EL DOMINIO DEL CREYENTE | |||||||
Áreas de dominio Hay muchas áreas en las cuales podemos ejercer el dominio del creyente, pero ahora vamos a considerar principalmente tres: El pecado La enfermedad Las finanzas 1. El pecado Son muchas las personas que a pesar de haber recibido el perdón de sus pecados, viven continuamente peleando con un pecado atormentador. Claman al Señor para que les ayude, pero siguen siendo “esclavos” de algo que no desean. Ellos necesitan tomar dominio sobre este problema. Romanos 6:14 “Porque el pecado no se enseñoreará (tomará dominio) de vosotros...”. Salmo 119:133 “...Ninguna iniquidad se enseñoree (tome dominio) de mí”. Si te encuentras cayendo vez tras vez en el mismo pecado, si te encuentras esclavizado en un vicio o hábito pecaminoso, ejerce la autoridad de Cristo sobre la situación para ser libre. Declara con tu boca, en fe, lo que Dios dice. Si tu debilidad es la ira, el chisme, la crítica o alguna otra, pon el nombre del pecado que te domina en el espacio en blanco. Declara: “Tomo autoridad en mi vida sobre el pecado de ______________ en el poderoso nombre de Jesucristo y por su sangre derramada en la cruz del calvario me declaro libre de ______________ y someto mi voluntad, pensamientos, sueños, anhelos y decisiones a Cristo Jesús; no seré dominado. Jesús me liberó y viviré libre”. Tu firme declaración en fe, basada en la Palabra, te traerá la victoria. Continúa declarando la victoria con insistencia hasta que se manifieste en hechos. A. Deseos sexuales Un área de pecado donde muchos necesitan ejercer dominio, es su sexualidad. Las naturales relaciones sexuales entre los casados son la voluntad de Dios y una fuente de placer físico y emocional que no se puede igualar. Siempre que encontramos una bendición de Dios, ahí el enemigo quiere destruir y engañar. Sin duda él ha podido hacerlo con muchos, porque la fornicación, adulterio, divorcios, homosexualidad, pornografía y todas las formas de lujuria están creciendo como plaga. ¿Qué puedes hacer? Toma dominio de ti mismo y de tus deseos sexuales en el nombre de Jesús. Pídele que los mantenga dormidos y bajo su control. Si tienes problemas en esta área, declara: “Tomo dominio sobre mi sexualidad en el nombre de Cristo. Declaro que viviré en pureza sexual y que no seré esclavo de la lujuria. Me someto a Dios y satanás tiene que huir de mí; él no me puede controlar ni condenar por el sexo. Tengo control de mí mismo en el poderoso nombre de Jesús”. Repetir levemente las palabras, sin ninguna convicción, no hace la obra; es necesario afirmar con energía y convicción la declaración de dominio hasta que la victoria sea tuya. A la vez que tomas autoridad sobre el pecado sexual, recuerda que la Biblia dice en: 1 Corintios 6:18 “Huid de la fornicación...”. Aléjate de las personas, lugares o situaciones que te son una tentación. El que juega con fuego, será quemado. En vez de jugar con la tentación sexual... ¡huye! Y toma dominio. Es un derecho de un heredero. |
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Áreas de dominio Hay muchas áreas en las cuales podemos ejercer el dominio del creyente, pero ahora vamos a considerar principalmente tres: El pecado La enfermedad Las finanzas 1. El pecado Son muchas las personas que a pesar de haber recibido el perdón de sus pecados, viven continuamente peleando con un pecado atormentador. Claman al Señor para que les ayude, pero siguen siendo “esclavos” de algo que no desean. Ellos necesitan tomar dominio sobre este problema. Romanos 6:14 “Porque el pecado no se enseñoreará (tomará dominio) de vosotros...”. Salmo 119:133 “...Ninguna iniquidad se enseñoree (tome dominio) de mí”. Si te encuentras cayendo vez tras vez en el mismo pecado, si te encuentras esclavizado en un vicio o hábito pecaminoso, ejerce la autoridad de Cristo sobre la situación para ser libre. Declara con tu boca, en fe, lo que Dios dice. Si tu debilidad es la ira, el chisme, la crítica o alguna otra, pon el nombre del pecado que te domina en el espacio en blanco. Declara: “Tomo autoridad en mi vida sobre el pecado de ______________ en el poderoso nombre de Jesucristo y por su sangre derramada en la cruz del calvario me declaro libre de ______________ y someto mi voluntad, pensamientos, sueños, anhelos y decisiones a Cristo Jesús; no seré dominado. Jesús me liberó y viviré libre”. Tu firme declaración en fe, basada en la Palabra, te traerá la victoria. Continúa declarando la victoria con insistencia hasta que se manifieste en hechos. A. Deseos sexuales Un área de pecado donde muchos necesitan ejercer dominio, es su sexualidad. Las naturales relaciones sexuales entre los casados son la voluntad de Dios y una fuente de placer físico y emocional que no se puede igualar. Siempre que encontramos una bendición de Dios, ahí el enemigo quiere destruir y engañar. Sin duda él ha podido hacerlo con muchos, porque la fornicación, adulterio, divorcios, homosexualidad, pornografía y todas las formas de lujuria están creciendo como plaga. ¿Qué puedes hacer? Toma dominio de ti mismo y de tus deseos sexuales en el nombre de Jesús. Pídele que los mantenga dormidos y bajo su control. Si tienes problemas en esta área, declara: “Tomo dominio sobre mi sexualidad en el nombre de Cristo. Declaro que viviré en pureza sexual y que no seré esclavo de la lujuria. Me someto a Dios y satanás tiene que huir de mí; él no me puede controlar ni condenar por el sexo. Tengo control de mí mismo en el poderoso nombre de Jesús”. Repetir levemente las palabras, sin ninguna convicción, no hace la obra; es necesario afirmar con energía y convicción la declaración de dominio hasta que la victoria sea tuya. A la vez que tomas autoridad sobre el pecado sexual, recuerda que la Biblia dice en: 1 Corintios 6:18 “Huid de la fornicación...”. Aléjate de las personas, lugares o situaciones que te son una tentación. El que juega con fuego, será quemado. En vez de jugar con la tentación sexual... ¡huye! Y toma dominio. Es un derecho de un heredero. |
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Áreas de dominio Hay muchas áreas en las cuales podemos ejercer el dominio del creyente, pero ahora vamos a considerar principalmente tres: El pecado La enfermedad Las finanzas 1. El pecado Son muchas las personas que a pesar de haber recibido el perdón de sus pecados, viven continuamente peleando con un pecado atormentador. Claman al Señor para que les ayude, pero siguen siendo “esclavos” de algo que no desean. Ellos necesitan tomar dominio sobre este problema. Romanos 6:14 “Porque el pecado no se enseñoreará (tomará dominio) de vosotros...”. Salmo 119:133 “...Ninguna iniquidad se enseñoree (tome dominio) de mí”. Si te encuentras cayendo vez tras vez en el mismo pecado, si te encuentras esclavizado en un vicio o hábito pecaminoso, ejerce la autoridad de Cristo sobre la situación para ser libre. Declara con tu boca, en fe, lo que Dios dice. Si tu debilidad es la ira, el chisme, la crítica o alguna otra, pon el nombre del pecado que te domina en el espacio en blanco. Declara: “Tomo autoridad en mi vida sobre el pecado de ______________ en el poderoso nombre de Jesucristo y por su sangre derramada en la cruz del calvario me declaro libre de ______________ y someto mi voluntad, pensamientos, sueños, anhelos y decisiones a Cristo Jesús; no seré dominado. Jesús me liberó y viviré libre”. Tu firme declaración en fe, basada en la Palabra, te traerá la victoria. Continúa declarando la victoria con insistencia hasta que se manifieste en hechos. A. Deseos sexuales Un área de pecado donde muchos necesitan ejercer dominio, es su sexualidad. Las naturales relaciones sexuales entre los casados son la voluntad de Dios y una fuente de placer físico y emocional que no se puede igualar. Siempre que encontramos una bendición de Dios, ahí el enemigo quiere destruir y engañar. Sin duda él ha podido hacerlo con muchos, porque la fornicación, adulterio, divorcios, homosexualidad, pornografía y todas las formas de lujuria están creciendo como plaga. ¿Qué puedes hacer? Toma dominio de ti mismo y de tus deseos sexuales en el nombre de Jesús. Pídele que los mantenga dormidos y bajo su control. Si tienes problemas en esta área, declara: “Tomo dominio sobre mi sexualidad en el nombre de Cristo. Declaro que viviré en pureza sexual y que no seré esclavo de la lujuria. Me someto a Dios y satanás tiene que huir de mí; él no me puede controlar ni condenar por el sexo. Tengo control de mí mismo en el poderoso nombre de Jesús”. Repetir levemente las palabras, sin ninguna convicción, no hace la obra; es necesario afirmar con energía y convicción la declaración de dominio hasta que la victoria sea tuya. A la vez que tomas autoridad sobre el pecado sexual, recuerda que la Biblia dice en: 1 Corintios 6:18 “Huid de la fornicación...”. Aléjate de las personas, lugares o situaciones que te son una tentación. El que juega con fuego, será quemado. En vez de jugar con la tentación sexual... ¡huye! Y toma dominio. Es un derecho de un heredero. |
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