta oración, tanto hablar de Dios?”. Yo tengo una pregunta: ¿Desprecias tú, el precio pagado por tu redención? ¿Ignoras tú, la gravedad de tu maldad y lo lejos que estabas de Dios antes de conocerle? ¿Crees tú, que puedes relegar a Dios a la posición de un mozo que te tiene que servir, proveer, proteger y alegrar? El precio de tu redención y mi redención revela la gravedad de nuestra desviación, la gravedad de nuestro pecado. No podemos tomarlo a la ligera, necesitamos estar bien relacionados con el Señor. Jamás olvidando el precio horrible que Él pagó por nuestro pecado. No hay lugar para esta actitud que dice: “Sálvame y déjame en paz”. Si esta ha sido tu actitud, yo espero que hoy todo esto cambie; porque el Señor se dio en rescate por todos nosotros pagando el horrible precio de la cruz. Ya lavados, ya redimidos, ya teniendo un lugar en el Reino de los Cielos, nos es menester aprender las leyes y los principios que funcionan en este Reino. Por eso, la Ley del Uso es muy importante, porque cuando uno tiene la revelación de parte del Espíritu Santo, de lo que costó nuestra salvación y cuando entendemos lo vil y desviados que estábamos en nuestra maldad, entonces uno pone en práctica lo que se le ha dado. Ya sean dones, talentos, oportunidades, dinero, etc. Para hacer frente al reino de oscuridad hay que poner en práctica la Ley del Uso, porque el Reino de los Cielos se ha acercado a nosotros. Debemos entregarnos a los propósitos de Dios y ser portadores de la presencia del Espíritu Santo en un mundo perdido y lejos de Dios. ¿Estás tú lejos de Dios? Si tu respuesta es sí; entonces necesitas acercarte a Él, entregando tu vida a Jesús en una total rendición a Él.
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El Reino de los Cielos Pt. XV |
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La Ley del Uso Que gozo y que privilegio tenemos al saber que nuestra ciudadanía está en el cielo. Filipenses 3:20-21(a) “Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo; 21 (a) el cual transformará el cuerpo de la humillación nuestra, para que sea semejante al cuerpo de la gloria suya…”. Algún día vamos a tener un cuerpo igual como el cuerpo que Jesús tiene ahora… eso es lo que dice esta Escritura. Nuestra ciudadanía está en los cielos, estamos aquí por un breve tiempo. Que privilegio pertenecer al reino de Dios, el reino eterno de luz, justicia, gozo, paz y amor. 1 Corintios 2:9 “Antes bien, como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido en corazón de hombre, son las que Dios ha preparado para los que le aman”. Está diciendo; que cosas que ni siquiera podemos imaginar. Imagina lo más grande que puedas y esto ni se acerca a lo que nos espera en la gloria. Las cosas que Dios ha preparado para los que le aman. ¿Amas a Dios? Apocalipsis 22:3-5 “Y no habrá más maldición; y el trono de Dios y del Cordero estará en ella, y sus siervos le servirán, 4. y verán su rostro, y su nombre estará en sus frentes. 5. No habrá allí más noche; y no tienen necesidad de luz de lámpara, ni de luz del sol, porque Dios el Señor los iluminará; y reinarán por los siglos de los siglos”. Estos textos hablan del reino en su eterna existencia, no está hablando del reino visitándonos aquí, mas bien, como es en realidad en el cielo. Ahora gozamos del reino entre nosotros y cuando venga el reino eterno; que glorioso. Lamentablemente existe un reino de oscuridad, un reino vil y perverso, una presencia de maldad como una neblina nefasta que llena todo el mundo, está con nosotros. Si uno no cree en la existencia de la maldad, va a sufrir en la vida, no va a saber protegerse, no va a saber proceder en la vida; es un reino dañino, inmoral, cruel, depravado, maligno, malvado, diabólico, es infernal, inhumano, brutal, violento, sadista, incompasivo y cualquier otro adjetivo malo que podamos pensar. Este reino de oscuridad está en el mundo, como neblina nefasta que va por nuestras calles y en las casas, cruza fronteras silenciosamente, existe y yo sé que lo sabes. Si tú crees que el reino de Satanás es un campo de juegos o una fiesta alegre, despierta, ¡no lo es! 1 Juan 5:19 “Sabemos que somos de Dios, y el mundo entero está bajo el maligno”. Yo busqué esta palabra en el griego, porque yo también leo inglés y en inglés no dice “bajo”, allí usa una palabra que nos hace entender que algo está como acostado encima de. Esto es lo que encontré, en el griego “keimai”, tirado abajo, Satanás está encima. ¿Por qué tanta matanza en nuestra ciudad y en tantas ciudades en el mundo?, ¿por qué tanta corrupción?, ¿por qué tanta maldad?, ¿por qué? Porque hay un reino vil, maligno y oscuro. ¿Entonces qué? Sabemos que somos de Dios y que el mundo entero está tirado bajo el maligno. Es esta fuerza maligna, este reino maligno el que produce terrorismo que mata a indefensos. Terroristas que creen que por dar sus vidas matando inocentes irán a un cielo y tendrán 21 vírgenes por compañeras, ¡qué carnal, qué bárbaro!, yo no sé qué palabra usar. Es esa fuerza de maldad la que provoca odio, amenaza de destrucción masiva y produce odio en el hogar, maltrato de esposas e hijos, inestabilidad en naciones. Pero, hay porque gloriarnos; en medio de esta oscuridad ha venido luz, vida, bondad, misericordia, amor, ternura, paz, tranquilidad, compasión, benignidad, benevolencia, amabilidad, dulzura, tolerancia, caridad, virtud, piedad, santidad, humanidad, clemencia, afecto, cariño, amistad. En esta oscuridad ha venido el Reino de los Cielos, el Reino de Dios; el Reino de los Cielos está entre nosotros. 2 Corintios 5:17 “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas”. Una lista de cosas que acabo de leer buenas que son nuestras. Algunas personas entran a nuestro auditorio, llegan y se paran, sienten paz y se preguntan; ¿qué es esto? Es el Reino de los Cielos. Cada uno de nosotros podemos ser portadores de este reino, de esta presencia benigna, llena de amor y gozo. Un día le estaba comentando a uno de nuestros pastores, algo sobre mí; estaba adolorido físicamente por un procedimiento que había tenido que sufrir en las últimas semanas y estaba riéndome, él me dijo: “A pesar de todo, siempre tienes gozo”. Yo no pienso en ser gozoso, simplemente está allí. Hasta en la ambulancia cuando me estaban llevando al hospital cuando tuve el infarto, estaba doliendo como no puedes creer, nunca en mi vida he sufrido tanto dolor en el corazón. Me habían dado algo para el dolor, pero no me hizo nada, les dije: “¿Me pueden dar algo más fuerte para este dolor?”, y el paramédico dijo: “Tengo que hablar con el doctor”. Ellos llamaron al hospital y el doctor dijo que sí me dieran algo más, y me preguntan: “¿Usted ha tomado viagra en las últimas dos horas?”. Me encontré riendo en la ambulancia, en medio de un infarto, que locura, le contesté: “No señor, no he tomado”. Me dieron algo más y tampoco ayudó. Gozo en medio del dolor. El reino viene y cuando viene, cuando Jesús entra entre nosotros, empezamos a ser personas de luz, vida, bondad, misericordia, ternura, paz, tranquilidad, compasión, benignidad, benevolencia, amabilidad, dulzura, tolerancia, caridad, virtud, piedad, santidad, humanidad, afecto, cariño, amistad y 300 otras cosas más; ¡verdad! El Reino de Dios está entre nosotros, Cristo está entre nosotros, el Espíritu Santo está soplando sobre nosotros y debemos de ser tan gozosos que pertenecemos al Reino de los Cielos y amados, debemos ser ansiosos de aprender las leyes y principios de este, nuestro reino. Lucas 12:32 “No temáis, manada pequeña, porque a vuestro Padre le ha placido daros el reino”. Bueno, esta manada pequeña no es tan pequeña como algunos creen, ¡vamos a ser muchísimos! Pero nos llama manada pequeña porque lamentablemente el camino hacia el cielo es angosto y ancho el camino que va a la perdición. Pero, “no temáis, manada pequeña porque a vuestro Padre le ha placido daros el reino”. Es nuestro reino, debemos anhelar aprender cómo vivir en el Reino de Dios y cómo funcionar en el Reino de Dios, ¡hay mucho que aprender! Recuerdo cuando empecé a estudiar la electrónica, primeramente en Dallas, Texas en una escuela donde yo aprendí a reparar radios, televisiones, etc. y luego en el ejército, aprendiendo el mantenimiento de radares y una computadora grandísima de bulbos; no habían inventado ni siquiera un transistor, menos lo que tienen ahora. Recuerdo los primeros días, yo me sentí totalmente tonto, pero fui aprendiendo, términos, procedimientos, funciones electrónicas, pude ver uno de esos diagramas grandes y entender lo que estaba pasando. Nosotros en el reino también necesitamos aprender poco a poco y más y más sobre sus leyes y principios. ¿Sabes qué?, algunas personas sólo quieren ser perdonados, quieren vida eterna en los cielos, pero quieren vivir como a ellos les parece bien, ellos tienen su propia filosofía de Dios, del cristianismo, pero eso no es conforme al Reino de Dios. Su actitud es, que Dios me salve y luego que me deje en paz. Dicen: “¿por qué tanta reunión?”, “¿por qué tanto congreso, tanta oración, tanto hablar de Dios?”. Yo tengo una pregunta: ¿Desprecias tú, el precio pagado por tu redención? ¿Ignoras tú, la gravedad de tu maldad y lo lejos que estabas de Dios antes de conocerle? ¿Crees tú, que puedes relegar a Dios a la posición de un mozo que te tiene que servir, proveer, proteger y alegrar? El precio de tu redención y mi redención revela la gravedad de nuestra desviación, la gravedad de nuestro pecado. No podemos tomarlo a la ligera, necesitamos estar bien relacionados con el Señor. Jamás olvidando el precio horrible que Él pagó por nuestro pecado. No hay lugar para esta actitud que dice: “Sálvame y déjame en paz”. Si esta ha sido tu actitud, yo espero que hoy todo esto cambie; porque el Señor se dio en rescate por todos nosotros pagando el horrible precio de la cruz. Ya lavados, ya redimidos, ya teniendo un lugar en el Reino de los Cielos, nos es menester aprender las leyes y los principios que funcionan en este Reino. Por eso, la Ley del Uso es muy importante, porque cuando uno tiene la revelación de parte del Espíritu Santo, de lo que costó nuestra salvación y cuando entendemos lo vil y desviados que estábamos en nuestra maldad, entonces uno pone en práctica lo que se le ha dado. Ya sean dones, talentos, oportunidades, dinero, etc. Para hacer frente al reino de oscuridad hay que poner en práctica la Ley del Uso, porque el Reino de los Cielos se ha acercado a nosotros. Debemos entregarnos a los propósitos de Dios y ser portadores de la presencia del Espíritu Santo en un mundo perdido y lejos de Dios. ¿Estás tú lejos de Dios? Si tu respuesta es sí; entonces necesitas acercarte a Él, entregando tu vida a Jesús en una total rendición a Él.
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