CUATRO ANCLAS EN TIEMPOS DE TEMPESTAD | |||||||
ANCLA I La semana pasada iniciamos con la serie: “Cuatro anclas en tiempos de tempestad”. Hoy vamos adelante con la primera ancla. Leamos en el libro de los Salmos. Salmo 91 verso 1: El que habita al abrigo del Altísimo morará bajo la sombra del Omnipotente. Amados; necesitamos ir a la Presencia de Dios. Todos nosotros podemos entrar a Su misma Presencia por la sangre preciosa de nuestro Señor Jesucristo. Vamos al Salmo 17. Salmo 17 del 7 al 9: 7. Muestra tus maravillosas misericordias, tú que salvas a los que se refugian a tu diestra, de los que se levantan contra ellos. 8. Guárdame como a la niña de tus ojos; escóndeme bajo la sombra de tus alas, 9. De la vista de los malos que me oprimen, de mis enemigos que buscan mi vida. Vemos que en Él encontramos cuidado y protección. Amados y amadas; nosotros tenemos que aprender habitar en la Presencia de Jesús. El rey David lo escribió en el libro de los Salmos. Él dijo en el Salmo 16 verso 11 …Me mostrarás la senda de la vida; en tu presencia hay plenitud de gozo; delicias a tu diestra para siempre. También dijo en el Salmo 27:4 Una cosa he demandado a Jehová, ésta buscaré; que esté yo en la casa de Jehová todos los días de mi vida, para contemplar la hermosura de Jehová, y para inquirir en su templo. La diferencia entre cristianos que no soportan la tormenta y otros que sí la soportan, es que estos últimos, están escondidos bajo la sombra de Sus alas. Él dijo en Salmo 84:2-4 2. Anhela mi alma y aun ardientemente desea los atrios de Jehová; mi corazón y mi carne cantan al Dios vivo. 3. Aun el gorrión halla casa, y la golondrina nido para sí, donde ponga sus polluelos, cerca de tus altares, oh Jehová de los ejércitos, Rey mío, y Dios mío. 4. Bienaventurados los que habitan en tu casa; perpetuamente te alabarán. Vivimos en el tiempo en que Dios no habita en templos hechos por manos humanas, ¿verdad? Ahora, Él habita en nosotros, pero tenemos que cultivar Su Presencia. “El que habita al abrigo del Altísimo morará bajo la sombra del Omnipotente”. Veamos lo que escribió el rey David en el Salmo 42. Salmo 42 verso del 1 al 2: 1. Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas, así clama por ti, oh Dios, el alma mía. 2. Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo; ¿Cuándo vendré, y me presentaré delante de Dios? La palabra “bramar” es una palabra que realmente quiere decir, jadear sediento, buscando agua en el tiempo de sequía. El rey David Dijo: “así es mi alma por Tu Presencia Señor, yo tengo que encontrar Tu Presencia”. Le doy un consejo: No se apure tanto en la Presencia del Señor. Gócese de Su presencia, dígale cuánto le ama. Dios se goza cuando oramos ante Él. Dígale lo importante que Él es para usted, la grandeza de lo que ha hecho por usted y los suyos. ¡Oh! Si no es así con usted, entonces, mi oración es que el Señor le dé sed de Su Presencia. ¡Que Él haga el milagro! Voy a orar por usted. Señor; en este momento, te imploro que tú hagas sediento a cada hombre y mujer en Tu pueblo, en Tu iglesia; que anhelen habitar en Tu Presencia. Que amen estar en Tu Palabra y que anhelen estar en oración ante Ti, oh Dios. Perdona nuestros pecados de indiferencia y el tener en poco estar en Tu Presencia. Te lo pido en el Nombre Precioso de Jesús. AMÉN. |
|
||||||
Ver Mas |
CUATRO ANCLAS EN TIEMPOS DE TEMPESTAD |
ANCLA I La semana pasada iniciamos con la serie: “Cuatro anclas en tiempos de tempestad”. Hoy vamos adelante con la primera ancla. Leamos en el libro de los Salmos. Salmo 91 verso 1: El que habita al abrigo del Altísimo morará bajo la sombra del Omnipotente. Amados; necesitamos ir a la Presencia de Dios. Todos nosotros podemos entrar a Su misma Presencia por la sangre preciosa de nuestro Señor Jesucristo. Vamos al Salmo 17. Salmo 17 del 7 al 9: 7. Muestra tus maravillosas misericordias, tú que salvas a los que se refugian a tu diestra, de los que se levantan contra ellos. 8. Guárdame como a la niña de tus ojos; escóndeme bajo la sombra de tus alas, 9. De la vista de los malos que me oprimen, de mis enemigos que buscan mi vida. Vemos que en Él encontramos cuidado y protección. Amados y amadas; nosotros tenemos que aprender habitar en la Presencia de Jesús. El rey David lo escribió en el libro de los Salmos. Él dijo en el Salmo 16 verso 11 …Me mostrarás la senda de la vida; en tu presencia hay plenitud de gozo; delicias a tu diestra para siempre. También dijo en el Salmo 27:4 Una cosa he demandado a Jehová, ésta buscaré; que esté yo en la casa de Jehová todos los días de mi vida, para contemplar la hermosura de Jehová, y para inquirir en su templo. La diferencia entre cristianos que no soportan la tormenta y otros que sí la soportan, es que estos últimos, están escondidos bajo la sombra de Sus alas. Él dijo en Salmo 84:2-4 2. Anhela mi alma y aun ardientemente desea los atrios de Jehová; mi corazón y mi carne cantan al Dios vivo. 3. Aun el gorrión halla casa, y la golondrina nido para sí, donde ponga sus polluelos, cerca de tus altares, oh Jehová de los ejércitos, Rey mío, y Dios mío. 4. Bienaventurados los que habitan en tu casa; perpetuamente te alabarán. Vivimos en el tiempo en que Dios no habita en templos hechos por manos humanas, ¿verdad? Ahora, Él habita en nosotros, pero tenemos que cultivar Su Presencia. “El que habita al abrigo del Altísimo morará bajo la sombra del Omnipotente”. Veamos lo que escribió el rey David en el Salmo 42. Salmo 42 verso del 1 al 2: 1. Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas, así clama por ti, oh Dios, el alma mía. 2. Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo; ¿Cuándo vendré, y me presentaré delante de Dios? La palabra “bramar” es una palabra que realmente quiere decir, jadear sediento, buscando agua en el tiempo de sequía. El rey David Dijo: “así es mi alma por Tu Presencia Señor, yo tengo que encontrar Tu Presencia”. Le doy un consejo: No se apure tanto en la Presencia del Señor. Gócese de Su presencia, dígale cuánto le ama. Dios se goza cuando oramos ante Él. Dígale lo importante que Él es para usted, la grandeza de lo que ha hecho por usted y los suyos. ¡Oh! Si no es así con usted, entonces, mi oración es que el Señor le dé sed de Su Presencia. ¡Que Él haga el milagro! Voy a orar por usted. Señor; en este momento, te imploro que tú hagas sediento a cada hombre y mujer en Tu pueblo, en Tu iglesia; que anhelen habitar en Tu Presencia. Que amen estar en Tu Palabra y que anhelen estar en oración ante Ti, oh Dios. Perdona nuestros pecados de indiferencia y el tener en poco estar en Tu Presencia. Te lo pido en el Nombre Precioso de Jesús. AMÉN. |
Ver Mas |
CUATRO ANCLAS EN TIEMPOS DE TEMPESTAD |
ANCLA I La semana pasada iniciamos con la serie: “Cuatro anclas en tiempos de tempestad”. Hoy vamos adelante con la primera ancla. Leamos en el libro de los Salmos. Salmo 91 verso 1: El que habita al abrigo del Altísimo morará bajo la sombra del Omnipotente. Amados; necesitamos ir a la Presencia de Dios. Todos nosotros podemos entrar a Su misma Presencia por la sangre preciosa de nuestro Señor Jesucristo. Vamos al Salmo 17. Salmo 17 del 7 al 9: 7. Muestra tus maravillosas misericordias, tú que salvas a los que se refugian a tu diestra, de los que se levantan contra ellos. 8. Guárdame como a la niña de tus ojos; escóndeme bajo la sombra de tus alas, 9. De la vista de los malos que me oprimen, de mis enemigos que buscan mi vida. Vemos que en Él encontramos cuidado y protección. Amados y amadas; nosotros tenemos que aprender habitar en la Presencia de Jesús. El rey David lo escribió en el libro de los Salmos. Él dijo en el Salmo 16 verso 11 …Me mostrarás la senda de la vida; en tu presencia hay plenitud de gozo; delicias a tu diestra para siempre. También dijo en el Salmo 27:4 Una cosa he demandado a Jehová, ésta buscaré; que esté yo en la casa de Jehová todos los días de mi vida, para contemplar la hermosura de Jehová, y para inquirir en su templo. La diferencia entre cristianos que no soportan la tormenta y otros que sí la soportan, es que estos últimos, están escondidos bajo la sombra de Sus alas. Él dijo en Salmo 84:2-4 2. Anhela mi alma y aun ardientemente desea los atrios de Jehová; mi corazón y mi carne cantan al Dios vivo. 3. Aun el gorrión halla casa, y la golondrina nido para sí, donde ponga sus polluelos, cerca de tus altares, oh Jehová de los ejércitos, Rey mío, y Dios mío. 4. Bienaventurados los que habitan en tu casa; perpetuamente te alabarán. Vivimos en el tiempo en que Dios no habita en templos hechos por manos humanas, ¿verdad? Ahora, Él habita en nosotros, pero tenemos que cultivar Su Presencia. “El que habita al abrigo del Altísimo morará bajo la sombra del Omnipotente”. Veamos lo que escribió el rey David en el Salmo 42. Salmo 42 verso del 1 al 2: 1. Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas, así clama por ti, oh Dios, el alma mía. 2. Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo; ¿Cuándo vendré, y me presentaré delante de Dios? La palabra “bramar” es una palabra que realmente quiere decir, jadear sediento, buscando agua en el tiempo de sequía. El rey David Dijo: “así es mi alma por Tu Presencia Señor, yo tengo que encontrar Tu Presencia”. Le doy un consejo: No se apure tanto en la Presencia del Señor. Gócese de Su presencia, dígale cuánto le ama. Dios se goza cuando oramos ante Él. Dígale lo importante que Él es para usted, la grandeza de lo que ha hecho por usted y los suyos. ¡Oh! Si no es así con usted, entonces, mi oración es que el Señor le dé sed de Su Presencia. ¡Que Él haga el milagro! Voy a orar por usted. Señor; en este momento, te imploro que tú hagas sediento a cada hombre y mujer en Tu pueblo, en Tu iglesia; que anhelen habitar en Tu Presencia. Que amen estar en Tu Palabra y que anhelen estar en oración ante Ti, oh Dios. Perdona nuestros pecados de indiferencia y el tener en poco estar en Tu Presencia. Te lo pido en el Nombre Precioso de Jesús. AMÉN. |
Ver Mas |