El dominio del creyente | |||||||
3. Las finanzas ¿Sabías que la Biblia enseña, vez tras vez, que Dios quiere que prosperes y tengas abundancia? ¿Que también enseña que el dinero no es malo? Sí, dice que la raíz de todo mal es el amor al dinero, pero no el dinero mismo. ¿Sabías que según Génesis 13:2, Abraham, “El padre de la fe” era riquísimo? “Y Abram era riquísimo en ganado, en plata y en oro”. Quiero establecer con absoluta claridad que no es pecado tener bienes si uno no cae en el pecado de amarlos. ¡La miseria y la escasez no son la voluntad de Dios! Él no es el autor de ellas. Yo viví en miseria económica y nunca fue una bendición. Así como el pecado y la enfermedad entró en el mundo por el enemigo (satanás), también la miseria y la pobreza; él es el ladrón, no sólo de nuestra alma, sino también de todas las bendiciones que el Padre quiere darnos, incluyendo la bendición abundante. Juan 10:10 “El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir...”. El Salmo 1:3 nos dice que la persona que ama a Dios: “Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, que da su fruto en su tiempo, y su hoja no cae; y todo lo que hace, prosperará”. Con toda seguridad este texto no habla únicamente de finanzas; sino de relaciones familiares, salud, paz, trabajo, en fin, de todo; y desde luego, incluye la prosperidad económica. Filipenses 4:19 “Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús”. ¡Él suplirá conforme a sus riquezas! Y Él no es tacaño ni está en bancarrota. Hageo 2:8 “Mía es la plata, y mío es el oro, dice Jehová de los ejércitos”. La plata y el oro son de Dios y si son de Él, también de nosotros porque somos sus herederos. Proverbios 3:9-10 “Honra a Jehová con tus bienes, y con las primicias de todos tus frutos; y serán llenos tus graneros con abundancia, y tus lagares rebosarán de mosto”. Fíjate bien en las palabras “llenos”, “abundancia” y “rebosarán”. Esta no es provisión de ‘‘apenas’’. Deuteronomio 8:18 “Sino acuérdate de Jehová tu Dios, porque él te da el poder para hacer las riquezas, a fin de confirmar su pacto...”. El texto dice claramente que Dios nos da el poder para hacer las riquezas, ¡Él quiere prosperarnos! Pero con el fin de sostener su obra, es decir, prosperidad con responsabilidad. 3a. Juan 2 “Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma”. Mateo 6:33 “Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas (comida, vestido, cosas materiales, etc), os serán añadidas”. Alguien pudiera decirme: “Yo no creo que todo esto sea verdad, porque parece que los hijos del diablo tienen más dinero que los hijos de Dios..”. ¡Precisamente por esto necesitamos aprender a tomar dominio en el área de nuestras finanzas, para llegar a la abundancia en la que Dios quiere que vivamos! ¡No tienes que vivir en la miseria el resto de tu vida! ¡Levántate en fe y toma dominio sobre el “ladrón” en el nombre de Jesús! ¡Declara con tu boca que Dios suplirá todo lo que necesitas y que todo lo que hagas prosperará! La Biblia nos enseña que debemos ayudar a los pobres, ¿Cómo lo podremos hacer si nosotros vivimos en el nivel de “apenas” o de escasez? Comienza desde ahora a ser fiel a Dios con tus diezmos y ofrendas, porque si no lo haces así, esperarás en vano la bendición económica de Él. Pero si eres fiel con tu dinero, sea mucho o poco, entonces puedes tomar autoridad sobre el enemigo y reclamar lo que es tuyo. |
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3. Las finanzas ¿Sabías que la Biblia enseña, vez tras vez, que Dios quiere que prosperes y tengas abundancia? ¿Que también enseña que el dinero no es malo? Sí, dice que la raíz de todo mal es el amor al dinero, pero no el dinero mismo. ¿Sabías que según Génesis 13:2, Abraham, “El padre de la fe” era riquísimo? “Y Abram era riquísimo en ganado, en plata y en oro”. Quiero establecer con absoluta claridad que no es pecado tener bienes si uno no cae en el pecado de amarlos. ¡La miseria y la escasez no son la voluntad de Dios! Él no es el autor de ellas. Yo viví en miseria económica y nunca fue una bendición. Así como el pecado y la enfermedad entró en el mundo por el enemigo (satanás), también la miseria y la pobreza; él es el ladrón, no sólo de nuestra alma, sino también de todas las bendiciones que el Padre quiere darnos, incluyendo la bendición abundante. Juan 10:10 “El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir...”. El Salmo 1:3 nos dice que la persona que ama a Dios: “Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, que da su fruto en su tiempo, y su hoja no cae; y todo lo que hace, prosperará”. Con toda seguridad este texto no habla únicamente de finanzas; sino de relaciones familiares, salud, paz, trabajo, en fin, de todo; y desde luego, incluye la prosperidad económica. Filipenses 4:19 “Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús”. ¡Él suplirá conforme a sus riquezas! Y Él no es tacaño ni está en bancarrota. Hageo 2:8 “Mía es la plata, y mío es el oro, dice Jehová de los ejércitos”. La plata y el oro son de Dios y si son de Él, también de nosotros porque somos sus herederos. Proverbios 3:9-10 “Honra a Jehová con tus bienes, y con las primicias de todos tus frutos; y serán llenos tus graneros con abundancia, y tus lagares rebosarán de mosto”. Fíjate bien en las palabras “llenos”, “abundancia” y “rebosarán”. Esta no es provisión de ‘‘apenas’’. Deuteronomio 8:18 “Sino acuérdate de Jehová tu Dios, porque él te da el poder para hacer las riquezas, a fin de confirmar su pacto...”. El texto dice claramente que Dios nos da el poder para hacer las riquezas, ¡Él quiere prosperarnos! Pero con el fin de sostener su obra, es decir, prosperidad con responsabilidad. 3a. Juan 2 “Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma”. Mateo 6:33 “Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas (comida, vestido, cosas materiales, etc), os serán añadidas”. Alguien pudiera decirme: “Yo no creo que todo esto sea verdad, porque parece que los hijos del diablo tienen más dinero que los hijos de Dios..”. ¡Precisamente por esto necesitamos aprender a tomar dominio en el área de nuestras finanzas, para llegar a la abundancia en la que Dios quiere que vivamos! ¡No tienes que vivir en la miseria el resto de tu vida! ¡Levántate en fe y toma dominio sobre el “ladrón” en el nombre de Jesús! ¡Declara con tu boca que Dios suplirá todo lo que necesitas y que todo lo que hagas prosperará! La Biblia nos enseña que debemos ayudar a los pobres, ¿Cómo lo podremos hacer si nosotros vivimos en el nivel de “apenas” o de escasez? Comienza desde ahora a ser fiel a Dios con tus diezmos y ofrendas, porque si no lo haces así, esperarás en vano la bendición económica de Él. Pero si eres fiel con tu dinero, sea mucho o poco, entonces puedes tomar autoridad sobre el enemigo y reclamar lo que es tuyo. |
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3. Las finanzas ¿Sabías que la Biblia enseña, vez tras vez, que Dios quiere que prosperes y tengas abundancia? ¿Que también enseña que el dinero no es malo? Sí, dice que la raíz de todo mal es el amor al dinero, pero no el dinero mismo. ¿Sabías que según Génesis 13:2, Abraham, “El padre de la fe” era riquísimo? “Y Abram era riquísimo en ganado, en plata y en oro”. Quiero establecer con absoluta claridad que no es pecado tener bienes si uno no cae en el pecado de amarlos. ¡La miseria y la escasez no son la voluntad de Dios! Él no es el autor de ellas. Yo viví en miseria económica y nunca fue una bendición. Así como el pecado y la enfermedad entró en el mundo por el enemigo (satanás), también la miseria y la pobreza; él es el ladrón, no sólo de nuestra alma, sino también de todas las bendiciones que el Padre quiere darnos, incluyendo la bendición abundante. Juan 10:10 “El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir...”. El Salmo 1:3 nos dice que la persona que ama a Dios: “Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, que da su fruto en su tiempo, y su hoja no cae; y todo lo que hace, prosperará”. Con toda seguridad este texto no habla únicamente de finanzas; sino de relaciones familiares, salud, paz, trabajo, en fin, de todo; y desde luego, incluye la prosperidad económica. Filipenses 4:19 “Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús”. ¡Él suplirá conforme a sus riquezas! Y Él no es tacaño ni está en bancarrota. Hageo 2:8 “Mía es la plata, y mío es el oro, dice Jehová de los ejércitos”. La plata y el oro son de Dios y si son de Él, también de nosotros porque somos sus herederos. Proverbios 3:9-10 “Honra a Jehová con tus bienes, y con las primicias de todos tus frutos; y serán llenos tus graneros con abundancia, y tus lagares rebosarán de mosto”. Fíjate bien en las palabras “llenos”, “abundancia” y “rebosarán”. Esta no es provisión de ‘‘apenas’’. Deuteronomio 8:18 “Sino acuérdate de Jehová tu Dios, porque él te da el poder para hacer las riquezas, a fin de confirmar su pacto...”. El texto dice claramente que Dios nos da el poder para hacer las riquezas, ¡Él quiere prosperarnos! Pero con el fin de sostener su obra, es decir, prosperidad con responsabilidad. 3a. Juan 2 “Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma”. Mateo 6:33 “Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas (comida, vestido, cosas materiales, etc), os serán añadidas”. Alguien pudiera decirme: “Yo no creo que todo esto sea verdad, porque parece que los hijos del diablo tienen más dinero que los hijos de Dios..”. ¡Precisamente por esto necesitamos aprender a tomar dominio en el área de nuestras finanzas, para llegar a la abundancia en la que Dios quiere que vivamos! ¡No tienes que vivir en la miseria el resto de tu vida! ¡Levántate en fe y toma dominio sobre el “ladrón” en el nombre de Jesús! ¡Declara con tu boca que Dios suplirá todo lo que necesitas y que todo lo que hagas prosperará! La Biblia nos enseña que debemos ayudar a los pobres, ¿Cómo lo podremos hacer si nosotros vivimos en el nivel de “apenas” o de escasez? Comienza desde ahora a ser fiel a Dios con tus diezmos y ofrendas, porque si no lo haces así, esperarás en vano la bendición económica de Él. Pero si eres fiel con tu dinero, sea mucho o poco, entonces puedes tomar autoridad sobre el enemigo y reclamar lo que es tuyo. |
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