CUATRO ANCLAS EN TIEMPOS DE TEMPESTAD | |||||||
ANCLA 2 / PARTE 12 Amada Iglesia: La semana pasada hablamos de tener confianza en Dios, hablamos de aprender a confiar en Él, a dejarnos guiar por nuestro Señor, sin rebeldía ni murmuración en nuestros corazones, ni en nuestras bocas. Creer que Él es fiel y que podemos depositar nuestra confianza en Él, en Su Palabra. Ahora, vamos al libro de Isaías. Isaías 41 del 10 al 13: 10. No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia. 11. He aquí que todos los que se enojan contra ti serán avergonzados y confundidos; serán como nada y perecerán los que contienden contigo. 12. Buscarás a los que tienen contienda contigo, y no los hallarás; serán como nada, y como cosa que no es, aquellos que te hacen la guerra. 13. Porque yo Jehová soy tu Dios, quien te sostiene de tu mano derecha, y te dice: No temas, yo te ayudo. ¡Wow! ¡Qué Palabra para los que tienen temor! Cuando estuve en la preparatoria, tenían una horrible iniciación; entre tres o cuatro muchachos agarraban a un novato y le quitaban los pantalones y lo dejaban ir a su casa en puros calzones. Un día, me agarraron y me amenazaron con quitarme los pantalones, pero les dije: “¡Quítenlos si quieren, pero, si lo hacen, mi hermano Jerry los va a golpear a todos!”. Yo sabía que tenían miedo de mi hermano, pues era muy fuerte, y sabía que me defendería. ¡Mira! Cuando el diablo te agarra y te amenaza diciendo: “Te voy a quitar a tu esposo” o te dice: “te voy a quitar a tus hijos e hijas” o te dice que te va a dejar pobre… Tú puedes confrontar sus amenazas porque mayor es tu Dios que el que te amenaza, mayor es tu Señor Jesucristo que cualquier cosa que atente contra tu vida o la de tu familia, porque Él está contigo. Volvamos al libro de Isaías y leamos en voz alta lo que Él dice de ti. Isaías 41 del 10 al 13: 10. No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia. 11. He aquí que todos los que se enojan contra ti serán avergonzados y confundidos; serán como nada y perecerán los que contienden contigo. 12. Buscarás a los que tienen contienda contigo, y no los hallarás; serán como nada, y como cosa que no es, aquellos que te hacen la guerra. 13. Porque yo Jehová soy tu Dios, quien te sostiene de tu mano derecha, y te dice: No temas, yo te ayudo. ¿Qué más necesitamos si nuestro corazón está lleno de esta Palabra? Podemos confrontar las amenazas del enemigo, podemos hacer frente al temor de que sucedan cosas malas. ¡No tendremos temor de malas noticias! ¡Qué ancla tenemos en Jesucristo! ¿Verdad? ¡Aleluya! Amada Iglesia Voy hacer una declaración: El Espíritu Santo no te va a dejar en paz hasta que empieces a caminar en esta Palabra. Señor: Estoy pidiéndote que los despiertes de noche, no los dejes dormir hasta que escuchen esta Palabra. Estoy hablando de ti, que no duermas hasta que puedas poner en práctica esta verdad, es un ancla en tiempo de tormenta. Qué bendición vendrá a tu vida. En esta mañana el Espíritu Santo a través de su siervo le ha traído el secreto de una vida de victoria, de gozo, de abundancia, de tranquilidad, de paz. Acéptalo, ponlo en acción en tu vida, persiste y tu vida va a ser totalmente nueva. Pido al Espíritu Santo que lo despierte. Vamos a orar: Señor Todopoderoso; Tú nos has revelado el poder de nuestras palabras y vamos a declarar con nuestra boca: Tú eres nuestro Dios, Tú eres nuestro castillo, nuestro protector. Tú eres la fuente de nuestra bendición espiritual y también material. Tú eres nuestro Dios, ¡oh Señor! Confiaremos en Ti y en todas las cosas que prometes y diremos de nosotros mismos que somos la cabeza, no la cola, estamos encima únicamente, no abajo; ninguna arma forjada en nuestra contra prosperará. Lo declaramos en el Nombre Precioso de Jesús. Amén. |
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CUATRO ANCLAS EN TIEMPOS DE TEMPESTAD |
ANCLA 2 / PARTE 12 Amada Iglesia: La semana pasada hablamos de tener confianza en Dios, hablamos de aprender a confiar en Él, a dejarnos guiar por nuestro Señor, sin rebeldía ni murmuración en nuestros corazones, ni en nuestras bocas. Creer que Él es fiel y que podemos depositar nuestra confianza en Él, en Su Palabra. Ahora, vamos al libro de Isaías. Isaías 41 del 10 al 13: 10. No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia. 11. He aquí que todos los que se enojan contra ti serán avergonzados y confundidos; serán como nada y perecerán los que contienden contigo. 12. Buscarás a los que tienen contienda contigo, y no los hallarás; serán como nada, y como cosa que no es, aquellos que te hacen la guerra. 13. Porque yo Jehová soy tu Dios, quien te sostiene de tu mano derecha, y te dice: No temas, yo te ayudo. ¡Wow! ¡Qué Palabra para los que tienen temor! Cuando estuve en la preparatoria, tenían una horrible iniciación; entre tres o cuatro muchachos agarraban a un novato y le quitaban los pantalones y lo dejaban ir a su casa en puros calzones. Un día, me agarraron y me amenazaron con quitarme los pantalones, pero les dije: “¡Quítenlos si quieren, pero, si lo hacen, mi hermano Jerry los va a golpear a todos!”. Yo sabía que tenían miedo de mi hermano, pues era muy fuerte, y sabía que me defendería. ¡Mira! Cuando el diablo te agarra y te amenaza diciendo: “Te voy a quitar a tu esposo” o te dice: “te voy a quitar a tus hijos e hijas” o te dice que te va a dejar pobre… Tú puedes confrontar sus amenazas porque mayor es tu Dios que el que te amenaza, mayor es tu Señor Jesucristo que cualquier cosa que atente contra tu vida o la de tu familia, porque Él está contigo. Volvamos al libro de Isaías y leamos en voz alta lo que Él dice de ti. Isaías 41 del 10 al 13: 10. No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia. 11. He aquí que todos los que se enojan contra ti serán avergonzados y confundidos; serán como nada y perecerán los que contienden contigo. 12. Buscarás a los que tienen contienda contigo, y no los hallarás; serán como nada, y como cosa que no es, aquellos que te hacen la guerra. 13. Porque yo Jehová soy tu Dios, quien te sostiene de tu mano derecha, y te dice: No temas, yo te ayudo. ¿Qué más necesitamos si nuestro corazón está lleno de esta Palabra? Podemos confrontar las amenazas del enemigo, podemos hacer frente al temor de que sucedan cosas malas. ¡No tendremos temor de malas noticias! ¡Qué ancla tenemos en Jesucristo! ¿Verdad? ¡Aleluya! Amada Iglesia Voy hacer una declaración: El Espíritu Santo no te va a dejar en paz hasta que empieces a caminar en esta Palabra. Señor: Estoy pidiéndote que los despiertes de noche, no los dejes dormir hasta que escuchen esta Palabra. Estoy hablando de ti, que no duermas hasta que puedas poner en práctica esta verdad, es un ancla en tiempo de tormenta. Qué bendición vendrá a tu vida. En esta mañana el Espíritu Santo a través de su siervo le ha traído el secreto de una vida de victoria, de gozo, de abundancia, de tranquilidad, de paz. Acéptalo, ponlo en acción en tu vida, persiste y tu vida va a ser totalmente nueva. Pido al Espíritu Santo que lo despierte. Vamos a orar: Señor Todopoderoso; Tú nos has revelado el poder de nuestras palabras y vamos a declarar con nuestra boca: Tú eres nuestro Dios, Tú eres nuestro castillo, nuestro protector. Tú eres la fuente de nuestra bendición espiritual y también material. Tú eres nuestro Dios, ¡oh Señor! Confiaremos en Ti y en todas las cosas que prometes y diremos de nosotros mismos que somos la cabeza, no la cola, estamos encima únicamente, no abajo; ninguna arma forjada en nuestra contra prosperará. Lo declaramos en el Nombre Precioso de Jesús. Amén. |
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ANCLA 2 / PARTE 12 Amada Iglesia: La semana pasada hablamos de tener confianza en Dios, hablamos de aprender a confiar en Él, a dejarnos guiar por nuestro Señor, sin rebeldía ni murmuración en nuestros corazones, ni en nuestras bocas. Creer que Él es fiel y que podemos depositar nuestra confianza en Él, en Su Palabra. Ahora, vamos al libro de Isaías. Isaías 41 del 10 al 13: 10. No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia. 11. He aquí que todos los que se enojan contra ti serán avergonzados y confundidos; serán como nada y perecerán los que contienden contigo. 12. Buscarás a los que tienen contienda contigo, y no los hallarás; serán como nada, y como cosa que no es, aquellos que te hacen la guerra. 13. Porque yo Jehová soy tu Dios, quien te sostiene de tu mano derecha, y te dice: No temas, yo te ayudo. ¡Wow! ¡Qué Palabra para los que tienen temor! Cuando estuve en la preparatoria, tenían una horrible iniciación; entre tres o cuatro muchachos agarraban a un novato y le quitaban los pantalones y lo dejaban ir a su casa en puros calzones. Un día, me agarraron y me amenazaron con quitarme los pantalones, pero les dije: “¡Quítenlos si quieren, pero, si lo hacen, mi hermano Jerry los va a golpear a todos!”. Yo sabía que tenían miedo de mi hermano, pues era muy fuerte, y sabía que me defendería. ¡Mira! Cuando el diablo te agarra y te amenaza diciendo: “Te voy a quitar a tu esposo” o te dice: “te voy a quitar a tus hijos e hijas” o te dice que te va a dejar pobre… Tú puedes confrontar sus amenazas porque mayor es tu Dios que el que te amenaza, mayor es tu Señor Jesucristo que cualquier cosa que atente contra tu vida o la de tu familia, porque Él está contigo. Volvamos al libro de Isaías y leamos en voz alta lo que Él dice de ti. Isaías 41 del 10 al 13: 10. No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia. 11. He aquí que todos los que se enojan contra ti serán avergonzados y confundidos; serán como nada y perecerán los que contienden contigo. 12. Buscarás a los que tienen contienda contigo, y no los hallarás; serán como nada, y como cosa que no es, aquellos que te hacen la guerra. 13. Porque yo Jehová soy tu Dios, quien te sostiene de tu mano derecha, y te dice: No temas, yo te ayudo. ¿Qué más necesitamos si nuestro corazón está lleno de esta Palabra? Podemos confrontar las amenazas del enemigo, podemos hacer frente al temor de que sucedan cosas malas. ¡No tendremos temor de malas noticias! ¡Qué ancla tenemos en Jesucristo! ¿Verdad? ¡Aleluya! Amada Iglesia Voy hacer una declaración: El Espíritu Santo no te va a dejar en paz hasta que empieces a caminar en esta Palabra. Señor: Estoy pidiéndote que los despiertes de noche, no los dejes dormir hasta que escuchen esta Palabra. Estoy hablando de ti, que no duermas hasta que puedas poner en práctica esta verdad, es un ancla en tiempo de tormenta. Qué bendición vendrá a tu vida. En esta mañana el Espíritu Santo a través de su siervo le ha traído el secreto de una vida de victoria, de gozo, de abundancia, de tranquilidad, de paz. Acéptalo, ponlo en acción en tu vida, persiste y tu vida va a ser totalmente nueva. Pido al Espíritu Santo que lo despierte. Vamos a orar: Señor Todopoderoso; Tú nos has revelado el poder de nuestras palabras y vamos a declarar con nuestra boca: Tú eres nuestro Dios, Tú eres nuestro castillo, nuestro protector. Tú eres la fuente de nuestra bendición espiritual y también material. Tú eres nuestro Dios, ¡oh Señor! Confiaremos en Ti y en todas las cosas que prometes y diremos de nosotros mismos que somos la cabeza, no la cola, estamos encima únicamente, no abajo; ninguna arma forjada en nuestra contra prosperará. Lo declaramos en el Nombre Precioso de Jesús. Amén. |
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