CUATRO ANCLAS EN TIEMPOS DE TEMPESTAD | |||||||
ANCLA 4 Parte 4 BAJO AUTORIDAD Amada Iglesia: En estas semanas, hemos hablado de la autoridad que nuestro Señor Jesucristo nos ha dado sobre satanás. Hemos visto lo que tenemos en Jesucristo: Su Sangre preciosa, Su Testimonio (de Jesús) y Su Palabra en nosotros. Ahora vamos a ver una historia que se encuentra en el libro de Lucas. Lucas 7 del 1 al 10: 1. Después que hubo terminado todas sus palabras al pueblo que lo oía, entró en Capernaúm. 2. Y el siervo de un centurión, a quien éste quería mucho, estaba enfermo y a punto de morir. 3. Cuando el centurión oyó hablar de Jesús, le envió unos ancianos de los judíos, rogándole que viniese y sanase a su siervo. 4. Y ellos vinieron a Jesús y le rogaron con solicitud, diciéndole: —Es digno de que le concedas esto; 5. porque ama a nuestra nación y nos edificó una sinagoga. 6.Y Jesús fue con ellos. Pero cuando ya no estaban lejos de la casa, el centurión envió a él unos amigos, diciéndole: —Señor, no te molestes, pues no soy digno de que entres bajo mi techo, 7. por lo que ni aun me tuve por digno de venir a ti; pero di la palabra y mi siervo será sano. 8. Porque también yo soy hombre puesto bajo autoridad, y tengo soldados bajo mis órdenes, y digo a éste: Ve, y va; y al otro: Ven, y viene; y a mi siervo: Haz esto, y lo hace. 9. Al oír esto, Jesús se maravilló de él y, volviéndose, dijo a la gente que lo seguía: —Os digo que ni aun en Israel he hallado tanta fe. 10. Y al regresar a casa los que habían sido enviados, hallaron sano al siervo que había estado enfermo. Este hombre, era un oficial del ejército romano de alto rango, y reconocía que era hombre puesto bajo autoridad. Él reconoció en Jesús una autoridad tan superior a la que él tenía y a la que el Cesar mismo tenía. Amadas y amados: Si nosotros vivimos sujetos o bajo la autoridad que hay sobre nuestras vidas, entonces, tendremos autoridad, pero, tal vez preguntas: ¿Cómo es esta sumisión o estar bajo la autoridad establecida por Dios? Vamos a leer en la carta a los Efesios. Efesios 5 del 21 al 27 21. Someteos unos a otros en el temor de Dios. 22. Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor; 23. porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador. 24. Así que, como la iglesia está sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos en todo. 25. Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, 26. para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra, 27. a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha. En esta Escritura, voy a poner un ejemplo: Este pasaje no dice: “mujeres sométanse a los hombres”, ¿verdad? Sino que dice: Sométanse unos a otros, en el temor de Dios. La instrucción a todas y a todos en el pueblo de Dios es estar sujetos bajo autoridad, por eso empieza esta Escritura: “Sométanse unos a otros, en el temor de Dios”. ¡Es la Palabra de Dios! ¿Verdad? Tengo una pregunta: ¿Estas bajo autoridad? ¿Eres una persona sometida o sujeta a los cuales debes sumisión? Si no es así, estas fuera de la autoridad. Esta es la razón de que muchas personas no tienen poder ni autoridad en su vida. Vamos a orar: Señor Jesucristo; te damos gracias por esta palabra, por tu amor y tu misericordia. Te rogamos que nos examines nuestro corazón y nuestra mente y ve si estamos bajo autoridad o no lo estamos, Señor. Perdona nuestro pecado y ayúdanos a estar bajo autoridad en tu Nombre Santo. |
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CUATRO ANCLAS EN TIEMPOS DE TEMPESTAD |
ANCLA 4 Parte 4 BAJO AUTORIDAD Amada Iglesia: En estas semanas, hemos hablado de la autoridad que nuestro Señor Jesucristo nos ha dado sobre satanás. Hemos visto lo que tenemos en Jesucristo: Su Sangre preciosa, Su Testimonio (de Jesús) y Su Palabra en nosotros. Ahora vamos a ver una historia que se encuentra en el libro de Lucas. Lucas 7 del 1 al 10: 1. Después que hubo terminado todas sus palabras al pueblo que lo oía, entró en Capernaúm. 2. Y el siervo de un centurión, a quien éste quería mucho, estaba enfermo y a punto de morir. 3. Cuando el centurión oyó hablar de Jesús, le envió unos ancianos de los judíos, rogándole que viniese y sanase a su siervo. 4. Y ellos vinieron a Jesús y le rogaron con solicitud, diciéndole: —Es digno de que le concedas esto; 5. porque ama a nuestra nación y nos edificó una sinagoga. 6.Y Jesús fue con ellos. Pero cuando ya no estaban lejos de la casa, el centurión envió a él unos amigos, diciéndole: —Señor, no te molestes, pues no soy digno de que entres bajo mi techo, 7. por lo que ni aun me tuve por digno de venir a ti; pero di la palabra y mi siervo será sano. 8. Porque también yo soy hombre puesto bajo autoridad, y tengo soldados bajo mis órdenes, y digo a éste: Ve, y va; y al otro: Ven, y viene; y a mi siervo: Haz esto, y lo hace. 9. Al oír esto, Jesús se maravilló de él y, volviéndose, dijo a la gente que lo seguía: —Os digo que ni aun en Israel he hallado tanta fe. 10. Y al regresar a casa los que habían sido enviados, hallaron sano al siervo que había estado enfermo. Este hombre, era un oficial del ejército romano de alto rango, y reconocía que era hombre puesto bajo autoridad. Él reconoció en Jesús una autoridad tan superior a la que él tenía y a la que el Cesar mismo tenía. Amadas y amados: Si nosotros vivimos sujetos o bajo la autoridad que hay sobre nuestras vidas, entonces, tendremos autoridad, pero, tal vez preguntas: ¿Cómo es esta sumisión o estar bajo la autoridad establecida por Dios? Vamos a leer en la carta a los Efesios. Efesios 5 del 21 al 27 21. Someteos unos a otros en el temor de Dios. 22. Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor; 23. porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador. 24. Así que, como la iglesia está sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos en todo. 25. Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, 26. para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra, 27. a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha. En esta Escritura, voy a poner un ejemplo: Este pasaje no dice: “mujeres sométanse a los hombres”, ¿verdad? Sino que dice: Sométanse unos a otros, en el temor de Dios. La instrucción a todas y a todos en el pueblo de Dios es estar sujetos bajo autoridad, por eso empieza esta Escritura: “Sométanse unos a otros, en el temor de Dios”. ¡Es la Palabra de Dios! ¿Verdad? Tengo una pregunta: ¿Estas bajo autoridad? ¿Eres una persona sometida o sujeta a los cuales debes sumisión? Si no es así, estas fuera de la autoridad. Esta es la razón de que muchas personas no tienen poder ni autoridad en su vida. Vamos a orar: Señor Jesucristo; te damos gracias por esta palabra, por tu amor y tu misericordia. Te rogamos que nos examines nuestro corazón y nuestra mente y ve si estamos bajo autoridad o no lo estamos, Señor. Perdona nuestro pecado y ayúdanos a estar bajo autoridad en tu Nombre Santo. |
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